por William Engdahl
www.engdahl.oilgeopolitics.net, 08/10/2007
La buena noticia es que las visiones catastróficas de la humanidad a punto de quedarse sin petróleo son erróneas. La mala es que el precio del petróleo va a seguir aumentando. El cenit del petróleo no es el problema. El problema es la política. Las grandes petroleras quieren mantener el precio del petróleo elevado. Dick Cheney [1] y sus amigos están dispuestos a ayudarles.
Personalmente, he hecho investigaciones sobre las cuestiones petroleras desde los primeros choques petroleros de los años 70. En 2003, estaba intrigado por algo que llamaban “Teoría del Cenit del Petróleo”. Esta teoría, parecía explicar la decisión de Washington, de otra forma inexplicable, de arriesgar todo en una agresión militar contra Irak.
Los defensores de la teoría del cenit petrolero, dirigidos por el antiguo geólogo Colin Campbell de British Petroleum, y el banquero tejano Matt Simmons, sostienen que el mundo hace frente a una nueva crisis. O bien al fin de la era del petróleo barato, o bien al cenit mundial del petróleo, puede ser de aquí al 2012, puede ser inclusive en 2007. Las reservas de petróleo estarían, parecería ser, en sus últimas gotas. Para probar esto, utilizan el argumento de la fuerte alza de los precios del combustible y el declive de la producción en el Mar del Norte, en Alaska y en otros yacimientos.
Según Campbell, el hecho de que ningún nuevo yacimiento de petróleo de tamaño comparable a los del Mar del Norte haya sido descubierto desde la época en que estos fueron hallados, hacia fines de los 60, es una prueba. Según ciertas informaciones, habría inclusive logrado convencer a la Agencia Internacional de Energía y al gobierno sueco. Sin embargo, esto no prueba que tenga razón.
¿Fósiles intelectuales?
La escuela del cenit petrolero se apoya sobre los manuales convencionales de geología, la mayoría escritos por geólogos estadounidenses o británicos, que afirman que el petróleo es un “combustible fósil”, un residuo o un deshecho biológico de restos fosilizados de dinosaurios o quizás de algas, lo que significa que el aprovisionamiento tendrá fin. El origen biológico es central para la teoría del cenit, que es utilizada para explicar por qué el petróleo es descubierto solamente en ciertas regiones del mundo, donde esta geológicamente aprisionado, desde hace millones de años. Esto significaría, por ejemplo, que los restos de dinosaurios muertos han comenzado a ser comprimidos, y que en el curso de unas decenas de millones de años, se habrían fosilizado y habrían quedado en depósitos subterráneos a, quizás, unos 4.000 a 6.000 pies [1 a 2 Km.], bajo la superficie de la tierra. En algunos casos raros, así establece la teoría, cantidades enormes de materia biológica deberían haber sido hechas prisioneras en formaciones de rocas situadas en los yacimientos marinos más superficiales, como los del Golfo de México, el Mar del Norte, o el Golfo de Guinea. La geología debería únicamente tratar de comprender o conocer los lugares donde estos bolsones, entre las capas geológicas, llamados depósitos, se encuentran en el interior de ciertas cuencas sedimentarias.
Una teoría completamente diferente sobre la formación del petróleo apareció en Rusia a principios de los años 50, y sigue siendo prácticamente desconocida en occidente. Esta afirma que la teoría convencional estadounidense sobre orígenes biológicos es un absurdo no científico y que no está demostrada. Estos geólogos rusos señalan que los occidentales previeron varias veces el fin del petróleo durante el pasado siglo, para al final acabar encontrando más, mucho más.
Esta explicación alternativa sobre el origen del petróleo y del gas, no existe solo en la teoría. La emergencia de Rusia, y anteriormente de la URSS, como uno de los más grandes productores de petróleo y gas natural, está basado en la aplicación de la teoría en la práctica. Esto tiene consecuencias geopolíticas de gran envergadura.
La necesidad: la madre de la invención
En los años 50, la Unión Soviética hacia frente al aislamiento del “telón de acero” occidental. La guerra fría estaba en su plenitud. Rusia tenía poco petróleo para hacer funcionar su economía. Encontrar suficiente petróleo en su territorio era una prioridad de seguridad nacional.
