domingo, 27 de mayo de 2007

1871, LA COMUNA DE PARÍS

En este día de elecciones municipales y autonómicas, defiendo con una total fe en la democracia directa y la justicia social: la abstención activa. La representatividad parlamentaria y local, no garantiza la participación directa del Pueblo, ni mucho menos el control directo de nuestros "representantes", y mucho menos los trabajadores nos vemos representados.

Por eso, prefiero hacer en este Blog mi homenaje personal a la primera gesta revolucionaria y social de nuestra Edad Contemporanea: la Comuna de París del marzo de 1871 (duramente reprimida y obligatoriamente a la que debemos coger el relevo).


Hay van dos videos del You Tube...






¡VIVA LA REVOLUCIÓN SOCIAL!

3 comentarios:

Lilith dijo...

¿Y que hacemos? ¿qué podemos hacer, aparte de decir que lo que hay no es justo, no es democrático, no nos representa realmente?

Lilith dijo...

Krates,

Buceando por internet me ha llamado la atención un libro sobre uno de los hombres que participaron en la Comuna de París, en 1871: Jules Vallès, profesor de enseñanza media, periodista y director de periódicos revolucionarios como Le Peuple, Le Cri du Peuple.

El libro se llama "El insurrecto" y habla, entre otras cosas, de la última sesión de la Comuna en el Ayuntamiento, que presidió él.

KRATES dijo...

¿Qué hacer? La eterna pregunta...

Manifestar nuestras disconformidades con el sistema vigente, como hacemos en este nuestro Blog, es algo. Como se dice: "mejor poco que nada".Por muy poco que hagamos, hacemos algo, como mantener vigente la antorcha de la Revolución social. por ejemplo.

La cuestión inicial es no mantenerse conforme con la realidad actual, luego ya se verá... La propaganda y la manifestación abierta de unas ideas contestatarias (aunque sean por la Red), sirve como un buen comienzo.
Las acciones individuales cada cual las hace, y de ahí a las colectivas.

Junto al pedagogo anarquista Jules Valles, hubo otros anarquistas como los hermanos Reclus, Eugene Varlin, y las feministas Louise Michel Y Nathalie Lemel, aunque el movimiento no fuese específicamente libertario.