miércoles, 20 de mayo de 2009

Golondrinas

Un grupo de muchachas
¡que preciosidad! apalean con saña y placer
a otra,
una puta ecuatoriana medio india (otra preciosidad)
y lo graban, ji, ji,
ja, ja, en el móvil, y lo cuelgan
en Internet.
Quizá
por una como éstas escribió el idiota de Becker eso de las golondrinas.

Puta vida.

viernes, 15 de mayo de 2009

Una ventana al pasado

En nuestro registro fósil lo que más se suele preservar a lo largo del tiempo son las partes duras del animal, como los huesos y las conchas, y muy raro que se preserven las partes blandas (uno de los casos más conocidos son las plumas del Archaeopteryx).

El ciervo gigante o alce irlandés (Megaloceros giganteus), el mayor de los cérvidos, habitó en Europa y Asia occidental hasta su desaparición hace unos 10.600 años, de él se conoce bien su esqueleto. Sus machos poseían la mayor de las cornamentas (de hasta casi cuatro metros de punta a punta y unos cuarenta kilos de peso), que crecía hacia afuera desde la cabeza, en ángulo recto respecto al eje del cuerpo y era palmeada, con púas que también surgían del borde anterior. Su aspecto externo se dedujo de los actuales ciervos y alces, en cuyas reconstrucciones colocaban la cabeza sobre el dorso.


Pero lo que los fósiles no nos dicen, nos lo dijeron nuestros antepasados. En unas cuevas del suroeste de Francia, como Chauvet y Cougnac, nos legaron unos dibujos (de hace 30.000 años, en la primera gruta, y unos 14.000 años, en la segunda) que representaban a estos impresionantes animales. Los artistas de la Edad del Hielo, mediante el arte parietal, pintaban los animales como los veían y nos han proporcionado unas evidencias que de otro modo se hubiesen perdido en las fauces de la Prehistoria, los rasgos externos de estos ciervos ya extintos. A diferencia de las reconstrucciones de los museos, el Megaloceros mantenía la cabeza baja y alineada con la columna vertebral. Y lo más llamativo, una giba o joroba sobre sus hombros, que no se conoce en las especies actuales.


Más recientemente, en la región de Kimberley (al norte de Australia Occidental), un guía naturalista encontró una pintura sobre una roca de un animal extraño. Según estudiaron, el animal reflejado en cuestión, era un león marsupial (Thylacoleo carnifex), ya extinguido hace unos 26.000 años. Fue el mayor mamífero carnívoro australiano de su tiempo, y marsupial. Aunque depredador, estaba más filogenéticamente relacionado con los canguros y koalas que con los marsupiales carnívoros nativos, como el diablo de Tasmania, el dasiuro o gato nativo marsupial y el extinto tilacino o lobo marsupial. Se conocía por sus huesos, que tenía unas musculosas patas delanteras con fuertes garras retráctiles, en especial la del pulgar, una maciza cabeza con fuetes mandíbulas. Carecían de colmillos, pero en su lugar los incisivos superiores eran caniniformes, y su tercer premolar largo y cortante.


De su morfología exterior nada sabíamos, hasta este descubrimento. Su cabeza, maciza y rectangular, portaba grandes orejas triangulares, y unos enormes ojos, que indicaban hábitos crepusculares o nocturnos, un cazador de la noche. Su lomo era rayado del cuello hasta la base de la cola. Y su cola, un tercio de la longitud total, estaba empenachada. El color, tal vez, ocraceo.

Gracias a estos antecesores nuestros, podemos conocer un poco de la megafauna pleistocénica: una auténtica ventana a nuestro remoto pasado.


Fuente: DEVIANT ART

Apoyo mutuo canino (II)

Esta vez se ha visto en Nueva York, un perro atropellado que es protegido por otro. El ejemplar herido, una hembra, tendido en la calzada de una autovía, es defendido por otro ejemplar que mantiene a raya a los policias que intentan intervenir. Tuvieron que neutralizarlo con un lazo para poder recoger a la hembra, que resulta ser la madre del otro can. Mientras el hijo les sigue hasta la veterinaria escoltando el coche. Otro ejemplo de lealtad en el seno de las manadas caninas.


jueves, 14 de mayo de 2009

Aznar el esclavista

Resulta, que recientemente el ex presidente Aznar nos dice que «lo antisocial es quitarle el derecho a trabajar a cinco millones de españoles.» ¿Qué querrá decir con eso del derecho a trabajar? Yo creía que es un derecho el tener un puesto de trabajo digno, el derecho a elegirlo sin presiones, a recibir un pago justo, a trabajar en condiciones satisfactorias y saludables, a ser respetado en el ámbito laboral, al descanso y al disfrute de unas vacaciones renumeradas o a la afiliación sindical. Los únicos que antaño tenían solamente el Derecho a Trabajar eran los esclavos, ¿quiere el señor Aznar volver a la esclavitud?

