lunes, 29 de julio de 2013

Más vegetación por más CO2


Un estudio revela un aumento inesperado del crecimiento de la vegetación mundial por el incremento del CO2 atmosférico.


En un estudio publicado en la revista Nature, Trevor Keenan, de la Universidad Harvard, y sus colaboradores informan que, en los últimos 20 años, los bosques han usado el agua de una manera más eficiente de lo que pensábamos. Según sus conclusiones, se debe a un aumento de la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera, por lo que sus resultados suponen una reevaluación de los modelos del ciclo del carbono.

La cantidad de CO2 presente en la atmósfera terrestre está aumentando a un ritmo sin precedentes. Durante el mes de mayo de este año, se detectaron valores de 400 partes por millón, esto es, un 43 por ciento más que la concentración registrada en la época preindustrial. Gran parte de este incremento se produjo en los últimos 20 años, con una tasa de aumento del 5 por ciento por década. Esto debería haber estimulado la productividad de la vegetación mundial, puesto que a mayor concentración de CO2 correspondería un aumento de la tasa de fotosíntesis y una reducción del consumo de agua por parte de las plantas. Sin embargo, hay pocos datos de calidad y a largo plazo que permitan detectar los efectos de tal fenómeno, por lo que los modelos actuales se basan en medidas obtenidas de manera indirecta.

El nuevo estudio, en cambio, aporta datos experimentales que ofrecen una nueva visión sobre la productividad de las plantas y su uso del agua. Gracias a instrumentos ubicados encima de torres en medio de la vegetación, los investigadores han medido la absorción de carbono y el consumo de agua de ecosistemas con una superficie de hasta un kilómetro cuadrado. En concreto, han obtenido datos que les han permitido analizar los cambios a largo plazo y a gran escala del uso eficiente del agua para una amplia gama de bosques.

Durante el proceso de fotosíntesis, las plantas pierden agua a través de la evaporación cada vez que abren sus poros (estomas) para permitir el ingreso del CO2. El consumo de agua representa, por tanto, una medida de la velocidad del intercambio entre vapor de agua y dióxido de carbono. Por otro lado, niveles elevados de CO2 en la atmósfera implican una mayor captación de este gas y un menor consumo de agua por parte de las plantas y, por consiguiente, una mayor eficiencia de los ecosistemas forestales. Se piensa, por tanto, que el conocimiento de la gestión de sus recursos hídricos constituye un buen indicador de los efectos de las concentraciones del dióxido de carbono atmosférico en la vegetación.

Según Keenan y sus colaboradores, el uso del agua registrado para 21 bosques del hemisferio norte en las últimas dos décadas ha mostrado una notable mejora. Las tasas de crecimiento de la vegetación resultaron elevadas (con un valor promedio anual cercano al 3 por ciento) y estadísticamente significativas en todos los sitios analizados. Ello indica una tendencia mucho mayor de la que predicen los modelos actuales sobre la respuesta de las plantas al CO2 y el ciclo del carbono.

El hallazgo, basado en observaciones directas, podría implicar que las plantas son considerablemente más sensibles al aumento de CO2 de lo que se pensaba, o bien que otros factores desconocidos subyacen a la tendencia observada.

sábado, 27 de julio de 2013

John Brown (un rifle de mayor alcance)


ANTONIO CASADO DA ROCHA

Cuando su padre murió el 3 de febrero de 1859, Thoreau tuvo que asumir aún más responsabilidades en el negocio familiar. Mientras trataba de perfeccionar la fabricación de lápices, el municipio de Concord le contrató como agrimensor para un proyecto importante, y al año ya tenía algo que decir en la feria de ganado del condado de Middlesex sobre la reproducción de las especies forestales. El éxito de esa conferencia, The Succession of Forest Trees, fue tal que durante mucho tiempo el público le consideró más biólogo que otra cosa. Comenzó a escribir ese ensayo buscando respuesta a un granjero que le preguntaba por qué allí donde se cortaba un bosque de robles surgía otro de pinos y viceversa. Era una pregunta oportuna, ya que entre los naturalistas todavía se discutía la generación espontánea de los seres vivos. Thoreau respondió que tenía mucha confianza en la capacidad de las semillas para encontrar suelo donde enraizar, pero que donde no llega ninguna semilla no podrá surgir planta alguna. Eso sí, añadió, estoy dispuesto a esperar maravillas allí donde me cerciore de la existencia de una semilla. Este trabajo sobre la dispersión de las semillas le hizo interesarse por la obra de Darwin, y Thoreau fue la segunda o tercera persona que leyó El origen de las especies en los EEUU. En 1860 tomó muchas notas de ese libro, pero antes incluso de haberlo leído, en la conferencia ya describía en términos semejantes a los de Darwin el mecanismo mediante el cual tiene lugar la sucesión de las diferentes especies de árboles en su hábitat. No obstante, durante los últimos meses de 1859 no pudo escribir sobre otro tema que no fuera John Brown, un hombre aferrado hasta el martirio a la simple verdad de que los derechos de los negros son tan respetables como los de los blancos.

Una ley de 1854 dejaba la decisión de convertirse en estado libre o esclavista a cada población de los nuevos territorios de la Unión. En los años siguientes, esto tuvo sangrientas consecuencias en Kansas, que estaba siendo colonizado por emigrantes procedentes tanto del Norte abolicionista como del Sur esclavista. Como paso previo al referéndum, esclavistas y antiesclavistas hicieron sus propios censos electorales y acabaron por establecer gobiernos diferentes; el conflicto de legitimidades provocó enfrentamientos armados. Las escaramuzas fueron especialmente violentas durante el verano de 1856, y fue entonces cuando el nombre del líder abolicionista John Brown saltó a las páginas de la prensa. Brown y los suyos se hicieron famosos por sus victorias, en inferioridad numérica, sobre los grupos de así llamados rufianes que controlaban las fronteras del Sur para hostigar a las poblaciones antiesclavistas. Una de ellas, Lawrence, fue destruida por un ataque de esos rufianes el 21 de mayo. Tres días después, Brown se tomó la justicia por su mano y atacó la colonia esclavista de Pottawatomie Creek, matando a sangre fría a cinco hombres. Durante el invierno siguiente Brown viajó al noreste para recaudar fondos con los que continuar su lucha y uno de sus principales valedores en Concord fue Sanborn. Gracias a él, Thoreau se entrevistó con Brown en al menos dos ocasiones.

