miércoles, 4 de octubre de 2017

La independencia catalana: cinco cosas para pensar

 

La independencia catalana podría ser buena o mala: dependerá del pueblo catalán el que se haga bien, o de lo contrario lo más probable es que salga mal.

Por TONY CARTALUCCI

Los titulares y comentarios a lo largo de los medios orientales y occidentales se han enfocado principalmente en el referendo por la independencia catalana, las acciones de la policía española y los intentos de impedir las elecciones.

Sin embargo, poco se ha dicho sobre cuáles pudieran ser las implicaciones de la independencia catalana. ¿Qué buscan aquellos políticos que favorecen la independecia de Cataluña de lograrlo? ¿Crearían una Cataluña que esté con el beneficio de su pueblo? ¿O servirán a la Unión Europea (UE) y a la OTAN de forma más eficiente y diligentes de lo que hubiera podido una España unida?

Hay cinco puntos que aquellos que siguen este conflicto deben saber y tomar en cuenta mientras que los eventos se desencadenan:

1. Cataluña tiene una formidable economía industrializada en relación a otras regiones de España, con un Producto Interno Bruto (PIB) y una población que por poco supera a naciones como Escocia y Singapur, y es muy probable que pudiera mantener su independencia de España.

2. La OTAN pareciera estar ansiosa por alentar la independencia y le daría la bienvenida a lo que ellos esperan sería una capacidad militar robusta para agregarle a sus guerras de agresión global.

Un artículo publicado por el Atlantic Council (un think-tank de la OTAN financiado por los Fortune 500) de 2014 titulado «Las implicaciones militares de la secesiones catalana y escocesa» manifestaría que:

«Cataluña tiene una población de 7.3 millones, con más de 300 millardos de dólares en PIB. Gastando un 1.6% de eso en defensa provee por encima de 4.5 millardos de dólares anualmente, o aproximadamente el presupuesto de Dinamarca, que tiene unas fuerzas armadas eficientes y prestigiosas. Los planes militares catalanes son más bien vagos, pero hasta ahora, hacen énfasis en la armada. Con los excelentes puertos de Barcelona y Tarragona, Cataluña está bien ubicada como un poder naval menor, "con el Mediterráneo como nuestro ambiente estratégico, y dentro del marco de la OTAN", tal como alegan los think-tanks de defensa nacionalistas. Los planes sin desarrollo invocan un grupo de seguridad litoral con unos cientos de marineros al principio. Luego de algunos años, Cataluña podría asumir la responsabilidad como "un actor de peso en el Mediterráneo" con aeronaves marítimas basadas en tierra y combatientes de superficies pequeñas. Eventualmente, la ambición nacionalista pudiera incluir un grupo expedicionario con transporte ligero y cientos de marinos, para asumir un papel importante en la seguridad colectiva.»

La nota del Atlantic Council concluiría enfáticamente que:

«De ser caracterizado acertadamente por los pocos papeles blancos que han salido, la posición de los separatistas sugiere una mirada valiosa y refrescante en la especialización en defensa colectiva: construir una marina que es comparativamente enfocada en influir en eventos en la orilla.»

3. Los políticos catalanes pro-independencia parecen apoyar de forma entusiasta el ingreso de Cataluña a la OTAN.


«El Primer Ministro Artur Mas confirmó explícitamente que Cataluña busca una membresía en la OTAN. En una entrevista reciente con el diario italiano La Reppublica, Artur Mas explicó que una Cataluña independiente se ve a sí misma en el corazón de la OTAN. Esto va en línea con el compromiso de Cataluña con la comunidad internacional, el principio de seguridad colectiva, la legislación internacional y el imperio de la ley en el mar.»

El artículo también señalaba que:

«Cataluña busca su libertad, no el evitar las responsabilidades inescapables que vienen de la mano con eso, sino ejercerlas en su totalidad junto a sus socios y aliados. Los catalanes entienden por completo que la libertad no vendría sin un precio, y que si bien la independencia significa el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, en lugar del gobierno extranjero, también quiere decir que ellos no serán capaces de ver en otra dirección cuando aparezca una crisis o un desafío. Ellos entienden que cuando venga el próximo Afganistán, sangre catalana también será derramada.»

En esencia, los políticos catalanes parecen estar muy comprometidos no sólo con la OTAN, sino con las guerras de agresión e intervención que liberan, y de derramar la sangre de su pueblo para ayudar a la OTAN a pelearlas.

4. Algunos políticos catalanes han comenzado a planificar su integración en la OTAN.

El Grupo de Trabajo de la Asamblea Nacional Catalana de Políticas de Defensa manifestó en un papel de 2014 titulado «Las dimensiones de las Fuerzas de Defensa Catalanas: Fuerzas Navales (resumen ejecutivo)»:

«El Mediterráneo: nuestro ambiente estratégico. La OTAN: nuestro marco operativo.

»Cataluña debe participar en SNMG2 (Grupo Marítimo Permanente de la OTAN 2; anteriormente Fuerza Naval Permanente del Mediterráneo), un componente de la Fuerza de Reacción de la OTAN, la NRF (por sus siglas en inglés).

»También sería conveniente que participara en el SNMCMG2 (Grupo Permanente número 2 de contraminado).»

5. Como Kurdistán, cualquier tipo de «independencia» pierde todo significado si el Estado resultante se encuentra a sí mismo profundamente dependiente e imbricado con la hegemonía occidental y las instituciones que la mantienen (especialmente al precio de Estados miembros o proxies), sea el kurdo o el catalán.

Que los políticos catalanes ya hayan manifestado de forma entusiasta y abierta que juraron sangre y dinero catalán a intereses extranjeros y las guerras que buscan pelear a lo largo del globo, sugiere que la idea de Cataluña de algún tipo de «independencia» es en realidad una Cataluña que simplemente se vuelve más dependiente, subordinado a un amo aún superior, incluso más lejano.
Pensando más a fondo

Estos cinco puntos deberían ser considerados por quienes están a favor y en contra de la independencia catalana. Mientras que Cataluña puede crear para sí misma una independencia significativa y duradera apuntalando la paz y prosperidad de su pueblo, pareciera que muchos en cargos de alta dirección pretenden sencillamente hacer que Cataluña vire de estar subordinada a Madrid para Bruselas.

Quedan sin responder más preguntas en relación a la economía catalana; incluyendo lo que pudiera hacer una Cataluña independiente, lo que pudiera hacer para alimentar corporaciones extranjeras de mayor envergadura que buscan esquivar las barreras y obstáculos en el actual clima económico español, y explotar a la Cataluña «independiente», su pueblo, sus mercados y recursos. Lamentablemente, tales políticas económicas y sus resultados pueden desenvolverse mucho después de que sea posible para el pueblo catalán el hacer algo al respecto.

Para la población catalana dedicada a la independencia, debe encontrar y usar una ventaja socioeconómica local, necesaria para dirigir a la nación potencialmente independiente hacia una trayectoria que mejor les sirva a ella y a su futuro, y no a un manojo de políticos catalanes más que dispuestos a servirle a los intereses sean de Bruselas, Londres o Washington.

2 octubre 2017

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