miércoles, 21 de octubre de 2015

Los otros

 

Por HELENO SAÑA

La sociedad competitiva en la que estamos inmersos, está conduciendo, de manera creciente, a un endurecimiento de las relaciones interpersonales y sociales. Ello no obstante, sería erróneo reducir a nuestros semejantes a pura egolatría y hostilidad. Los otros como negación de nuestro ser no son la única modalidad del mundo intersubjetivo. Si sabemos lo que es el bien, es porque lo hemos conocido a través de los padres, de los maestros, de los amigos, de los compañeros de trabajo y de otras personas que lejos de convertirnos en instrumentos de su voluntad de poder, de su egoísmo o de su ambición, nos protegen y contribuyen a nuestra autorrealización.

El fundamento de la praxis humana no es nunca un proyecto de vida exclusivamente subjetivo, como creía Jean-Paul Sartre, sino que está mediatizada ab ovo por el papel normativo que los otros juegan desde el primer momento en nuestra existencia. Son efectivamente los otros quienes guían nuestros primeros pasos, quienes nos enseñan lo que es la libertad o el servilismo y quienes, en suma, nos familiarizan con los valores y contra-valores que van a constituir nuestro universo personal. Sartre, partiendo de su hipersubjetivismo cartesiano y fichtiano, afirma que la verdad absoluta del sujeto consiste en 'se saisir sans intermédiaires'. Pero el rasgo central de la vida humana es precisamente el papel que en ella juegan los intermediarios que Sartre quiere hacer desaparecer por arte de encanto.

Sartre está en condiciones de demonizar apodícticamente la categoría de alteridad porque parte de la tesis de que la relación interhumana se desarrolla entre sujetos dominados por su ego narcisista e invasor. De ahí que interpretando a su manera la famosa tesis hegeliana el amo y el esclavo, afirme que la vida en común no es otra cosa que una lucha permanente entre contrarios.

La concepción sartriana no explica del todo la esencia de la intersubjetividad. No puede explicarla integralmente porque reduce el ser humano a voluntad de afirmación y pasa por alto todos aquellos factores antropológicos, morales y culturales que no encajan en su esquema teórico. Esta óptica unilateral le impide reconocer que el hombre no se compone solamente de instinto de dominación, sadismo, narcisismo, egoidad y otros rasgos abismales, sino que también es accesible a formas elevadas de ser, pensar y obrar, entre las que figuran el sentido de solidaridad y ayuda mutua, la ternura, el espíritu de sacrificio, la sensibilidad ante el dolor ajeno y la capacidad de poner su vida al servicio de un ideal superior.

No, los otros no son necesariamente el mal o el infierno, como creía Sartre y antes que él Strindberg, sino que son y puede ser también el bien. Ello ocurre cuando la relación intersubjetiva no se basa en la desconfianza, el engaño recíproco o la mala intención, sino en la confianza y la buena voluntad, una dimensión que corresponde a la categoría sociológica y axiológica que Martin Buber ha denominado «wesenhaftes Wir» o «nosotros esencial», esto es, una comunidad de individuos unidos entre sí por una afinidad fundamental.

Es en el ámbito de la intersubjetividad armónica que adquiere forma concreta la idea del bien, idea de la que surgen también las utopías sociales y los sueños de redención universal concebidos por el hombre a lo largo de la historia, sea en forma religiosa o ideológica. Es innegable que estas visiones gratificadoras han podido realizarse sólo en parte, pero el solo hecho de su aparición y de su presencia constante en la historia real demuestra que la criatura humana no se compone únicamente de egoísmo o maldad, sino también de rasgos de signo opuesto como bondad, generosidad, fraternidad, alteza de miras o amor, valores sin los cuales la humanidad no hubiera podido sobrevivir.

Precisamente porque he levantado a menudo mi voz —también en esta columna— contra las deformaciones dela sociedad competitiva, quiero señalar aquí con todo énfasis que también en medio del materialismo y la brutalidad que nos rodea, existen personas que eligen un modelo de conducta más noble y contribuyen con ello a humanizar la vida interpersonal y social. No hacerlo constituiría un acto de ingratitud que no quiero cometer.

LA CLAVE, 47
8-14 marzo 2002

martes, 13 de octubre de 2015

EEUU entregó 50 toneladas de municiones a mercenarios sirios



La entrega se llevó a cabo el domingo con el lanzamiento de 112 palés en paracaídas en la provincia norteña de Al-Hasaka.