El 16 de octubre de 1859, capitaneando un grupo de unos veinte hombres, Brown se apoderó del arsenal federal en Harper’s Ferry, Virginia, en un intento de iniciar una guerra de liberación de los esclavos. En la batalla por hacerse con el control del arsenal hubo víctimas por ambos bandos, pero finalmente los rebeldes consiguieron su objetivo. En lugar de retirarse con el botín, Brown permaneció dentro del arsenal en espera de que se le unieran los negros de las plantaciones circundantes. Los únicos que llegaron, como era previsible, fueron los soldados enviados contra él. Brown resistió el ataque con indomable coraje durante un día y una noche, pero con el alba un contingente de marines consiguió entrar en el arsenal, donde le encontraron herido junto a diez de sus hombres muertos. Fue juzgado por traición a Virginia; se negó a alegar demencia en su descargo y se le condenó a morir ahorcado el 2 de diciembre. Cuando supo de su arresto, la primera reacción de Thoreau fue de solidaridad con el capitán, a quien dedicó una larga anotación en el diario. Posteriormente comenzó a dirigir su indignación hacia un público imaginario, y para el 21 de octubre ya había concebido el plan de dar una conferencia en defensa de Brown. La terminó el día treinta y así lo hizo saber a su familia y vecinos. Hasta Sanborn dijo que le parecía poco prudente: el ambiente estaba demasiado crispado, incluso en zonas antiesclavistas como Concord, y el miedo a manifestarse sobre este tema era notorio. Sanborn llegó a decir que la gente temía por sus vidas, y no precisamente por la proximidad de Halloween. Pero Thoreau envió avisos a los hogares de Concord anunciando que por la tarde hablaría en el salón de actos sobre la condición y el carácter de John Brown, e invitó a todos a asistir. El comité republicano y el comité abolicionista insistieron en que era prematuro y poco aconsejable. A una hora temprana la sala ya estaba llena de gente de todos los partidos y su ferviente elogio del héroe fue escuchado con gran respeto por todos; según Emerson, por muchos con una simpatía sorprendente hasta para ellos mismos.


Con esta conferencia del 30 de octubre de 1859, publicada más tarde como A Plea for Captain John Brown en el periódico de Greeley, Thoreau se convirtió en la primera persona que se atrevió a defenderle en público. En el texto criticaba la reacción de sus vecinos al escuchar las primeras noticias del ataque; la mayoría de la gente pensaba que la resistencia de Brown había malogrado su vida y la de otros, pero Thoreau se preguntaba desde qué altura moral se emitía semejante opinión, a qué otras empresas se dedicaban sus vecinos para atreverse a juzgar las de Brown. Thoreau no quiso ocuparse de las consecuencias de sus acciones, que ignoraba en su mayor parte, sino en los principios que las guiaban. No estaba tan interesado en el personaje como en lo que representaba. Insistió también en que Brown podía pasárselas perfectamente sin armas de fuego mientras mantuviese su capacidad discursiva: un rifle, dijo, infinitamente más seguro y de mayor alcance. Al margen de su distinto final, Thoreau pensaba que la historia de Brown era moralmente superior a la de los patriotas que en 1775 lucharon contra los ingleses en Concord, pues estos lucharon contra sus enemigos, pero Brown tuvo el más raro coraje de luchar contra los errores de su país. Se preguntaba, en fin, si era un fracaso liberar a una docena de seres humanos y atravesar con ellos un estado tras otro, como Brown hizo durante semanas y meses, a plena luz, a paso tranquilo, al alcance de todas las facciones, con un precio puesto sobre su cabeza, enfrentándose a un tribunal y relatando lo que había hecho, persuadiendo al estado de Missouri de que no era rentable mantener la esclavitud cerca de donde él viviera; haciendo, en suma, lo que muchos desobedientes civiles han hecho con posterioridad. En el mundo según Thoreau hay cosas que son más importantes que la propia vida. Al fin y al cabo, sin gentes como Brown y los soldados norteños que invocaban su nombre, es muy posible que la maquinaria judicial y política de los EEUU no hubiera conseguido abolir la esclavitud jamás.

Thoreau. Biografía esencial (2004)

jueves, 25 de julio de 2013

Contra el trabajo

 

Bob Black firma La abolición del trabajo, un ensayo, por el calado de la reflexión, que adopta la forma de manifiesto.

FILOSOFÍA HOY, Nº 24

Bob Black es un 'anarquista' estadounidense leído y apreciado por un pequeño pero fiel grupo de seguidores. Su propuesta es tajante: «El trabajo es la fuente de casi toda la miseria existente en el mundo. Casi todos los males que se pueden nombrar proceden del trabajo o de vivir en un mundo diseñado en función del trabajo. Para dejar de sufrir es necesario dejar de trabajar».

