jueves, 29 de noviembre de 2007

Kronstadt, 1921 (la Revolución rusa II)

Ya que en este mes se conmemora el nonagésimo aniversario de la Revolución rusa de Octubre, os pongo un texto algo posterior pero que refleja lo que fue y supuso la toma del Poder por los bolcheviques ese año, luego vendrían Stalin, la Guerra Fría, el Pacto de Varsovia, etc., hasta su final en 1991.

El 16 de marzo de 1921 (poco antes del último asalto que pondría fin a la rebelión de marinos, soldados rojos y obreros de la revolucionaria Kronstadt) salía publicada en el Izvestia de Kronstadt este artículo titulado: Socialismo entre comillas; redactado por el Comité Revolucionario Provisional que encabezaba la rebelión de esta ciudad-fortaleza (base naval de la Flota del Báltico) en la isla de Kotlin, a unos treinta kilometros al Oeste de Petrogrado, en el Golfo de Finlandia. Isla de larga trayectoria revolucionaria que se amotinó contra el Poder bolchevique (previamente lo hizo contra el zarismo y el Gobierno Provisional) defendiendo totalmente el original lema revolucionario de «Todo poder para los soviets», lema traicionado por Lenin y sus secuaces en el gobierno.

Tras tres años de guerra civil, la imposición del llamado Comunismo de Guerra y las carencias de existencias provocó sucesivas revueltas campesinas en el país y las huelgas generales de Moscú y Petrogrado, duramente reprimidas por «el gobierno de obreros y campesinos» de la llamada «patria del socialismo». La población de la isla fortaleza se sumaron a la protesta, foco de fuerte tradicción rebelde y de muchos motines antiautoritarios, se le llegó a denominar el «orgullo y la gloria de la Revolución rusa». Establecieron durante un tiempo un soviet libre, que terminó duramente reprimido por el Ejército Rojo, después de una lucha sangrienta y encarnizada. Un reflejo más de lo que Lenin y Trotski sembraron y después cosechó Stalin y los que le siguieron al frente de la URSS:


SOCIALISMO ENTRE COMILLAS


Al hacer la Revolución de Octubre los marinos y los soldados rojos, los obreros y los campesinos vertieron su sangre por el poder de los soviets, por la creación de una República de trabajadores. El partido bolchevique prestó estrecha atención a las actitudes de las masas. Al inscribir en su bandera seductoras consignas que agitaron a los trabajadores, logró atraerlos a su campo y les prometió conducirlos a un brillante reino del Socialismo, que sólo los bolcheviques sabían cómo erigir.

Naturalmente, una alegría sin límites se apoderó de obreros y campesinos. «Por fin la esclavitud que hemos soportado bajo el yugo de los terratenientes y los capitalistas se está transformando en una leyenda», pensaron. Parecía que hubiera llegado la época del trabajo libre en los campos, fábricas y talleres. Parecía como si todo el poder hubiera pasado a manos de los trabajadores.

La habilidosa propaganda llevó a los hijos del pueblo trabajador a integrar las filas del partido, donde fueron aherrojados por una severa disciplina. Luego, cuando los comunistas se sintieron suficientemente fuertes, primero desalojaron del poder a los socialistas de otras tendencias; después apartaron a los obreros y campesinos mismos del timón de la barca del Estado, mientras continuaban gobernando el país en su nombre. Los comunistas sustituyeron ese poder que usurparon por el dominio arbitrario de los comisarios sobre el cuerpo y el alma de los ciudadanos de Rusia soviética. Contra toda razón y contra la voluntad de los trabajadores, comenzaron a construir tenazmente el socialismo de Estado, con esclavos en lugar de trabajadores libres.

