La Confederación General del Trabajo y Podemos coincidieron en la reunión que celebraron el pasado 17 de septiembre en valorar la situación social y política de dramática para amplias campas de la población en lo referente a derechos sociales, laborales y políticos. Así mismo consideran que ésta situación es producto de las políticas neoliberales que los distintos gobiernos del bipartidismo (PP, PSOE) vienen imponiendo a la mayoría social, con consecuencias tan dramáticas como la precariedad, empobrecimiento, desigualdad, represión y negación de la libertad y de la democracia.
19 septiembre 2014
CGT estuvo representada por José Aranda, secretario de Acción Sindical y Desiderio Martín, secretario de Formación y Salud Laboral y por parte de Podemos por los portavoces Luis Alegre, Jorge Lago y Miguel Vila.
El sindicato CGT ha resaltado el planteamiento y apuesta que mantiene en la sociedad «la movilización de todos los sectores sociales es la única garantía de la recuperación de los derechos y las libertades», a la vez que la movilización de todo el tejido social es la única posibilidad para una ruptura con este régimen y construir una sociedad donde lo público, lo común: trabajo, rentas, sanidad, educación, vivienda, pensiones, transportes, libertades... sean para todos y todas.
CGT considera que participar de forma común con todas las organizaciones que tienen un planteamiento ético en la lucha contra la barbarie de las políticas neoliberales es una obligación, y llama a confluir en la campañas que se están convocado en la calle: contra la criminalización de las protestas sindicales y sociales, la Ley del Aborto, la ley Mordaza, la impunidad de los poderosos (políticos, banqueros, empresarios), la ley de la Reforma Laboral, la Ley de Pensiones, el Tratado Transatlántico de Libre Comercio entre la UE y EEUU, por la defensa de todo lo público y, especialmente, por la defensa de la libertad y la democracia directa. Todas estas movilizaciones necesariamente tiene que abocar a una gran movilización social y laboral, una huelga general, donde los movimientos sociales, como el 22M (marchas de la dignidad), juegan un papel esencial en ese camino de construir otro modelo de relaciones sociales, económicas y políticas.
CGT declara que la actitud de los sindicatos mayoritarios al sentarse con la patronal, para «negociar» las migajas que el régimen quiera dar a la población empobrecida y ninguneada, muestra su faceta de «agentes sociales funcionales a los intereses del régimen», cuando la desafección social llama a todo lo contrario, «ningún pacto de miseria con los poderosos, troika incluida».
Al respecto de la posición de los sindicatos del régimen, los portavoces de Podemos a título individual, pues indicaron que hasta que su organización no finalice el proceso de constitución no habrá una posición oficial al respecto, manifestaron su comprensión con el análisis de la CGT en relación a que «la acción sindical de estos sindicatos es parte del problema». Así mismo coincidieron en «que mientras millones de trabajadores y trabajadoras no hagan una ruptura con el sindicalismo de consenso difícilmente se generarán contrapoderes suficientes para transformar el modelo social», «al tiempo que ese modelo sindical resta posibilidades a la movilización en la calle y en los centros de trabajo».
CGT y Podemos tienen bases en común y de cooperación, como la apuesta por trabajar en los movimientos sociales de forma horizontal, sin colonizaciones sino como partes de esos movimientos, con un interés ético común cual es terminar con este modelo de explotación y gestionar la sociedad desde la autogestión de las personas.
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