QUÉ CUENTA

Esta declaración debe ser entendida desde el concepto de trabajo que Black critica, ya que él no está en contra de la producción, sino contra el modo de producción que la revolución industrial puso en marcha y cuyas reglas se han establecido y ampliado en la sociedad en la que hoy vivimos. Así, el trabajo que Black critica es aquel en el que el empleado queda resumido, absorbido, en su función: sus deseos dejan de valer; sus sueños ya no cuentan, es —y sólo debe ser— la función que realiza. Pero el sistema bien sabe que para llevar a alguien a un grado tan alto de anulación —señala Black— debe primero «educarle», y por eso tanto la educación —desde el colegio hasta la universidad— como la vida laboral, están marcadas por diferentes estrategias de disciplinamiento propias de la cárcel. Sólo así se consigue generar eso que se conoce como «un buen ciudadano», la víctima perfecta para un sistema que llamamos democracia y que más bien, propone Black, deberíamos llamar fascismo fabril u oligarquía de oficina. Pero Black da un paso más allá, y en su reflexión insiste en que veamos la vinculación que este tiene con el consumo. Así, trabajo y consumo son las dos caras de una misma moneda, las dos mitades de un círculo que se retroalimenta y que crece a nuestra costa. Buscar una salida a esta trampa será el empeño de Black. Debemos producir, sí, pero la producción no es sólo posible a través del modelo de trabajo en el que vivimos; de hecho, habría otra forma de hacer las cosas: cambiar el trabajo por el juego como forma de producción. Una revolución lúdica en la que la obligatoriedad del trabajo será sustituida por la libertad del juego: «La vida se convertirá en juego, o más bien, en multitud de juegos, pero no (como ahora) en un juego de suma y sigue. El paradigma del juego productivo es un encuentro sexual óptimo. Cada uno de los partícipes potencia los placeres del otro, nadie está pendiente del marcador y todo el mundo gana. Cuanto más se da, más se recibe. En la vida lúdica, lo mejor de la sexualidad se impregnará en lo mejor de la vida cotidiana. El juego generalizado desemboca en la erotización de la existencia».

POR QUÉ HAY QUE LEERLO

Puede parecer, más en esta época, que La abolición del trabajo no es sino una provocación. Hay algo más. Lo dice, lo defiende, el editor desde la solapa del propio libro: «Dar de nuevo esta obra a la imprenta en un momento en el que muchos de nosotros nos estamos quedando sin ese trabajo que nos sirve para ganarnos la vida perdiéndola no es una provocación, sino una invitación a no esperar a que no se sabe qué fantasma financiero nos salve de la catástrofe más absoluta».

Gonzalo Muñoz Barallobre

lunes, 22 de julio de 2013

La naturaleza según Thoreau


Henry David Thoreau (1817-1862) fue el primero que decidió predicar con el ejemplo y, ya en el siglo XIX, renunció a la vida urbana y se refugió en una pequeña cabaña junto a un lago, el Walden Pond, en plena naturaleza. Fruto de aquella intensa y magnífica experiencia personal fue su obra Walden o la vida en los bosques, una biblia para contestatarios, ecologistas y alternativos de toda condición. Thoreau fue pionero en demostrar que hace falta muy poco para vivir dignamente y sin convertirse en un lastre para la naturaleza.

Por JOAQUÍN ARAÚJO

Haber sido admirado profundamente por Gandhi, Henry Miller, Borges y muchos otros creadores y humanistas de primera fila ya es una inmejorable tarjeta de presentación. Y ahí sigue, como una obligada cita de todo el que quiera sentirse al lado de lo humano y de la vida. Propugnó la desobediencia civil, eso que hoy llamamos la resistencia pasiva o la acción directa no violenta, que tan buenos resultados ha dado a la lucha ecologista. Practicó la vida al aire libre y un sistema autárquico, con especial dedicación a una agricultura ejercida como arte poco menos que sagrado.

Mucho es, por tanto, lo que le hace inolvidable y no menos para quienes nos sentimos a veces al lado de la Naturaleza. Pero si además sumamos que era un notable escritor, uno de los más grandes de Estados Unidos, y un polemista magnífico, ya está: le sobran avales. Leer su famoso Walden es leer un tratado práctico de vitalismo; de preponderancia de lo palpitante sobre lo inerte; de amistades con todos los fundamentos de la vida; de un, en suma, poderoso decapante de todas las hipocresías que, como sucesivas manos de pintura, ya no permiten vislumbrar nuestra verdadera condición. Pero también es un monumento a la soledad. A la soledad como la entendemos muchos naturalistas. Esa que acaba siendo una magnífica escuela, o una amable señora de la que cabe enamorarse. Cuando estás solo no mientes ni te mienten. Nunca se va con otro que siempre prefiere oírse a sí mismo y, además, la conversación con nadie suele ser con todo y por tanto resulta profunda, intensa y extraordinariamente enriquecedora. La soledad nos hace auténticos porque no tenemos ni al pavor ni al poder delante de nosotros. «Jamás di con compañía más acompañadora que la soledad». El miedo a la soledad que nos caracteriza y que va agrandándose cada día sobre ese desbocado vehículo que se llama trivialización de todo, fue precisamente lo que combatió Thoreau con su vivencia y con sus escritos. «Vadeábamos las aguas con tal dulzura y respeto o remábamos con semejante suavidad, que los peces del pensamiento no huían asustados de la corriente de las ideas, sino que iban y venían con toda libertad».

Como otros grandes preecologistas, el norteamericano pretende ante todo desenmascarar, identificar el gran engaño del modelo de sociedad que le tocó vivir y que es el mismo que ahora padecemos, sólo que multiplicado su poder destructor y embaucador por centenares de veces. Quería romper la sacrosanta supeditación a la necesidad (consumo, le llamaríamos ahora) y lo hizo a través de único modelo ejemplarizante: el de vivir él mismo con lo mínimo. «La mayoría de los lujos y muchas de las llamadas comodidades de la vida no sólo no son indispensables, sino obstáculo cierto para la elevación de la humanidad». Pero esto no convierte a Thoreau en un asceta convencional, aunque rasgos de senequismo se le aprecian. Es un moderno pensador y creador que nos demuestra, a través de la puesta en práctica de una experiencia personal, eso que tantas veces decimos los enamorados de la Naturaleza: que se puede vivir con menos, con muchísimo menos, y que eso no representa pérdida de calidad de vida, sino una ostentosa mejora.

