jueves, 23 de junio de 2016

Tu rato de diversión, su vida de reclusión


No hay nada educativo en ver a una tigresa, en cuyo hábitat natural dispondría de un territorio de unos 20 kilómetros cuadrados, confinada en pocos metros. No es divertido, sino atroz, ver cómo media docena de delfines, que nadarían entre 150 y 180 kilómetros al día, se ven obligados a vivir en una pequeña piscina y a realizar constantes espectáculos para entretenernos durante unos pocos minutos. El pasado sábado 18 de junio un grupo de activistas se concentró en la entrada del Zoo Aquarium de Madrid para pedir el fin de esos centros de cautividad y ofrecer información a los visitantes. Países como Costa Rica ya han prohibido los zoos con animales, adelantándose a un futuro en el que veremos estos lugares con el sentimiento de vergüenza y rechazo con el que hoy recordamos los zoos humanos.

EL CABALLO DE NIETZSCHE
21/06/2016

«Si nos gustan los animales, ¿por qué los encerramos tras rejas y cristales?». Una proclama sencilla y directa. Y una pregunta que, probablemente, muchos de los niños que este sábado acudieron al Zoo Aquarium de Madrid hicieron a sus padres y madres al ver a un nutrido grupo de activistas protestando y repartiendo folletos informativos a las puertas del recinto. «¿Qué es lo que quieren, papá? ¿Por qué protestan?», se preguntaban los pequeños. Sus progenitores guardaban silencio y miraban hacia otro lado. Quizá porque hay respuestas que caen por su propio peso.

Los niños sienten una curiosidad y fascinación innatas por los animales. Es comprensible que sean muchas las familias que, sin mala intención, lleven a sus hijos a recintos como el Zoo de Madrid para que puedan admirarlos de cerca. Ver cómo se comportan, cómo interaccionan con sus semejantes. Cómo nadan, trepan o nos miran a los ojos. No hay crueldad, sino ignorancia o ausencia de preguntas, de esas que los niños realizan constantemente. Y sin embargo, en un tiempo en el que la información está a golpe de clic, seguir contribuyendo a un negocio tan despiadado como este empieza a ser difícilmente defendible.

No hay nada educativo en ver a una tigresa, en cuyo hábitat natural dispondría de un territorio de unos 20 kilómetros cuadrados, confinada en pocos metros. No es divertido, sino atroz, ver cómo media docena de delfines, que nadarían entre 150 y 180 kilómetros al día, se ven obligados a vivir en una pequeña piscina y a realizar constantes espectáculos para entretenernos durante unos pocos minutos. Y pese a que en algunos zoos los animales viven en mejores condiciones que en otros, no hay bienestar posible cuando se habla de explotación. Tampoco valor pedagógico alguno: sencillamente, porque tratar de mostrar cómo es la vida de unos seres libres por naturaleza a través de su cautiverio es tan absurdo como carente del más mínimo rigor científico.

Si los zoos y acuarios no benefician en modo alguno a nuestros hijos y a la manera en que deberían relacionarse con los animales y la naturaleza, peor parte se llevan los propios habitantes de este tipo de recintos. Hasta un 80% de ellos desarrolla la denominada zoocosis, patología, acuñada en 1992 por Bill Travers, que aglutina todos los síntomas de sufrimiento asociados a la vida en cautividad, desde estrés y depresión hasta autolesiones, y que provoca que su esperanza de vida sea, en muchos casos, muy inferior a la que se daría en su hábitat natural.

Como es lógico, los responsables de zoos y acuarios esgrimen un argumento para defender su condena de por vida: la conservación de determinadas especies que, de no ser por su labor, se verían abocadas a la extinción. La realidad es que sólo unos pocos de los individuos que se muestran en un zoo se encuentran en tal circunstancia. Y parece obvio pensar que, si verdaderamente tuvieran interés en tal empresa, bastaría con destinar las cuantiosas sumas de dinero que se obtienen a su costa en programas para recuperar a esos animales y reintroducirlos en la vida en libertad. Nada de eso ocurre: por el contrario, la compraventa y captura de animales en su entorno natural, así como su cría indiscriminada en cautividad, siguen perpetuando un modelo de negocio cruel e innecesario.

Los animales merecen nuestro respeto. Y ese respeto pasa por entender que no son de nuestra propiedad. Que no son juguetes para entretener a nuestros hijos. Y que antes de llegar a esa jaula tenían una familia y una vida que les ha sido negada con la complicidad de quienes deciden pagar una entrada para verlos enjaulados, desnaturalizados y confusos. Países como Costa Rica ya han prohibido los zoos con animales, adelantándose a un futuro en el que, con total seguridad, veremos estos lugares con el sentimiento de vergüenza y rechazo con el que hoy recordamos los zoos humanos que hasta bien entrado el siglo XX mostraban en las potencias coloniales de Europa a individuos de tribus lejanas bajo un pretexto antropológico y de divulgación

Dani Cabezas

domingo, 19 de junio de 2016

Setas, hongos


Por FERNANDO BENITO

La mañana despierta con un cielo gris plomizo, que nos acompañará eran una fructífera mañana jornada micológica. El denso Monte del Carrascal se abre junto a la Casa de los Tatis formando una amplia pradera que alberga la casona de piedra. Contrasta el amplio claro que bordea la casa con el tupido bosque. Encinas, sabinas y pinos adornan sus troncos y ramas de pulmonaria (hermoso liquen con forma de pulmón). Jarales y aromáticas diversas forman el sotobosque de esta impresionante «selva castellana» que milagrosamente resiste a la intensa deforestación que han sufrido a lo largo de los siglos estas tierras.

Aurelio y Miguel, responsables de la Asociación Micológica de Valladolid, se acercan al numeroso grupo de personas que han acudido a la Casa de los Tatis para conocer un poco mejor la gran biodiversidad de hongos que posee esta casi prístina selva castellana.

