sábado, 28 de febrero de 2009

Hermano Lobo

Reportaje de Informe Semanal, emitido el pasado sábado 17 de enero por TVE1, sobre la situación del lobo ibérico.


El lobo es uno de los trofeos más apreciados por los cazadores. Cada año se establece un cupo limitado de capturas legales, pero se pueden contar por centenares los lobos abatidos ilegalmente. Los colectivos ecologistas denuncian la matanza de estos depredadores, incluso en territorios donde se consideran especie protegida. La controversia es eterna: los ganaderos se quejan de los daños que ocasionan los lobos a las cabañas y en paralelo comienzan a florecer actividades de turismo rural en torno al lobo, que tienen por objetivo contribuir al desarrollo de zonas deprimidas y mejorar la imagen del gran depredador.

RTVE


XIV Semana Cultural Libertaria de Valladolid

Después de dos años de parón en cuanto a la realización de este acto cultural, desde CNT Valladolid (con la colaboración y participación del Ateneo Libertario Gregorio Baticón, el colectivo de educación libre La Escuelita, el colectivo de agroecología anticapitalista Bajo el Asfalto está la Huerta -BAH!-) volvemos a la carga con toda una serie de actividades en diferentes puntos de la ciudad ofreciendo una cultura libre y alternativa del 5 al 14 de marzo.

Esta nueva edición dará su pistoletazo de salida el 2 de marzo con la inauguración a las 20:00 h de la exposición «100 años de Solidaridad Obrera», la cual estará presente en el Centro Cívico Zona Este de Pajarillos (C/ Cigüeña, 14) hasta el 14 de marzo.

La exposición, traída para la ocasión desde Cataluña, trata acerca de la historia del periódico Solidaridad Obrera*, más conocido de forma coloquial y cariñosa como «la Soli». Con motivo de su centenario en el 2007, concretamente el 19 de octubre, la Regional de Cataluña y Baleares de CNT-AIT realizó una serie de actos de homenaje en los que se incluye la elaboración de esta exposición.

A pesar de que dicho periódico ha tenido a lo largo de la historia un ámbito de distribución concreto, creemos que por su importancia histórica traspasa cualquier ámbito (ya sea este geográfico o lingüístico) y es un orgullo para el movimiento libertario y nosotros como anarcosindicalistas, poder presentar bajo esta exposición a uno de los periódicos de la prensa obrera más longevos y que llegó a constituirse en diario con una tirada de 220.000 ejemplares en la Cataluña libertaria de 1936.

La muestra recoge el testimonio de las épocas más significativas y de las personas que han tenido relacción con la historia de éste emblemático periódico, con el movimiento libertario y anarco-sindicalista.

*Durante los días que dure la exposición tendremos a disposición de los interesados en profundizar más en la historia del periódico, el libro de Paco Madrid: «Solidaridad Obrera y la prensa de raíz ácrata». El investigador Francisco Madrid, a través de éste libro hace un esbozo de lo que podrían ser las líneas maestras de un estudio sobre el movimiento obrero español de tendencia anarquista y del propio movimiento anarquista, tomando como hilo conductor al propio diario obrero, pero también a todo el conglomerado cultural que el anarquismo desplegó entonces y continúa desplegando en la actualidad. Este libro abarca desde los inicios de la prensa obrera decimonónica hasta 1939.

En este sentido, durante todas las jornadas estará presente la distribuidora del sindicato en donde se pondrá a la venta diverso material difusor de las ideas anarquistas y anarcosindicalistas, así como libros relacionados con alguna de las charlas indicadas (como es el caso del ya mencionado libro del periódico Solidaridad Obrera), como el libro que analiza la historia de Ajoblanco «Los 70 a destajo»; la Enciclopedia Histórica del Anarquismo Español; o el libro «El lado oscuro de las ONG».

A continuación indicamos el resto de la programación:

Jueves 5 de marzo a las 19:30 h en el local de CNT (C/ Juan Bravo 10-12)

EL PLAN BOLONIA. LA EDUCACIÓN AL SERVICIO DEL CAPITAL

Ponente: Guillermo, del sindicato de Enseñanza e Intervención Social de CNT de Madrid.

Sinopsis: La construcción del Espacio Europeo de la Educación Superior supone un decidido ataque contra la universidad pública en la Unión Europea. El objetivo de los grandes grupos de poder económicos, tecnológicos y mediáticos en lo que a la educación superior se refiere, no es otro que una transformación radical de la institución universitaria, pretendiéndose que quede directamente supeditada a los Intereses del sistema productivo imperante pero mantenida con fondos públicos.

Viernes 6 de marzo a las 19:30 h en el Centro Cívico Esgueva (C/ Madre de Dios, nº 20)

LA LUCHA SINDICAL FRENTE A LA CRISIS ECONÓMICA: EL MODELO DE LA CNT.

Ponente: Antonio Baena, ex-Secretario de Acción Sindical del Comité Nacional de la CNT.

Sinopsis: En estos tiempos de crisis las tácticas de la CNT se muestran hoy por hoy más necesarias e imprescindibles que nunca. La Solidaridad y la Acción Directa, principios básicos de la Organización de los que se derivan todos los demás, son nuestras armas más poderosas, y hay que hacer un esfuerzo para que todos los trabajadores sepan de su existencia y aprendan a utilizarlas. Si en todo momento el trabajador aislado se encuentra en una clara inferioridad ante la empresa, en estos momentos la necesidad de organizarse es, si cabe, mayor que nunca. Sólo una CNT potente puede encarar la situación, convirtiéndose en la organización de autodefensa de los trabajadores frente al Capital, sin perder de vista, además, que nuestra finalidad es la desaparición del Capitalismo, causa de todos los males sociales.

Sábado 7 de marzo a las 17:00 h en el Centro Cívico Esgueva (C/ Madre de Dios, nº 20)

MUJERES EN EL ANARCOSINDICALISMO

Ponente: Mujeres de la Federación Local de CNT Madrid.

Sinopsis: Al abordar la presencia de la mujer en el movimiento obrero, y en concreto en su vertiente anarcosindical, se evidencian los diferentes aspectos que implica, tanto en la concepción del movimiento obrero como en la asunción por parte de las mujeres de su responsabilidad en la creación de esa nueva sociedad que el anarcosindicalismo propugna. Hablamos de responsabilidad porque no se trata únicamente de reclamar que no se excluya a las mujeres en los cambios que se pretenden, sino ser conscientes de la necesaria aportación que las mujeres debemos hacer. La charla abordará aspectos como la historia de la mujer en el anarcosindicalismo español, la relación entre anarquismo y género, entre capitalismo y patriarcado, la participación de la mujer en los congresos anarcosindicalistas, y el papel de la mujer en la situación laboral.

Domingo 8 de marzo: Día de la Mujer Trabajadora

¡NOS VEMOS EN LA COLA DE LA MANIFESTACIÓN!

