El artículo ha sido publicado en PNAS. Un equipo de investigadores japoneses rastreó la contaminación generada por los isótopos liberados de la central nuclear y su distribución geográfica en las zonas central y oriental de Japón. Las lluvias contribuyeron a transportar aerosoles y gases solubles en agua.
Un estudio dirigido por Norikazu Kinoshita, del Grupo de Espectrometría de Masas con Acelerador de la Universidad de Tsukuba (Japón) ha elaborado un análisis de espectrometría con rayos gamma a muestras superficiales de suelo de las zonas central y oriental de Japón —las más cercanas a la central de Fukushima-Daiichi—, para determinar el riesgo que podría derivarse de la ingestión de cultivos expuestos a la radiación.
«Se piensa que más del 90% de los productos de fisión de Fukushima permanecían en las muestras de suelo cuando se realizó el muestreo», afirman los autores del artículo, que ha aparecido esta semana en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS). «Si las fuentes [de radiación] se mezclaran en los primeros cinco centímetros de suelo, la dosis resultante estaría en torno a la mitad de la radiación superficial.»
El artículo explora la distribución geográfica de los isótopos radiactivos repartidos por las zonas central y oriental de Japón, tras el tsunami y posterior accidente nuclear en marzo de este año. En el momento del accidente, radioisótopos del telurio (Te129), yodo (I131) o cesio (Cs134, Cs136, y Cs137) fueron transportados en el aire y depositados en una gran extensión de terreno, potencialmente contaminando cultivos agrícolas.
Dado que los aerosoles y los gases solubles en agua son transportados por la escorrentía y depositados por el agua de lluvia en lugares distantes, los autores estudiaron los efectos en el transporte de radioisótopos provocados por dos episodios locales de lluvia —ocurridos en los días 15 y 21 de marzo.
Los resultados de la investigación revelan que la lluvia caída el 15 de marzo en la zona contribuyó a la contaminación radiactiva en la prefectura de Fukushima, con niveles registrados de radiación particularmente altos en las regiones de Iitate y Naka-Dori. Por otro lado, la lluvia del 21 de marzo transportó contaminantes a Tokio y a las prefecturas de Ibaraki, Tochigi, Saitama y Chiba.
«La dosis de radiación externa debida a los radionúclidos del accidente de Fukushima se ha estimado en 10 msV en Naka-Dori, 40 mSv en Iitate, 0.2 mSv en la región comprendida entre el norte de Ibaraki y el este de Saitama, y 2 mSv en las prefecturas del sur de Ibaraki y el norte de Chiba», señala el artículo.
De acuerdo con el artículo de PNAS, estos resultados pueden contribuir a evaluar las consecuencias de la contaminación por radiación en Japón.
Un estudio dirigido por Norikazu Kinoshita, del Grupo de Espectrometría de Masas con Acelerador de la Universidad de Tsukuba (Japón) ha elaborado un análisis de espectrometría con rayos gamma a muestras superficiales de suelo de las zonas central y oriental de Japón —las más cercanas a la central de Fukushima-Daiichi—, para determinar el riesgo que podría derivarse de la ingestión de cultivos expuestos a la radiación.
«Se piensa que más del 90% de los productos de fisión de Fukushima permanecían en las muestras de suelo cuando se realizó el muestreo», afirman los autores del artículo, que ha aparecido esta semana en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS). «Si las fuentes [de radiación] se mezclaran en los primeros cinco centímetros de suelo, la dosis resultante estaría en torno a la mitad de la radiación superficial.»
El artículo explora la distribución geográfica de los isótopos radiactivos repartidos por las zonas central y oriental de Japón, tras el tsunami y posterior accidente nuclear en marzo de este año. En el momento del accidente, radioisótopos del telurio (Te129), yodo (I131) o cesio (Cs134, Cs136, y Cs137) fueron transportados en el aire y depositados en una gran extensión de terreno, potencialmente contaminando cultivos agrícolas.
Dado que los aerosoles y los gases solubles en agua son transportados por la escorrentía y depositados por el agua de lluvia en lugares distantes, los autores estudiaron los efectos en el transporte de radioisótopos provocados por dos episodios locales de lluvia —ocurridos en los días 15 y 21 de marzo.
Los resultados de la investigación revelan que la lluvia caída el 15 de marzo en la zona contribuyó a la contaminación radiactiva en la prefectura de Fukushima, con niveles registrados de radiación particularmente altos en las regiones de Iitate y Naka-Dori. Por otro lado, la lluvia del 21 de marzo transportó contaminantes a Tokio y a las prefecturas de Ibaraki, Tochigi, Saitama y Chiba.
«La dosis de radiación externa debida a los radionúclidos del accidente de Fukushima se ha estimado en 10 msV en Naka-Dori, 40 mSv en Iitate, 0.2 mSv en la región comprendida entre el norte de Ibaraki y el este de Saitama, y 2 mSv en las prefecturas del sur de Ibaraki y el norte de Chiba», señala el artículo.
De acuerdo con el artículo de PNAS, estos resultados pueden contribuir a evaluar las consecuencias de la contaminación por radiación en Japón.
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