Los científicos del Instituto de Física de la Tierra de la Academia Ucraniana de Ciencias, comenzaron una investigación fundamental, hacia el fin de los 40: ¿de dónde viene el petróleo?
En 1956, el profesor Vladimir Porfiriev, presentó sus conclusiones: “el petróleo crudo y el gas natural no tienen ninguna relación intrínseca con la materia biológica cerca de la superficie de la tierra. Son materiales primitivos que surgieron de las profundidades abismales”. Los geólogos soviéticos acababan de poner la geología ortodoxa occidental patas arriba. Llamaron a su teoría sobre el origen del petróleo, teoría “abiótica” —no biológica— para diferenciarla de la occidental, sobre el origen biológico del petróleo.
Vladimir Porfiriev
Si ellos tenían razón, las reservas de petróleo de la Tierra serian limitadas solo por la cantidad de constituyentes de hidrocarburo presentes en las entrañas de la Tierra en el momento de su formación. La disponibilidad del petróleo dependería únicamente de la tecnología para perforar pozos ultra-profundos, y para explorar las regiones interiores de la Tierra. Se dieron cuenta, también, que antiguos yacimientos podrían ser restaurados y podrían seguir produciendo, como yacimientos que se rellenan de nuevo por sí solos. Afirman que el petróleo se forma en las profundidades de la tierra, en condiciones de muy alta temperatura y presión, comparables a las que son necesarias para la formación de los diamantes. “El petróleo es un material primitivo de origen abismal, que es transportado bajo presión por medio de procesos eruptivos 'fríos', hasta la corteza terrestre”, declaro Porfiriev. Su equipo descartó la idea de que el petróleo es un residuo biológico de restos fósiles vegetales y animales, y consideran esta idea como un engaño concebido para perpetuar el mito del aprovisionamiento limitado.
La profunda y caliente biosfera de Thomas
Gold, uno de los textos fundamentales de
la teoría del origen abiótico del petróleo
Desafiar la geología convencional
Esa visión radicalmente distinta sobre los orígenes del petróleo que tienen los científicos rusos y ucranianos permitió a la URSS hacer inmensos descubrimientos de gas y petróleo en regiones en las que anteriormente se pensaba poco propicias para su presencia, según las teorías de explotación geológica occidental. La nueva teoría sobre el petróleo fue utilizada a principios de los años 90, después de la disolución de la URSS, para buscar gas y petróleo en una región que era considerada desde hacía más de 40 años como geológicamente estéril, la cuenca del Dnieper-Donets, situada entre Rusia y Ucrania.
Siguiendo la teoría abiótica, de los orígenes abismales del petróleo, los geofísicos y químicos del petróleo ruso y ucraniano comenzaron por un análisis detallado del pasado tectónico y de la estructura geológica del subsuelo cristalino de la cuenca del Dnieper-Donets. Después de análisis tectónicos y de la estructura profunda de la zona, hicieron investigaciones geofísicas y geoquímicas.
Fueron perforados un total de 61 pozos, de los cuales 37 eran comercialmente productivos, una tasa extremadamente impresionante de éxito en la exploración, cerca del 60%. El tamaño del campo descubierto es comparable al North Slope en Alaska. Contrariamente, la perforación salvaje de los EE UU fue considerada un éxito, con una tasa de logros del 10%. Nueve de cada diez pozos son, por decirlo así, “agujeros secos”.
Pozo petrolero en la cuenca del Dnieper-Donets
La investigación geofísica rusa que permitió encontrar petróleo y gas fue herméticamente envuelta en el tradicional velo soviético de la seguridad del estado durante la era de la Guerra Fría, y permaneció en gran parte desconocida para los geofísicos occidentales que siguieron difundiendo el origen fósil y, como consecuencia, los severos límites físicos del petróleo. Lentamente fue naciendo entre ciertos estrategas del interior y “alrededores” del Pentágono, bastante más tarde del comienzo de la guerra de Irak, en 2003, la idea de que los geofísicos rusos podrían tener entre manos algo de una profunda importancia estratégica.