Lunes 9 de marzo a las 19:30 h en el Centro Cívico Esgueva (C/ Madre de Dios, nº 20)

UNA VISIÓN LIBERTARIA DE LA TRANSICIÓN ESPAÑOLA A TRAVÉS DE AJOBLANCO.

Ponente: Pepe Ribas, fundador de la revista Ajoblanco.

Sinopsis: «Mucho se ha escrito sobre la Transición española, casi siempre desde el pragmatismo de los grupos que la pactaron, pocas veces desde la ingenuidad de quienes la soñamos diferente. Con paciencia de orfebre, durante siete años, he reconstruido las voces y cuanto vi desde el primer Ajoblanco para que tengas hoy una nueva versión de este tramo de historia, lector de otro siglo, con la esperanza de convencerte de que un mundo mejor fue y sigue siendo posible. Es éste también un homenaje a los cadáveres de la Transición. Seres humanos, ideas, obras, vivencias, proyectos, que brillaron con gran intensidad y fueron a parar a diferentes funerarias o perviven entre escombros huérfanos de práctica. Algunas de aquellas acciones no debieron ser desmontadas, pues en ellas estaba el germen de una sociedad más libre y solidaria que no hemos conocido».


Martes 10 de marzo a las 20:00 h en el Centro Cívico Bailarín Vicente Escudero (Calle Travesía de la Verbena, nº 1)

LAS ONG’S, ¿LA INDUSTRIA DE LA SOLIDARIDAD? EL EJEMPLO DE LA FUNDACIÓN ADSIS

Ponente: Mario Agreda, experto en pueblos indios, y CNT de Valladolid.

Sinopsis: «La mayoría de las ONGs están encuadradas y han sido refuncionalizadas por las instituciones estatales. Estas las han convertido en un instrumento más del sistema de reparto, decenas de ellas tienen nuevos nombres y cada día salen como hormigas para construir su propio hormiguero. Lo hacen con ingenio y muchos de sus miembros con el título académico de antropología bajo el brazo, y acompañados de científicos e intelectuales de la solidaridad. Ellos son los actuales “salvadores” de los indios del mundo, padrinos protectores, que están marcando una nueva “ruta” de la esclavitud».

Bajo esta lúcida descripción de lo que entiende Mario Agreda por el actual concepto de solidaridad que propugnan las ONGs, o muchas de ellas, añadiremos al acto una visión más real y pragmática analizando el conflicto sindical que la CNT de Valladolid ha venido manteniendo a lo largo de casi dos años frente a la Fundación Adsis por el caso de despido y explotación a una compañera.

Miércoles 11 de marzo a las 19:30 h en el Centro Cívico Esgueva (C/ Madre de Dios, nº 20)

LA SANTA MAFIA. LA IGLESIA CATÓLICA COMO IMPERIO ECONÓMICO

Ponente: Julio Reyero, del Grupo Anarquista Albatros (Federación Anarquista Ibérica -FAI-).

Sinopsis: A través de la historia de la Iglesia y su fortalecimiento a lo largo y ancho del planeta podremos observar la acumulación de riqueza que ha ido generando, siendo en no pocas ocasiones negocios turbios que dicen mucho del verdadero rostro de esta institución (su vinculación con el colonialismo, los fascismos europeos, el narcotráfico o los paraísos fiscales, son un ejemplo clarificador al respecto). Pero no hará falta traspasar fronteras para ver de que manera la Iglesia amasa sus fortunas ya que el ponente nos trasladará a ejemplos muy cercanos y palpables para todos nosotros.

Jueves 12 de marzo a las 19:30 h en el Centro Cívico Esgueva

LA ENCICLOPEDIA ANARQUISTA. UNA CITA OBLIGADA CON NUESTRA HISTORIA CONTEMPORÁNEA

Ponente: Miguel Iñiguez y Juan Gómez Perín, de la asociación Isaac Puente, de Vitoria.

Sinopsis: En palabras del historiador José Luis Gutierrez Molina, «está fuera de cualquier duda que la Península Ibérica, de manera especial los territorios del estado español, y el anarquismo están indisolublemente unidos. Cualquiera que pretenda comprender la mayor parte de la historia contemporánea española deberá tenerlo en cuenta. Si quiere hacerlo, al menos, con honestidad intelectual».

La Enciclopedia Histórica del Anarquismo Español es fruto de un largo y laborioso trabajo que tuvo como germen en el año 2001 del Esbozo de una Enciclopedia Histórica del Anarquismo Español. Sin embargo poco tiene que ver aquella primera obra de un tomo con la actual de tres tomos (dos de contenidos y un anexo con ilustraciones) acompañados de una caja de cartón para su mejor conservación. Las cifras hablan por si solas: más de 2.000 páginas, 5.000 entradas y 3.000 ilustraciones.

Por todo ha pasado el anarquismo español. Es tan larga y tan densa su historia que si se pudiera reunir todos los datos habría material suficiente no para un esbozo sino para una enciclopedia más extensa que la del propio Diderot. No es ninguna broma: los hechos en los que se ha palpado su presencia, las publicaciones, la llamada vida orgánica (Asambleas, Comités, Plenos, etc.), y los militantes que han colaborado o han dejado la piel en el empeño, se cuentan por centenares de miles.

De eso trata esta enciclopedia.

Viernes 13 de marzo a las 19:30 h en el Centro Cívico Esgueva

CRISIS ECONÓMICA Y PROPUESTAS ANARCOSINDICALISTAS. CAUSAS, CONSECUENCIAS Y PREVISIONES DE LA CRISIS EN EL ESTADO ESPAÑOL

Ponente: Luis, del Instituto de Ciencias Económicas y de la Autogestión de Madrid (ICEA).

Sinopsis: El recién creado colectivo nos expondrá su visión de la crisis económica desde la teoría económica anticapitalista, estudiando sus causas y su propagación hasta nuestras vidas, y exponiendo las consecuencias que previsiblemente tendrá sobre nuestras vidas en tanto que trabajadores. Por último, nos proporcionará una serie de propuestas que tienen por objetivo exclusivo el de evitar que una vez más sea la clase trabajadora la que tenga que pagar el alto precio de una crisis que no sólo no ha originado, sino que está basada en relaciones de explotación capitalista que lleva padeciendo desde hace siglos.

Sábado 14 de marzo

— A las 10:30 h, en La Casa (Carretera Arca Real, km 1,3 -portón de madera frente a Fasa Renault-). Taller de horticultura agroecológica, a cargo del BAH! y posterior comida para todos los asistentes (alrededor de las 14:30 h).

— A las 17:00 h en el Centro Cívico Bailarín Vicente Escudero (Calle Travesía de la Verbena, nº 1). Payasos para niños, a cargo de La Escuelita.

— A las 18:00 h: Narración de historias, a cargo de Susana Fu.