Aviones de transporte militar de Estados Unidos repartieron 50 toneladas de municiones a bandas armadas en el norte de Siria, como parte de un intento para reformular el fallido programa de entrenamiento de dichos grupos con el objetivo de derrocar al Gobierno de Bashar al-Assad.

La información fue difundida por una cadena de noticias estadounidense, citada por RT, la cual detalló que la entrega se produjo el domingo a través del lanzamiento de 112 palés en paracaídas.

Según una fuente estadounidense en condición de anonimato, los aviones militares C-17, escoltados por un caza, suministraron las municiones, granadas de mano y otro tipo de material en la provincia de Al-Hasaka, a un grupo apoyado por el país norteamericano.

El Pentágono confirmó el envío por medio del portavoz del Mando Central de Estados Unidos, el teniente coronel Patrick Ryder. «Como resultado de esta exitosa operación, varios grupos árabes sirios cuyos responsables fueron verificados recibieron municiones», declaró en un comunicado citado por Fox News.

Recientemente, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Ashton Carter, declaró que su país podría revisar el programa de ayuda a los grupos armados que buscan derrocar al presidente Al-Assad, aunque no detalló qué tipo de apoyo les ofrecen.

De igual manera, la nación norteamericana anunció el fin del plan para entrenar a miles de militantes para supuestamente luchar sobre el terreno contra el autodenominado Estado Islámico (EI).

La nueva entrega de armas se produce cuando numerosos analistas señalan la responsabilidad de Estados Unidos en la situación que se vive en Siria desde 2011.

Incluso políticos norteamericanos, como el senador republicano del estado de Virginia Dick Black, han criticado la actitud de la Casa Blanca hacia la nación árabe.

A finales de septiembre pasado el legislador consideró que la crisis siria llegará a su fin si su país deja de armar y entrenar a los terroristas. Al mismo tiempo, subrayó que la intervención del gobierno estadounidense en Medio Oriente provocó el surgimiento de grupos terroristas, incluido el Estado Islámico.

Este plan de apoyar por otros medios a las bandas armadas se da poco después de que Rusia comenzara una campaña de bombardeos para apoyar a la nación árabe en su lucha contra el autodenominado Estado Islámico.

Según datos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), la agresión imperialista iniciada en Siria en el año 2011, ha dejado unos 220.000 muertos, ha obligado a más de 4 millones de personas a buscar refugio en otras naciones y otros 7,6 millones de sirios se han desplazado internamente.


viernes, 9 de octubre de 2015

Medio siglo lavando boniatos


Macacos japoneses de la isla de Koshima
lavando boniatos en el mar.
  Durante este año se celebra el 50 aniversario de un hecho peculiar que a muchos pasaría desapercibido. Hace medio siglo que, por primera vez, se publicó cómo unos seres lavaban patatas en el mar. ¿Quieres saber qué tenían de especial y por qué fue tan relevante?

Por MIQUEL LLORENTE
02/10/2015

Se acerca la temporada del boniato (Ipomoea batatas). Da igual cómo le llamemos: boniato, patata dulce, batata, camote... Su textura y su sabor es apreciado no sólo aquí, también en casi todos los rincones del mundo. Hasta aquí todo bien. Pero, ¿por qué es necesario que hablemos de él? De hecho, no hablaremos de él sino de unos individuos que pasaron a la historia (de la Primatología) por el simple hecho de lavarlos en el mar.

El suceso ocurrió a muchos kilómetros de donde estamos. Nos trasladamos a la isla de Koshima, a uno de los más destacados y relevantes proyectos de la primatología de campo. Koshima es una pequeña isla de 32 hectáreas de la prefectura de Miyakazi (Japón), localizada a unos 200 metros de tierra firme, en el mar de Hyūga. Su punto más alto se encuentra a 113 metros sobre el nivel del mar. Es el hogar de nuestros protagonistas, que son un centenar de macacos japoneses (Macaca fuscata) divididos en dos tropas.


Isla de Koshima.