Si Rusia tenía conocimiento científico y la geología occidental no, esta poseería un as bajo la manga de gran importancia geopolítica. No sería sorprendente que Washington quisiera erigir un “muro de acero”, constituido por una red de bases militares y escudos antimisiles alrededor de Rusia, con el fin de cortar sus lazos portuarios y sus oleoductos destinados a alimentar Europa occidental, China y el resto de Eurasia. La pero pesadilla de Hallfor Mackinder —una convergencia cooperativa de mutuos intereses de los principales estados de Eurasia, nacida de la necesidad y de la falta de petróleo para alimentar el crecimiento económico— estaba emergiendo. Irónicamente, era la descarada apropiación por parte de EE UU de las vastas riquezas petroleras de Irak y eventualmente de Irán, lo que catalizaba esta cooperación, cada vez más estrecha, entre tradicionales enemigos eurasiáticos, China y Rusia, y también una creciente conciencia en Europa occidental de que sus opciones se hacían cada vez más pequeñas.
El Rey de Cenit
La teoría del cenit petrolero se basa en un documento publicado por el fallecido Marion King Hubert en 1956, un geólogo tejano que trabajaba para la Shell Oil. Este afirmaba que la producción de los pozos de petróleo es parecida a una curva en forma de campana, y una vez que el “cenit” es alcanzado, el declive es inevitable. Vaticinó que la producción de EE UU llegaría a su pico en 1970. Un hombre modesto, llamó a la curva de producción que inventó, curva de Hubert, y al cenit, cenit de Hubert. Cuando el rendimiento de la extracción de petróleo en EE UU comenzó a disminuir, alrededor de 1970, Hubert ganó un cierto renombre.
El único problema era que el cenit del petróleo no dependía del agotamiento de las fuentes en los yacimientos norteamericanos. Hubo un “cenit” porque Shell, Mobil, Texaco, y otros socios de la saudi ARAMCO inundaron el mercado norteamericano con sus importaciones desde Medio Oriente a muy bajo precio, exonerados de tarifas aduaneras, a precios tan bajos que muchos productores de California y muchos de Texas no podían competir y fueron forzados a cerrar sus pozos.
El único problema era que el cenit del petróleo no dependía del agotamiento de las fuentes en los yacimientos norteamericanos. Hubo un “cenit” porque Shell, Mobil, Texaco, y otros socios de la saudi ARAMCO inundaron el mercado norteamericano con sus importaciones desde Medio Oriente a muy bajo precio, exonerados de tarifas aduaneras, a precios tan bajos que muchos productores de California y muchos de Texas no podían competir y fueron forzados a cerrar sus pozos.
Los logros de Vietnam
Mientras que las multinacionales petroleras norteamericanas estaban ocupadas controlando los grandes campos de fácil acceso en Arabia Saudí, Kuwait, Irán, y otras áreas de petróleo barato y abundante durante los años 60, los rusos estaban ocupados en probar su teoría abiótica. Comenzaron por perforar en una región de Siberia considerada estéril. En este lugar, desarrollaron 11 importantes yacimientos petroleros y un yacimiento gigante basado en sus estimaciones geológicas abismales y “abióticas”. Perforaron en rocas cristalinas del subsuelo y descubrieron oro negro en una escala comparable a la North Slope de Alaska.
Seguidamente, estuvieron en Vietnam en los años 80 y ofrecieron financiar los costos de perforación para demostrar que su nueva teoría geológica funcionaba. Los yacimientos del Tigre Blanco, en Vietnam, perforados en el mar por la compañia Petrosov en roca de basalto a aproximadamente 17.000 pies (5Km.) de profundidad permiten la extracción de 6.000 barriles diarios, para alimentar su economía hambrienta de energía. En la URSS los expertos geólogos rusos abióticos perfeccionaron sus conocimientos, y el país se transformó en el más grande productor del mundo, a mediados de los 80. Pocos en occidente entendieron por qué, o no se molestaron en preguntárselo.
Plataformas petrolíferas en el yacimiento
vietnamita del Tigre Blanco
El Dr. J. F. Kenney es uno de los pocos geofísicos occidentales que dieron clases y trabajaron en Rusia, estudiando con Vladilen Krayushkin, quien desarrolló el enorme yacimiento de Dnieper-Donets. Kenney me dijo en una reciente entrevista que “para haber extraído solamente la cantidad de petróleo producida hasta la fecha por el yacimiento de Ghawar (Arabia Saudí) se habría necesitado un cubo de restos fósiles de dinosaurios, y ello suponiendo una eficiencia de transformación del 100%, que debería medir 19 millas de profundidad, 19 de largo, y 19 de alto, [aprox. 30Km. de alto, largo y profundo]. En resumen, un absurdo.