Si Walden o la vida en los bosques, publicado en 1854, es libro que todo naturalista lleva dentro, aunque no lo haya descubierto, de ahí que convenga hacerlo, insisto, a través de su lectura. Es casi un diario de la incorporación del autor a una vida inserta en plena Naturaleza y con tal parquedad de medios que destaca el efecto integrador que emana de esas páginas y de esa condición. Porque en Walden se glorifica al hombre en medio del resto de los vivos, no por encima. Al hombre con autoestima y no afrentado por la opinión pública. Al hombre autárquico y no dependiente. Al hombre de lo necesario y no de lo superfluo. Y, por supuesto, al crítico con su sociedad.

«Si se afirma que la civilización representa un adelanto real en la situación humana —y creo que lo es; aunque sólo el sabio sabe aprovecharse de ello— debe demostrar que ha producido mejores viviendas sin hacerlas más costosas; porque el costo de una cosa es la cantidad de lo que llamaré vida que hay que dar a cambio, en seguida o a la larga». Si estamos de acuerdo con estas palabras de Thoreau llegamos a la conclusión de que nuestro cacareado modelo del bienestar no supone adelanto, porque cada vez se da más vida por lo elemental que es una vivienda digna. Hoy se supera la mitad de la vida laboral de las clases trabajadoras para alcanzar esa convencional meta. Sabemos que más de un tercio de lo que ganamos es succionado por los pagos a plazos del automóvil, la energía que consume, los impuestos de devenga, las multas y las reparaciones. Todo exceso de consumo e, pues, a costa de ingentes cantidades de nuestra propia vida, como nos demuestra Thoreau en su Walden.

Pero de los muchos sorbos de salud mental que se beben leyendo Walden y Del deber de la Desobediencia Civil el más largo y vivificante es el de la libertad.

«Si se os nombra secretario de la municipalidad, seguro que no podréis ir a la Tierra de Fuego este verano; pero, en cualquier caso, sí a la de los fuegos infernales».

Y, para no olvidarlo nunca: «Voy y vengo por la Naturaleza con una extraña libertad que parte de ella misma».

Quercus
Naturaleza y Medio Ambiente
(Cuaderno 90 – Agosto 1993)

domingo, 21 de julio de 2013

¿Sopa de aleta de tiburón? No, gracias

QUERCUS
Revista de Observación, Estudio y Defensa de la Naturaleza

Cuaderno 329/ Julio 2013


Otra vez China y sus tradiciones milenarias. ¡No se os ocurra pedir una sopa de aleta de tiburón en ningún restaurante chino! La perversa lógica actual, hijastra de la globalización, justifica cualquier actividad con tal de que sea rentable. Todas las demás consideraciones quedan al margen, incluidas las éticas y las ambientales.

En el pasado, cuando la pesca era artesanal, las capturas se aprovechaban al máximo. Si había descartes, iban a la perola del rancho. Todo se obtenía a fuerza de brazos y a bordo de pequeñas embarcaciones, a vela cuando no a remo. Un tiburón se consumía entero, aunque las partes más sabrosas —y caras— se reservaran para los sibaritas que podían costearse el capricho. Hoy en día, sin embargo, lo único que interesa son las aletas, mientras que el resto del tiburón ocupa espacio y no merece la pena llevarlo a puerto, de manera que se devuelve al mar una vez mutilado y, con frecuencia, aún vivo.

La lucha contra esta modalidad pesquera, derrochadora e inmoral, cosechó algunos frutos en el ámbito de la Unión Europea. De hecho, fue prohibida en el año 2003, aunque con unas cuantas excepciones que se han convertido en un coladero capaz de invalidar, en la práctica, cualquier avance. Mientras tanto, el mercado global demanda cada vez más aletas de tiburones, las flotas pesqueras explotan todo aquello que rinda beneficios y los mares sufren las consecuencias de nuestros caprichos culinarios. Por fin, el pasado mes de junio, el Consejo de Ministros de la Unión Europea aprobó una norma que obliga a desembarcar completo cualquier tiburón pescado por la flota comunitaria, lo cual no va a resolver totalmente el problema, pero es un paso muy importante en la buena dirección. ¿Adivináis quiénes se opusieron a esta juiciosa medida? ¡Bingo! España y Portugal, los dos países de la UE con más licencias para explotar industrialmente la pesquería y servirla a los insaciables mercados orientales.

Con sus 1.300 millones de consumidores potenciales, China amenaza con colapsar cualquier recurso que pretenda, más aún si está arraigado en sus hábitos culturales. A eso hay que sumar las múltiples derivaciones que se extienden después por todo el mundo, como queda meridianamente claro en el caso de las aletas de tiburón. Pero centrémonos en el mercado interno chino. Aquello es un sumidero de fauna silvestre y no se conforman con cualquier cosa: defensas de rinoceronte, gónadas de tigre y gorila, marfil de morsa y elefante, aparte de un sinfín de especies menos conocidas. La cocina y la farmacopea china lo engullen todo. Así que, la próxima vez que vayamos a un saludable y económico restaurante chino, más vale decidirse por la muy sorprendente sopa agripicante (¡probadla!), antes de contribuir a la muerte absurda de miles y miles de tiburones. 

viernes, 19 de julio de 2013

COQUITO INSUMISO

(A Jesús Gómez Calvo)



   

   Coquito dijo no.


   Y el Sol está negro.
   Y la Luna está negra.
   Más de dos semanas ya que la Tierra está negra
que el agua está negra
y sabe a negra
que el aire está negro
y huele a negro
que no arde el fuego
que el fuego no está
que no hay fuego,
más de dos semanas yá que el Universo se paró en seco
y no sabe
como continuar.



   Coquito dijo no


no Jesús, no Gómez, no Calvo
no 09238699-Q
NO
el supo quién fue al asalto enamorado
en aspavientos o en iras
fue el sudor que os provoca y el excremento que os angustia
fue lo que mas castigáis
la bestia que acecha y olisquéa
babeando ansioso de carne.


