miércoles, 28 de febrero de 2007

Afán de protagonismo (El Aullido)

Corría el año 1994. En Valladolid, un joven tenía dos pasiones: una era el rock duro, lo cual no tiene ningún interés en esta historia; la otra pasión era todo lo referente a las revoluciones sociales, pasadas, ¿presentes y futuras? Nuestro protagonista, al que nos referiremos con el sobrenombre Krates, había pasado sucesivamente por las filas de los movimientos antimilitarista y libertario de la ciudad. El caso es que dejó ambas organizaciones, por discrepancias internas y cuestiones personales.

Sin embargo, Krates no se dio por vencido y decidió seguir aportando su grano de arena en la difusión de las ideas anarquistas. Creó un boletín, El Aullido, en el cual se trataban temas sociales, históricos, ecologistas, etc., siempre desde un punto de vista libertario. Desde los juicios por Insumisión hasta la okupación de la Quinta Ana Mari (espacio liberado durante un solo día, lo que tardó la policía en desalojarla, actualmente es una comisaría de la policía municipal, ironías del destino); desde la oposición a los sangrientos espectáculos taurinos hasta la crítica a la religión; desde la repulsa a la homofobia o al fascismo, hasta el elogio a los sans-culottes de la Revolución Francesa. Y todo ello acompañado por textos de autores como Bakunin, Kropotkin, Tolstoi, Thoreau, etc.

El boletín fue todo un éxito, y por él pasaron muchos colaboradores, la mayoría de los cuales hoy forman parte de este vuestro blog... pero, aún así era Krates el que llevaba casi todo el peso del boletín y, como todo en esta vida, llegó un momento en el que las circunstancias cambiaron, el tiempo libre era cada vez más escaso y ésto a la vez que se iban agotando las ganas. El Aullido llegó a su fin, justo cuando estaba en sus mejores momentos. Pero...

Pasó lo que todo colectivo antiautoritario y contestatario debe evitar. O más bien, lo que todo colectivo de personas iguales entre sí debe evitar.

Si bien Krates redactaba el boletín, lo maquetaba, lo fotocopiaba y lo distribuía por Valladolid, aceptó la colaboración de otra persona (a la que denominaremos «E») en lo referente a la distribución fuera de la ciudad, aprovechando que «E» poseía un apartado de correos. Resultó que «E» era una máquina a la hora de enviar boletines, así que en poco tiempo El Aullido se había hecho famoso: había cruzado unos cuantos charcos, recuerdo haber visto cartas enviadas desde Argentina, Irlanda o Australia solicitando el envío de El Aullido. Impresionante, ¿verdad? «E» se había hartado de enviar boletines a todos los fanzines que conocía y éstos a su vez habían publicitado la revista. Toda la correspondencia pasaba por las manos de «E»... y ahí empezaron los problemas... El primer problema fue cuando entrevistaron a El Aullido en un fanzine y «E» contestó las preguntas sin contar con nadie más. Por otro lado, a base de recibir y mandar cartas se hizo con una lista de direcciones de aquellos que habían solicitado nuestra publicación, lista que nunca compartió con el resto del grupo. De este modo se hizo con el control de toda la distribución y de toda la correspondencia que llegaba a nombre del boletín.

Llegó el momento del parón. Krates dejó de escribir textos, pero a «E» no le importó. Ya no solo hablaba en nombre de todos, sino que ahora ya se atribuía todo el mérito para sí mismo. Él era el autor único de los boletines. A todo el mundo iba diciendo que él hacía eso... era obvio que esos textos no eran suyos pues no sólo el chaval no había escrito un texto en su vida, sino que además no tenía ni la más remota idea de quienes eran los autores que aparecían en el boletín. Es más, como pude comprobar, él ni siquiera leía lo que acababa de hacer suyo. Como dicen en mi pueblo, antes se coge a un mentiroso que a un cojo, así que no era necesario desmentirlo.

Craso error, la gente cree lo que quiere creer y se tragaron la fantasmada más absurda... y la «noticia» corrió como la pólvora... ya no era solo «E», ahora era «E el de El Aullido».Sin embargo, no se puede vivir de las rentas de otros eternamente. Así que aburrió al pobre Krates para que siguiera escribiendo textos y, como éste no le hizo caso, empezó a decirnos al resto que Krates pasaba del tema y que le había autorizado a utilizar el nombre «El Aullido» para lo que creyese conveniente. Esto último resultó ser falso, pero nos lo creímos. De vez en cuando dejaba caer «deberíamos sacar algún número» y le contestábamos «pues a ver cuando te pones a ello». Nótese la mala leche del comentario... Si quieres presumir al menos sé tú el que se lo curre.

Así que «E» incapaz de escribir una sola letra que delatase que no había hecho una redacción desde los tiempos del colegio, seguía buscando quien escribiese por y para él. Solía decir «tenemos que sacar un Aullido, he pensado unos temas» y acto seguido desplegaba una hoja doblada de libreta en la que aparecían una serie de frases hechas del tipo «El que okupa preocupa», «Mucha policía poca diversión», «Televisión Manipulación», etc., siempre las mismas frases hechas. La respuesta solía ser la de siempre... «Pues nada, cuando tengas escrito algo me lo pasas y ya lo leo». Y así fue pasando el tiempo.