Ante la pregunta de un miembro del grupo sobre si una seta específica es mala, Aurelio se apresura a contestar que no hay setas malas. Tan solo hay que tener cuidado con un pequeño grupo de setas que si las ingerimos pueden ser peligrosas para nuestra salud, como la Amanita phalloides, pero incluso esta seta tiene una función en el ecosistema del bosque. Además, esta hermosa seta sintetiza complejas moléculas (alfa-amanitina) utilizadas para el tratamiento de cánceres de piel. Distinguir esta amanita es por tanto de gran utilidad para no sufrir intoxicaciones, el 90% de ellas producidas por esta seta que vimos varias veces a lo largo de la mañana. Su color es variable, de oliva a verde amarillento, o gris aceitunado y, a veces, incluso se torna blanquecina. El pie cilíndrico ligeramente engrosado en la base. Anillo membranoso colgante en la parte superior. Volva blanquecina membranosa. Olor agradable. Crece, especialmente, en robledales y encinares, rara vez en pinares.

Oronja verde (Amanita phalloides).
 
La increíble capacidad de los hongos para sintetizar moléculas de gran complejidad e importancia para la vida se une a las muchas funciones fundamentales que realizan en los ecosistemas. Para comprender esta importancia necesitamos diferenciar una seta y un hongo: digamos que la seta es al hongo lo que la pera es al peral. La seta que nosotros recolectamos y vemos por doquier en el bosque es el aparato reproductor de alguno de los hongos que pueblan los bosques. Los bosques, en general, y, muy especialmente, los del tipo del Carrascal que han conservado bastante bien su integridad, poseen una intrincada red de estructuras vivas que conectan gran parte de la vida vegetal del bosque. El micelio, que aquí se llama a la parte del hongo que se encuentra bajo tierra, puede recorrer desde unos metros en forma circular (corro de brujas), hasta cientos de metros o kilómetros. El caso conocido más asombroso es el de la Armillaria ostoyae (seta miel) que cubre unas 890 hectáreas y podría tener unos 2.400 años de edad.

Se cree que existen un mínimo de un millón de especies de hongos, casi cuatro veces más que de plantas. Algunos micólogos hablan de 10 millones de los que hemos conseguido clasificar poco más de 100.000.

 La gigantesca seta miel de Oregón
(
Armillaria ostoyae).

Los hongos son capaces de absorber los minerales pesados que se encuentran en el suelo, descontaminando así los ecosistemas que han sufrido este tipo de problema. Este es el motivo por el que no debemos recolectar setas en zonas que puedan tener este tipo de contaminación. Son imprescindibles en el reciclaje de la materia orgánica muerta en el bosque, integrando de nuevo estos nutrientes en los ciclos biológicos del ecosistema. Cerca del 80% de la plantas depende de las simbiosis a través de micorrizas de hongos; trufas, leguminosas y orquídeas son ejemplo de ello.

El Carrascal, nuestro monte, es sin duda un lugar privilegiado en riqueza biológica y biodiversidad. En el año 2000 se encuentra en Quintanilla la seta Calocybe onychina, primera cita registrada en Valladolid. Este mismo año encontramos dos nuevos registros de setas que no habían sido vistas en nuestra provincia. Sabemos que cada día se encuentran nuevas propiedades medicinales en esos increíbles seres vivos que son los hongos, y esto sin duda es un valor económico y cultural más de nuestro bosque. Son muchos los beneficios que un bosque maduro como el Carrascal y su aprovechamiento sostenible pueden proporcionarnos. La trufa negra es sin duda un claro ejemplo de desarrollo sostenible. Proyectos de estas características permiten la conservación de encinares a la vez que se obtienen importantes beneficios económicos. A 1.000 euros el kilo de trufa negra implica poder obtener 17.000 euros de beneficio por hectárea de bosque, frente a los escasos 300 o 400 euros obtenidos, por ejemplo, por la misma superficie dedicada al cultivo de cereal una vez roturado este bosque.

(Calocybe onychina) primera cita de esta seta
del año 2000 en la provincia de Valladolid.

Son muchas las amenazas que acechan a nuestros bosques y su destrucción significa una gran pérdida de recursos económicos que posibilita esta compleja vida. Ojalá seamos capaces de aprender de las sabias micorrizas, que unen los hongos con las raíces de las plantas, beneficiándose ambos organismos para mejorar sus vidas.

Nº 11 - INVIERNO 2014

lunes, 13 de junio de 2016

Mi gato tiene genes de leopardo

(Izqda.) Felis silvestris lybica.
(Dcha.) Prionailurus bengalensis.

Todos los gatos domésticos descienden del gato salvaje africano (Felis silvestris lybica), el primero en ser domesticado en Oriente Próximo con el comienzo de la agricultura. Pero hubo un tiempo en que el gato leopardo asiático (Prionailurus bengalensis) también convivía con los humanos en China. Ahora, el felino vuelve a colarse en los hogares a través de su híbrido, el gato de Bengala.

Agencia SINC
9 abril 2016

El gato es la mascota más popular del mundo: cuenta con 500 millones de representantes y todos descienden de la forma africana y próximoriental del gato salvaje Felis silvestris lybica. El interés del hombre por este felino data de lejos. La historia de su domesticación se remonta a hace unos 10.000 años con el comienzo de la agricultura en Oriente Próximo.

Con la producción y almacenamiento de cereales y vegetales, se expandieron varias especies de ratones que pudieron justificar la aparición de gatos en los poblados humanos. «La historia de la domesticación es sin lugar a dudas una obra con tres actores que no ha dejado de interpretarse desde entonces», señalaba en la revista francesa La Recherche Jean-Denis Vigne, del Centro Nacional de Investigación Científica del país galo.

Existen más pruebas del acercamiento de este pequeño felino al ser humano hace unos 5.500 años. Los restos óseos de gato hallados en el año 2001 en la provincia de Shaanxi, al norte de China, generaron controversia: ¿Se trataba de un nuevo ejemplo de domesticación o de una importación de gatos de Oriente Medio a China?

En un estudio publicado recientemente en la revista PLoS ONE científicos de varias nacionalidades han tratado de determinar la especie a la que pertenecían los huesos. Lo han hecho analizando su morfometría geomética, en ausencia de ADN antiguo. Los resultados sorprendieron a todos: los huesos pertenecían al gato leopardo asiático (Prionailurus bengalensis) y no a Felis silvestris lybica.