   Coquito dijo no.


   26-5-2013
   Aquél día Jesús murió.
   Aquél día el mismo Dios se arrodilló avergonzado
San Pedro indigno y sonrojado 
fue apartado de la puerta
en su lugar fueron colocados diez mil hermosos chulazos
ésto hay que decirlo ¡bién alto!
porque a Jesús le seducía el misterio de los hombres guapos,
diez mil samuráis viriles
haciendo reverencias.
   A su vez
los nativos más viejos de las Américas impusieron silencio,
no dijeron nada
solo asintieron una vez y su gesto fue comprendido.
    En ese momento
apareció Jesús
escoltado por cóndores, búfalos, osos y jaguares,
haciendo su entrada en el Cielo.


   Coquito dijo no.



   ¿No lo oís?
el lamento
la advertencia
el desaliento la impotencia
atroz
el horror
la sangre
el hambre
los trozos de tripas infantiles incrustados en las aceras, en la hierba, en las piedras,
por la noche el miedo de mil perros aullando encadenados
la ira pulverizando la inocencia de mil niños apaleados por santos borrachos
por santas drogadictas
el grito anaranjado
el grito enajenado de lo que podría o no ser Dios
gritos de violetas
olor de violetas clavado hasta la empuñadura en el corazón de las niñas
adolescentes perdidas
muchachas malheridas que se tambalean
hadas crucificadas varadas en la atmósfera cancerígena
gritos de niños ridículos que molestan
gritos de niños perdidos
gritos de niños vencidos
gritos clavados hasta en la empuñadura en el corazón de los poetas.


   Coquito dijo no.



   Y yo su amigo, y poeta

también digo no
porque a veces el poeta debe tomar partido, y combatir.
   Y es el momento.
   Es el momento de agarrar la lanza y el escudo
de montar a Rocinante y enfrentarse a los molinos,
que son gigantes.
   Coquito dijo no y yo digo no.
   Es el momento
de que el poeta sea poeta y se enfrente a las multitudes
porque amigas y amigos:
un hermano de espíritu ha sido destruido
atacado
masacrado, apedreado, acorralado
humillado
triturado, crucificado, acosado hasta el derribo
por la chusma.
   La chusma de los poderosos
la chusma de los mecanismos legales para la pulverización de los espíritus
con sus chantajes emocionales
con su manipulación de conciencias,
la chusma que pisa cuellos
la chusma que vota y aplaude toda ésa mierda.
   Digamos no.
   Es el momento de dar la cara
y partirsela a quién séa si es necesario
con metáforas o sin éllas,
y desafiar al Mundo.


   Coquito dijo no.



   Más de dos semanas yá que Jesús Gómez Calvo dijo no

a H.A., empresa para la que trabajaba
los últimos
de una larga lista de entes tiranos y traidores que pretendieron colonizar su espíritu
que pretendieron apropiarse de su cuerpo y de su alma desde la cuna
dijo NO
a H.A. y a todos los demás
correveidiles trajeados
ejecutores y sicarios
voceros de su amo
hijos predilectos de su amo
exhibiendo triunfantes y libres la sangre que mancha sus manos
zampando y eructando en los restaurantes mas caros
barra libre y putitas caras para los puercos,
que paga el muerto.


   Coquito dijo no



a la mentira
a H.A.
y a todos los otros y otras que siguen escojonándose de risa
a los que destruyen el alma y el cerebro de los niños en los colegio-penitenciarías
a los que arrancan de cuajo los cojones de los hombres
a los que reglamentan los ovarios de las hembras
a los que zombifican a las masas
a los que las cuadrangulan, las etiquetan y las tasan
a los que roban
a los que despojan
a los que humillan
a los que faltan al respeto
a los que trituran la esperanza y la dignidad de los pobres
a los que criminalizan la bondad, la nobleza y la ternura
provocando en las almas mejores la demencia y el suicidio,
no a los que siguen
y siguen
y siguen escojonándose de risa.
   Pólvora y dinamita si es necesario
contra su risa.


   Coquito dijo no.


   Para Coquito insumiso éste verso de color rojo
rojísimo
que se pone más rojo todavía
y más
y mucho más aún ardiendo como una bruja
puro como ella
puro como Jesús Gómez Calvo contra la mentira,
y continuará el poema
contra la mentira
contra la mentira
contra la mentira
contra el llanto, contra la impotencia, contra el olvido
contra la impunidad de los cerdos
contra la repugnancia de sus corbatas
contra la prosa sucia
contra sus papadas
continuará el poema con pedradas en lugar de versos
pedradas cósmicas
guijarros de fuego
pedazos de estrellas a millones de kilómetros por segundo
millones
de trozos de estrellas impactando en las galaxias y en los asesinos,
machacándoles la frente.
   Galaxias con el cráneo abierto.
   Asesinos lacayos con el cráneo abierto.
   Ante nosotros temblará el Cosmos, y entonces
ahora sí
Jesús apasionado y contento
Coquito bello e insumiso
con mirada limpia sonreirá,
y nos mandará un beso.


   Coquito inflexible dijo no.


   Y el Sol está amarillo.
   Y la Luna está blanca.
   Más de dos semanas yá que la tierra está verde
que el agua es transparente
y sabe a nieve
que el aire es azul
y sabe a cielo
y arde el fuego
siempre ardiendo el fuego
todo es ya fuego,
más de dos semanas ya que el Universo se paró en seco


y se declaró en Guerra.


 JESÚS (CON GAFAS) JUNTO AL AUTOR,
 EL DÍA QUE LOS DOS  
NOS DECLARAMOS PÚBLICAMENTE INSUMISOS.

martes, 16 de julio de 2013

Los aplausos


Por FERNANDO DE ORBANEJA

Se ha puesto de moda, desde hace unos años, aplaudir en actos en los que resulta absurdo, o ridículo, incluso insultante. Veamos unos ejemplos.