Luego de desorganizar la producción bajo el sistema de «control por los obreros», los bolcheviques procedieron a nacionalizar las fábricas y talleres. Los trabajadores se transformaron de esclavos de los capitalistas en esclavos de las empresas estatales. Pronto esto no fue suficiente, y entonces planearon introducir el método de trabajo acelerado al máximo: el sistema de Taylor. Todo el campesinado trabajador fue declarado enemigo del pueblo e identificado con los kulaks (campesinos ricos). Con gran energía los comunistas se dieron a la tarea de arruinar a los campesinos, ocupándose ellos mismos de crear granjas estatales (las estancias del nuevo terrateniente, el Estado). Esto es lo que los campesinos han recibido del socialismo de los bolcheviques en lugar del libre uso de las tierras que acababan de conquistar. A cambio del cereal incautado y las vacas y caballos confiscados, recibieron incursiones de la Cheka y pelotones de fusilamiento. ¡Excelente sistema de intercambio en un Estado de trabajadores: plomo y bayonetas por pan!

La vida de los ciudadanos se volvió desesperadamente monótona y rutinaria. Uno vivía de acuerdo con las tablas cronológicas fijadas por la autoridad que correspondiera. En lugar del libre desarrollo de la personalidad individual y de una vía de trabajo libre, surgió una esclavidtud extraordinaria y sin precedentes. Todo pensamiento independiente, toda crítica justa a los actos de los gobernantes criminales se transformaron en un delito castigado con la prisión, y a veces incluso con la ejecución. En una «sociedad socialista» comenzó a florecer el castigo capital, esa profanación de la dignidad humana.

Tal es el brillante reino del socialismo al cual nos ha llevado la dictadura del Partido Comunista. Hemos obtenido el socialismo de Estado con soviets de funcionarios que votan obedientes de acuerdo con los dictados del Comité Central del partido y sus infalibles comisarios. El lema «quien no trabaje no comerá», fue distorsionado por el nuevo orden «sovietico» y transformado en «todo para los comisarios». Para los obreros y campesinos y la intelligentsia trabajadora sólo queda el trabajo descolorido y sin descanso en un ambiente carcelario.

La situación se ha vuelto intolerable, y Kronstadt Revolucionaria fue la primera en romper las cadenas y los barrotes de hierro de esta prisión. Está luchando por un tipo diferente de socialismo, por una República Soviética de trabajadores, en la cual el productor mismo será el único dueño y podrá disponer de sus productos como le parezca adecuado.

IZVESTIA, 1921.

5 comentarios:

  1. Recuerdo unas palabras de Gaston Leval sobre la Revolución rusa que escribió tras su viaje al país, en verano de 1921, como delegado de la CNT española ,y después de visitar en la carcel a Maximov y a Volin:

    «Esta revolución, que, tras la carnicería mundial, nos había aparecido como la autora de la liberación del proletariado internacional y de la humanidad, nos parecía ahora uno de los mayores peligros en orden al porvenir de los pueblos. El terror policial sistematizado, el embargo creciente por el partido de toda la vida social, el aniquilamiento metódico de todas las tendencias, de todos los partidos, de todas las corrientes no bolcheviques, el exterminio no menos metódico de todos los revolucionarios que tenían un pensamiento diferente del de los nuevos amos, y la supresión misma de cualquier veleidad no conformista en el seno del partido, todo probaba que íbamos hacia un nuevo despotismo no solamente político, sino intelectual, mental, moral, que hacía evocar los períodos peores de la Edad Media.»