Los deberes u obligaciones en el trabajo implican cosas como ser responsable, eficiente en todo lo posible, solidario y buen compañero. Claro, que al llamarlo derecho y no deber, no querrá aplicárselo, ya que vive muy bien de la pensión vitalicia como ex presidente del Gobierno.

Por lo menos, para saber la diferencia, se lea un poco la Constitución que él tanto defiende a capa y espada, pero que dudo se haya leído. Como dice en el Artículo 35.1:

Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una renumeración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia, sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo.

jueves, 7 de mayo de 2009

¡Estos neoliberales!

El presidente de la patronal CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, alabó las palabras de la fanática ultraliberal Esperanza Aguirre que atacan todo tipo de ayuda social a la gente en tiempos de crisis, defendiendo a ultranza la economía neoliberal, el capitalismo más salvaje: Como se puede oír aquí.

Estos dos «buenos» personajes confunden la causa con la solución del problema, y así no se puede... Y, como siempre, utilizando la excusa de la actual crisis, nos vienen «tocando las pelotas» con otra reforma laboral, de las pensiones, reducción de salarios, etc. Les recomiendo, a todo el mundo incluido, que se leyesen este artículo de Juan Francisco Martín Seco:

REFORMA, SÍ; CONTRARREFORMA, NO
Este año, el Primero de Mayo se ha celebrado bajo el fantasma de la crisis económica y la amenaza del abaratamiento del despido. No deja de ser paradójico que el neoliberalismo económico, que ha sido el culpable la crisis y que, por tanto, debería aparecer como el villano de la función, quiera por el contrario erigirse en nuestro país en el protagonista y triunfador.

España es diferente. Cuando en todas partes se vuelve la mirada hacia las políticas keynesianas y se abjura, aunque sea con la boca pequeña, del fundamentalismo de mercado, aquí, en nuestro país, la derecha política y económica, los empresarios, algunos técnicos y la mayoría de los medios de comunicación continúan, erre que erre, con la ideología neoliberal. Es más, quieren aprovechar la crisis para reducir las pensiones o abaratar el despido.

La ofensiva es tan fuerte que los sindicatos han tenido que centrar en buena medida este Primero de Mayo en defenderse frente a la pretendida reforma laboral. Hay quien dice que la mejor defensa es un ataque, y eso es lo que debería hacer la izquierda: atacar proponiendo una reforma laboral, pero en sentido contrario a la que exige la patronal, porque si algo sobra en el mercado de trabajo español es flexibilidad.

La presidenta de la Comunidad de Madrid —que ante la crisis debería callarse avergonzada, puesto que ha sido una de las mayores defensoras de las teorías que nos han llevado a la recesión— afirma con todo el descaro y desparpajo que el mercado laboral es franquista, y es que ella debe saber mucho de franquismo. Lo cierto es que en 1979 se aprobó el Estatuto de los Trabajadores pactado por empresarios, trabajadores y partidos políticos, pero para algunos los pactos sólo obligan a los demás; poco tiempo después comenzó la ofensiva para modificar lo aprobado. Así llegaron cuatro nuevas reformas, más bien contrarreformas (1984, 1994, 1997 y 2002), encaminadas a desregular las relaciones laborales y facilitar el despido.

Todas ellas utilizaban las mismas falacias. Primero, para luchar —según decían— contra el paro, se promocionan múltiples clases de contratos temporales. Más tarde, y como la temporalidad es muy elevada, con la excusa de reducirla se propone abaratar el despido. Pero la precariedad no redujo las tasas de desempleo que sólo disminuyen cuando se reactiva la economía, y por más que se abarate el despido la temporalidad no desciende. En momentos de recesión como el actual, lo único que se consigue abaratando el despido es que el ajuste se traslade inmediatamente al mercado de trabajo sin que las dificultades afecten a las empresas o a las rentas de capital.

La prueba evidente de la enorme flexibilidad del mercado laboral español es la impresionante velocidad, mucho mayor que en el resto de los países, con la que la crisis se traduce en cifras de paro. No estamos hablando de crear empleo sino de destruirlo, y si se destruye con tanta facilidad únicamente puede ser porque es sencillo y barato despedir.

Sí, efectivamente, en España es necesaria una reforma laboral, pero no otra contrarreforma. Los sindicatos deben reclamarla, deben pasar a la ofensiva. Una reforma laboral que vaya en sentido contrario a las de los años 1984, 1994, 1997 y 2002. Únicamente sería preciso aplicar el sentido común. Para reducir la temporalidad y la precariedad sólo se precisa prohibir este tipo de contratos y permitirlos exclusivamente para aquellas actividades que son realmente temporales. ¿Que la indemnización de 45 días por año trabajado para los despidos improcedentes es muy elevada? Pues bien, eliminemos los despidos improcedentes. Cuando un juez declara que el despido es improcedente y no hay causa ni disciplinaria ni económica ni tecnológica, es decir, que la única razón del despido es el capricho y la voluntad del empresario, no impongamos ninguna indemnización sino, como ocurre en otros países, obliguemos a la readmisión. Los empresarios no quieren abaratar el despido basado en causas objetivas, sino poder despedir a su capricho y que, además, les salga gratis.

sábado, 2 de mayo de 2009

Acerca de la fiesta del Dos de Mayo



A LOS TRABAJADORES DE MADRID
La fiesta del Dos de Mayo

Trabajadores: No celebremos la fiesta del Dos de Mayo.

