martes, 3 de julio de 2007

Combatiendo al izquierdismo en lo libertario

Interesante artículo crítico con ciertas actitudes, el debate está servido. El artículo   texto es de Klinamen y lo he encontrado en ALasBarricadas.org.


El texto que escribo a continuación es una crítica y autocrítica salvaje a las actitudes y métodos izquierdistas que abundan en los colectivos y organizaciones anarquistas. Esta enfocado de un de modo exagerado e irónico, para poder ver mejor como realizamos este tipo de actos que en el fondo considero que son dañinos para la lucha libertaria.

Asistencialismo

Muchas veces encaramos los problemas, las luchas y los conflictos desde un punto de vista meramente asistencialista. Es decir, prestamos un servicio para poner un parche a un problema sin ni siquiera analizar cual es la causa de ese problema. Contribuimos así a solucionarle la papeleta a los propios problemas que genera el capitalismo en sus constantes contradicciones. En vez de construir un proyecto revolucionario desde la afinidad, la fuerza y la acción directa, nos convertimos en gestores de problemas ajenos y damos falsas soluciones momentáneas. Todo esto tiene mucho que ver con el cristianismo, una lacra para la lucha de incalculables consecuencias. Por poner un ejemplo que ha inundado las noticias estos últimos días, tomemos el caso de la parroquia de entrevías. Gente de todo tipo, en un gran abanico que va desde ácratas hasta el fascista de José Bono, han dado su apoyo a la parroquia. Gente, en ocasiones, que nunca lucha ni va a asambleas habitualmente, acudió en masa a las asambleas de la parroquia (luego hablaremos de las modas) para semanas después desaparecer del mapa. No dudamos de la gran labor que hace la gente de Borromeo con respecto a los presos y gente desfavorecida. Pero… ¿No será asistencialismo? ¿Es esa nuestra estategía de lucha?


Modas y estética

Vemos como multitud de ideas, proyectos y demás cosas se ponen en marcha y parecen más bien una moda del momento que algo serio, duradero y responsable. Vemos como colectivos se crean, se diluyen, se renuevan, se mueren y desaparecen sin apenas haber hecho nada, nada que no hubieran hecho otros antes. El sistema necesita crear o dejar que se creen “focos de rebeldía” porque esto refuerza su discurso dominante de que existe democracia, libertad de expresión, de manifestación… Por eso le viene bien, siempre que no se vaya a la raíz del problema, que periódicamente la gente se desahogue y “luche”. Vimos esto mismo en las movilizaciones contra la guerra de Irak y lo vemos ahora con el tema de la vivienda. Vemos como se crean modas pasajeras que se diluyen sin construir nada duradero, sin dejar tan siquiera recursos e infraestructuras. Que si el RES, que si San Carlos Borromeo, que si el G8 que si patatin o patatan…

Vemos a la gente que viene a las asambleas a pasar el rato o a ligar, a hacer amigos, a fumar porros, a beber cerveza, a contarnos su vida… Vemos como intercambian su pendiente guay por un percing mega-chachi-requete-guay y se intercambian un disco de los delincuentes. Lo vemos y nos entra cagalera. Vemos sus actitudes guayes donde todo es buen-rollismo pero en el fondo vemos un falso compañerismo porque a la hora de la verdad, cuando hay que dar en cayo, los guays desaparecen. Vemos como se crean relaciones falsas y superfluas basadas en gestos meramente comerciales.

Vemos, en definitiva, que en vez de guiarse por unos ideales, y para alcanzarlos, marcarse unos objetivos y unas estrategias de lucha, la gente se mueve por modas, sin pararse a analizar el por qué y el para qué de lo que hacen. Activismo alterglobarizador chachipiruli y moderno, unos yembes, una bandera de la república o una camiseta con una A circulada y abajo un “Bebe y lucha”… Una cresta, una chupa de cuero, o hacerse skineto, eso también mola (oi oi oi). Todo esto conlleva una falta de compromiso e inestabilidad en la lucha. Se empiezan cosas, se dejan a medias, se deja colgada a la peña… Se lucha por luchar, porque es lo que toca. Hoy aquí y mañana allá. El caos y la desorganización están servidos. Antes, la gente que luchaba lo hacia toda la vida, sobretodo en los tajos. Ahora, da la sensación que la gente lucha en su etapa de juventud, más o menos hasta los 25. Es decir, cuando estudia. Luego cuando empiezan a currar, desparecen del mapa.