— A las 19:00 h: Actuación de danza «Fusión de tres vidas», a cargo de Lacíadepapel. «Fusión de tres vidas» nació de la idea de unir tres culturas, a través de historias reales y de historias de cuentos.

— A las 20:30 h: Concierto «Homenaje a Potato», con la actuación de:
Hachazo (brutal punk – León).
Vagos Permanentes (ska – Madrid).
Entrada: 6 € / Entrada + CD «Tributo a Potato»: 10 €
Venta anticipada en: Casa Babylon, CNT, El Grito.
Lugar: Casa Babylon (Paseo Juan Carlos I, 126).
Colabora: Soundrebel.


jueves, 26 de febrero de 2009

Ave del Año 2009

En el cinturón de cañas y aneas que rodea la laguna, amarilleante por las lentejas y botones de oro que tapizan el agua, la pareja de escribanos palustres hace incesantes viajes con orugas e insectos para su voraz progenie, que espera impaciente en lo más espeso del marjal.

La inconfundible cabeza del macho, contrastada sobre las plumas blancas del cuello y bigotera, es visible de lejos. Mucho más sobria, la hembra viste un plumaje pardo rojizo listado que se armoniza con el laberinto vegetal de la ciénaga.

Ave de lugares pantanosos, cría en los carrizos, las masiegas, las espadañas, cañaverales y bardagueras que bordean las balsas, lagunas y ríos de corriente lenta. Más que las grandes superficies homogéneas, le gustan los sitios que tienen hileras de tarajes y mimbreras, carrizal inundado y parcelas secas con juncias, acederas y cicutas.

Vienen muchos ejemplares de otras zonas europeas a pasar el invierno, época en que se les ve comer por alfalfas, maizales y otros cultivos de regadío; entran también a las siembras y rastrojos de secano. Por la noche, acuden a dormir a los cañaverales y junqueras espesas.

La lechuza, sobre todo cuando la nieve cubre el suelo y dificulta la caza de ratones, suele atrapar pájaros en estos dormideros acuáticos. Las presas más comunes son los escribanos palustres, gorriones, trigueros y estorninos.

De modo similar a otras aves que viven en zonas palustres, tiene una dieta muy variada y completa, ya que a las semillas de mariegos, espadañas y carrizos, amén de los cereales próximos, hay que añadir la gran cantidad de artrópodos acuáticos que caza en la superficie del agua o cuando emergen de ella y posados en los tallos esperan secar sus alas. Sin contar aquellos otros insectos o moluscos que viven a expensas de esta vegetación.

De esta manera describían Pedro Ceballos y Francisco J. Purroy en su guía Pájaros de nuestros campos y bosques, publicada la segunda edición por el ICONA en el año 1981, a un pajarillo parecido al gorrión que habita en nuestros humedales, el escribano palustre (Emberiza schoeniclus). Este pájaro a sido nominado por el SEO/BirdLife como el Ave del Año 2009.

No tiene el tamaño de nuestro aguila imperial o el quebrantahuesos para llamar más nuestra atención, pero es el ave más amenazado de la Península Ibérica. Según el último censo efectuado en el 2005, se estima que debe tener entre 319-413 parejas reproductoras (más bien a la baja) dispersas por los humedales de unas treinta y cinco localidades españolas, lo que impide todo cruce genético entre estas poblaciones ibéricas. Las cuales se componen de tres subespecies: las dos sedentarias están en peligro de extinción y la hibernante es vulnerable a ello.

Las causas como atestigua esta sociedad ornitológica está en los cambios de los usos agrícolas cuya intensificación a aumentado la utilización de pesticidas y productos sanitarios, reduciendo la variedad en beneficio de los monocultivos extensivos, junto a una mala gestión de las zonas húmedas.

¡Es una pena!

miércoles, 25 de febrero de 2009

Menudo cabreo (o cómo se filosofa a martillazos)

Al margen de ideologías todas. Suponeros que tu vecino tiene una fuerte enemistad con otra persona. Por el motivo que fuese, tras un arrebato colérico, esta persona en un acto de venganza le quema la casa. Las llamas afectan a la tuya, o a la de tus padres, y también arde. ¿No tendríais ganas de ajustar las cuentas al responsable? Si añadimos que el autor del incendio tiene sus amistades o sus partidarios que justificarían su acción y, tal vez, lo consideren un héroe. ¿Qué haríais con ellos?

O acaso, ¿no denunciamos muchos de nosotros los llamados «efectos colaterales» de los bombardeos sobre poblaciones civiles en las diferentes guerras? Pues lo mismo... No quiero ser muy explícito, ¡que cada cual saque sus conclusiones!

lunes, 23 de febrero de 2009

Menudos matemáticos hay en La Sexta

Hoy por la mañana, en La Sexta, nos demuestran que algunos que tienen un cierto control del medio no saben hacer una cuenta. Me da miedo saber que contabilidad llevarán en la cadena de Emilio Aragón... ¡Pobres trabajadores!


(6x6+82)-75+(5+13x9)-8-4+46-10-12 es... ¿588?

¡La madre que los parió! A mí me daba 217...

[P.D.: Pero como en las operaciones combinadas, como las que hay en los paréntisis no tiene otro paréntisis interior, tiene preferencia el producto sobre la suma y el resultado final es 177 (no me acordaba de la regla). Pero para nada es 588. Y como me recuerda Rado, ésto lo pillé a través del Meneame.net (como estaba enlazado al principio, solamente añado la cita)]

Protesta antitaurina en la Feria Mundial del Toro

Seis activistas de Igualdad Animal protagonizan, el pasado jueves 19 de febrero, un acto de protesta durante la inauguración de la XI Feria Mundial del Toro en Sevilla, siendo desalogados por el equipo de seguridad, ante los gritos y amenazas de los asistentes, como podréis oir y ver en la siguiente escena.


Yo, personalmente estoy de acuerdo con los animalistas para que semejante espectáculo cruel desaparezca (aunque prefiera guiarme más por la razón que por la pasión de algunos de ellos). Como se puede escuchar, desapruebo, más bien, detesto la actitud prepotente y hasta «caciquil» de los vociferantes amantes de la tauromaquia. Los activistas «pro derechos de los animales» solamente exponen sus pancartas, y el público taurino les insulta y, como amante de la sangre que es, exige que les «revienten la cara» o les pongan unas banderillas. ¡Bien, muy bien! Por mi parte, estos últimos tienen mi más absoluto desprecio.

martes, 17 de febrero de 2009

Sobre nuestra Transición

La Transición democrática fue lo que su nombre indica, una simple transición de una dictadura a un régimen parlamentario y no la ruptura con tal régimen franquista. Cambio orquestado y diseñado desde el exterior, por la OTAN. Así lo expresó y reconoció el mismo secretario personal de Franco, y a la vez primo carnal, F. Franco Salgado-Araujo en su libro Mis conversaciones privadas con Franco:

La obsesión de la CIA es conseguir que nuestro Estado tolere primero, y legalice después, la acción de dos partidos, uno de carácter socialista y otro democrático, que deberán tener su expresión en dualidad similar en el campo universitario y en el sindical [...]. La CIA cree que con estas actividades cumple el deber de prever el futuro, pues de lo contrario al régimen débil sucedería el caos, y a éste el comunismo. Su Excelencia me dice: «El gobierno está bien informado de estas actividades, que sigue de cerca».