Cuando todos los obreros del mundo se tienden fraternalmente la mano a través de los continentes y los mares, pensar en fiestas patrióticas, pensar en la eterna causa de nuestra desunión, es el mayor de los crímenes.

El patriotismo es una idea que tiende a separar a los pueblos entre sí, y a mantener constantemente el odio entre hombres que, siendo hermanos, les hacen creer los tiranos y los explotadores que no lo son, porque se interpone entre ellos el profundo lecho de un río o las elevadas cumbres de una cordillera de montañas.

La idea de patria es una idea mezquina, indigna de la robusta inteligencia de la clase trabajadora. ¡La patria! La patria del obrero es el taller; el taller de los hijos del trabajo es el mundo entero.

Cuando la tierra yacía bajo la dura planta de la barbarie y la ignorancia, la idea de Patria era el astro esplendoroso que iluminaba de cuando en cuando aquella larga noche de espesísimas tinieblas. Pero hoy, en los tiempos de las ideas internacionales, la patria no tiene objeto alguno.

El patriotismo ha cumplido su misión; que descanse en paz en el panteón destinado a las ideas del pasado.

Desde que la tribu salvaje y vagabunda de la infancia de la humanidad descendió de la montaña a apoderarse de los frutos de la tribu laboriosa que habitaba la llanura, hasta la época presente, no ha cesado esa larga serie de invasiones que han producido hechos tan memorables como el paso de las Termópilas, la batalla de Roncesvalles, el Dos de Mayo y otros mil actos, en los cuales los vencedores de hoy han sido los vencidos de mañana. ¿Qué nación, qué provincia, qué pueblo, y en el pueblo, qué barrio, qué calle, y en la calle en qué casa no tendrán sus moradores que celebrar un triunfo alcanzado sobre sus vecinos, o llorar una derrota y un martirio ocasionado por los mismos?

Trabajadores: No vayáis al Dos de Mayo, porque es fácil que al lado de aquellas tumbas venerandas, cubiertas de laurel y siemprevivas, se levanten amenazadores los ensangrentados espectros de la raza americana sacrificada, destruida inhumanamente, a título de civilización, por nuestros antepasados los conquistadores del Nuevo Mundo. No vayáis al Dos de Mayo, porque es fácil que alrededor de aquellos gigantescos cipreses se encuentren vagando las víctimas que el fanatismo de nuestros padres hizo sacrificar en los Países Bajos y en la conquista de Italia. No vayáis al Dos de Mayo, adonde os impulsan a ir nuestros explotadores porque os embriagaréis de odio patriótico contra nuestros hermanos franceses, extranjeros en su patria como nosotros lo somos en la nuestra, gracias a la organización de la presente sociedad. Ellos no tienen la culpa de las víctimas causadas por los planes de un hombre ambicioso y cruel que cruzó por Europa como un meteoro de fuego, no dejando en pos de sí más que lágrimas y sangre.

Todos los habitantes de este planeta que gira en el espacio infinito en unión de un número inconmensurable de mundos, son hermanos. Todas las ideas que se opongan a la libertad, igualdad y fraternidad de los hombres, son injustas. El patriotismo, que se opone a la fraternidad de los pueblos es, pues, injusto.

Trabajadores: En nombre de la justicia, en nombre de la emancipación de la clase oprimida, en nombre de la Asociación Internacional de los Trabajadores, no celebréis la fiesta del Dos de Mayo.

Por la Sección Internacional de Madrid. – El Comité.

(Texto escrito por el socialista Francisco Mora en 1870.)

viernes, 1 de mayo de 2009

El cazador cazado

Aunque con un mes de retraso, lo comento. Resulta que el ex consejero de Medio Ambiente castellano-leonés, Francisco Jambrina, es denunciado por usar cepos ilegales en una finca de la provincia de Palencia. Él que cuando estuvo al cargo de dicha consejería, entre 1991 y 1999, aprobó la vigente ley regional de caza que prohibía estas malas artes, lo pillan con las manos en la masa. ¡Menudo cenutrio!

Estos políticos se creen que las leyes que hacen no van con ellos, caso similar al ex ministro Bermejo que caza sin licencia en la provincia de Jaén.

¡Cojonudo! Yo sigo preguntándome lo mismo... ¿para qué nos sirven los políticos y las autoridades?