Mitificación de presos e inmigrantes.

Otro rasgo izquierdista que vemos es el proceso de mitificación de presos e inmigrantes. Se ha llegado a pensar que todo preso, por el hecho de estar preso y delinquir, ya es un revolucionario… Craso error. Los presos, como la gente de la calle, los hay de todos los colores, unos son majos, unos son cabrones, otros son costras, camellos… No hay que mitificarlos ni hacerse un especialista en ayudar a los pobres presos. Hay que criticar la cárcel y vincular su existencia a la del sistema capitalista y el estado. Esto es una cosa y otra tratar a los presos como si fueran personas diferentes. Eso es típico del cristianismo y el asistencialismo. No hay que pensar como el estado y creer que quien delinque merece la prisión pero tampoco hay que creer que todo delito es “un desafío al capital”. Violar o pasar droga, por poner sólo dos ejemplos, son delitos y no son actos revolucionarios. A los presos hay que apoyarles pero no cayendo en mitos.

Lo mismo pasa con los inmigrantes. Vemos como muchos compas les tratan como si fueran diferentes y les dan un trato que no darían a otra persona. Los inmigrantes son personas y punto, no son osos de peluche. Los hay majos y los hay cabrones. Comenten errores, como todos. Muchas veces parecen estar exentos de toda responsabilidad por el mero hecho de ser inmigrantes y los problemas son siempre de la sociedad…. Estamos en contra de la discriminación, pero sea cual sea.


Luchas parciales

Ya hemos tocado el tema por encima en modas y estética. Nos da la sensación de que muchos colectivos y grupúsculos se especializan en una materia concreta (ecologismo, feminismo, vivienda…) y no se hace un análisis de la situación a nivel global. Al final se quedan en luchas parciales que al no ser capaces de analizar la realidad en su conjunto cojean en su práctica. La lucha a de ser global y organizada si queremos llegar al algo. Analizar bien como debemos golpear con mayor efectividad y menor riesgo es una labor que tenemos pendiente. No podemos luchar para “calmar nuestra conciencia”, otro rasgo cristiano. Muchas veces da la sensación de que luchamos para sentir que hacemos algo y justificar así que no somos como los demás. Desde este planteamiento no se suelen analizar las cosas ni organizarse de una manera concreta. Las luchas parciales, en ocasiones, obsesionan a la gente sobre el tema en cuestión y dejan de lado todo lo demás. Creemos que esto es perjudicial porque no podemos caer en tener especialistas en temáticas concretas de lucha. Hay que socializar el saber y que muchos sepamos hacer muchas cosas, saber porque las hacemos y hacerlas bien, no hacer por hacer.


Frentepopulismo

Esto es algo que ha hecho mucho daño a la lucha revolucionaria. Juntarse con gente y organizaciones de tendencias ideológicas contrapuestas. Aquí se juntan todos los rasgos antes expuestos pero encima todos juntos haciendo no se sabe qué ni muy bien como. Bajo la falsa excusa de que “somos más” codo a codo ahí van republicanos y anarquistas a reivindicar vete tu a saber qué. No hay ni análisis, ni acción, ni prácticas revolucionarias. Todos juntos haciendo el panoli, eso si, mola mazo! Se intenta dar una imagen de que no hay frentepopulismo empuñando lemas "unitarios" en manifestaciones sin siglas ni banderas, pero el frentepopulismo esta ahí de igual modo por mucho que se quiera soterrar.


Evitar la conflictividad laboral

Hemos oído excusas de todo tipo para evitar la conflictividad laboral. Que si ya no existen las clases, que si la lucha obrera no tiene sentido... Y nos da la sensación de que lo que le pasa realmente a la gente es que no quieren plantar cara en sus tajos, porque es uno de los puntos donde más se mata el miedo, algo fundamental para la lucha. Da “palo” mandar a la mierda al jefe o al compañero (que piensa como el jefe) y reivindicar (es de reformistas) que no le chuleen a uno. Ir a los tajos, dejarles las cosas claras a los patrones, plantar cara cuando se ríen de nosotros y nos quieren gorronear es algo duro y cotidiano que mucha gente no esta dispuesta a asumir. Es más fácil luchar por cosas más lejanas, como los problemas en Oaxaca o Palestina, que luchar en tu propio tajo o ayudar, mediante la acción directa, a los que tienen serios problemas en sus tajos. Nuevamente calmamos conciencias. De este modo se evita todo lo que tenga que ver con lo laboral, no interesan las charlas laborales, ni los conflictos de gente que, aquí y ahora, esta realmente viviendo autenticas injusticias. Para intentar frenarlas hay de dar la cara y la talla, todo ello con herramientas revolucionarias bien diseñadas para no caer en el asistencialismo.


