En este año 2007 que se confirmó la extinción funcional -se cree haber visto algún ejemplar vivo en agosto- del baiji (Lipotes vexilifer) del rio Yangtsé, China, no tenemos muy buenas noticias sobre otro Cetáceo: la vaquita marina o cochito (Phocoena sinus). Sí hace una década se estimó una población de no más de 600 ejemplares, el último censo es poco favorable: unos ciento cincuenta individuos.
Esta pequeña marsopa es el Cetáceo de menor tamaño; los adultos miden, como mucho, el metro y medio de largo. Perteneciente a la familia de los Focénidos (6 especies), tiene una de las distribuciones más restringidas entre todos los animales del planeta, limitándose al sector más interior y septentrional del Golfo de California, entre los limítrofes estados mexicanos de Baja California Norte y de Sonora, frente al delta del rio Colorado. Está filogeneticamente muy próxima a la marsopa negra o espinosa (Phocoena spinipinnis), que habita en las aguas costeras del cono Sur Americano, con la que comparte antepasado de hace alrededor un millón de años.
Con un peso máximo en torno al medio centenar de kilos, es de un color gris no uniforme y con la zona ventral blanquecina. Tiene una mancha oscura alrededor de los ojos, la zona de los labios y en la barbilla, y una banda oscura que se extiende desde el mentón hasta cada una de las aletas pectorales. Los ejemplares jóvenes son más oscuros. Su aleta dorsal es parecida a la de los tiburones. Se alimenta de peces, y sus depredadores naturales son la orca y los grandes tiburones.
De carácter tímido y hábitos solitarios (aunque se la ha visto formando pequeños grupos de ocho o diez), elude en todo lo posible todo tipo de embarcaciones, emerge de forma discreta y durante muy poco tiempo, lo que resulta difícil la observación en su habitat natural.
Se dió a conocer a la Ciencia en 1958, y ya desde entonces no era muy numerosa. Debido a la pesca camaronera en la zona, y hasta la prohibición de 1975 de captura de la totoaba (Totoaba macdonaldi) -un pez grande parecido a la lubina-, suelen quedar atrapadas accidentalmente en las redes. Hay unas perdidas de unas cuarenta marsopas enmalladas al año, por eso está protegida.
Pero, sí el delfín de rio chino tenía, hace una década, una población inferior al centenar de ejemplares, y ahora está practicamente desaparecido, a este ritmo, no habrá un futuro favorable para la vaquita marina. Y ésto es muy triste y condenable.
Uh que noticias tristísimas...
ResponderEliminar