Despúes de la muerte del dictador todo empezó a moverse, y una de las primeras acciones gubernamentales, para llevar el control absoluto, fue buscar la complicidad de los partidos políticos y algunas centrales sindicales. La siguiente, fue desmantelar a todos los movimientos sociales y al Movimiento Libertario que se oponían a los Pactos de la Moncloa, antes que a los grupos terroristas, como reconocía en unas famosas declaraciones, el entonces ministro de Interior, Rodolfo Martín Villa: «No me preocupa ETA, quienes, de verdad, me preocupan son la CNT y el Movimiento Libertario».

Después vino la «guerra sucia» del Estado, infiltrando a gente indeseable y de filiación ultraderechista en varias organizaciones de la extrema izquierda y el movimiento anarquista, desembocando en el más llamativo: el caso Scala. Como bien reconoce en esta entrevista para CNN+ a José Ribas (a propósito de su último libro Los 70 a destajo), fundador de la revista Ajoblanco.


Y remato con las últimas palabras del libro El Estado frente a la anarquía de José Luis Gutiérrez Molina:

El paso de la dictadura franquista a la democracia paralamentaria en España no sólo se hizo sobre la base de un pacto de amnesia, ni siquiera de una «reforma política pactada» en la que participaron los partidos políticos de la oposición como el socialista y el comunista. Además fue necesario desactivar cualquier posibilidad contestataria del movimiento obrero. En este hecho estuvo la causa última del caso Scala.

«¡Por los pelos!»

¡Anda que no es grande el Océano Atlántico! Para que colisionen en medio de él dos submarinos, uno británico, HMS Vanguard (foto de arriba), y el otro francés, Le Triomphant (foto de abajo). Y lo peor es que ambos estaban provistos de armamento nuclear... ¿Para qué tendrán un sistema de sonar, si no lo utilizan? Porque ambos no se detectaron mutuamente antes de chocar. ¡La que se podía haber montado!

Y, lo peor, fue que el suceso ocurrió a primeros del presente mes y los respectivos gobiernos, francés y británico, se lo han callado hasta ahora. ¡Menudos gobernantes que nos ponen en peligro ante un posible desastre nuclear! Y luego decían de los soviéticos, cuando lo de Chernobil.

sábado, 14 de febrero de 2009

La mayor de las serpientes

La semana pasada se dio a conocer los restos fósiles de lo que fue la mayor de las serpientes: Titanoboa cerrejonensis. Encontrados hace años en las minas de El Cerrejón, en la Península de La Guajira al nordeste de Colombia. El reptil habitó en la zona hace unos 60-58 millones de años (poco después de la extinción de los grandes dinosaurios y otras formas de vida). Medía poco más de los trece metros y pesaba en torno a una tonelada, según lo estimado por los especialistas. Hasta hace poco, el mayor ofidio era otro fósil norteafricano de hace unos 40 millones de años, Gigantophis garstini, de 10 metros.

Por esa época la temperatura era unos cinco grados centígrados más elevada que la actual, y como el ritmo de crecimiento de los ofidios está determinado por la temperatura ambiente y la disponibilidad de alimento… Con esto se puede entender que pudiesen alcanzar tales dimensiones.

En nuestros tiempos ha habido testigos que aseguran haber visto gigantescas serpientes de más de diez metros en zonas tropicales, pero todo estos testimonios nunca han sido verificados. Según el Libro Guiness de los Records, el mayor espécimen conocido fue una pitón reticulada (Python reticulatus) de 9,75 metros, encontrada en la isla indonesia de Sulawesi (también conocida como Célebes), en el año 1912; pero, no se menciona si lo que se midió fue el animal vivo o su piel. También por el año 1944, del Este de Colombia, se habló de una gran anaconda verde (Eunectes murinus) de más once metros.

El herpetólogo William H. Lanar obtuvo, también en Colombia, en 1978, el cuerpo intacto de una anaconda de 7,5 metros. Después midió su piel curtida y ésta se estiró hasta los 10,5 metros de longitud.

Del mayor ejemplar en cautividad del que se tiene constancia fue «Colossus», una pitón reticulada que tenían en el zoológico de Pittsburg y que medía, antes de morir en 1963, los 8,7 metros. Cuando llegó al zoo en 1949, proveniente de Tailandia, ya medía sus 6,7 m y la alimentaban, entre otras cosas, con un cerdo al mes. En tamaño la sigue otra pitón reticulada del zoo del Bronx, «Samantha», de 7,9 metros, muerta en el 2002. Y luego está «Marcy», del zoo de San Diego, de 7,6 m.

A finales del 2003, desde Indonesia se difundió la noticia a nivel mundial de que en el parque zoológico de una población de Java, Curugsewu, tenían a la más grande de todas la pitones, de más de catorce metros. Poco después, un periodista del The Guardian, John Aglionby, la midió con una cinta métrica y su longitud menguó, quedándose en los 6,5 metros. Aunque se sepa que los reptiles crezcan prácticamente durante toda su vida, crecen hasta llegar a un tope —en los machos de las culebras sucede nada más llegar a la madurez sexual, luego se ralentiza el proceso de crecimiento, mientras las hembras siguen desarrollándose hasta la vejez; por eso suelen ser mayores las hembras que los machos, las viejas son las mayores—, pero no disminuyen hasta quedarse en la mitad. Todo quedó en un bulo.

Aunque el mayor tamaño alcanzado como media por las anacondas verdes en libertad esté entre los cinco y los seis metros, y un poco más entre las pitones reticuladas (las demás especies son más pequeñas), los ejemplares de más de los siete son rarísimos, dependen, como mencioné al principio, de su alimentación y el clima. Estas grandes serpientes constrictoras cazan al acecho, a la espera de una posible presa en un lugar determinado durante días, e incluso semanas (pueden llegar a estar sin comer casi un año); de esta forma de alimentarse es raro que crezcan tan rápida y desmesuradamente. Aunque haya siempre gente que crea en esas fábulas.

