¡Qué país!

Nos viene de Estados Unidos la noticia de la semana, bastante repetida a lo largo del tiempo.

Ya sabréis a lo que me refiero, y como sé que lo sabéis, no lo voy a recordar

He oído y leído estos días de todo en relación a este hecho, pero lo que me ha llamado la atención son varias cosas.

1º En el editorial de The New York Times se preguntaban por el hecho de que los encargados y responsables del campus universitario no hicieron nada entre los dos momentos en que un descerebrado realizó su matanza.
Y me llama la atención por la pregunta que se hace el periódico porque, ¿no debería ser la pregunta?...¿qué coños hace un tío armado hasta los dientes en un campus universitario? y, ¿por qué los responsables del gobierno no hacen algo para evitar que se puedan adquirir armas como si de rosquillas se tratase?

2º La reacción de Bush y su intervención ante los medios de comunicación.
A este personaje, a este accidente de la naturaleza, no se le ocurre otra cosa que...rezar.
Vamos a ver, ¡cabrón!, en lugar de rezar y favorecer al poderosos lobbie de las armas, la Asociación Nacional del Rifle, no deberías legislar para evitar que se puedan comprar armas.

3º La reacción de la Asociación Nacional del Rifle.
Demencial sin más.
Dicen que si los demás estudiantes y los profesores hubiesen estado también armados, esto no hubiese ocurrido, y que la culpa no es por la facilidad que hay en ese país para hacerse con un arsenal.
Sin comentarios.

4º La prioridad de los investigadores de la matanza.
Resulta que están trabajando para averiguar los motivos que le llevaron a perpetrar la matanza.
Y volvemos a lo mismo, la cuestión es los medios que utilizó para llevarla a cabo y no los motivos.

¡Qué país!, nunca he sentido ninguna simpatía por la sociedad estadounidiense en general a la que considero una sociedad enferma. Una sociedad basada en el principio del "todo vale con tal de prosperar" no puede ser muy sana que digamos.