24 mayo 2014
La llamada Revolución Libia fue de falsa bandera. El pueblo libio, en su gran mayoría estaba contento y seguro.
Mustafa Abdul Jalil, líder del Consejo Nacional de Transición de Bengasi en 2011 admite: «Gadafi no ordenó el tiroteo que comenzó la falsa revolución de Libia.» Ahora, después de la destrucción de Libia, Jalil admite al mundo en el Channel One de Libia que los manifestantes que fueron asesinados en Bengasi —lo que 'provocó' que la UE y la OTAN atacaran Libia—, fueron asesinados por un grupo de espías y mercenarios que no eran libios. Admite que sabía la verdad en ese momento, pero que se hizo para quitar al Gobierno libio y romper el Estado.
Admite que fue informado con antelación de que esto iba a suceder y que la gente de Libia no reconocía a los manifestantes muertos porque llevaban ropa de civiles y nadie fue a sus entierros ya que no tenían ningún amigo ni familiares en Libia.
Como venimos diciendo desde febrero de 2011, la llamada Revolución Libia fue de falsa bandera. El pueblo libio, en su gran mayoría estaba contento y «seguro». Los grupos extremistas islámicos eran ilegales en Libia. Ahora Libia está controlada por grupos extremistas islámicos (Al Qaeda, Libyan Islamic Fighting Group (LIFG), Hermanos Musulmanes, Ansar, Al Sharia y otros).
El país está roto, no hay seguridad, miles han sido encarcelados ilegalmente y cientos han sido torturados hasta la muerte. No hay gobierno, no hay ventas de petróleo, 2 millones siguen en el exilio. Psicópatas se han hecho con el país y ahora es considerado tierra de nadie —sin fronteras y sin Gobierno.
Así que gracias, Obama, CIA, Hilary Clinton, OTAN y UE por NO proteger a los civiles inocentes en Libia.
Libia... y todos los demás, pero eso importa poco a todos los subnormales que dan su agradecimiento a la policía del mundo por mantenernos a salvo y democratizarnos.
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