Este felino salvaje está aún muy extendido en Asia oriental frecuenta las zonas con mucha presencia humana. Hace miles de años, este pariente lejano del gato salvaje occidental pudo sentirse atraído por la proliferación de ratones que se aprovechaban de los excedentes de cereales.

Ubicación de los asentamientos chinos
y cráneo de gato leopardo hallado en ellos.

El estatus doméstico del gato leopardo parece haber durado poco, ya que todos los gatos domésticos que viven hoy en China están genéticamente relacionados con Felis silvestris lybica y no con Prionailurus bengalensis, dicen los autores, liderados por Vigne. Pero el gato leopardo sigue muy vinculado al ser humano. Su reciente hibridación le ha vuelto a introducir en los hogares de todo el mundo.

El gato leopardo reconvertido a mascota

El híbrido entre este gato leopardo asiático y el gato doméstico (Felis silvestris catus) —tipo abisinio o birmano— dio lugar al gato de Bengala, «un animal de imponente apariencia con el temperamento de un gato doméstico. Muchos gatos de Bengala encajan en esta descripción», señala a SINC Leslie A. Lyons, científica que estudia esta raza desde hace 30 años en el departamento de Medicina y Cirugía Veterinarias en la Universidad de Missouri (EE UU).

Aunque existen algunas referencias de finales del siglo XIX y principios del XX sobre los primeros cruces de ambas especies, no es hasta los años 60 cuando Jean Mill, considerada la reina de los gatos de Bengala, cruzó deliberadamente ejemplares de gato doméstico y gato leopardo con un objetivo: detener el tráfico ilegal de gatos salvajes en Asia.

Estos felinos eran perseguidos por su piel y las crías enviadas a tiendas de mascotas de todo el mundo. Pero la mayoría terminaba en zoos o se escapaban. «Al poner un abrigo de leopardo a un gato doméstico, el mercado de mascotas quedaría satisfecho y disminuiría la caza furtiva de especies salvajes», decía Mill en una revista especializada en gatos en 1991.

Gato de Bengala.

Pero su atractivo pelaje pardo amarillento con manchas en forma de rosetones negros, tan característico del felino salvaje, no siempre fue la razón de su hibridación. En los años 70, Willard Centerwall, licenciado en la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale (EE UU) y apasionado de los felinos, utilizó este híbrido para ampliar sus estudios sobre humanos con un sistema inmune comprometido por enfermedades congénitas, VIH, leucemia y linfoma; ya que la leucemia felina actúa de la misma manera que la humana.

El investigador, especializado en el estudio de estas enfermedades y autor de numerosas publicaciones en la revista Journal of Heredity, crió gatos leopardo asiáticos que no tienen el virus de la leucemia felina integrado en su sistema con gatos domésticos que no presentan resistencia a este virus y trasmiten la enfermedad a sus crías para comprobar si los híbridos heredarían la resistencia genética a la leucemia felina. Al final no resultaron ser inmunes, pero a esta primera generación de gatos de Bengala se les tuvo que encontrar un hogar. Acabaron siendo acogidos por Mill.

De forma paralela, el zoólogo William Engle, que dedicó parte de su vida a la crianza del gato de Bengala, también contribuyó a la expansión del híbrido. Para él, la única forma de mantener los genes de gatos exóticos era cruzarlos con animales domésticos. Fue el propio Engle quien dio nombre a la raza, cuyo registro fue aceptado en primer lugar en la American Cat Fanciers Association.

En 1983, la raza fue reconocida por la International Cat Association gracias a Jean Mill. Sin embargo, el gato de Bengala sigue sin estar aceptado en uno de los mayores registros de animales domésticos, el Cat Fanciers' Association, por su antepasado salvaje. ¿Pueden estos animales híbridos considerarse realmente una mascota?

Vivir con un animal medio salvaje

«Esta cuestión inofensiva se puede complicar cuando algunos introducen en sus hogares animales salvajes o cruces entre especies salvajes y domésticas», explica a SINC Juan Vicente Delgado Bermejo, investigador en el departamento de Genética de la Universidad de Córdoba.

«Los animales salvajes y en menor medida, sus cruces, están predispuestos a la agresividad y a respuestas imprevisibles a estímulos», afirma Delgado Bermejo. Es lo que ocurre por ejemplo con el perro lobo, un cruce que lleva produciéndose de manera natural desde hace miles de años. Existen evidencias de que estos cruces siguen produciéndose en la actualidad en la península Ibérica, lo que podría poner en peligro a las poblaciones naturales, aunque tanto perros como lobos ibéricos forman dos entidades genéticas bien diferenciadas.

Perro lobo checoslovaco.

Según un estudio publicado en Molecular Biology las dinámicas de hibridación en las poblaciones se producen entre perros y lobas, pero más importante aún es que el equipo, liderado por la Universidad de Oporto (Portugal), observó una población que muestra un caso continuo de clases híbridas en paquetes mixtos.

«Esto indicaría que hemos subestimado la hibridación», sugieren los autores. De confirmarse este patrón, la introgresión (movimientos de genes de una especie a otra) estaría permitiendo que las poblaciones de lobos con genes de perros domésticos se adapten a hábitats altamente humanizados del sur de Europa.

El caso de los gatos híbridos no produce la misma inquietud que los perros lobos, porque «no son tan agresivos y no harían tanto daño al humano», subraya Leslie Lyons. Sin embargo, cuando se eligen los híbridos para criar, se escogen los gatos con la coloración de pelaje y las marcas más llamativas. Pero «no se dan cuenta de que pueden estar eligiendo los genes del gato de leopardo: se fijan en la imagen (el fenotipo) y no en su genética (el genotipo)», explica la genetista.

A pesar de todo, «hay muchos más genes de gato doméstico que de gato leopardo en el de Bengala, aunque algunas de las asombrosas manchas procedan del felino salvaje», añade la experta. Para ella, la verdadera preocupación llega cuando se manipula al gato leopardo en un entorno que no es el suyo y se cuestiona la posesión legal del animal.

