sábado, 9 de marzo de 2013

¿De verdad tienes los años que crees tener?


NAUKAS

Al igual que con las gallinas, tu vida comenzó con un huevo. No uno de esos cuya cáscara se pueda romper para hacer tortilla, vale, pero un huevo al fin y al cabo. No obstante, existe una diferencia significativa entre un huevo humano (más conocido como óvulo) y uno de gallina, lo cual por cierto tiene un efecto sorprendente en tu edad. Los óvulos son diminutos, después de todo son solo células y miden alrededor de 0,2 milímetros de diámetro (el tamaño aproximado de un punto impreso como el que acaba esta frase).

Pero el caso es que el óvulo del que procedes se creó en tu madre, y no precisamente el mes en que se quedó embarazada de ti, sino cuando era un embrión. La formación de tu óvulo, que implica también la formación de la mitad de tu ADN, podría por tanto considerarse el primer momento de tu existencia. Y como vemos, todo eso sucedió antes de que tu madre naciera.

De modo que he hecho números y puesto que tengo 42 años, y dado que mi madre tenía 25 años cuando yo nací, en realidad puedo afirmar que una parte sustancialmente importante de mi tiene más de 67 años. ¿Podré pedir la jubilación empleando este argumento?

Me enteré leyendo «20 amazing facts about the human body» en The Guardian.

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