El caso es que de repente, y por fortuna para él, la situación cambió. De repente algunos teníamos interés en sacar nuevos textos. El Aullido volvía a salir después de más de dos años de parón. Así que sacamos otros tres números, en los que despellejábamos a la policía y al Partido Popular. Pero...

Pero como dice la ley de Murphy, ׂ«si algo tiene la posibilidad de salir mal, saldrá mal». Habíamos metido la pata hasta el fondo. Nos encontramos con que «E» se convertía ya no en autor sino en amo y señor de El Aullido. Ya no es que fantasmease, que también, sino que ahora además vetaba temas que él no escribía (vuelvo a recordar que él controlaba la distribución), hacía y deshacía a su antojo, etc. El colmo fue cuando un día, comentando nuestras simpatías hacia determinada organización libertaria, llamó por teléfono para solicitar la afiliación de todo el grupo sin preguntar a nadie más. Me imagino que quien le cogiese el teléfono quedaría estupefacto durante una buena temporada.

Hasta aquí habíamos llegado. Decidimos dejarlo. Pero no sin antes avisar a Krates de lo que estaba pasando, pues él era el único que podía cortarlo. Con las aguas volviendo al cauce, sacamos un nuevo número, el último hasta la fecha: era una crítica al nacionalismo de izquierdas, y hay que reconocer que Krates lo bordó. Este artículo lo tenéis en este blog, en este enlace.

Lo último que supimos de «E» es que ahora firmaba como «ElAullido» en un foro de Internet relacionado con un festival de música. Como esa sección del foro ya no está en línea, os pongo un copiar y pegar de las obras completas de «E»:

"fue una puta mierda de concierto para empezar a las 12 de la mañana i acabar a las 5 de la mañana fue una puta mierda I LUEGO LA PUTA ORGANIZACION i toda la secreta ke abia dentro i los amigos de la seguridad si eso es un concierto valla puta mierda de concierto .VALLA MIERDA DE CONCIERTO

VALLA MIERDA DE KONZIERTO.el uniko ke lo salvo yosu distorsion i los del puente romano.un saludo i salud i anarkia

ola eso pa cuando los roñas es un grupo de puta madre a ver si pa otro año les meteis i los carretera agropecuaria eso si ke es un grupazo i no los exploited. esos carretera un saludo desde valladolid

POS ESO VALLA MIERDA DE CONCIERTO.MUCHA SEGURIDAD PA KE FUERA UNA PUTA MIERDA .BUENO UNA COSA TUBO BUENA EL YOSU DISTORSION I LOS DEL PUENTE ROMANO FUERON LOS MEJORES MEJOR KE EXPLOITED .UN SALUDO SALUD I ANARKIA

ola tronco yo estoi kontingo parecia un campo de concentracion tanto segurata incluso alguno parecia ke se las gozaba tokando.y a ultima ora esos ke iban vestidos de seguridad te echaban a patadas.valla educacion ke tenian luego dicen de los punks.luego esta lo de las agreditaciones de prensa ke decian ke se las darian a todos los o las revistas alternativas pos otra cosa ke es mentira nosotros tuvimos ke pagar la entrada.y luego lo de la acampada ubo una peña ke venia de portugal ke no pudo poner la tienda joder ke bien estaba organizado bueno en definitiba una puta mierda de organizacion
a el dibujo de la rata del tinto es una copia"

Qué peligro tiene la gente con demasiado afán de protagonismo. Por cierto, si os fijáis en el último párrafo, el hombre tuvo la cara suficiente de pedir acreditación de prensa para entrar sin pagar. Por ahora tenemos otro parón como El Aullido, pero tenemos ideas y funcionamos en nuestro blog colectivo y experimental (en estos momentos El Aullido somos Krates y yo: Radowitzky. Con la colaboración de Curio Dentato, Prometeo, Leonardo y otros).

Hasta otra. Salud y libertad.

14 comentarios:

  1. Hombre!!!!, viendo como escribe el personaje "E", no me extraña que no publicase él mismo.
    Debía estar buscando protagonismo a las puertas de su colegio mientras los demás estudiaban gramática.
    Ver para creer.....

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  2. Recuerdo que entre los años 95-96, el señor "E" (Joselé), cada vez que me veía, me trataba como si fuera mi productor o editor: "Vas a sacar otro texto". Él, mientras, no escribía ninguno.

    Yo no ví ninguna carta del exterior -exceptuando una italiana-.

    Cuando sus "colegas" inflaron de "hostias" a un pariente muy cercano mío, él no intercedío para nada, estando allí.

    Se lió a pedir dinero a diferentes organizaciones por un caso de violencia urbana, sin contar conmigo y los demás, pero en nombre del panfleto. Cuando a mí me responsabilizaban de ello.

