miércoles, 18 de noviembre de 2009

No se andan con remilgos...

Estas fotografías del checo Václav Šilha en el río Grumeti (Tanzania) nos demuestran que los hipopótamos no se andan con remilgos para defender a los suyos.

Un cocodrilo atisba una futura presa entre un grupo de hipopótamos, éstos se agrupan como defensa, y el reptil opta por desplazarse por encima de ellos. Los hipopótamos se defienden y lo muerden... Del cocodrilo no se supo más.

1 comentario:

  1. Esta historia me hace recordar al dilema del cocodrilo:

    Érase una vez que se era un cocodrilo que se había robado un niño con el propósito de que le sirviera de aperitivo. El padre del niño al notar la ausencia de su vástago salió como un cohete volador a buscarlo y al encontrarse con el en las fauces del cocodrilo. Le rogó al cocodrilo que no se lo comiera.

    El cocodrilo que era un cachondo le propone al padre la siguiente adivinanza: “Si me adivinas si te devolveré o no a tu hijo entonces te lo devolveré” El padre, luego de analizar lógicamente la sentencia le responde: “tú no me devolverás a mi hijo”.

    Con esta acertada respuesta el cocodrilo debe devolver al niño, puesto que si de verdad el cocodrilo pensaba devolverlo entonces adivina y si la intención del cocodrilo era no devolverlo, entonces aparentemente no le adivina, el cocodrilo debería no devolverlo y si no se lo devuelve entonces lo adivina...... y pensando que debía hacer, de repente, vino una manada de hipopótamos y se comieron al cocodrilo según atestiguan estas imágenes.

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