La organización cifra en más un millón los asistentes a la manifestación entre Atocha y Colón llegados de todas las partes del Estado. Ha habido al menos 23 detenidos y más de 50 heridos durante las cargas que comenzaron antes de terminar el acto
Centenares de miles de personas han recorrido este sábado Madrid para pedir «pan, trabajo y techo para todos y todas». La capital ha sido el punto de encuentro de las Marchas de la Dignidad, cuatro mareas humanas que se han desplazado desde todo el Estado para confluir en una gran manifestación unitaria, que reunía a más de 200 organizaciones, partidos, sindicatos y colectivos, de la procedencia más diversa, con el objetivo común de decirle al ejecutivo del PP «No al pago de la deuda. Ni un recorte más. Fuera los gobiernos de la troika». Al final de la jornada, mientras aún se celebraban los mítines en la Plaza de Colón, decenas de antidisturbios han cargado contra la manifestación. A continuación, se han repetido los enfrentamientos entre manifestantes y agentes de de UIP por todo el Paseo Recoletos, el del Prado y hasta Atocha. Al menos 23 personas han sido detenidas y 50 agentes han resultado heridos, con varios hospitalizados hospitalizados, según ha confirmado a Público la Delegación de Gobierno de Madrid.
Ocho columnas han salido durante la mañana de distintos puntos de la ciudad rumbo a Atocha. Decenas de miles de personas han partido de Getafe con la columna andaluza después de recibir a 600 autobuses llegados del sur, de los que 40 estuvieron retenidos por la Guardia Civil. La columna gallega llegaba en dos trenes a Chamartín, más de 500 personas que más tarde se unieron a cerca de otro medio millar en Plaza Castilla que llegaban en autobuses desde Galicia. La columna de Extremadura y la Noroeste, también de Galiza, Bierzo, Asturies, Cantabria y Castilla y León, han sido de las primeras en llegar a Atocha entre una gran multitud que les esperaba. La del Pais Valecià y Murcia llegaba con más de 700 personas a Vallecas, donde cientos de vecinos han salido a recibirles entre aplausos y, también, lágrimas de emoción. Aragón, Catalunya, Navarra, Euskadi, La Rioja y Burgos, las columnas norte y nordeste, llegaban para unirse a la gran multitud que, a más de una hora del inicio de la manifestación, ya estaba por las calles de Madrid.
Cientos de personas llegadas de todo el Estado han denunciado las retenciones policiales a las entradas de Madrid. La organización ha cifrado en «aproximadamente 100 autobuses en 14 provincias» que han estado retenidos entre «una y tres horas», algo que han calificado como «abusivos controles policiales».
El portavoz del SAT Diego Cañamero ha calificado la movilización de «éxito total», recalcando que «ha merecido la pena todo el esfuerzo de más de seis meses para que esta mayoría silenciosa haya decidido hablar». Bajo la consigna de «¡pan, trabajo, techo y dignidad!» cientos de miles de personas han caminado desde Atocha hasta Colón, donde el actor Willy Toledo y la periodista Olga Rodríguez han leído el manifiesto. Portavoces de todas las columnas y organizaciones también se han dirigido a una plaza abarrotada, donde se escuchaban consignas como «sí se puede» o «que viva la lucha de la clase obrera».
Un nutrido bloque juvenil ha marchado al grito de «ni paro, ni exilio, ni precariedad». Uno de ellos, Antonio Canal, activista de la Oficina Precaria, explicaba que ha acudido «para combatir la creciente precariedad laboral de los jóvenes, que se suma a las altas de paro», a lo que añadía que «las marchas son una clara muestra de que una mayoría de este país se opone a los recortes y a este Gobierno que nos roba los derechos».
Eran muchos los asistentes que calificaban esta marcha como «una de las más importantes de la democracia». Jóvenes, niños y mayores caminaban entre gritos contra los recortes, los efectos de la crisis y el gobierno. Una de las consignas más coreadas ha sido «¿Qué queremos? ¡Trabajo!» en clara referencia a las miles de personas en paro presentes en las marchas y a los millones en todo el Estado.
Policía: «Vamos a por ellos, coño»
Varios cordones de agentes antidisturbios de la UIP se mantenían en la calle Génova detrás de unas vallas situadas cerca de la sede del PP. Los mítines aún seguían en Colón y los portavoces de las distintas marchas leían sus intervenciones. Después de que un pequeño grupo de jóvenes lanzara unos petardos, varias unidades de la UIP han cargado en la plaza haciendo retroceder a los manifestantes por Recoletos. Un mando de los policías ha gritado a sus hombres: «Vamos a por ellos, coño».
En ese momento, ha comenzado una batalla entre centenares de personas y la Policía, que ha tenido que retroceder en varias ocasiones, mientras los jóvenes han levantado barricadas. Varios agentes han caído heridos por las piedras y los cohetes, mientras ellos respondían con pelotas de goma, que también han dejado a varios jóvenes en el suelo.
Los antidisturbios también han cargado contra centenares de personas que habían comenzado una acampada en mitad del Paseo Recoletos, con el objetivo de pasar allí la noche, y que ya habían comenzado a celebrar asambleas. Los enfrentamientos se han ido extendiendo desde Recoletos al Paseo del Prado y hasta Atocha, donde agentes de paisano han detenido a al menos tres manifestantes. Poco a poco, los grupos de manifestantes que aún quedaban se han ido disolviendo por un centro de Madrid completamente tomado por furgones de la Policía Nacional.
La ausencia de seguimiento por parte de la prensa en general ha sido verdaderamente vergonzosa.
ResponderEliminarMe gusta tu texto. Una descripción que abarca el conjunto del acontecimiento de manera clara y directa.
Yo no he escrito el texto, es del periódico Público (firmando por Virginia Uzal y Luis Giménez), como ya pongo al principio
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