PES.- Cuatro sindicalistas, empleados del Hotel Concorde Opera, un
establecimiento de lujo del distrito VIII parisino, han recibido una
amonestación de la dirección —según la Confederación General del Trabajo (CGT)— por ayudar en julio de 2012 a escapar a una joven sirvienta
etíope de la habitación donde la retenía (y maltrataba, según
declaraciones de la víctima) una familia de los Emiratos Arabes Unidos
que se hospedaba en el hotel.
La dirección del hotel de cuatro estrellas les acusa, entre otras
cosas, de «no haberle advertido de lo que ocurría», a lo que el
sindicato —que considera el asunto un caso de esclavitud moderna—
contesta que «no lo hicieron por temor a que avisara a la familia árabe
en cuestión».
En protesta por la reconvención formal de la dirección del hotel,
recibida por los sindicalistas, el sindicato de trabajadores de hoteles
de prestigio de la CGT ha organizado una concentración ante el Concorde Opera el miércoles 3 de octubre de 2012, a mediodía, contando con el
apoyo de las asociaciones feministas Femmes Solidaires, la Liga del Derecho Internacional de las Mujeres y Regards de Femmes. La página Encore féministes está difundiendo la convocatoria del acto de protesta y solidaridad.
El 12 de julio de 2012, una camarera alertó a los sindicalistas de la
presencia de una joven etíope de 24 años que acompañaba a algunos
clientes, y se quejaba de ser su esclava. Avisadas dos asociaciones de
defensa de los derechos humanos —Femmes Solidaires y el Comité Contra la
Esclavitud Moderna— rescataron a la joven poniéndolas en manos del
Comité que, mediante conversaciones con ella estableció la verdad de
los hechos denunciados y finalmente alertó a la policía, que se presentó
la víspera del día fijado para que la familia árabe abandonara el hotel
pidiendo que le entregaran el pasaporte de la joven, que tenían
confiscado.
La chica, de 24 años, declaró que llevaba trabajando para la familia,
residente en Abu Dhabi, desde 2011, que jamás ha recibido la menor
compensación económica por su trabajo y que vivía «aterrorizada» por la
familia, algunos de cuyos miembros «lae pegaban frecuentemente». También
dijo que nunca había podido presentar una denuncia porque en Abu Dhabi
la tenían siempre encerrada en la casa.
El 13 de julio la policía francesa liberaba a la sirvienta etíope,
convertida en esclava por sus «señores». La familia, residente en Abu
Dhabi, que explotaba a la joven desde hacía 18 meses, estaba de
vacaciones en París y se hospedaba en el hotel. Los sindicalista no solo
no recibieron felicitaciones por su actuación, sino que la dirección
del hotel les ha amonestado por ello.
Según la CGT «la esclavitud moderna es un problema recurrente en los
hoteles de lujo» y no siempre la dirección «avisa a las autoridades
por miedo a quedarse sin clientes». Según ha declarado un camarero de un
hotel de lujo parisino al diario gratuito Metro, situaciones
como esta no son raras: «Ocurre con frecuencia. Las familias ricas
llegan al hotel, de vacaciones, con sus esclavos. Sabemos que cuando nos
piden una manta es para que sus domésticos se tapen cuando duermen».
La dirección del Concorde Opera acusa también a los sindicalistas de «haberle hecho perder dinero» con su intervención.
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