Consecuencias genéticas de la hibridación

Al cruzar especies domésticas y salvajes pueden existir barreras anatómicas que los imposibiliten. «En otros casos son incompatibilidades fisiológicas y también genéticas. No obstante, algunas de estas se pueden vencer con la manipulación genética y reproductiva», aclara Juan Vicente Delgado Bermejo.

La mula, un híbrido entre burro y yegua, es estéril porque burros y caballos tienen distinto complemento cromosómico. «El híbrido tiene un complemento impar que dificulta la meiosis [proceso de división de las células reproductoras], aunque excepcionalmente hay casos de fertilidad mular», admite el experto.

Por la compatibilidad de los complementos cromosómicos entre perros domésticos y cánidos salvajes, los cruces han dado lugar a crías fértiles. En el caso de la hibridación artificial entre ambas especies, como el perro lobo checoslovaco, «la primera generación presenta unos caracteres intermedios entre perro y lobo, y si en el futuro los animales van apareándose solo con perros, los caracteres salvajes se van diluyendo generación a generación hasta desaparecer», recalca el científico de la UCO.

En otras especies puede darse la misma incompatibilidad. «Los primeros cruces entre gatos domésticos y gatos leopardo produjeron gatitos de los que los machos eran estériles y la hembras no. Y esto ocurre con la mayoría de los híbridos», confiesa Lyons.

Una vez que la raza se afianza generación tras generación, los animales mitad domésticos y mitad salvajes entran en los hogares, y pocos dueños se cuestionan las limitaciones éticas que su adquisición plantea.

«Yo entiendo que los cruces espontáneos como el perro lobo o el cerdo jabalí son éticos en sí mismos, ya que los permite la naturaleza. También los cruces con fines zootécnicos como el mulo», confiesa Delgado Bermejo. Pero los cruces indiscriminados que exigen manipulación genética y reproductiva siguen planteando dudas.

En el caso del gato de Bengala, la Cat Fanciers' Association ya ha empezado el proceso de reconocimiento de la raza y permitien el próximo espectáculo del 30 de abril de 2016 exhibir y examinar a los ejemplares, aunque aún no podrán ganar premios.

jueves, 9 de junio de 2016

Comunicado del Consejo de Organizaciones Oaxaqueñas Autónomas (COOA)


AL PUEBLO DE OAXACA
A LA OPINIÓN PÚBLICA NACIONAL
E INTERNACIONAL

El Consejo de Organizaciones Oaxaqueñas Autónomas –COOA conformada por el Comité de Defensa de los Derechos Indígenas (CODEDI), Organizaciones Indias por los Derechos Humanos en Oaxaca (OIDHO), la Unión Campesina Indígena de Oaxaca Emiliano Zapata (UCIO-EZ) y la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA), organizaciones con décadas de lucha y resistencia en los pueblos de Oaxaca, considerando:

Que vivimos una situación de emergencia nacional pues en el actual régimen de Peña Nieto los dueños del poder económico y político vieron la oportunidad de concretar su proyecto neoliberal a través de las llamadas reformas estructurales valiéndose de los cuerpos represivos: ejército, marina, policía federal, gendarmería, policías estatales, grupos paramilitares y la delincuencia organizada.

Que la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa es una muestra atroz de la descomposición del actual sistema político mexicano, hecho que junto al recrudecimiento de la violencia, de la injusticia e impunidad, han traído como consecuencia un hartazgo social y muestras de inconformidad en todas las regiones del país.

Que se ha emprendido contra la CNTE, por parte del Estado, una agresividad sin límites pues ésta desde 1979 libra una digna batalla por defender sus derechos laborales y la educación pública, a la vez que ha sido referente y respaldo importante para otras luchas y resistencias en el país.

Que es importante reconstruir, fortalecer y encauzar el movimiento social en el país. La lucha que libran las miles de familias de desaparecidos; la lucha que se libra por poner un alto a los feminicidios y a la violencia de género; la lucha que libramos los pueblos indios en defensa de nuestros territorios; la lucha del movimiento campesino, obrero y popular contra los proyectos neoliberales y sus reformas estructurales, etc.

Que éstas luchas y resistencias a la embestida de los que ostentan el poder y el dinero, han dejado como saldo cientos de presos políticos a lo largo y ancho del país, como el caso de nuestro compañero César León Mendoza, integrante de UCIO-EZ que fue arbitrariamente detenido el 20 de noviembre del 2015.

Hacemos un llamado a todas las organizaciones sociales y populares a reconstruir el movimiento social para lograr la libertad de nuestros presos políticos y detener el proyecto de muerte que nos pretenden imponer los grandes ricos del país y del mundo en complicidad con los gobiernos estatales y todos los partidos políticos.

Para refrendar lo expresado las organizaciones que integramos el COOA acordamos instalar un campamento con carácter de indefinido en el zócalo de esta ciudad no solamente para solidarizarnos con la digna y justa lucha magisterial, sino también para contribuir a la unificación y consolidación del movimiento social oaxaqueño. En ese sentido proponemos que las organizaciones oaxaqueñas convoquemos a una asamblea estatal democrática en donde con horizontalidad y autonomía construyamos una agenda común de lucha que nos permita transformar la inaceptable realidad que estamos viviendo.

¡Alto al terrorismo de Estado!
¡Libertad a lxs presxs politicxs!
¡Castigo a los asesinos de Jeremías Mendoza Ramos!
¡Libertad inmediata e incondicional a César León Mendoza!
¡Alto a la represión!
¡Alto a la criminalización de la protesta social!
¡No a las reformas estructurales!
¡Por la defensa de nuestros derechos y nuestros territorios, ni un paso atrás!

Oaxaca de la resistencia, a 6 de junio de 2016.

domingo, 5 de junio de 2016

La tauromaquia ¿es ecología o es tortura?

Por CÉSAR-JAVIER PALACIOS

Los taurinos empiezan a movilizarse ante el creciente desinterés (y sobre todo rechazo) que la antaño denominada fiesta nacional provoca en el respetable. Lo hacen apostando por el arte, a través de una exposición que hasta el próximo 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente, podrá verse en la plaza de toros de Las Ventas.

