(Extracto de la entrevista a JAMES PETRAS por CX36 RADIO CENTENARIO de Uruguay, del pasado 2 de diciembre.)
Efrain Chury Iribarne: ¿Queríamos preguntarte respecto... el conflicto que se está desarrollando en Ucrania contra su presidente, y sobre un poco cuál es su raíz?
James Petras: Es que Ucrania está dividida entre dos sectores: Uno que es pro occidental y otro que es más independiente, más cercano a una mayor relación con Rusia. [También a sus políticos se les puede clasificar como «naranjas», los occidentalistas, y «blanquiazules», los rusófilos. (Nota mía, de KRATES).]
La prensa internacional, o mejor dicho la prensa imperialista, pinta como si el pueblo estuviera a favor de la Unión Europea y sólo el Gobierno está a favor de acercarse a Rusia y mantenerse independiente de la Unión Europea. Ahora en los hechos, si Ucrania entra en la Unión Europea, va a perder muchas cosas e incluso va a afectar de forma muy negativa a todo el sector de la pequeña y mediana industria, y caer, más o menos, en la misma trampa que está pasando ahora el sur de Europa. Va a repetir la experiencia de Portugal, España, Grecia y los otros países afectados, porque no está en posición de competir con Alemania y Francia en el sector manufacturero. Y por el otro lado, va a perder los accesos al mercado ruso, donde sí los productos de Ucrania son competitivos.
Pero para la población que está protestando, que son unos 200 mil —datos de ayer domingo [1 de diciembre]— ellos creen, cómo los otros, que sólo van a recibir subvenciones de Europa, van a recibir el derecho de viajar y trabajar en Europa, y no están pensando sobre los efectos verdaderos que van a pasar.
No hay ninguna duda que con la integración van a recibir subvenciones y subsidios, pero a un alto costo sobre la trayectoria económica, más allá del hecho de perder la soberanía, porque Bruselas va a dictar la política económica y el Gobierno nacional de Ucrania no va a influir nada. Pero por este hecho, Europa está haciendo un doble juego: negociando desde la cúpula para conseguir la conquista de Ucrania y desde abajo financiando los grupos opositores, para que movilicen un sector de la población con promesas falsas sobre la prosperidad, etcétera.
Es un doble juego con el que ahora los países occidentales están jugando, como lo hicieron en otros contextos con otros países. Movilizan a la gente con ilusiones de prosperidad, y después, cuando terminan, toman el Gobierno, cambian la política y es demasiado tarde; quedan con altas tasas de desocupación, con grandes terrenos comprados por las multinacionales agro-industriales y la gente tiene la única salida tener que salir del país para buscar trabajo en otras partes. Pero el problema ahora es que en Europa no hay trabajo, no hay empleo, incluso Inglaterra está proponiendo cuotas sobre la inmigración y los derechos de los inmigrantes de otros países. Ya está terminando la idea de una salida hacia Occidente.
Por tanto, los ucranios que están en la calle —principalmente estudiantes y clase media alta— sólo piensan en vincularse con las multinacionales y con las ilusiones de que Ucrania en la Unión europea será como Alemania, que es imposible. En vez de ver lo que está pasando en Portugal, Grecia, Italia, España, con tasas de desocupación superando el 15, 20 o el 30%.
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