DUBAI (AFP) - El principal movimiento de la oposición chiíta en Bahrein, el Wefaq, afirmó este sábado que una mujer y un joven fallecieron en las últimas 48 horas después de haber inhalado gas lacrimógeno utilizado por las fuerzas del orden para dispersar las manifestaciones.
En dos comunicados, el Wefaq, dijo, citando a familiares de la víctima, Abda Ali Abdel Hussein, que murió tras inhalar ese gas, y fue enterrada el jueves, según el texto. Ahmed Abdel Nabi, de 31 años, murió, también, según su familia, después de la inhalación de gas lacrimógeno en la región Chaharkan, al sur de la capital Manama, y sería enterrado el sábado, de acuerdo con un segundo comunicado de Wefaq.
El Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas condenó el martes a Bahrein por su «utilización desproporcionada» de la fuerza, estimando de que el uso del gas lacrimógeno ha provocado la muerte de más de treinta personas durante el último año.
Bahrein fue escenario este viernes de nuevas manifestaciones chiítas exigiendo reformas políticas, un año después de las primeras manifestaciones que fueron reprimidas por las autoridades. La represión de mediados de febrero hasta mediados de marzo de 2011 había dado a lugar a 35 muertos: treinta civiles, cinco murieron bajo tortura, y cinco policías. La protesta está dirigida principalmente por los chiítas, la mayoría en este reino del Golfo, gobernado por una dinastía sunnita.
«Las manifestaciones del viernes se descontrolaron completamente», dijo un funcionario del Ministerio del Interior, atribuyéndolo a la incapacidad de los organizadores para controlar a la multitud de manifestantes. El responsable, citado por la agencia estatal de noticias BNA, dijo que el ministerio había convocado a los organizadores de estas marchas para advertirles contra los actos de violencia, incluyendo el lanzamiento de cócteles molotov y los destrozos a la propiedad pública y privada, que suelen acompañar a estas marchas.
En dos comunicados, el Wefaq, dijo, citando a familiares de la víctima, Abda Ali Abdel Hussein, que murió tras inhalar ese gas, y fue enterrada el jueves, según el texto. Ahmed Abdel Nabi, de 31 años, murió, también, según su familia, después de la inhalación de gas lacrimógeno en la región Chaharkan, al sur de la capital Manama, y sería enterrado el sábado, de acuerdo con un segundo comunicado de Wefaq.
El Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas condenó el martes a Bahrein por su «utilización desproporcionada» de la fuerza, estimando de que el uso del gas lacrimógeno ha provocado la muerte de más de treinta personas durante el último año.
Bahrein fue escenario este viernes de nuevas manifestaciones chiítas exigiendo reformas políticas, un año después de las primeras manifestaciones que fueron reprimidas por las autoridades. La represión de mediados de febrero hasta mediados de marzo de 2011 había dado a lugar a 35 muertos: treinta civiles, cinco murieron bajo tortura, y cinco policías. La protesta está dirigida principalmente por los chiítas, la mayoría en este reino del Golfo, gobernado por una dinastía sunnita.
«Las manifestaciones del viernes se descontrolaron completamente», dijo un funcionario del Ministerio del Interior, atribuyéndolo a la incapacidad de los organizadores para controlar a la multitud de manifestantes. El responsable, citado por la agencia estatal de noticias BNA, dijo que el ministerio había convocado a los organizadores de estas marchas para advertirles contra los actos de violencia, incluyendo el lanzamiento de cócteles molotov y los destrozos a la propiedad pública y privada, que suelen acompañar a estas marchas.
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