El pasado 5 de junio, durante una celebración homenaje a los carabineros de la ciudad italiana de Lecco, con la asistencia de la ministra de Turismo, Michela Bambrilla; al acabar el himno nacional, el brazo de ella, o el subconsciente, la delató. Ni más ni menos que saludando al estilo fascista, con el brazo en alto (igual que su papá). Desde luego a los italianos les han tocado a unos gobernantes que son unos impresentables (empezando con su presidente, Berlusconi, y acabando con el Papa).
3 comentarios:
Solo faltaba en la escena Roberto Benigni y la palabra «¡corten!»...
Estos políticos italianos son unos auténticos maestros en el arte de montar el espectáculo y hacer el ridículo.
Un ejemplo de estupidez: «Mussolini tenía las camisas negras y yo, las bailarinas [las mamachicho]».
O esta foto conocida, este personaje es un circo ambulante.
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