sábado, 26 de abril de 2008

Una auténtica resurrección

En estos tiempos en que se suele mencionar muy frecuentemente —y lamentablemente cada vez más— la extinción de alguna especie biológica, por lo menos tenemos una buena nueva. Una pequeña planta de las zonas áridas del suroeste peninsular, la herbácea Linaria lamarckii, que fue declarada oficialmente extinguida en el año 2003, ha abandonado el mundo de los muertos y ha vuelto al de los vivos.

De unas semillas que se encontraban en un pliego de herbario de la Universidad de Sevilla cedidas a la Junta de Andalucia, se consiguió, el año pasado, que se completase la germinación de forma artificial en el laboratorio de un vivero forestal sevillano, y controlando las condiciones ambientales necesarias, se consiguió que las plantitas floreciesen y produjeran más semillas. Luego se polinizaron a mano para realizar varios cruces y así obtener una mayor variedad genética (se han conseguido en torno a unas 3.000 semillas viables). Y, en este año, ya se han podido plantar los primeros trescientos ejemplares en dos puntos del litoral onubense.

Por lo menos, no todas son malas noticias para la Naturaleza, una planta que se dio por perdida se ha podido recuperar (y están detrás de la recuperación de otra, un helecho también desaparecido, el Christella dentata). A ésto sí que se le puede considerar una auténtica resurrección.

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