Desde principios del siglo XX, la Sociedad Zoológica de Nueva York ofrece una recompensa de cincuenta mil dólares (comenzó siendo de mil) a quien aporte una serpiente de más de nueve metros de largo. Hasta el momento nadie la ha reclamado.

viernes, 13 de febrero de 2009

El funeral de Kropotkin (II)

Hoy, como es 13 de febrero, el día que enterraron a Kropotkin en Moscú, un acto multitudinario y la última gran manifestación de protesta, en muchos años, contra el régimen comunista, pongo este texto (del año 1931) del anarquista ucraniano, de origen judio, Anatol Gorelik, que participó en él. Gorelik, miembro de la Confederación Nabat, fue detenido junto el resto a fines de noviembre de 1920 en Jarkov. Liberado a principios de enero de 1921 y vuelto a detener en marzo, es uno de los diez expulsados a finales del año; murió en Argentina en 1956, tras dieciseis años postrado en la cama por una parálisis:

Se ha mencionado a menudo que antes de morir Kropotkin había expresado varias veces el deseo de que los anarquistas y cooperativistas encarcelados, así como los cooperativistas de Dmitrov encarcelados por haber tomado posición a favor del cooperativismo, por influjo de las ideas que él había expresado en una conferencia acerca de ese tema en Dmitrov, pudiesen participar en su entierro.

«Recuerdo —dice la compañera de Kropotkin— que [mi hija] Alejandra Petrovna escribió a Lenin para que permitiese a los anarquistas y a los cooperativistas encarcelados estar presentes en el entierro.»

La otra voluntad de Kropotkin fue que La Internacional no fuese cantada ni interpretada durante su entierro, porque según él se parece a los aullidos de perros famélicos. Propuse también que se respetase esta voluntad, lo cual se cumplió a pesar de los anarco bolcheviques.

Al llegar a Moscú en el tren que traía el cuerpo del difunto me enteré de que Lenin había recibido la carta y que, como se trataba de un asunto muy delicado, la había transmitido al ejecutivo del comité central panruso de los soviets. Como Pilatos, Lenin se lavaba las manos al respecto.

Los anarquistas, los socialistas revolucionarios, los tolstoianos e incluso algunos comunistas estaban indignados por el jesuitismo de Lenin, quien, mientras decretaba honores nacionales con todo el aparato del gobierno, del partido y de la Internacional comunista de pie ante la tumba del gran anarquista y del gran revolucionario, se negaba al mismo tiempo a ejecutar las últimas voluntades de ese gran humanista, rebelde a toda injusticia y a toda opresión. Sólo los anarcobolcheviques trataron de justificar la conducta de Lenin.

No conseguimos que saliesen de la cárcel todos los prisioneros, pero hicimos fracasar por completo los planes jesuíticos de los comunistas y de los anarcobolcheviques, que querían hacer creer al mundo que en Rusia los anarquistas y los comunistas trabajaban en buen entendimiento dentro de la dictadura del proletariado.

Desde la partida de Dmitrov, en el tren, me puse de acuerdo con muchos camaradas, sobre todo estudiantes y obreros, que prometieron ayudarme sucediese lo que sucediese. En primer término, decidimos protestar contra Lenin y los comunistas, a pesar del aparato de la inquisición policíaca. Después, nos pusimos de acuerdo para levantar el estandarte de la rebelión de Kropotkin y desplegarlo ante los que, por cobardía o complicidad, ayudaban a los comunistas a engañar a los anarquistas y a los revolucionarios de otros países.

Sobre el tren escribimos pensamientos de Kropotkin: «Allí donde está el poder, está la violencia y la coerción». «Los derechos no se dan, hay que cogerlos.»

Cuando el tren llegó a la estación de Savelev de Moscú se produjo un enfrentamiento particularmente fuerte, los anarcobolcheviques querían evitar manifestaciones contra los comunistas y se proponían llevar el ataúd a la Casa de los Sindicatos, a marcha forzada, sin cortejo ni ceremonia. Sobre todo porque numerosos camaradas y simpatizantes se unieron a nosotros.

Nos opusimos a ello enérgicamente, formamos una cadena y nos colocamos a la cabeza del cortejo entonando canciones anarquistas y anticomunistas.

Al llegar a la cárcel de Butyrki, donde había centenares de anarquistas encarcelados, nos detuvimos para cantar cantos revolucionarios anarquistas.

La juventud comunista y los cooperativistas de Dmitrov, los tolstoianos y los socialistas revolucionarios nos seguían, pero los anarcobolcheviques protestaban; algunos decían que estábamos insultando al difunto.

De esta manera llegamos lentamente a la Casa de los Sindicatos.

Al día siguiente, 11 de febrero, la Cheka anunció que sólo pondría en libertad a los prisioneros a quienes consideraban anarquistas (siete personas).

Con esto se llegaba al colmo de la bajeza; decidí entonces confeccionar una bandera de protesta en nombre de los «anarquistas perseguidos y encerrados en las cárceles comunistas». Así se hizo de inmediato, porque el gobierno soviético había puesto a nuestra disposición calicós y pinturas. Improvisé el siguiente texto: «Exigimos la liberación de todos los anarquistas encarcelados por luchar por la misma idea que Kropotkin: la anarquía».

A pesar de las protestas de la comisión artística, la bandera fue colocada en la sala, en un sitio muy visible. Dos horas más tarde fue retirada por la comisión. Entonces logramos hacer otra con una inscripción más dura. El camarada Koslov-Kononof la cuidó durante treinta y dos horas.

El 13 de febrero se produjo el entierro. Casi cien mil personas llenaban la plaza. Para llevar el ataúd erramos seis anarquistas, pero pedimos que ese honor les correspondiese a los camaradas liberados. A la cabeza pusimos la bandera con nuestra protesta. Los miembros de la comisión del entierro vinieron a amenazarnos. Respondimos que Kropotkin era anarquista, que la Cheka no había liberado a los anarquistas y que defenderíamos nuestra bandera de protesta a la cabeza del cortejo.

Así se hizo e incluso Aaron Baron habló en el cementerio en nombre «de los anarquistas encarcelados en la Rusia comunista». Volvimos en el mismo orden hasta la Casa de los Sindicatos, acompañados sólo por los tolstoianos, las juventudes comunistas y los cooperativistas de Dmitrov. Un destacamento de la Cheka nos dejó pasar.

Al día siguiente nos reunimos para volver a acompañar, en un entierro de hecho, a los siete camaradas liberados por la Cheka, quienes se habían comprometido a volver a la cárcel. Esos siete amigos eran: Olga Taratuta (militante anarquista desde 1900, condenada en 1905 a veinte años de cárcel, evadida y vuelta a capturar, luego condenada a muerte en 1908, conmutada a prisión perpetua, liberada en 1917), desaparecida; Fanny Baron (obrera anarquista en Estados Unidos, vuelta a Rusia en 1917, encarcelada por los comunistas en Riazan, evadida, luego detención), fusilada; Aaron Baron (deportado a Siberia, evadido, militante anarquista en los Estados Unidos, vuelta a Rusia en 1917, combatiente contra los blancos, detenido en 1919), desaparecido; David Kogan (anarquista vegetariano, detenido en 1918 por los comunistas), desaparecido; Mark Mrachny (encarcelado durante el zarismo, redactor del periódico anarquista Nabat, detenido en 1920 por los comunistas), expulsado de la URSS; Alexandr Guevky (obrero metalúrgico en la fábrica de locomotoras de Jarkov, anarquista desde 1905, encarcelado durante el zarismo, detenido en 1920), desaparecido; Alexiev Clonetsky (socialista-revolucionario, anarquista a partir de 1919, detenido en 1920), desaparecido.

jueves, 12 de febrero de 2009

Humanos y chimpancés

Aunque los chimpancés sean nuestros parientes más próximos, seguidos muy de cerca por los gorilas, según un reciente estudio, publicado hoy en la revista Nature, no compartimos el 98 por ciento del genoma, es mayor la diferenciación genética, se ha quedado en un 89 por ciento. Debimos compartir antecesor hace unos 8-6 millones de años (y con los gorilas entre los 12 y 8 m. a.). Aún así, seguimos siendo de la misma familia taxonómica: los homínidos.

