Bueno, en realidad, una réplica de una rana, que tampoco hay que ser tan sádico como para andar crucificando bichos: para hacer daño a los animales hay que, primero, disfrazarse de folklórico, en cuyo caso dirán que lo tuyo es arte.
A lo que vamos. La directora del Museo de Arte Moderno Bolzano (Norte de Italia) ha sido despedida por exponer esta obra:
Ah, ¿he dicho ya que había una queja de Ratzinger de por medio?
Visto en este enlace de Público.es
Pues digan lo que digan, a mí me parece que la rana tiene su gracia...
La obra fue expuesta en mayo, el despido es del martes pasado.
ResponderEliminarComo dice el Benedicto XVI: «muchas personas que en la cruz ven un símbolo del amor de Dios». Y menudo «amor»..., si la cruz era un lugar de suplicio, un patíbulo. ¡Claro!, estamos condenados todos a morir, por eso nos lo recuerda.
ResponderEliminarLa escultura está mal. Tiene que estar boca abajo.
ResponderEliminar«muchas personas que en la cruz ven un símbolo del amor de Dios»
ResponderEliminarEntonces,... ¿el tal Dios ese no ama a las ranas? ¿tiene algo en contra de ellas y por eso las niega el derecho a una crucifixión digna?
¿Cual será la sabia opinión de Sánchez Dragó acerca de ésta y de cualquier otra problemática de las ranas?
No ama a los sapos y las ranas porque ellos y ellas croan cagándose en su persona y espíritu todos los dias en las charcas...
ResponderEliminarNo es eso, lo que pasa es que el Vaticano está lleno de viboras.
ResponderEliminar¡Qué complicado es todo!
ResponderEliminar