Uno de los primeros interesados en los macacos de la isla y en su protección fue Tohichi Kanchi (1871-?) quien consiguió que, poco antes de la Segunda Guerra Mundial, los macacos de la isla fueran designados monumento nacional. Pero no fue hasta diciembre de 1948 cuando tres de los grandes padres de la primatología japonesa e internacional, Kinji Imanishi, Junichro Itani y Shunzo Kawamura, de la Universidad de Kyoto, comenzaron un estudio longitudinal sistemático con las tropas de monos. La chica de esta historia era Satsue Mito, una joven profesora de primaria que ayudaba a los investigadores con la provisión de suministros.

El suceso que nos ocupa ocurrió un día de septiembre de 1953. Mito observó a una joven hembra llamada Imo haciendo algo inusual: lavar un boniato en el agua de un riachuelo. La noticia llegó a la Universidad de Kyoto, que de manera inmediata fijó su atención en este comportamiento y comenzó a monitorizarlo a lo largo del tiempo. Doce años después de esta primera observación (1965) se publicó un artículo en la revista japonesa Primates acerca de esta conducta cultural. Se trata de uno de los artículos más citados en la historia de la primatología, un total de 695 veces según Google Scholar. Durante este 2015 celebramos el 50 aniversario de su publicación.

Pero ¿por qué es fundamental este trabajo en la historia de la primatología? Básicamente porque se documentaba que una especie no humana había sido capaz de desarrollar un comportamiento y una tradición de tipo cultural. El lavado de los boniatos cumplía tres de los requisitos básicos para ser considerado «cultura»: había emergido, se había propagado y se había modificado. Imo fue el primer individuo que realizó este comportamiento (emergencia). El nuevo comportamiento se propagó a lo largo de los años por toda la isla a través de dos canales principales: familia y compañeros de juego. La madre y los hermanos de Imo copiaron su conducta. Los amigos de Imo también lo hicieron. Finalmente los boniatos pasaron de lavarse en riachuelos a hacerlo en el mar (modificación). De esta manera, además de limpiar la patata se obtenía un sabor más salado y agradable para los animales.


Satsue Mito, la primera persona que vio a
la macaca Imo lavando boniatos.

Lo que estos pequeños monos nos enseñaron desde ese momento es que el hecho cultural no es potestad exclusiva del ser humano. Nuestra comprensión acerca de la génesis y la evolución cultural en el ser humano debe y necesita del estudio comparado con aquellas especies biológicas con las que más compartimos. Por suerte (aunque por «desgracia» para algunos antropólogos), las pruebas de comportamientos y tradiciones culturales en múltiples especies de primates no humanos son enormes. Nuestra cultura —material y no material— surgió mucho antes de que el ser humano pusiera los pies sobre la Tierra. Nuestra cultura material y no material es común con otras especies de primates no humanos y animales no primates.

Desde una perspectiva ecológica y funcional la conducta cultural nos otorga una serie de ventajas selectivas, nos permite acumular conocimiento, acceder y explotar nuevos nichos ecológicos y aprovechar la información adquirida por un individuo por parte de todo el grupo. Entonces ¿por qué tendríamos que ser los humanos los únicos de disfrutar de ella? La naturaleza nos ha enseñado que estamos equivocados.


Referencia:

sábado, 3 de octubre de 2015

«La doble moral de EEUU responde a su estrategia de crear el caos en Oriente Medio»

 


El presidente estadounidense, Barack Obama, durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca reiteró que va a trabajar junto con Rusia para resolver la crisis en Siria «siempre que esté dispuesto a romper» con el presidente Bashar al Assad. Algunos analistas opinan que la posición de Washington sobre la cuestión siria es otra prueba de su «política de doble moral que le permite lavar sus manos».

«La doble moral que ha identificado a EEUU todos estos años responde a la estrategia de crear el caos en Siria y toda la región para reposicionar los intereses de EEUU», expresó a RT el analista político Basem Tajeldine.

En sus declaraciones, el mandatario estadounidense también indicó que «la táctica adoptada por Rusia [en Siria] debilita a la oposición democrática» y acusó al presidente ruso de no ver diferencias entre el Estado Islámico y la oposición siria. Tajeldine comenta que es sorprendente «la facilidad con la que Barack Obama hace distinción entre terroristas buenos y terroristas malos».