Y remato con unas palabras de Joaquín Araujo, bastante bien acertadas para el caso:

«Le duela a quien le duela, los seres humanos somos grandes simios. No aceptarlo es retroceder a una época precientífica. Lo que proponemos es una apuesta de reconciliación del ser humano consigo mismo, con sus orígenes y, por tanto, una apuesta por la pacificación, por la exclusión de la violencia mediante el respeto a los derechos de los homínidos.»

El estado moral de Tahití… y de Darwin

Por STEPHEN JAY GOULD
(1993)

La precocidad infantil es un fenómeno misterioso y fascinante. Pero no debemos olvidar sus límites; la edad y la experiencia confieren ciertas ventajas. Por dulces que resulten, las composiciones que Mozart escribió a los cuatro o a los cinco años no son inmortales obras maestras. Incluso disponemos de una palabra que designa este tipo de «obras literarias o artísticas creadas durante la juventud del autor» (Oxford English Dictionary): juvenilia. El término nunca ha podido librarse de cierto matiz despectivo; indudablemente, los artistas esperan experimentar un sustancial progreso ontogénico. John Donne, en el segundo empleo registrado del término (1633), dio este título a sus primeros trabajos: Iuuenilia: or certaine paradoxes and problemas.

No debería colocarme a mí mismo en compañía tan augusta, pero siento la necesidad de hacer una confesión. Mi primera obra fue un poema sobre los dinosaurios escrito a los ocho años de edad. El mero recuerdo de su primera estrofa me produce escalofríos:
Había una vez un Triceratops
que con sus cuernos daba grandes porrazos.
Un día sacudió a un alosaurio
que se alejó sin un gruñido.
(Pero tiemblo todavía más al recordar su destino final. Envié el poema a mi héroe de entonces, Ned Colbert, conservador de los dinosaurios del Museo Norteamericano de Historia Natural. Quince años más tarde, cuando ya asistía a su curso como estudiante de postgrado, a Colbert se le ocurrió poner orden en sus viejos archivos, descubrir el poema y compartirlo una tarde, para regocijo general, con todos mis compañeros de clase.)

Veamos ahora una cuestión trivial sobre el mismo tema: ¿cuál fue el primer trabajo publicado de Charles Darwin? ¿Una especulación sobre asuntos evolutivos? ¿Tal vez un relato sobre descubrimientos científicos a bordo del Beagle? No, el biólogo más eminente y revolucionario de la historia, el subversor del orden establecido, publicó su primer trabajo en el número de 1836 del South African Christian Recorder. Se trata de un artículo escrito en colaboración con Robert FitzRoy, a la sazón capitán del Beagle, sobre «El estado moral de Tahití». (El catálogo oficial de las publicaciones de Darwin cita una obra anterior: un opúsculo compuesto por las cartas que Darwin dirigió al profesor Henslow desde el Beagle, impreso por la Cambridge Philosophical Society en 1835. Pero este folleto fue editado exclusivamente para su distribución privada entre los miembros de la sociedad, en lo que sería el equivalente de las modernas fotocopias. «El estado moral de Tahití» es la primera aparición pública de Darwin en letras de imprenta, y los biógrafos consideran este artículo su primera publicación, pese a que el trabajo es en su mayor parte obra de FitzRoy, con largos extractos intercalados y convenientemente reconocidos de los diarios de Darwin.)

Por aquel entonces, el gran explorador ruso Otto von Kotzebue había avivado una antigua y extendida controversia, al declarar que los misioneros cristianos habían resultado mucho más nocivos que benéficos, destruyendo las culturas nativas (y a menudo actuando cínicamente como tapadera de ambiciones colonialistas) bajo el disfraz del «progreso». FitzRoy y Darwin escribieron un artículo para rebatir los argumentos de Kotzebue, y para defender la bondad de la obra de los misioneros ingleses en Tahití y Nueva Zelanda.