Una mujer es asesinada por su marido, exmarido o novio, con tal motivo en la localidad las autoridades y amigos guardan un minuto de silencio. Hasta aquí muy bien, pero pasado ese minuto se ponen a aplaudir. ¿Se puede saber a quién aplauden?, ¿a la mujer asesinada que ya no se entera?, ¿al asesino?, lo que sería el colmo, o ¿se aplauden a sí mismos por haber demostrado su pesar con un minuto de silencio? En todos los casos no sólo es disparatado sino también irrisorio.

Se muere un personaje ilustre o famoso. Se congrega numeroso público para darle el «último adiós», como dicen los periódicos. Todo correcto, pero en el momento que sale el féretro de la casa o del tanatorio, la gente comienza a aplaudir impetuosamente. Me gustaría saber qué es lo que aplauden, para qué y por qué. ¿Aplauden porque se ha muerto?, ¿a sus familiares?, ¿al fallecido que no puede enterarse?, o ¿quizá a ellos mismos por asistir al entierro?, ¿qué objeto tiene ese aplauso? Me parece que lo correcto sería guardar un emocionado silencio, reflejo de la pena por su pérdida, a la par que supone un respeto a sus familiares.

En los mítines resulta hasta jocoso ver a los incondicionales, pues son los únicos que van a ellos, aplaudiendo la menor frase que digan sus jefes; debe ser para dar la imagen de unanimidad o de triunfo. Recuerda a esos concursos de televisión ñeque tanto se aplaude al que gana como al que pierde, el caso es aplaudir, para dar la sensación de que lo están pasando muy bien. Ridículo, en ambos casos.

[...]

Lo que podríamos llamar «cultura del aplauso» está llegando a extremos de una necedad inigualable. Vemos, enormemente sorprendidos y apenados, como se aplaude a un torero que, conduciendo borracho, ha matado a un padre de familia. Se aplaude a un bailarín que atropella a un peatón y sale huyendo en vez de auxiliarle. Se ovaciona a una tonadillera acusada de corrupción y que ha cometido fraude con la Hacienda pública (esa que somos todos, o eso dicen). Reciben aplausos y vítores dos ex presidentes de comunidades al entrar a declarar por corruptos, y no digamos al ser absueltos, y ya el colmo ha sido la prolongada ovación que ha recibido el rey por parte de diputados y senadores en el Congreso, cuando todos sabemos que ha amasado una considerable fortuna y ha recibido valiosísimos regalos, aprovechándose de su cargo, aparte del «poco ejemplar» comportamiento de él y de su yerno. ¿Se puede saber qué se aplaude en esos casos?

Por cierto, se empieza a hablar de abucheos, silbidos, pateos ¡ya era hora! Parece que empezamos a recuperar la capacidad de criticar, aunque aún hay gente que sigue teniendo miedo. Han sido tantos años de represión. Lo malo es que tratan de volver a imponerla.


La gran estafa del PP$O€

martes, 9 de julio de 2013

A un querido compañero desconocido

JULIO REYERO GONZÁLEZ

Tengo una memoria frágil pero conservo algunos recuerdos de mi acercamiento a las ideas anarquistas. No era el único que buscaba entre las letras de grupos musicales conceptos que aclarasen la forma de salir del agujero que han dado en llamar vida los constructores de esta pesadilla social. Tengo que reconocer que aquellas bandas pusieron en marcha mi curiosidad, pero hubo gente concreta que puso en mis manos herramientas para disipar la niebla. Una de aquellas herramientas se llamaba El Aullido y uno de sus autores se llamaba Jesús. Era una modesta octavilla, pero era capaz de llamar a las cosas por su nombre, algo que se ha vuelto cada vez más difícil.

Con un carácter introvertido, a Jesús no lo conocía mucha gente, pero nadie olvida un cartel de las Juventudes Libertarias de Valladolid, a las que pertenecía a mediados de los 90, en el que figuraba la palabra «racismo» sobre una señal de Stop. Pronto circularía ampliamente esta idea al retomar el diseño otras organizaciones anti-racistas, aunque los compañeros saben bien que salió de la cabeza de Jesús.

El pasado mes de mayo no aguantó más. Jesús saltó por la ventana estrellando su inteligencia y su vida en el asfalto frío. Todo el mundo tiene situaciones difíciles de las que se suele salir con la voluntad, el cariño y la solidaridad del entorno más cercano. Nunca falta quien te tienda una mano, pero hay ocasiones en las que no es suficiente. Muchas cosas jugaban en su contra y la desesperación ganó la cruel partida.

Hay que reconocer el esfuerzo de los militares que sacudieron la adolescencia de Jesús, como de tantos otros compañeros, con condenas por ser insumiso. Hay que reconocer el esfuerzo de los policías que intentaron golpear sus espaldas (y alcanzaron entre otras las de su hermano), en aquellos años y en los que vinieron, en la protesta por cualquier tropelía del poder. Y por fin, hay que reconocer el esfuerzo de los dueños de la empresa para la que Jesús trabajaba, a la hora de empujarle al vacío.

Jesús cumplió con su trabajo, pero ellos no cumplieron su parte del contrato. Le debían todavía salarios del año pasado y tuvieron la indecencia de reírse en su cara la última vez que se encontraron en el acto de conciliación. Ni siquiera serán conscientes de la ayuda inestimable que han brindado a la desaparición de este «problema social» llamado Jesús. El resto de los «problemas», que somos sus compañeros, sí somos conscientes, y su muerte sólo servirá de acicate para nuestra lucha contra quienes nos regulan, nos explotan y nos matan.

Lo que hiciste no fue en vano. Que la tierra te sea leve, compañero.