    El último número que sacamos "Radowitsky" y yo (en el Blog está), éste lo consideró como "facha" sólo al leer el título: "Nacionalismo de izquierdas…" Por no quedar mal con sus amigos del Norte (los batasunos y los neonazis, para mí, son lo mismo).

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  3. Sí, el hombre se quedó un poco helado al leer lo de "nacionalismo de izquierdas, recular en vez de avanzar" ... y al final dijo "es que cualquiera que lo vea se piensa que somos fachas". Mi respuesta fue "pues que lo lean, porque el texto no es facha para nada".

    Respecto a la correspondencia y distribución, el hombre tenía la extraña costumbre de dividir su lista de direcciones en dos bloques, a unos les mandaba los números pares y a otros los impares. Algunas veces propuse hacer una base de datos con esas direcciones, de modo que pudiésemos encargarnos todos de la distribución y además así evitábamos que estuviese centralizada, lo cual era un peligro pues permitía estas situaciones en las que uno podía decidir qué se hacía y qué no, aún teniendo a todos en contra. Él siempre se negó a ello, siempre he creído que era porque tenía muy claro que sin el monopolio de la distribución él ya no pintaría nada.

    Sobre el tema de violencia urbana, la campaña de solidaridad con los detenidos era algo totalmente al margen de El Aullido, pero este hombre hizo y deshizo como le dió la gana, para variar. Se acordó hacer un panfleto en el que por una cara los acusados daban su punto de vista y por la otra se recogía la noticia que había publicado "El Norte de Castilla", de modo que se pudieran comparar ambos puntos de vista. El único que se opuso fue "E" (no quería dar el punto de vista del periódico): pues pasó lo de siempre, "E" dijo que de acuerdo, que si se decidía así pues así se hacía; resumiendo, todos los panfletos que distribuyó iban firmados con el logotipo de El Aullido y sin el texto del periódico. Se había saltado a la torera las decisiones que se habían tomado entre todos y había puesto una firma, El Aullido, que nada tenía que ver con ese tema.

    Lo de las organizaciones fue muy grave, pero es que las hizo aún más gordas.

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  4. Cuando hice el último de los años 90, el de la Revolución francesa, cosa que me costó y con la que llegue ha escribir muchás páginas en sucio, ya estaba pensando sobre otro tema (vinculado a la enseñanza o adiestramiento públicos). Cuando este personaje, me presionaba para sacar otro número más: "A ver cuanto lo tenía echo". Cosa a la que no hice ni "puto" caso. Sí salía, salia; y sí no, pues, no.

    Sobre el tema de la "violencia urbana", llegó a pedir dinero hasta a presos comunes, que llevaban varios años en prisión. Y es que me dió una mala fama, sin yo hacer nada.

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  5. Por mi parte, un último añadido...

    Cuando decidimos dejar El Aullido, un compañero (Lumpen, también en este blog) y yo sacamos otra publicación llamada "Asaltar el Cielo". Sacamos dos números y ahí quedó la cosa, aunque a decir verdad recibimos muy buenas críticas. Quien sabe, a lo mejor algún día deberíamos sacar un número tres.

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  6. Mientras todo esto sucedía, "E" practicaba su otra afición a parte de buscar protagonismo, acumular dinero a base de hacer horas extras y "proporcionar" a supuestos amigos con problemas de adicción unos gramitos más. El personaje en cuestión en principio suele parecer inofensivo, le ves y piensas: "alguien tan tonto no puede hacer demasiado daño". Error. La Historia está llena de imbéciles que consiguen dejar su despreciable impronta gracias a una sola cualidad, la falta de escrúpulos, la ausencia total de una mínima ética personal. La alusión histórica, antes de que el personajillo en cuestión se crea lo que no es, no busca darle ninguna trascendencia al sujeto, sino traer a nuestra memoria ejemplos que todos podamos conocer ( todos menos "E", que desde hace años lo único que lee son los extractos del banco).
    La etica es la base del anarquismo, la argamasa que da sentido y fuerza a la teoría política. Sin ella son solo palabras huecas. El apoyo mutuo, el rechazo al egoismo insolidario en el que se basa el capitalismo, la ausencia de otro protagonismo personal que no sea el de una mayor o menor implicación o militancia.. Esto nada tiene que ver con los actos cotidianos de este personaje. Cree que para ser algo o alguien basta con decirlo, publicitarlo y repetirlo hasta la saciedad. Acabará evitando los espejos para no morirse de vergüenza.

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  7. Estoy de acuerdo con los de retomar el "Asaltar el Cielo", aunque coordinarnos en mi actual situación de "deslocalización" puede ser un poco complicado. En cualquier caso merecería la pena intentarlo, y si es posible, incorporar a más gente.

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  8. Chicos, leed este artículo, es un extracto del libro de Carlo Maria Cipolla Allegro ma non troppo... ha sido verlo y fue inevitable relacionarlo mentalmente con el señor "E"

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  9. u

    Borriquito como tú. Tururú.
    que no sabes ni la u.

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  10. Creo intuir que "el Señor E" intenta comunicarse con nosotros

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  11. Vuelvo a quedarme solo... ¡Así es la vida! Nada es imperecedero.

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