Titulada «La Tauromaquia es ecología», está organizada por la empresa Taurodelta y la Fundación Toro de Lidia y cuenta con fotografías de Gorka Azpilicueta y Arsenio Ramírez.

En ellas se presentan seis argumentos protaurinos sobre la influencia que esta actividad ganadera tiene en el medio ambiente. A ellos yo enfrento seis argumentos de los antitaurinos que rechazan frontalmente tal supuesto beneficio.

Éstos son los seis argumentos protaurinos:
  1. Raza bovina más antigua del mundo. La documentación histórica sobre la procedencia de las ganaderías permite trazar el origen del ganado de lidia en los siglos XVI-XVIII.
  2. Joya del patrimonio genético español. Analizadas las ganaderías por encastes, se observa que el grado de diferenciación genética es muy superior al que hay entre las razas bovinas europeas, por lo que la raza de lidia debería ser considerada como raza de razas.
  3. Guardián de la dehesa ibérica. La cría del toro de lidia ocupa más de 500.000 hectáreas de dehesa y es el mejor protector de la dehesa ibérica al convivir en equilibrio y armonía con la flora y fauna autóctonas.
  4. Crianza sostenible. Las dehesas de toros de lidia se localizan principalmente en sierra o monte, zonas desfavorecidas de la Península Ibérica más agrestes y pobres, no aptas para el cultivo y amenazadas por la despoblación.
  5. Factor de fijación rural. Las ganaderías de lidia contribuyen a aumentar la población rural en zonas deprimidas, a través de la mejora de los salarios, por la necesidad de una mano de obra fija y cualificada.
  6. Patrimonio cultural material e inmaterial irreemplazable. La crianza del toro de lidia y sus usos tradicionales está declarada y protegida como Patrimonio Cultural.
Y estos son los seis argumentos antitaurinos, los míos y los de por suerte cada vez más gente:
  1. No es la raza más antigua del mundo. Sin ir más lejos, la sayaguesa, exclusiva de la comarca zamorana de Sayago, se ha podido demostrar por estrictos estudios genéticos que es la raza bovina más antigua de Europa, descendiente directo del uro (Bos taurus primigenius).
  2. No es una joya del patrimonio genético español. Tantos cruces durante tantos siglos buscando la bravura por encima de la morfología explican el actual cóctel genético «mil leches» de estos animales. No existe ninguna raza descrita como «toro de lidia» con caracteres morfológicos propios, tan sólo castas con un supuesto trapío, algo relacionado con el temperamento individual y no con la genética.
  3. No es guardián de la dehesa ibérica. Los propios taurinos confirman que tan sólo una de cada siete hectáreas de la dehesa de España gira en torno al toro bravo. Dicho de otra manera, seis de cada siete hectáreas de dehesa española gira en torno a ganado manso de gran valor genético, gastronómico y cultural, razas autóctonas en grave peligro de extinción como la berrenda o la blanca cacereña, por no hablar de las excelencias del cerdo ibérico.
  4. No es la única crianza sostenible. Toda ganadería desarrollada en la dehesa ibérica lo podría ser, con indiferencia de su utilidad. En el caso del toro de lidia ésta no se presenta como «ecológica», amparada por un consejo certificador oficial, pues su interés es el toreo y no el consumo de la carne. Los toros de lidia pueden comer todos los piensos transgénicos que quieran.
  5. No es factor de fijación rural. Las ganaderías de lidia son una anécdota frente a las ganaderías tradicionales. Su especialización les hace además ser económicamente mucho menos competitivas. Los propios taurinos de la Fundación Toro de Lidia reconocen, a través de una nota de prensa, que las fincas de ganado manso tienen un valor comercial casi un 40% superior, pero que gracias al autoconsumo medioambiental [sic] y la revalorización 'verde' [¿?] de las fincas de bravo se compensa algo la balanza hacia los ganaderos de lidia.
  6. No es patrimonio cultural material e inmaterial irreemplazable. La tauromaquia es tortura. De nada sirve mantener a un animal en inmejorables condiciones de vida si luego se le mata durante un vergonzoso espectáculo público de sangre y dolor.
La Crónica verde
Blogs 20Minutos

viernes, 3 de junio de 2016

«En Venezuela hay más colas para comprar barato que protestas»


Las Hermanas del Sagrado Corazón relatan el día a día «de resistencia»:
«Es una dictadura financiera la que vivimos, es un golpe industrial que sostenidamente no produce suficiente porque no quiere»

PÚBLICO
1 junio 2016

A quienes quieran tener otra lectura de nuestra
República Bolivariana de Venezuela
A quienes quieran ensanchar sus comprensiones del mundo
A quienes quieran mirar a América Latina desde,
y con lo que nos pasa a las y los venezolanos.
No hacen falta alas
para hacer un sueño
basta con las manos
basta con el pecho
basta con las piernas
y con el empeño.

Canción de Silvio Rodríguez

En los últimos días, varias compañeras y compañeros latinoamericanos nos han llamado para enterarse de nuestra situación, preocupados por las informaciones que les llegan sobre la falta de alimentos en el país. Agradecemos las llamadas de nuestra coordinación general en Roma por su cercanía y solidaridad.

Las noticias deben ser muy alarmantes. Por esa razón hacemos un relato general que diga desde nosotras, desde nuestros colectivos de trabajo, de militancia, reflexiones y amores, cuál es nuestra situación.

Confirmamos la falta de algunos insumos regulares que se convierten cotidianamente en la base de nuestra alimentación. Es decir: escasea el arroz, se complica conseguir un litro de aceite, la pasta aparece con mayor regularidad. Falta harina de maíz en las tiendas, pero no ha disminuido la venta de arepas y empanadas en las calles. Falta en las tiendas la harina de trigo, y por tanto el pan, pero ninguna panadería de nuestros barrios ha cerrado ni ha dejado de vender pan dulce, tortas y galletitas a muy altos precios. El pan que falta es el pan salado que está regulado a 50 bolívares (4,51 euros) y cuando se consigue está en 150, 200 o 350 bolívares. ¿Y la regulación de precios? ¡Es que no hay harina de trigo!