(Julio-2013) 

 Jesús GC
(13-abril-1968/26-mayo-2013)

lunes, 8 de julio de 2013

JESÚS

El pasado mes de mayo murió Jesús, compañero desde los inicios del renacer del Movimiento Libertario vallisoletano.

Discreto, trabajador, autodidacta y reflexivo como pocos, Jesús era todo eso y mucho más. Miembro activo del movimiento antimilitarista vallisoletano, Jesús fue uno de los primeros partidarios de la insumisión total en Valladolid, participando de manera activa en todas las acciones antimilitaristas que marcarían la ciudad durante los 90. Como el antimilitarismo era para él tan solo un aspecto a combatir de esta sociedad enloquecida que nos ha tocado vivir, en esta nueva era de los asesinos, a su iniciativa se debe la creación en 1991, a la sombra del final de la Guerra Fría y la Guerra del Golfo, del grupo Jóvenes Contra la Estupidez, que poco después se integró en el grupo Despertar Libertario (las Juventudes Libertarias de Valladolid, JJLL), formado por buena parte de la (ex)militancia del MOC de Valladolid.

La difusión de las ideas era algo fundamental para él, y a su iniciativa se debe que el primer cartel de las JJLL de Valladolid se dedicase a denunciar el racismo, siendo utilizado por inmigrantes marroquíes es su primera manifestación, en Madrid; o el cartel Rompe la Cadena, el primero de una serie de carteles de agitación de tamaño mural que marcarían Valladolid en su momento. Más importante aún fue su participación en el resurgir de la prensa anarquista en Valladolid: a iniciativa suya y de su hermano se debe la puesta en marcha del órgano de las JJLL de Valladolid (En la Línea del Frente) y, más tarde, de El Aullido. Esta labor pionera hizo posible que otros nos animásemos a poner en marcha Amor y Rabia a (tras nueve números de El Aullido), y continuó con la aparición de Internet, donde rápidamente Jesús y otros pusieron en marcha el Blog Los de Abajo a la Izquierda (más de 500.000 visitas a día de hoy), siendo —nuevamente pionero en la prensa anarquista vallisoletana (suya es la primera entrada del blog)—. Con el paso del tiempo se fue aproximando al marxismo, un marxismo primigenio e internacionalista, manteniendo al mismo tiempo el respeto hacia el anarquismo. Defensor de la Primera Internacional, para él la única institución internacional válida, despreciaba todo tipo de nacionalismo, tanto periférico como centralista, ofensivo o defensivo, todos, al contrario del algunos marxistas de hoy en día.

La pérdida de Jesús es, por todo esto y mucho más que no puede expresarse con palabras, un desastre y una advertencia. Un desastre, porque en cada generación surgen —desgraciadamente— pocas personas con iniciativa para luchar por un mundo mejor, y Jesús era una de ellas. Y una advertencia, porque aunque Jesús murió por propia decisión, sin duda jugó un papel importante su última lucha, con la empresa para la que trabajaba, que ni le pagó sus sueldos del año 2012 en su totalidad, ni completó todos los trámites tras despedirle, de manera que ni cobraba un sueldo ni podía cobrar el paro. Desgraciadamente, buena parte de la gente combativa de la generación de los 90 se ha dispersado, pese a que ahora es más cierto que nunca que la unión hace la fuerza. La muerte de Jesús debería hacernos reflexionar sobre la necesidad de (re)organizarnos, y de (re)tomar la lucha contra el Estado, esa administración de la muerte que nunca ha dejado de combatirnos.

El mejor homenaje a Jesús es continuar la lucha de las ideas contra el poder. Por ello su muerte, que ha atravesado nuestro corazón como un cuchillo

30 - JUNIO - 2013 (2ª Temporada)

 

domingo, 7 de julio de 2013

¿España va mejor? Váyanse a la mierda


La reducción de las cifras oficiales de inscritos en el desempleo ha servido de excusa para que los equipos de comunicación del Gobierno lancen la consigna del optimismo respecto a la situación económica. Sin embargo, un mínimo acercamiento a los datos disponibles revela la fría realidad: somos un país en el que cada vez hay más pobres, incluso entre los que trabajan.

Más del 26% de los ciudadanos de nuestro país son pobres (lo dice Caritas); 630.000 hogares (más del doble que en 2007) carecen de ingresos; uno de cada diez trabajadores con empleo sobrevive con el salario mínimo o con menos; la mayor parte de las madres con bebés no pueden permitirse darles el pecho; los niños con problemas de desnutrición se cuentan por millares (sólo en la lujosa Barcelona, el Ayuntamiento reconocía que había 2.600 niños desnutridos). Son los datos de un país con una Casa Real que siempre ha vivido a todo tren y que, sin embargo, no ha podido evitar que se la asocie a la corrupción y al fraude fiscal; un país que quiere organizar unos juegos olímpicos; el país de los grandes eventos, de la Formula 1, de los futbolistas multimillonarios que defraudan a la hacienda pública, el país de Eurovegas, el país con mayor presión fiscal sobre los salarios (6 puntos sobre la media de la OCDE) y menos sobre las grandes fortunas; el país con niveles escandalosos de fraude fiscal entre las grandes fortunas (lo dicen los técnicos de Hacienda); el país en el que sus empresas de referencia facturan en el extranjero y tienen presencia en paraísos fiscales. El país de Solchaga que decía que en España era fácil hacerse rico, de Jesús Gil, de Camps, de Fabra, de la Gürtel, de los ERES fraudulentos, de Esperanza Aguirre, de restaurantes caros y sobresueldos en A y en B; el país de los patriotas de pulsera rojigualda que no tienen más patria que su dinero.