Los geólogos occidentales no se molestan en presentar pruebas científicas de los orígenes fósiles. Simplemente lo afirman, como si se tratara de verdades religiosas. Los rusos, en cambio, produjeron volúmenes de documentación científica, la mayoría en ruso. Los periódicos occidentales dominantes no tienen ningún interés en publicar una revisión tan revolucionaria. Cargos y trayectorias académicas enteras están, después de todo, en juego.
Cerrar la puerta
El arresto en 2003 del Mijail Jodorkovsky, de la compañía Yukos Oil tuvo lugar justo antes de que pudiera vender una parte importante de Yukos Oil a Exxon Mobil, después de una entrevista privada de Jodorkovsky con Dick Cheney. De haber obtenido esta participación en Yukos Oil, Exxon habría tenido el control de la más grande fuente del mundo de geólogos e ingenieros formados en técnicas abióticas de perforación en profundidad.
Desde 2003, el número de científicos rusos que comparten sus conocimientos ha disminuido considerablemente. Las ofertas de principios de los 90 para compartir sus conocimientos con EE UU y otros geofísicos del petróleo fueron fríamente rechazadas, según geofísicos norteamericanos implicados.
Entonces, ¿por qué una guerra de alto riesgo para controlar Irak? Desde hace un siglo, las grandes sociedades petroleras USA y sus aliados en países occidentales controlan el petróleo mundial a través del control de Arabia Saudí, Kuwait, y Nigeria. Hoy, viendo los yacimientos gigantes de petróleo que se agotan, las compañías perciben los yacimientos estatales de Irak e Irán como las mayores reservas de petróleo barato y accesible que subsisten todavía. Con la demanda enorme en petróleo de China y también de India, tomar directamente el control militar de esas reservas en Medio Oriente se convierte en un imperativo geopolítico para EE UU. Y lo más rápidamente posible. El vicepresidente Cheney llegó a su puesto actual vía Halliburton Corporation, la sociedad de servicios geofísicos más grande del mundo, en el terreno petrolero. La única amenaza potencial para este control del petróleo por parte de EE UU, resulta estar justamente en el interior de Rusia, y con las compañías gigantes rusas, ahora controladas por el Estado. Hmmmm.
Según Kenney, los geofísicos rusos utilizaron las teorías del brillante científico alemán Alfred Wegener, al menos 30 años antes que los geólogos occidentales “descubrieran” a Wegener en los 60. En 1915, Wegener publicó la innovadora teoría “la génesis de los continentes y los océanos”, que sugiere que hace 200 millones de años existía un súper continente único, la “Pangea”, que se separó formando los actuales continentes por medio de lo que él llamó la ”Deriva Continental”.
Hasta los años 60, los supuestos científicos de EE UU, como el Dr. Frank Press, entonces consejero en ciencia de la Casa Blanca, se refirieron a Wegener como a un “lunático”. A finales de los 60, los geólogos se vieron forzados a tragarse sus palabras, dado que Wegener ofrecía la única explicación que les permitió descubrir vastos recursos petroleros del Mar del Norte. Puede ser que dentro de algunas décadas, los geólogos occidentales reconsideren su mitología sobre los orígenes fósiles y se den cuenta de lo que los rusos conocen, desde los años 50. Mientras tanto, Moscú posee un as energético bajo la manga.
NOTA:
[1] Hay que tener en cuenta que el artículo fue escrito en 2007 con George W. Bush en la Casa Blanca [N. del traductor].
(Traducción del inglés por Tommaso della Macchina en Vórtice Inmediaísta)
Son varios científicos los que creen en el origen inorgánico del petróleo, yo ahí no me meto (me ha interesado más la biología que la geología). Pero, la cuestión está ahí: quiénes aporten más datos a favor o en contra de las teorías del origen inorgánico o del orgánico, pues... habrán ganado y tendrán la razón. Siempre he dicho que en ciencia no está todo dicho. lo que hoy se considera cierto mañana, tal vez, no lo sea.