Sin embargo, no faltan vegetales en todo su esplendor y variedad, ni falta ningún tipo de proteínas en sus distintas versiones de aves, carnes, y pescados a un precio diez veces mayor a lo que se podía comprar hace un año. Lo mismo pasa con el fresco queso, el jamón y demás variedades de embutidos que no han faltado nunca, aunque, claro, a muy altos costos.... ¿Y la regulación de precios? Fallo gubernamental o imposibilidad de sancionar porque quien hizo la ley, hizo la trampa.

Están desaparecidas las medicinas esenciales para mantener cualquier tratamiento regular de presión, circulación o cancerígeno. Es mucho lo que se tiene que preguntar, negociar o buscar para lograr cualquier medicina esencial. Los insumos de limpieza casera o aseo personal se han encarecido el mil por ciento en comparación al año pasado.

¿Y el adorable café? Impagable si se consigue. 250 gramos contrabandeado en 800 bolívares, casi dos dólares a precio oficial, o menos de un dólar en el mercado paralelo. ¿Cuánto cuestan 250 gramos de café en cualquier parte del mundo?

La leche en polvo está desaparecida y la leche líquida aparece al costo de 500 bolívares, cuando hace un año no pasaba de 25. Un dólar a precio oficial costaba hace un año 10 bolívares, hoy 420. Y la venta paralela que eleva nuestros niveles de costo de cualquier producto es de 1.000 bolívares.

Para intuir la complejidad de lo que pasa en este gran país nuestro, hay que saber esos mínimos datos de mercado. El sistema financiero ha buscado todas las formas de saltarse el control cambiario de divisas que hemos tenido por 15 años, y el control de precios de alimentos básicos. La industria encontró las grietas de estos controles por los cuales hemos podido todos los venezolanos tener acceso a alimentación regulada, y por supuesto, estabilidad emocional de mantener una familia e invertir ingresos en recreación, arte o vacaciones. Hoy es un descontrol de precios, de no producción, y acaparamiento de lo poco producido, para “sacarlo” cuando al dueño de tienda le dé la gana.

Pobre Venezuela, ¿verdad? ¿Cómo es posible que pase esto en este país tan rico? ¿Qué hace el gobierno? «Ese Maduro es un inútil», dicen unos cuantos pobladores y gobernantes de otros países, que reclaman el respeto que no dan. Hasta Google nos dedicó una icónica foto, tomada en Nueva York en 2011, de una tienda con anaqueles vacíos que supuestamente explicaba por sí sola el desabastecimiento en Venezuela en el 2013, antes de que llegara esta crisis. Pobre, ¿engañaron a Google? ¿O Google engañó al mundo entero? La manipulación mediática existe. Nadie se disculpa con este país por promover medias verdades y la vida sigue como si nada...

Recordemos que hace 20 años todo eso que hoy falta estaba fácilmente en los anaqueles, pero la mayoría de las y los venezolanos no lo podíamos comprar porque no teníamos el dinero ni la seguridad laboral que hoy tenemos con futuro incierto. La escasez en este maravilloso país no es producida por este gobierno, ni por ningún gobierno de antes ni de los que vendrán después. Es producida por una industria capitalista, burguesa, manipuladora en sus precios y ganancias, empecinada en tumbar este gobierno legítimamente elegido con los métodos electorales reconocidos en el mundo entero. Hay gente gobernando en algunos países del mundo que no ha sido elegida por sus pueblos. No es nuestro caso. Y aunque no gusten a algunos, los resultados de las elecciones son legítimos. Si no nos gustan los resultados cambiemos el mecanismo, las formas organizativas de elección, cambiemos el sistema. Pero no injuriemos al elegido.

Se cuestiona la gestión de Maduro, pero no se cuestiona la manipulación de la industria, el acaparamiento de alimentos en grandes almacenes de esa misma industria, la disminución en la producción para hastiar al grueso pueblo que ha sostenido la dignidad de este gobierno. No se cuestiona la dictadura financiera que nos somete a las y los venezolanos a estar en las amenazas del hambre todos los días, en las incertidumbres de las medicinas todas las semanas, en el desasosiego de que llegue el día en que las seguridades salariales que nos dejó el presidente Chávez ya no sean suficientes este mes para enfrentar al monstruo empresarial. Porque es una dictadura financiera la que vivimos, es un golpe industrial que sostenidamente no produce suficiente porque no quiere, porque su deseo es ver derrotados a las y los chavistas que osamos creernos personas con futuro, porque les duele que el gobierno haya producido educación, autoestima, sentido patrio, sistemas de salud gratuitos, derechos laborales, salariales y sociales. Este gobierno produjo la mayor cantidad de dignidad y sentido de vida para las mayorías pobres de este país, y eso no se olvida fácilmente. ¿Será por eso que hay más colas para comprar barato donde se puede que protestas?

Las empresas y las tiendas han preferido jugar con nosotras y nosotros. Producen la mitad para ponernos a pelear en la búsqueda del insumo que algún otro se quedará sin él. En una cola de 300 personas venden obligadamente paquetes de pasta dental de seis unidades, y cuando faltan 50 personas en la cola, dicen que se acabó el dentífrico. Si se hubiera vendido un tubo de pasta por persona, más de las 300 hubieran tenido. Pero no, es obligatorio comprar el paquete de 6... ¡se nos instiga a la pelea! Buscan matar los sentimientos de solidaridad, esperanza en el porvenir, y construcción colectiva que estaban en flor en esta Matria-patria nuestra.

Esa industria prefiere perder dinero con tal de ganar otra vez el gobierno, y con ello sus privilegios de estar en primera plana de periódico, volver a los teatros sin mezclarse con los pobres, ir a restaurantes exclusivos sin tener cerca de su mesa a cualquier obrero o empleaducho, cuyo sueldo les da para pagar, por lo menos una vez al mes, el mismo restaurante que ese dueño de empresa paga todos los días.

