miércoles, 20 de marzo de 2013

Chipre y Rusia: una estrecha relación con el gas de la isla en el horizonte


En juego hay 200.000 metros cúbicos de gas


Chipre y Rusia se acercan: Nicosia parece mirar al Kremlin tras la negativa del parlamento isleño a aceptar las condiciones acordadas en Bruselas para el desbloqueo de un rescate a la isla.

El ministro de Finanzas, Michalis Sarris, viajó este martes de urgencia a Moscú cuando ya parecía seguro el rechazo de la cámara chipriota a la quita de depósitos en la isla, con la que la Troika pretendía reunir 5.800 millones adicionales a los 10.000 ofrecidos durante la reunión del Eurogrupo del pasado viernes. La isla necesita unos 17.000 millones para evitar la quiebra estatal y de sus bancos. De momento, las conversaciones han sido infructuosas.

La reunión ha sido facilitada por las buenas reuniones entre los dos países: Chipre ha estado atada a Rusia por grandes lazos económicos y políticos desde hace décadas. Miles de particulares y empresas rusas mantienen unos 24.000 millones de euros en los bancos de la isla según Moodys.

El núcleo europeo recela de la limpieza de ese dinero, presuntamente en manos de oligarcas rusos. Esa fue una de las causas de la decisión comunitaria de infligir pérdidas a los depósitos de la isla. Anastasiadis ha parecido proteger de alguna manera esas cuentas negándose a que pagasen más de un 9,9% por el «impuesto extraordinario» decretado en Bruselas y finalmente paralizado. Según la prensa chipriota, Chipre habría buscado también vender a Moscú parte de Banco Popular del país, entidad al borde de la quiebra.

El gas entraría en escena

Sin embargo, y aunque no ha sido confirmado oficialmente, en la reunión podrían haberse puesto sobre la mesa las reservas de gas chipriotas. Los expertos de la compañía norteamericana NOBLE anunciaron a finales de 2011 el descubrimiento de unos 200.000 millones de metros cúbicos de gas en la plataforma continental de la isla valorados en unos 80.000 millones de euros, muy interesantes para Moscú.

De hecho, la compañía rusa GAZPROM se ha afanado en desmentir estos días el supuesto interés apuntado desde varios medios internacionales en dar a la isla el dinero que necesita a cambio de poder controlar esos recursos. Esa misma multinacional es la que ha presentado una de las mejores ofertas en la privatización de la empresa estatal de gas de la vecina Grecia (DEPA).

La cantidad descubierta en Chipre del preciado material supone el 40% de la demanda anual de una UE absolutamente dependiente hoy en día del gas ruso. Sin embargo, hay muchas dudas con respecto al gas chipriota: no comenzaría a extraerse hasta 2015 y a producirse hasta 2018.

Además, según expertos consultados por ELMUNDO.es, se desconoce si será una extracción sencilla y la calidad final del gas no se conocerá hasta que salga a superficie.


Grandes yacimientos

Un problema aparte, no menos importante, es la negativa de Turquía a los proyectos de exploración de hidrocarburos de Chipre al no reconocer la zona económica exclusiva de la isla por el conflicto entre los dos países iniciado en 1974: Ankara ya amenazó en 2011 con enviar buques de guerra a la zona si comenzaban las exploraciones. La isla está cerrando, además, acuerdos con Israel para compartir los yacimientos comunes a los dos países y debe llegar a acuerdos siimilares con Egipto y Líbano.

Según la Compañía Estatal de Hidrocarburos chipriota (KRETYK) la cantidad de gas en la plataforma continental de la isla podría ser cuatro veces mayor a la ahora conocida. Tales yacimientos tendrían un valor superior a los 300.000 millones de euros.

«Chipre tiene ahora una crisis muy importante y sufrirá por siete u ocho años más, pero en los próximos 200 podría ser un país rico si esos hallazgos se confirman», asegura a ELMUNDO.es el investigador energético heleno Elías Conophagos. El problema chipriota para la UE podría no ser sólo económico, sino también geoestratégico, como ya apuntaron varios diputados durante el pleno parlamentario del martes.

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