Los dos compañeros de viaje empiezan por señalar con tristeza que, a la llegada del Beagle a Ciudad de El Cabo, advirtieron la existencia de fuertes sentimientos hostiles a los misioneros:
Una brevísima estancia en el cabo de Buena Esperanza basta para convencer al extranjero de paso de que en Suráfrica impera una virulenta animadversión contra los misioneros. La causa de un sentimiento tan lamentable es algo que probablemente sólo conozcan los habitantes de El Cabo. Nosotros únicamente podemos dar cuenta de este hecho; y afligirnos por ello.
Tras una defensa general de las actividades evangelizadoras, FitzRoy y Darwin pasan a referirse a casos concretos de su propia cosecha, especialmente al mejorado «estado moral» de Tahití:
Opiniones aparte ... sería deseable ver lo que se ha hecho en Otaheite (ahora llamado Tahití) y en Nueva Zelanda para convertir a los «bárbaros» ... El Beagle permaneció una parte del pasado mes de noviembre en Otaheite o Tahití. No he visto en ninguna otra parte del mundo comunidad más ordenada, pacífica e inofensiva. Todo el mundo parecía ansioso por complacer, risueño y feliz por propia naturaleza. Mostraban respeto por los misioneros, y una absoluta buena voluntad hacia ellos... y aquéllos parecían plenamente merecedores de tales sentimientos.
Como es obvio, FitzRoy y Darwin tuvieron en cuenta un posible argumento contrario: el de que los tahitianos siempre habían sido tan decentes, y que la acción de los misioneros no había ejercido gran influencia sobre sus buenas cualidades, juzgadas según el criterio europeo. El artículo es en buena parte un argumento contra tal interpretación, y una defensa de los sustanciales «progresos» auspiciados directamente por la obra de los misioneros. Darwin, en particular, presenta dos argumentos, ambos extraídos directamente de su diario. Primero, el sentimiento cristiano de los tahitianos parece profundo y genuino, no «un mero escaparate» que se exhibe únicamente en presencia de los misioneros. Darwin recuerda un incidente ocurrido en uno de sus viajes en compañía de nativos al interior de la isla, lejos de la vigilancia de los religiosos. (Este incidente debió impresionar sobremanera a Darwin, pues lo relata en varias cartas a sus familiares, ya de vuelta a casa, y lo incluye también en su Viaje del Beagle):
Antes de tumbarnos para dormir, el tahitiano de más edad se arrodilló y entonó una larga oración. Parecía rezar como debería hacerlo un cristiano, con una adecuada reverencia hacia Dios, sin ostentación excesiva de piedad, sin temor al ridículo. Al amanecer, tras sus oraciones matinales, mis compañeros prepararon un excelente desayuno a base de plátanos y pescado. Ninguno de ellos lo probó sin antes bendecir brevemente la mesa. Una experiencia similar habría resultado muy provechosa para aquellos viajeros que insinúan que los tahitianos sólo rezan en presencia de los misioneros.
Segundo, y más importante, las cualidades de los tahitianos han sido creadas, o fomentadas en gran medida, por la actividad de los misioneros. Antes de que llegara la civilización occidental, afirma Darwin, formaban un pueblo bastante dudoso.
En líneas generales, pienso que el estado de la moralidad y de la religión en Tahití es muy estimable ... Los sacrificios humanos, las guerras más sangrientas, el parricidio y el infanticidio, el poder de los cultos idólatras, y un sistema impregnado de una lujuria sin parangón en los anales del mundo; todo ello ha sido abolido. La hipocresía, el libertinaje, la intemperancia, se han visto muy reducidos gracias a la introducción del cristianismo.
(En referencia a la cuestión de la libertad sexual de las mujeres, durante tanto tiempo objeto de comentarios y leyendas entre los viajeros de los Mares del Sur, desde el capitán Cook hasta Fletcher Christian, FitzRoy observa: «después de tan poco tiempo de trato, apenas me atrevo a formular una opinión general; pero puedo afirmar que no he presenciado conductas indecorosas». FitzRoy, sin embargo, admite que «no puede esperarse que la naturaleza humana sea superior en Tahití a la naturaleza pecadora del hombre en otras partes del mundo». Después, Darwin hace una aguda observación sobre la hipocresía de los viajeros occidentales que no guardan la consideración debida a los misioneros a consecuencia de su propia frustración en este terreno: «Realmente pienso que, decepcionados por no encontrar un terreno tan propicio como antaño para el libertinaje, y tal como era de esperar, no dan crédito a una moralidad que no desean practicar».)

En este interesante artículo se dan cita un gran número de argumentos, pero la idea dominante puede ser resumida, con toda seguridad, en una sola palabra: paternalismo. Sabemos lo que es bueno para los primitivos; y, gracias a Dios, en Tahití van respondiendo y mejorando, y en sus acciones y costumbres se van europeizando. Alabemos a los misioneros por su labor ejemplar. Un comentario, de nuevo de FitzRoy, ejemplifica esta idea de forma especialmente molesta (a nuestros ojos contemporáneos) debido al sentimiento de superioridad que trasluce, incluso respecto a la realeza:
La Reina y un nutrido cortejo pasaron unas horas a bordo del Beagle. Su conducta fue sumamente correcta, y sus modales exquisitos. A juzgar por los informes anteriores, y según lo que pudimos presenciar, considero que van mejorando año a año.
Ahora, pues, podemos volver al tema inicial: la cuestión de los juvenilia. ¿Debemos situar este artículo sobre «El estado moral de Tahití», el primerísimo de Darwin, en la categoría de las obras de las que un autor se avergüenza más tarde? ¿Revisó Darwin sus opiniones sobre los pueblos y civilizaciones no occidentales? ¿Acabó por considerar su anterior paternalismo como un desvarío propio de la bisoñez de su juventud? Así lo aseguraría gran parte de la literatura hagiográfica, y siempre podrán hallarse fragmentos aislados, aquí y allá, que avalen tal interpretación (puesto que Darwin era un hombre complejo que, a lo largo de su vida, abordó materias muy profundas, y lo hizo en ocasiones de modo contradictorio).

Sin embargo, y como idea general, yo me inclinaría por la versión contraria. No creo que Darwin revisara jamás de forma seria sus opiniones antropológicas. Su actitud básica persistió: «ellos» son inferiores, aunque redimibles. Lo que sí cambió, con el discurrir de su vida, fue la fórmula de su argumentación. Dejó de explicar su actitud en términos de cristianismo tradicional y obra evangelizadora. Su vehemente entusiasmo paternalista fue apaciguándose mediante una creciente comprensión (cinismo sería una palabra demasiado fuerte) de las debilidades de la naturaleza humana en todas las culturas, incluida la suya. (Observamos los primeros frutos de esta sabiduría en su comentario, citado con anterioridad, sobre el motivo por el que los viajeros, frustrados sexualmente, no otorgaban crédito a los misioneros.) Sin embargo, en lo que respecta al progreso cultural, su fe en la existencia de una jerarquía, con los europeos blancos situados en la cumbre y los nativos de distintos colores en el furgón de cola, no se modificó.