    ResponderEliminar
  2. Ayer por la ventanilla del coche ví un cartel en la calle: "Juventudes socialistas: únete". Una estrella y una mano. Y creo que la enorme sonrisa en mi cara lo decía todo.
    Pero enseguida fruncí el ceño y recordé que hay unas elecciones cerca y me invadieron las dudas. Porque no quiero que el PP nos vuelva a gobernar, no quiero, no quiero...no paro de repetir la misma frase en mi cabeza...pero las dudas no se me van. Definitivamente, mi conducta es paranoide...veo a Esperanza Aguirre y a Zaplana en la cara de cualquiera que pasa por la calle.
    Sus caras vacías me hablan de catástrofes e injusticias que no quedan impunes...todos cometemos fallos, claro que sí...pero unos son más hijos de puta al cometerlos que otros. Y no todo el mundo está acostumbrado a tapar la mierda con más mierda.
    Con perdón.
    Cualquiera puede pensar que es una cuestión puramente ideológica, que soy un friki, que soy un lector del Jueves, que no tengo sexo a diario,cualquier cosa...pero no es eso. Sinceramente estoy preocupado porque un partido tan insano como el Partido Popular pueda acceder a nuestro gobierno. No me gustaría que ocurriera nunca, por supuesto, pero especialmente ahora...sería probablemente el mayor atraso al que se enfrentaría España.
    Los títeres de Aznar en la Moncloa...sólo hace falta que alguien diga: "Corten!!!" y entonces nos daremos cuenta que vivimos en una película de Tim Burton...¡Qué digo Tim Burton!!...¡¡¡Ed Wood!!!. Horrible.
    Por eso hay que votar. Tenemos que votar. Hay que concienciar a la gente de izquierdas que voten, ¡¡¡que voten coño!!!!
    Que los de "Ansar" tienen la lección muy bien aprendida y como nos ganen terreno porque están desde las 5 de la mañana haciendo cola en las urnas para votar...yo creo que me termino cambiando de país.
    Quiero pasar con el coche, ver el cartel y sonreir....sonreir sin esperar a que nadie me joda el día diciendo: ¡¡¡Corten!!!!.
    Da igual de donde seas o lo que pienses...pero hemos de apoyar un gobierno lo más justo posible. Por eso hemos de votar, en masa, y tenemos que enganchar a la gente...sea como sea.
    Hay que hacer campaña ya. Porque no sólo se trata de ser buenos, sino también de hacerlo bien.

    O eso o Ed wood...¿qué preferís?

    ResponderEliminar
  3. Señor Buceador, bienvenido a este nuestro humilde Blog, ¿qué relación tiene con la Revolución rusa de 1917 las próximas elecciones generales? ¿O cúal es la del PP y el PSOE con la de los revolucionarios de Kronstadt?

    La misma existencia de gobernantes y gobernados, ricos y pobres, refleja que el sistema vigente que se autodenomina democrático, en realidad no lo es. La Democracia, como la libertad, sin igualdad no es tal. Los señores dirigentes de los partidos políticos no son para nada igualitarios, sus respectivas organizaciones son de naturaleza jerarquizada, cuyas bases ejercen nulo control sobre ellos; y por ende, así llevan a cabo el funcionamiento del país.

    La democracia existente sólo se convierte en el hecho de que los ciudadanos, el pueblo soberano, se limiten a introducir unas papeletas en unas urnas cada cuatro años. ¿Como poder ejercitar un control directo sobre las decisiones de nuestros «representantes»? Todos los gobernantes, todos, son lo mismo.

    El socialismo del PSOE es un socialismo entre comillas.

    Y el PP es heredero directo del posfranquismo.

    ResponderEliminar
  4. Es verdad. Hubo una traición de Lenin y una represión. Pero tampoco olvidemos que Trotsky era un enemigo a muerte de Stalin, y por lo tanto, un opositor a su gobierno. Tampoco debemos omitir la represión, pero debemos reconocer que Trotsky y Lenin sembraron una semilla, que pudo haber recogido cualquiera. La pudo haber recogido Roxa Luxemburg, pero lo hizo Stalin. Tampoco olvidemos el lema de revolució permamente, también traicionado por Stalin, que dio paso a un movimiento trotskista que NO está enfocado en la represión de anarquistas, en los cuales está el movimiento más puro de la izquierda, sino en la revolución por la dignidad sin fronteras. Por eso no tenemos que darle la espalda al leninismo, como si tendríamos que habérsela dado a los que le sucedieron, porque traicionaron a las mayores revoluciones latinoamericanas, debido a la resistencia de Moscú que no quería revoluciones como la cubana, que lleva cincuenta años de resistencia en el Caribe.

    ResponderEliminar
  5. Les pido que entren a mi blog para que podamos debatir también allí: somos todos iguales.

    ResponderEliminar