Drogas

Cantaba La Polla Records algo así como “Los colegas no te olvidan siempre mientras sepan que hay cocaina. A mi ponme una más ¡esta de puta madre! Y tiro viene y tiro va y sigue la conversación. Y todos somos guays” Pues eso, pero en los colectivos libertarios. Es triste ver los ateneos, las okupas, los anarcosindicatos…. convertidos en lugares donde drogarse y consumir mierda. Ya deberíamos haber aprendido que la droga es uno de los recursos más utilizados por el poder para frenar las luchas. Admitimos a los camellos en nuestros locales, no somos críticos con las drogas y así nos va. Se organizan fiestas, plagadas de drogas de todo tipo. Vemos como las fiestas se abarrotan de peña, incluso hay gente que sólo va a ellas, y las manifestaciones y demás expresiones de lucha se vacían progresivamente.


Medios de comunicación

Es una prioridad para muchos colectivos y/o personas. Salir en los medios de comunicación empresariales se torna en un obsesivo objetivo que lo justifica todo. Con el mítico convencimiento de que con informaciones vacías de contenido se llega a “más gente”, se trabaja codo a codo con el enemigo. Con los mismos que crean el caldo de cultivo ideal para que nos detengan y encarcelen. Con los que criminalizan. Se ponen a la venta nuestros principios, se hace cada parida para salir en los mass media que no tiene nombre. Desgraciadamente hay muchos ejemplos que no nos paramos a citar… No se analiza como llegar a más gente por otros medios, mejor dicho, por nuestros medios, sin tener que ser progresivamente deglutidos por el sistema.


Conclusión

En definitiva estos son sólo algunos de los rasgos izquierdistas que nos impiden avanzar en la lucha. El movimiento libertario esta estancado. Y precisamente lo esta porque no es un movimiento, sino una diáspora extraña de colectivos desorganizados. Creemos que hay que construir un movimiento libertario sólido, organizado, que tenga incidencia social amplia. Que retome los pilares de toda la vida: acción directa, autogestión y federalismo, que han sido mucho más validos que las piruetas modernistas que se ven hoy en día. Dejar de estar cada uno a nuestra bola cayendo en el individualismo capitalista, echándonos mierda continuamente, no vale de nada. Todos podemos echar mierda porque en todos los colectivos cuecen habas, sobretodo en los que son más grandes. Por el contrario creemos que es mejor dedicarse a potenciar los bellos ideales anarquistas en nuestro movimiento, que muchas veces nos da la sensación que están desapareciendo. Retomar a los clásicos Bakunin, Rocker, Kropotkin…. y empaparnos de ellos. Retomar los debates, acciones y luchas más allá de las modas, más allá de izquierdismo, porque el anarquismo no es una pose, ni un pasatiempo.


Ni jefes, ni vanguardias
Mata al oenegero que llevas dentro

Un cascarrabias



3 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo con todo lo que se ha dicho.

    Convertir la lucha social en algo puntual y sectario no sirve para nada. Eso de salir por un tema concreto o por otro en "moda", omitiendo lo global, es ineficaz.

    El frentepopulismo si es puntual, puede ser útil. Pero no mezclemos las diferentes izquierdas, porque chocan entre sí unas con otras.

    Una actitud crítica entre los diversos movimientos contestarios de izquierdas, es constructiva. Pero si se incurre en el error de hacerla constante, será muy contraproducente y terminará empujando a los activistas al desánimo y la desidia. Hay que tener cuidado con salir criticando a los diversos colectivos disidentes o alternativos. Lo mejor es saber encauzarlos desde dentro de ellos mismos.

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  2. Sobre las llamadas parciales, ¿cuántas veces se ha utilizado como un argumento contra nosotros eso de que estábamos en todas las manifestaciones? Mientras algunos vemos esas campañas, protestas, etc. como algo donde todo está relacionado, la mayoría lo ve como cosas completamente distintas. De tener un visión global de las cosas pasas a "convertirte" a ojos de los demás en un incordio que protesta por el simple hecho de protestar.

    Irónico, ¿no?.

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  3. Me refería a las luchas parciales.

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