domingo, 30 de mayo de 2010

¡Indecente!

He tenido familiares hospitalizados (Nuevo Hospital Río Hortega de Valladolid) y, cuando querían beber agua, tenía que ir a comprarla a unas máquinas expendedoras que había en el edificio. Y veo que cada botella de litro y medio costaba un euro cada una, cuando fuera se vende a la mitad del precio.

Siendo el agua un producto de primera necesidad, los pacientes no van a beberla al servicio desde sus camas. Sus parientes ante tal abuso prefieren obtenerla fuera y llevársela a sus enfermos. Otros, más mayores, no pueden transportarla facílmente y se ven obligados a obtenerla en el lugar a doble precio.

Uno de mis parientes estuvo tres semanas y el otro casi tres meses, a una o dos botellas diarias que consumía, les saldría el agua del hospital a unos 20-30 euros, al primero, y a unos 100 euros, al segundo. ¡Una vergüenza!

Algunos (Azkoyen y Grupo Pascual) están haciendo un buen negocio a costa del malestar y sufrimiento de otros (los enfermos) con el beneplácito de las autoridades autonómicas (SACYL). Es lamentable que en un hospital del sistema sanitario público, mantenido con el dinero de todos, ocurra esta desvergüenza mercantil.

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