Red Voltaire | 17 de marzo de 2012
Damasco (Siria), 17:50 horas - Varias centenas de combatientes islámicos libios de Al-Qaeda (antiguo Grupo de Combate Islámico de Libia) y otros mercenarios operando para ciertas potencias occidentales han llegado en las últimas semanas en los hoteles en Amman, capital de Jordania. Desapareciendo repentinamente el viernes 16 de marzo 2012 para reagruparse en un lugar desconocido.
Al mismo tiempo, un intenso tráfico de autobuses ha transportado al menos 2,000 combatientes a un campo de «refugiados» en el pueblo de Hatay (Turquía) entre los días viernes 16 y sábado 17 de marzo. Este transporte continua actualmente y está siendo dirigido por el ejército turco (país miembro de la OTAN).
El coronel Riyadh Al Asaad, que había estado un cierto tiempo bajo arresto domiciliario tras el acuerdo sirio-turco del 7 de febrero, ha vuelto, una vez más, para asumir el comando absoluto del «Ejército Libre de Sirio» desde Turquía (otra casualidad es que la sede central del «Ejército Libre de Sirio» se encuentre en Londres).
Se estima que estas fuerzas islámicas-mercenarias juntas cuentan con alrededor de 500 a 1.000 adeptos Takfiristas en la frontera con Jordania y de 2.000 a 3.000 en la frontera con Turquía. Ningún grupo yihadista de importancia ha sido detectado en la frontera libanesa, en efecto, el Ejército libanés ya había desmantelado en el transcurso de estas últimas semanas un campamento de reasentamiento y una base de comunicaciones de los mercenarios de Al-Qaeda operando para los países occidentales, que quieren repetir en Siria el mismo escenario que la OTAN aplicó en Libia.
Todavía hay cientos de combatientes extranjeros en territorio sirio después de la caída del Emirato Islámico en la ciudad de Baba Amro y la limpieza para acabar con los mercenarios islámicos que aterrorizaban los pueblos de Deraa y de Idlib. Aunque totalmente desorganizados y sin aliento, estos grupos mercenarios islámicos aún clandestinos dentro de Siria puedan preparar y secundar los ataques de estas nuevos combatientes concentrándose actualmente en las fronteras turcas y jordanas con el apoyo de la OTAN.
El Ejército [gubernamental] Nacional sirio está reforzando sus dispositivos de seguridad en las fronteras para impedir la infiltración en el país de estos grupos fanáticos islámicos mercenarios operando para Al-Qaeda y otras potencias occidentales.
Damasco (Siria), 17:50 horas - Varias centenas de combatientes islámicos libios de Al-Qaeda (antiguo Grupo de Combate Islámico de Libia) y otros mercenarios operando para ciertas potencias occidentales han llegado en las últimas semanas en los hoteles en Amman, capital de Jordania. Desapareciendo repentinamente el viernes 16 de marzo 2012 para reagruparse en un lugar desconocido.
Al mismo tiempo, un intenso tráfico de autobuses ha transportado al menos 2,000 combatientes a un campo de «refugiados» en el pueblo de Hatay (Turquía) entre los días viernes 16 y sábado 17 de marzo. Este transporte continua actualmente y está siendo dirigido por el ejército turco (país miembro de la OTAN).
El coronel Riyadh Al Asaad, que había estado un cierto tiempo bajo arresto domiciliario tras el acuerdo sirio-turco del 7 de febrero, ha vuelto, una vez más, para asumir el comando absoluto del «Ejército Libre de Sirio» desde Turquía (otra casualidad es que la sede central del «Ejército Libre de Sirio» se encuentre en Londres).
Se estima que estas fuerzas islámicas-mercenarias juntas cuentan con alrededor de 500 a 1.000 adeptos Takfiristas en la frontera con Jordania y de 2.000 a 3.000 en la frontera con Turquía. Ningún grupo yihadista de importancia ha sido detectado en la frontera libanesa, en efecto, el Ejército libanés ya había desmantelado en el transcurso de estas últimas semanas un campamento de reasentamiento y una base de comunicaciones de los mercenarios de Al-Qaeda operando para los países occidentales, que quieren repetir en Siria el mismo escenario que la OTAN aplicó en Libia.
Todavía hay cientos de combatientes extranjeros en territorio sirio después de la caída del Emirato Islámico en la ciudad de Baba Amro y la limpieza para acabar con los mercenarios islámicos que aterrorizaban los pueblos de Deraa y de Idlib. Aunque totalmente desorganizados y sin aliento, estos grupos mercenarios islámicos aún clandestinos dentro de Siria puedan preparar y secundar los ataques de estas nuevos combatientes concentrándose actualmente en las fronteras turcas y jordanas con el apoyo de la OTAN.
El Ejército [gubernamental] Nacional sirio está reforzando sus dispositivos de seguridad en las fronteras para impedir la infiltración en el país de estos grupos fanáticos islámicos mercenarios operando para Al-Qaeda y otras potencias occidentales.
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