martes, 15 de enero de 2013

Francia, EEUU y Mali


La intervención francesa en Mali: ¿cortina de humo para los problemas internos?

Francia «debe empezar con la resolución de las disputas internas con sus minorías», opina el activista político John Rees.

La intervención de Francia en Mali es solo una decisión política del presidente francés, François Hollande, que tiene como objetivo distraer del incumplimiento de sus promesas electorales, opinó ante RT el activista político John Rees. El activista subrayó que «hemos oído muchas veces» que París está librando una guerra contra el terrorismo en Afganistán, Irak, Libia y ahora en Mali, pero el resultado es justamente lo contrario de lo esperado.

«No había tanta presencia de Al-Qaeda en Irak antes de la invasión como ahora. Al-Qaeda no se había extendido a Pakistán antes de la invasión en Afganistán como ahora», explicó Rees, subrayando que además «la intervención en Libia ha llevado directamente a la propagación de Al-Qaeda en Mali ahora».

El activista expresó que si los franceses quieren hacer algo de verdad para reducir el antagonismo entre el Estado y la comunidad musulmana, tanto en Francia como en el extranjero, deben empezar con la resolución de las disputas internas con sus minorías. «Eso sería un paso mucho más significativo que los bombardeos de otro país musulmán», recalcó.

Además, Rees considera un error por parte del Gobierno de Mali dirigirse en busca de ayuda a «las personas responsables desde los tiempos coloniales de tanto desastre en esa parte del mundo». «Tan solo una pequeña mirada al Norte y al Oriente nos explicaría que en Oriente Próximo la atención constante de los poderes imperiales venía agravando los problemas generación tras generación en vez de mejorar la situación», concluyó.

El miembro del Colectivo Internacional Ojos para la Paz, Flavio Signore, opina que el verdadero objetivo de la intervención militar en Mali no es solo distraer la atención de los problemas internos, sino también apoderarse de los recursos naturales. «Occidente claramente utiliza estos grupos de rebeldes, los arma y los desarma a sus anchas, los utiliza para desestabilizar a los países y después poder intervenir y de alguna manera controlar su territorio, los recursos económicos», explicó.


EEUU instruyó a los militares que luego formaron la insurgencia golpista en Mali

«La ayuda de los estadounidenses fue inútil, tomaron la decisión equivocada», según un alto funcionario militar maliense.

A EEUU le salió el tiro por la culata con su programa antiterrorista en Mali: entrenados en la lucha contra los terroristas, unidades militares del país desertaron y formaron las filas de los extremistas islamistas, como los rebeldes tuaregs.

Según el diario New York Times, en los últimos cuatro años Estados Unidos llevó a cabo en la región un programa antiterrorista a gran escala, invirtiendo entre 520 y 600 millones de dólares en el entrenamiento de tropas en Mali. A los militares les enseñaron a patrullar las fronteras y a neutralizar las emboscadas, entre otros métodos de lucha contra el terrorismo.

Sin embargo, en marzo de 2012, después de que los islamistas bien armados provenientes de Libia invadieran el norte de Mali, el general Amada Sanogo —entrenado por los instructores estadounidenses— encabezó en el país el golpe de estado.

El rotativo precisa que los estadounidenses no sólo no vieron las premisas para un golpe de estado, sino que tampoco tuvieron en cuenta que el mando de las unidades de élite militares fue asignado a los tuaregs, representantes de las tribus en conflicto con el Gobierno central desde hace 50 años. Así, cuando el pasado mes de abril los tuaregs proclamaron un estado independiente Azawad, tres de los cuatro divisiones en el norte de Malí se pasaron al lado de los rebeldes.

«La ayuda de los estadounidenses fue inútil, tomaron la decisión equivocada», comentó al diario uno de los altos funcionarios militares malienses, que explicó que los militares «desertaron cuando más se les necesitaba», llevándose consigo tropas, armas, camiones y enseñando sus habilidades adquiridas a los extremistas. «Fue un desastre», concluye.

Ahora Estados Unidos ha empezado a brindar apoyo en materia de transporte y comunicaciones a Francia en el marco de la operación que persigue expulsar a los islamistas del norte de Mali, en cuyas filas hay algunos tuaregs entrenados por ellos mismos. La escalada de violencia en el norte de Mali, ocupado por grupos separatistas, degeneró en una resolución de la ONU que autorizó el pasado jueves un «despliegue rápido» de la fuerza internacional a una carta con una solicitud de ayuda enviada por el Gobierno de Bamako.


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