Lo poco que producen las empresas gubernamentales es lo que se vende a bajo costo, con precios regulados desde hace cinco años. La mayoría hoy hace grandes colas para acceder a ellos en justicia y empecinada defensa de esos bajos precios, como una forma de sostener este gobierno; al mismo tiempo también compramos a muy alto costo las carnes, los productos de limpieza, y las verduras que mágicamente suben cada día. Se cambian nuestras rutinas alimenticias, se come yuca en vez de arroz, aromáticas por café, y nos tomamos con curiosidad recetas alternativas para hacer arepas de plátano y hasta estamos sembrando en nuestros patios. Luces y sombras de resistir en diversas visiones y opciones de mundo, la complejidad de la vida misma, aquí o allá donde usted está leyendo.

Este noble pueblo aún no se ha puesto en la calle a manifestar por la falta de comida. ¿Por qué será? Tampoco la oposición lo hace. Protestan por sus presos políticos que en verdad son políticos presos, se concentran unos pocos por la búsqueda de amnistía, o la salida de Maduro. Pero no generan una gran concentración, una marcha contundente para protestar por la falta de alimentos e insumos médicos. Todavía a la oposición no se le ocurre aglutinar el sentimiento de cansancio de ambas tendencias político partidistas. Debe ser que todavía no es negocio...

Hay quienes no hemos dejado de comer en casa con la rutina de siempre. Hay quienes ya resienten la falta de alimentos, el dolor de la muerte ante la falta de un medicamento, el dinero disminuido a fin de mes. ¿Cómo valorar las mayorías y las minorías en las resistencias de modelos políticos, unos enquistados usando su poderío histórico; otros en alternativas y sin mayor experiencia de gobernar siendo señalados para descartarlos del imaginario mundial?

No pudieron tumbar al presidente Chávez las dos veces que pararon la industria en el 2002 y el 2003 porque el momento histórico de relaciones políticas y gobiernos alternativos en América Latina era otro. Se vivía el mejor tiempo de solidaridad e integración. Doce años de estrechas relaciones de intercambio comercial, de unión de fuerzas para evidenciar que otras formas de negociación e intercambio comercial eran posibles, más allá de los ámbitos mercantilistas y pagos de intereses. Esas relaciones nos salvaron de un golpe de Estado en aquel momento. Pero ya las condiciones relacionales gubernamentales en América Latina son otras y el golpe de Estado puede venir. El Gobierno norteamericano vaticina que Maduro no llega a diciembre. Ese gobierno norteamericano que nos considera una amenaza, como si nuestro gobierno les hubiera hecho daño, o hubiera invadido otros países como lo hacen ellos.

En estos 17 años de esplendor latinoamericano, las eternas élites que gobernaron nuestras tierras para enriquecerse y dejar a los pobres en su lugar de pobres tuvieron el tiempo suficiente para estudiar cada país, reorganizar sus fuerzas y arremeter hoy contra nosotros sin medida ni compasión. No nos perdonan que hayamos intentado querer tener nuestras propias formas de gobierno, de decir y hacer, desde América Latina, no desde la banca mundial ni desde la concepción europea colonialista. Las dignas dinastías de familias educadas en colegios y universidades católicas para gobernar (no se dice para oprimir) han pasado mucho tiempo sin hacerlo. Es esa la casta política que hoy destituye a Dilma Rousseff acusada de una corrupción no comprobada, pero es su palabra de mujer dirigente de un partido de trabajadores contra la palabra poderosa de empresarios con inmunidad parlamentaria.

No son los hechos los que más hablan de nuestros gobiernos de izquierda: la seguridad social, la estabilidad laboral, la educación en nuestros pueblos, sino los orígenes de clase, etnia y género de presidentes como Dilma, Evo, Chávez, o Maduro. Esos orígenes no son confiables para las familias de bien y clásica democracia mundial heredada de conquistadores. Esa casta, ese grupo acostumbrado al poder gubernamental no le ha podido ganar elecciones al Partido de los Trabajadores de Brasil ni al Partido Socialista de Venezuela. Sólo el legítimo agotamiento en una parte del chavismo ante esta situación nuestra le dio un Parlamento opositor a Venezuela. Esos grupos de poder, esas empresas, esos intereses financieros han aprovechado la crisis mundial de la economía, los errores de las dirigencias gubernamentales de la izquierda, el hastío que produce la manipulación de información en las poblaciones, y destruyen gobiernos legítimos. Luego de los acontecimientos en Brasil, es más cierta la probabilidad de golpe de Estado en Venezuela o destitución de Maduro por cualquier vía, hasta por el democrático mecanismo del referéndum, habiendo agotado a este pueblo con la falta de alimentos.

Antes de morir el presidente Chávez teníamos la mayor sensación de felicidad colectiva de nuestra historia. Nuestra tasa de desempleo, que en 1999 superaba el 12%, hoy se ubica en el 6,7%; nuestros niñas y niños van diariamente a las escuelas con morrales y útiles escolares dados por el Ministerio del poder popular para la educación; la pobreza extrema se redujo del 23,4% de la población a alrededor del 8%; casi dos millones de personas fueron alfabetizadas; la tasa de escolarización aumentó del 43% al 77% en la educación inicial, del 48% al 76% en la educación media, y se aumentó el número de universitarios del medio millón en el 99, a los más de dos millones y medio que tenemos hoy. El 83% de las personas de tercera edad, más de tres millones, han sido incluidas en el sistema de pensiones del Estado. Entre las nuevas pensionistas nos encontramos las religiosas del Sagrado Corazón de Venezuela, que hoy vivimos de nuestros sueldos remunerados, de la seguridad social y pensiones.

Más que la falta de algunos alimentos e insumos médicos y medicinas, nos preocupa la posibilidad muy cierta de que el triunfo en Venezuela de la industria capitalista, por cualquier medio, implique perder la mayor suma de seguridad social, salarial y educativa que jamás tuvimos. Nos vemos en el porvenir ante el espejo de los despidos masivos del nuevo Gobierno argentino, y en la eliminación del Ministerio de la Cultura del nuevo Gobierno de Brasil que debería ser provisional y ya gobierna como totalitario.