Y en eso 127.000 parados menos en junio. Ya pero... ¿Cómo es posible que las afiliaciones a la Seguridad Social sean sólo 26.000? ¿Cómo es posible que en los seis primeros meses del año hayan disminuido las contrataciones?. Sencillo: La gente se va y muchos parados de larga duración, desesperados, han dejado de inscribirse en las oficinas del INEM. Los jóvenes titulados (la generación más formada de nuestra historia) se marchan en busca de sueldos acordes con su formación y los inmigrantes, que eran los que aseguraban la sostenibilidad del sistema de pensiones por el envejecimiento de la población, regresan a sus países. Total: hay menos población activa. A la fuerza bajan las cifras del paro.

Hay otro dato estremecedor. La mitad de las altas son de «autónomos». ¿Autónomos? Miren esta oferta de Infojobs: «Se precisa recepcionista Freelance para atender centralita desde casa, preferiblemente chica, para empresa call center. Se exige título de ESO y dos líneas de teléfono en casa. Contrato de autónomo. 450 euros brutos. Jornada completa». Esto es lo que significa ser autónomo; asalariados degradados sobre los que recae todo el riesgo y que además carecen de derechos laborales. Decía el señor Alberto Nadal, directivo de la CEOE, desde las páginas de El País, que «los jóvenes deben plantearse diferentes opciones, verse como empresarios, o como gestores de su propio capital humano dentro de la empresa». Cobrar 450 euros, ese es el significado de lo que dice un señor cuyo salario desconocemos, porque la exigente CEOE se niega a hacer públicos los sueldos de sus directivos.

¿Estamos empezando a salir de la crisis? Váyanse a la mierda.

¡Váyase a la mierda, Sr. Rajoy!

viernes, 5 de julio de 2013

Perros callejeros salvan a una niña de 12 años de las garras de un violador



Una manada de perros callejeros salvó en Argentina a una niña de 12 años que iba a ser violada, según informan medios locales.

Los hechos ocurrieron en localidad de Costa Azul, en la provincia de Salta, el pasado 23 de junio, cuando la menor caminaba sola frente a un descampado a primeras horas de la mañana.

La niña se dirigía a casa de su tía, que se encuentra en un barrio vecino al suyo, cuando un pedófilo le tapó la boca y la arrastró con intención de abusar de ella. Afortunadamente, los gritos de la niña alertaron a unos cinco perros callejeros que inmediatamente comenzaron a morder al agresor. La pequeña aprovechó el momento para huir.

Acto seguido, la niña pidió ayuda en una de las casas vecinas donde se pusieron en contacto con la Policía local. Posteriormente, los agentes del orden público localizaron a la familia de la agredida.

El paradero del agresor se desconoce y tampoco se sabe nada de los perros callejeros que salvaron a la muchacha.

miércoles, 3 de julio de 2013

La leche 'ecológica' es más pobre en yodo que la convencional


La leche de granjas con producción ecológica tiene una menor concentración de elementos como el zinc, yodo o selenio que la recogida en ganaderías convencionales. Esta diferencia se debe a la ausencia de suplementos minerales en la dieta de las vacas. Según los investigadores, los animales de granjas orgánicas deberían complementar la dieta con fuentes naturales de yodo, como las algas, ya que es un elemento muy importante para niños y embarazadas.


En los alimentos de origen animal la concentración de nutrientes está relacionada con la alimentación del ganado. La producción convencional aporta suplementos minerales a la dieta, mientras que en la ecológica los animales dependen del contenido mineral del suelo, que puede no ser el adecuado.

Por este motivo, investigadores de la Universidad de Santiago de Compostela han comparado los elementos minerales y tóxicos de leche orgánica y convencional tomada de más de treinta granjas situadas en el noroeste de la península ibérica.

Los resultados indicaron que el contenido de elementos minerales en la leche ecológica era bajo en comparación con la leche convencional, aunque no se detectaron diferencias en la cantidad de compuestos tóxicos como el cadmio, que además se encontraron en concentraciones muy bajas.

«Los niveles de los elementos que se suelen suplementar en las dietas del ganado en sistemas convencionales, especialmente yodo, cobre, selenio y zinc, son superiores a los observados en leche ecológica», explica a SINC Marta López, investigadora de la Universidad de Santiago de Compostela y coautora del estudio.

En opinión de la investigadora, el hecho de que la leche ecológica contenga niveles inferiores de elementos como cobre o zinc no es ningún problema porque la leche no es la principal fuente en la dieta.

«Un caso distinto es el yodo», aclara López. «El aporte de yodo en la dieta en países como España está cubierto con el empleo de sal yodada. En otros, como Inglaterra, con la leche. En España sería relevante que la leche no tuviese suficiente yodo, sobre todo en niños, por su importancia en el desarrollo neurológico, pero también en personas que siguen dietas bajas en sal.»

El yodo es necesario para el metabolismo, sobre todo durante el embarazo y la infancia. Su deficiencia puede causar bocio, que históricamente ha sido un gran problema en todo el mundo, especialmente en poblaciones alejadas de la costa que comían poco pescado, donde la leche y sus derivados representaban la fuente principal.

Algas como fuente alternativa

No obstante, según López lo más interesante del estudio es que pone de manifiesto esta limitación y permite mejorar la producción orgánica. «Hay fuentes naturales de yodo que se pueden incorporar a la dieta. Estamos ensayando el empleo de algas marinas como fuente de yodo con buenos resultados», asegura.

Además, los científicos también detectaron que el contenido mineral es más alto en invierno, que es cuando la suplementación de la dieta es mayor, debido a la menor disponibilidad de los pastos.

En cualquier caso, y aunque del estudio puede deducirse que la leche convencional es más nutritiva desde un punto de vista mineral, López es cauta: «Aunque la leche ecológica tenga un menor contenido de ciertos minerales tiene otras propiedades mucho más interesantes que la convencional, como su perfil lipídico o su alto contenido en ácido linoleico conjugado y Omega-3».


Referencia bibliográfica:

F. Rey-Crespo, M. Miranda, M. López-Alonso. «Essential trace and toxic element concentrations in organic and conventional milk in NW Spain». Food and Chemical Toxicology. 55 (2013) 513–518