ResponderEliminarPero la ciencia, como actividad humana que es, depende de la economía. Y quienes financían a los científicos, dictan las normas. Incluido convertir en verdad científica lo que no lo es.
Pues a mí sí que me interesa la geología y sí me meto a opinar. La teoría del origen abiótico del petróleo es sostenida por científicos de las potencias emergentes, y no sólo de Rusia: ahí está, p. ej., el geólogo uruguayo Danilo Antón. Si leemos Wikipedia nos dirá que la teoría del petróleo abiótico es perfectamente científica pero es minoritaria... Aquí habría que especificar que es minoritaria en occidente (aún así ahí está el libro de Thomas Gold). Yo creo (y esto ya es opinión) que el dinero de los gigantes petroleros como Exxon o BP inspira mucho a nuestros científicos y que aquí hay bastante de política por medio. Terminaré dando algunos datos científicos que apoyan la tesis de origen abiótico del petróleo:
ResponderEliminar-Hay petróleo descubierto a una profundidad de 9 kms, mucho mas hondo que los 5,5 kms que es el límite a partir del cual no se encuentra mas materia orgánica.
-Ciertos pozos ya vaciados han vuelto a rellenarse (p. ej. en California)
-La cantidad de petróleo sacado hasta ahora debido al material orgánico no coincide con los modelos.
-Se descubrió metano (un hidrocarburo como el petróleo) en Titán, un satélite de Saturno (y allí no hay vida) en un viaje de una sonda de la NASA.
La teoría del Pico Petrolero (y esto vuelve a ser una opinión aunque fuertemente documentada) es un fraude mantenido por ciertas petroleras que elevan artificialmente el precio del crudo, crean crisis, financian revoluciones de colorines y fomentan guerras (como la de Irak, Libia y muy pronto Siria e Irán). Y además lavan el cerebro a cierta izquierda para que defiendan un ecologismo de diseño basado en la idea neo-malthusiana y burguesa del decrecimiento, para regocijo del Council On Foreign Relations, la Comisión Trilateral y la Fundación Rockefeller.
Aquí se habla sobre el libro de Thomas Gold:
ResponderEliminarhttp://www.mitosyfraudes.org/Articulos/CombFos.html
Y como dijo el astrónomo británico Fred Hoyle en 1982:
«La sugerencia de que el petróleo podría haber surgido de algún tipo de transformación de pescado atrapado, aplastado o del restos biológicos es sin duda la idea más tonta que haber sido entretenido por muchas personas durante un período de tiempo muy prolongado.»
Teniendo en cuenta que este astrónomo podría haber dicho justo lo contrario sobre el asunto, debido a que fue un gran defensor de la energía nuclear, se podía haber servido de ello para la defensa de que los hidrocarburos no son renovables. Y no lo hizo. Tal vez, y muy seguro, el peso de las petroleras condiciona a muchos científicos occidentales en sus teorías. Don dinero manda.
Como dije no estoy muy versado en la geología, por lo cual no me pronuncio (aunque ambas teorías tengan una base sólida, una de ellas es errónea).
En Titán no sólo hay metano también hay abundante petróleo ¿Cómo es posible en un planeta sin vida?
ResponderEliminarhttp://www.space.com/4968-titan-oil-earth.html
«El Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA ha informado que la luna Titán de Saturno contiene unas reservas de hidrocarburos mayores que todas las de petróleo y gas natural que se conocen en la Tierra...»
ResponderEliminarhttp://www.xatakaciencia.com/astronomia/titan-un-gran-reserva-de-hidrocarburos
Hace cuatro siglos alguién defendió que es la Tierra, nuestro planeta, la que gira alrededor del Sol, nuestra estrella, y no al revés, como se mantenía desde tiempo atrás. Y por eso fue condenado, y resulta, que tenía razón. Muchas teorías, que comienzan siendo meras hipótesis, con el tiempo termina siendo mayoritáriamente reconocidas, pero para eso es necesario aportar más datos que las corroboren. Actualmente, en Biología, la teoría de la selección natural como factor de la evolución, es cuestionada, aunque siga siendo la dominante. Lo mismo ocurre con la hipótesis del origen orgánico de los hidrocarburos... que no puede serlo.