Con una tasa del 25% desempleo, Grecia es el décimo importador de armas más importante del mundo
Mientras Grecia aplica los recortes económicos que le exige la Troika en los sectores sociales, el presupuesto militar sigue salvándose de las grandes reducciones de fondos públicos.
«A ellos reducir los gastos en la esfera social es lo primero que se les ocurre. Yo, que soy del Partido Verde, apuesto por hacer recortes en el sector de la Defensa», insiste la ecóloga Franziska Brantner, miembro del Parlamento Europeo.
Entre 2002 y 2006, Grecia fue el cuarto importador de armas del mundo. Ahora ha descendido hasta el décimo puesto. Sin embargo, para un país con más del 25% de la población activa en el desempleo y una recesión económica que no cesa, este nivel parece ser todavía bastante alto. Se calcula que los gastos militares de Atenas respecto a su PIB son casi dos veces más altos que la misma proporción en cualquier otro miembro de la UE. El año pasado el Gobierno heleno invirtió en defensa unos 7.000 millones de euros.
Proviene de Alemania
Según detallan los críticos de la política de austeridad del Gobierno heleno, lo más paradójico es que el dicho armamento llega mayormente desde Alemania, el país que más presiona a Atenas para que reduzca los gastos. Según la cifra oficial, las adquisiciones griegas suponen el 15% de las exportaciones germanas de material bélico, una cifra que es dos veces más alta que la de cualquier otro socio comercial de Berlín en Europa.
«En mi opinión, no hay excusas para que Grecia siga gastando tanto en equipamiento militar. Pero, desde luego, para Alemania son ganancias por exportación, se trata también de los intereses de la OTAN. Por eso este fenómeno tiene lugar y no se habla demasiado de él. De vez en cuando el problema reaparece, pero los políticos alemanes no se dedican a esto demasiado», comenta el economista alemán Maz Otte.
Atenas, por su parte, justifica la envergadura de su presupuesto militar con las relaciones tensas que tiene con Turquía. «Es una vecindad problemática, en especial, en el sur donde muchas cosas están cambiando. En el país existe el consenso general de que necesitamos mantener unas fuerzas militares en las que se pueda confiar», asegura Thanos Dokos, un experto griego en defensa.
«Creo que en Grecia existe una élite tanto en la política como en la venta de armas. Y esa élite se queda con parte del dinero pagado en estas operaciones comerciales. Son gente que envía el dinero recibido a sus cuentas bancarias en Suiza», insiste, a su vez, el periodista Loukas Germanos.
Según calculan economistas, si Grecia hubiera reducido sus gastos militares a lo largo de la última década hasta acercarse a los niveles que tienen otros estados miembros de la UE, habría ahorrado unos 150.000 millones de euros.
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