«EEUU y sus aliados de la OTAN han actuado contra el espíritu del derecho internacional cuando apoyan a los grupos armados», destaca el experto y añade que esa «política de doble moral permite a EE.UU. lavar sus manos de cierta forma haciendo estas distinciones falsas entre estos grupos [que operan en la región] para decir que existe un sector de terroristas buenos que a los que hay que defender y armar en contra del Gobierno legítimo» apoyado por la población.

«EEUU, la OTAN y Europa están jugando con fuego. Estos grupos no son completamente controlables, (...) son parte de la misma ideología y amenazan a los propios intereses de Europa», explica Tajeldine.

Según el analista político, no se trata de la guerra civil en Siria, sino de «la guerra mercenaria apoyada por potencias, una pequeña guerra mundial apoyada por la OTAN».

Obama también aseguró que Washington seguirá manteniendo su apoyo a los grupos de la oposición contra el Gobierno legítimo, ya que considera que «el problema aquí es Al Assad», a pesar de que el programa de entrenamiento de los grupos opositores, en el que la Casa Blanca ha gastado 500 millones de dólares, según sus propias palabras, «no está funcionando como querían».

jueves, 1 de octubre de 2015

Ni era un Yeti ni un oso desconocido

Osos pardos del Himalaya
nuestros misteriosos yetis.
Un nuevo estudio genético pone en duda otro anterior que relacionaba los supuestos restos del Hombre de las Nieves con una misteriosa especie del oso del Himalaya nunca vista

16/03/2015

Hace un par de años, Bryan Sykes, profesor de genética en la Universidad de Oxford, anunciaba la que era, a su juicio, la resolución al misterio de la identidad del Yeti. Tras aplicar modernas técnicas de análisis de ADN a restos orgánicos atribuidos al mítico «monstruo», llegó a la conclusión de que coincidían, sin dejar lugar a dudas, con los de un oso polar encontrado en Noruega que vivió hace entre 40.000 y 120.000 años. La explicación más plausible para el profesor era que una especie desconocida descendiente de ese oso prehistórico vive en el Himalaya y ha generado la leyenda del Hombre de las Nieves. Por supuesto, la noticia recibió una gran atención por parte de los medios.

Pero resulta que la explicación no ha convencido a algunos. Dos investigadores, Eliécer E. Gutiérrez, biólogo evolutivo en el Instituto Smithsonian, y Ronald H. Pine, zoólogo del Instituto de Biodiversidad y el Museo de Historia Natural de la Universidad de Kansas, han refutado, a través de la secuenciación del ADN mitocondrial, la explicación del oso desconocido. Lo cuentan en la revista ZooKeys.

Un oso ordinario

No es la primera vez que la historia de Sykes cojea, ya que se ha indicado que la muestra podía ser moderna y no un fósil, o que el material genético podría ser engañoso por su degradación. Ahora, la nueva investigación concluye que la gran variación genética existente en los osos pardos hace que sea imposible asignar, con certeza, las muestras de Sykes a cualquiera que las especies o al oso polar. De hecho, debido a la superposición genética, las muestras podrían provenir de cualquiera de ellas. Debido a que los osos pardos viven en el Himalaya, Gutiérrez y Pine creen que no hay razón para creer que las muestras en cuestión procedan de otro que no sea un oso pardo ordinario del Himalaya.

Como parte de su estudio, los científicos examinaron cómo las secuencias de genes analizadas podrían mostrar las formas en las que las seis especies actuales de osos, incluyendo el oso polar y el pardo, y el extinto oso cavernario de Eurasia, podrían ser parientes. Los resultados muestran algunas ideas nuevas, claro que ninguna tiene que ver con el Yeti.

La fascinación por el Yeti comenzó en 1951, cuando una expedición al Everest tomó una serie de fotografías que mostraban las huellas impresas sobre la nieve de un pie gigantesco. A partir de ahí se sucedieron las especulaciones y una criatura similar a un primate, enorme y peluda se instaló con fuerza en el imaginario colectivo.

La ciencia se ha acercado a este tema con dudas e inquietudes. Melba S. Ketchum, exveterinaria de Texas, publicó en una revista creada a propósito para el asunto (ninguna otra de las «serias» quería divulgarlo) que el Bigfoot, como se le conoce en EE.UU., es el descendiente de un cruce entre machos de esta supuesta especie de homínido y hembras de Homo sapiens hace 15.000 años. Ahí es nada. Pasan los años y la superstición continua.