Ante las preocupaciones de las y los compañeros del mundo entero, les decimos que cada día es día de resistencia, preocupación y ocupación para sostener el tejido relacional solidario ante tanta exacerbación del individualismo, ante tanta especulación con el presente y tanto nerviosismo con el futuro. Cada día se necesita renovar esperanzas que resguarden la memoria de lo conquistado en justicia y dignidad, para evitar la tentación de volver la vista atrás y convertirnos en estatuas de sal. Necesitamos recuperar la confianza en la propia humanidad y en otras formas de poder construido colectivamente y a nuestro ritmo. Urge seguir reinventando la política y sus distintas formas de políticas públicas a favor de olvidados de la historia y vencidos de hoy por las industrias bélicas e informativas, que no perdedores en la búsqueda de otro mundo más justo y sororal.

Agradecemos la solidaridad y la disposición para oír distintas voces de nuestra realidad.

Hermanas del Sagrado Corazón en Venezuela.
Caracas, 17 de mayo del 2016.

miércoles, 1 de junio de 2016

Los venezolanos ya no creen en nadie


Por EMILIANA DUARTE

CARACAS — «Yo no creo en nadie» es una frase que forma parte del léxico venezolano. Se hizo popular, en parte, por el jefe adolescente de una banda armada que salió en YouTube diciendo eso y agitando sus armas ante una cámara. Murió antes de cumplir los 19 años de edad.

Es algo que siempre habíamos dicho aquí en Venezuela casi en broma, un lema de nuestra alegre indiferencia por la autoridad. Es cierto, no creemos en nadie.

Un video más reciente, también grabado en Venezuela, muestra a un hombre tirado en la calle y retorciéndose de dolor. Tiene el rostro y parte del cuerpo en llamas. Los perros ladran y el tráfico continúa.

Un peatón pasa a su lado y sigue su camino. «Eso es pa que sigas robando», dice el hombre que graba el video. La víctima es un ladrón. El castigo, impartido por sus pares, es uno de más de 37 casos de linchamiento que se han reportado este año en Venezuela. La gente está tomando la ley en sus propias manos. Tampoco creen en nadie.

Los venezolanos de mi generación, nacidos en los años ochenta y noventa, fuimos criados creyendo algunas cosas importantes: que somos una nación rica y que teníamos la democracia más estable en América del Sur. Hugo Chávez, presidente desde 1999 hasta su muerte en 2013, hizo que sus seguidores creyeran que su socialismo bolivariano era el camino de la dignidad.

Chávez canalizó miles de millones de dólares provenientes de los ingresos petroleros hacia los pobres, creando —por un tiempo— una ilusión de crecimiento e inclusión. Hace cinco años, ninguno de nosotros hubiera creído que el hambre sería parte del día a día para la mayoría de los venezolanos. Para confirmar que hay hambre me basta mirar por la ventana.

Hay un vendedor de leche que abastece a los restaurantes de mi urbanización. Cuando le sobra algo de leche, estaciona su camión y se la vende a una sombría congregación de vecinos de edad avanzada, quienes comienzan a formar filas antes del amanecer. En estos días, el camión viene con menos frecuencia.

La triste escena termina con los clientes alejándose sin haber podido comprar nada, luego de horas de espera. He aprendido a identificarlos por su solemne retirada y sus lágrimas de rabia.

Hace poco una mujer que trabaja en un salón de belleza cercano decidió unirse a la fila con la esperanza de encontrar leche. De acuerdo con el calendario implantado por el gobierno, su turno para comprar artículos de primera necesidad es cada viernes.

Ha dejado de ir semanalmente a su supermercado local, no solo porque tiene que trabajar los viernes, sino también porque le da miedo ser retenida a punta de pistola por los ladrones que asaltan a los compradores que logran salir con algún producto dentro de sus bolsas. Me contó que lleva meses sin conseguir leche de fórmula para su nieta de 8 meses de edad. Le preocupa la calidad de la leche materna que se le da a su nieta, porque la madre solo se alimenta de pan y sopa de fideos.

Recientemente nuestro alcalde señaló que los perros callejeros habían desaparecido del municipio, y que la gente caza palomas en la plaza principal.

Tengo la suerte de acostarme a dormir sin hambre porque tengo acceso a divisas que utilizo para comprar bienes a los altos precios del mercado negro. Siempre que viajo al extranjero regreso con una maleta llena de bolsas de arroz y granos. Pero la mayoría de los venezolanos no encuentran la comida que necesitan y, cuando la consiguen, no les alcanza el dinero para comprarla.

Estos episodios de desesperación me hacen temer la llegada de cada mañana, y las historias de sufrimiento me mantienen despierta por las noches.

Los venezolanos siempre hemos conseguido la forma de sacudirnos la adversidad con el humor. En 2012, cuando la inflación y la pobreza ya habían comenzado a mostrar las costuras del socialismo bolivariano, Chávez hizo un raro reconocimiento público de los defectos de su gobierno.

Dijo que no importaba si no había electricidad ni agua, siempre y cuando tuviéramos patria. La frase «pero tenemos patria» se convirtió en una forma cínica de burlarse de la propaganda del gobierno, cada vez que nos enfrentábamos ante un ejemplo del deterioro de nuestra calidad de vida.

Esa frase fue sustituida por otra más absurda aún que también se convirtió en broma: «Dios proveerá», pronunciada por el presidente Nicolás Maduro en un discurso de 2015.

El «yo no creo en nadie» ha dejado de ser divertido. Se ha convertido en el credo de un pueblo que ya no cree en el Estado como garante de la justicia y la seguridad. Expone la traición que sienten los venezolanos que confiaban en un gobierno que ganó las elecciones repartiendo comida, en detrimento de nuestra democracia, nuestra economía y el estado de derecho. Es la confesión de un gobierno que bajo la coartada de retornarle la dignidad a las personas, diezmó las instituciones que existían para garantizarla.

Hoy en día, el presidente Maduro insiste en bloquear a los venezolanos que buscan un cambio pacífico de régimen a través de un referendo. El presidente quiere destruir la creencia de que los venezolanos podemos decidir nuestro propio futuro.

Algunas personas se han resignado a la posibilidad de un golpe de Estado, porque cualquier cosa es mejor que esto. El gobierno, al parecer, también quiere que los venezolanos no crean en nada.

24 mayo 2016