Por el año 2005 se dio a conocer una nueva especie de roedor de hábitos rupícolas encontrado en Laos, que tras analizar su ADN no se clasificó en ninguna de las familias de roedores existentes. A esta especie nominada como rata de roca laosiana o ardilla-rata (Laonastes aenigmamus) se la incluyó en su propia familia taxonómica dentro del suborden de los roedores Histricomorfos, como el cobaya y el puercoespín.
Estudios posteriores comprobaron que formaba parte de una familia asiática de roedores (Diatomyidae) cuyo registro fósil desaparece hace 11 millones de años. Por lo que se ve es el primer ejemplo del «efecto Lázaro» entre mamíferos actuales.
Y, aún hay más, otros estudios genéticos más recientes, creen demostrar que sus parientes vivos más cercanos son los gundis africanos (familia Ctenodactylidae).
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