Fijémonos en la gran obra de madurez de Darwin, El origen del hombre (1871). Darwin, a modo de resumen, escribe:
Las razas difieren también en constitución, en aclimatación y en su propensión a ciertas enfermedades. Sus características mentales son asimismo muy distintas; sobre todo en lo que se refiere a sus sentimientos, pero también, en parte, a sus facultades intelectuales. Cualquiera que haya tenido oportunidad de comparar se habrá sorprendido del contraste que existe entre los taciturnos e incluso malhumorados aborígenes de Suramérica y los negros, festivos y parlanchines.
Pero el pasaje más llamativo aparece en un contexto diferente. Darwin argumenta que las discontinuidades presentes en la naturaleza no contradicen la idea de evolución, ya que la mayoría de formas intermedias se encuentran hoy extintas. Sólo hay que pensar, nos dice, en cuan mayor será la distancia que separe a los simios de los seres humanos cuando tanto los simios superiores como los hombres inferiores sean exterminados:
En algún momento del futuro, no muy lejano si lo medimos en siglos, las razas humanas civilizadas exterminarán y reemplazarán, casi con toda seguridad, a las razas salvajes del mundo entero. Al mismo tiempo, los simios antropomorfos … serán sin ninguna duda exterminados. En aquel momento la brecha crecerá, pues limitará por un lado con un hombre en una fase más civilizada, cabe esperar, que la del caucasiano, y por el otro lado con algún simio de tan baja condición como el babuino. Ahora, en cambio, el negro o el australiano por un extremo, y el gorila por el otro, constituyen los respectivos límites.
La extendida (y falsa) idea sobre el igualitarismo de Darwin se nutre en gran medida de la práctica de citar de modo selectivo. Darwin se sentía muy atraído por ciertos pueblos, menospreciados con frecuencia por los europeos, y algunos autores posteriores han extrapolado de forma falaz dicho interés a una supuesta actitud general. Durante el viaje del Beagle, por ejemplo, habló con entusiasmo de los esclavos negros del Brasil:
Resulta imposible ver a un negro y no sentir una inmediata simpatía hacia él; expresiones tan risueñas, francas, honestas, cuerpos tan hermosos y musculados; no puedo ver a ninguno de estos exiguos portugueses, con su rostro sanguinario, sin casi desear que Brasil siga el ejemplo de Haití.
Pero con respecto a otros pueblos, en especial los fueguinos del extremo austral de Suramérica, Darwin sólo sentía desdén: «Creo que si el mundo fuera explorado exhaustivamente, no podría hallarse una clase más baja de hombre». Más tarde, al proseguir viaje, Darwin elaboró algo más sus opiniones:
Su piel roja, inmunda y grasienta, sus cabellos enmarañados, su voz disonante, sus gesticulaciones violentas y carentes de toda dignidad. Al observar a tales hombres, uno apenas puede creer que sean criaturas como nosotros, nuestro prójimo puesto en nuestro mismo mundo … ¿No es un tema habitual de reflexión el dudoso placer que pueden extraer de la vida algunos de los animales menos dotados? Con mucha más razón, pues, podemos preguntarnos lo mismo con respecto a estos hombres.
En lo que concierne a las diferencias sexuales, tan a menudo utilizadas como analogía solapada de las diferencias raciales, Darwin escribe en El origen del hombre (y en directa analogía con las variaciones culturales):
Por lo general se admite que cualidades como la intuición, la rapidez en la apreciación y, quizá, la capacidad de imitación, se encuentran más acentuadas en las mujeres; pero por lo menos algunas de estas facultades son características de las razas inferiores, y por ende de un estado de civilización más bajo y primitivo. La diferencia fundamental entre el poderío intelectual de cada sexo se manifiesta en el hecho de que el hombre consigue más eminencia, en cualquier actividad que emprenda, de la que puede alcanzar la mujer (tanto si dicha actividad requiere pensamiento profundo, poder de raciocinio, imaginación aguda o, simplemente, el empleo de los sentidos o las manos).
Darwin atribuye estas desigualdades a la lucha evolutiva que deben librar los machos por el éxito en el apareamiento: «Por consiguiente, estas facultades han sido puestas a prueba, han sido objeto de selección de forma continua durante el progreso de la masculinidad». Después, en un pasaje notable, expresa su alivio por el hecho de que las innovaciones evolutivas de cada sexo tienden a transmitirse, por herencia, a ambos sexos (no fuera a suceder que la disparidad entre hombres y mujeres se hiciera todavía mayor en virtud del éxito exclusivo de los machos):
De hecho, es una suerte que la ley de transmisión equitativa de los caracteres a ambos sexos haya regido, de forma general, para la clase entera de los mamíferos; de otro modo, es probable que el hombre hubiera adquirido tanta superioridad en capacidad mental sobre la rnujer como la del pavo real sobre la pava en relación a su plumaje ornamental.
Así pues, ¿etiquetamos a Darwin como racista y sexista impenitente a lo largo de toda su trayectoria, desde las ingenuidades de su juventud hasta las profundas reflexiones de su madurez? Actitud tan estricta y nada compasiva de poco va a servirnos si deseamos comprender y buscar enseñanzas en nuestro pasado. En lugar de ello voy a interceder por Darwin en dos terrenos; uno genérico, el otro personal.

El argumento genérico es obvio y sencillo de exponer. ¿Cómo podemos censurar a alguien por el hecho de repetir un prejuicio propio de su época, por mucho que deploremos hoy en día tal actitud? La creencia en la desigualdad racial y sexual constituía un credo clásico e incuestionable entre los varones de clase alta de la sociedad victoriana, seguramente tan controvertido como el teorema de Pitágoras. Darwin construyó una lógica distinta para explicar una certidumbre compartida por todos, y sobre ello sí podemos emitir algún juicio. Pero no veo qué objeto pueda tener la crítica virulenta de la aceptación, en gran parte pasiva, de las creencias populares. En lugar de eso, analicemos por qué un desatino tan potente y pernicioso pudo instalarse en las conciencias de entonces como certidumbre indiscutida.

Si decido repartir la culpa de los males sociales del pasado de manera individual, no quedará nadie digno de estima en algunos de los períodos más fascinantes de nuestra historia. Por ejemplo, y hablando a título personal, si tacho de inaceptable a todo antisemita victoriano, el repertorio musical y literario digno de mi aceptación resultaría triste y exiguo. Pese a que no albergo ni sombra de simpatía por los inquisidores activos, no puedo repudiar a todos los individuos que aceptaron de forma pasiva los criterios más arraigados de su sociedad. En lugar de ello, rechacemos estos criterios, e intentemos comprender las motivaciones de los hombres de buena voluntad.

El argumento personal es más complejo, y requiere un considerable conocimiento biográfico. Las actitudes son una cosa, y las acciones otra distinta (y por sus actos los conocerás). ¿Qué es lo que hacía Darwin con sus actitudes morales relativas a las razas, y de qué manera sus acciones entraban en contradicción con la moral de sus contemporáneos? Bajo este apropiado punto de vista, Darwin es digno de nuestra admiración.

Darwin no era defensor de la desigualdad en tanto que imperativo biológico de imposible erradicación, sino que fue un meliorista [1] en el marco de la tradición paternalista. Ambas posturas pueden llevar a declaraciones desdeñosas sobre los pueblos inferiores, pero sus consecuencias prácticas son muy distintas. El meliorista puede desear la eliminación de tradiciones culturales, y puede mostrarse cruel e inflexible en su falta de estima por las diferencias, pero ve a los «salvajes» (en palabras de Darwin) como «primitivos» debido a sus circunstancias sociales,. y.como, seres capaces de «mejorar» (léase «occidentalizarse»). Él determinista, sin embargo, considera que una cultura «primitiva» es reflejo de una inferioridad biológica inalterable. Y en tal caso, ¿cuál es la política social que se deriva de ello en una era de expansión colonialista: eliminación, esclavitud, dominación perpetua?

Incluso en relación a sus aborrecidos fueguinos, Darwin comprendía la pequeña diferencia intrínseca entre ellos en su desnudez y él, adornado con sus insignias. Atribuía sus limitaciones a un ambiente natural hostil y esperaba, con su habitual estilo paternalista, que en última instancia fueran mejorando. En la página de su diario del Beagle correspondiente al 24 de febrero de 1834, escribió:
Su país es una masa quebrada de rocas feroces, de colinas arduas, de bosques inútiles, un paisaje oculto bajo la niebla y las tormentas inacabables … ¡Qué adversas condiciones para que los poderes superiores de la mente entren en juego! ¿Qué puede hallar ahí la imaginación para pintar, la razón para comparar, el entendimiento para discernir? Arrancar una lapa de la roca no precisa ni siquiera de astucia, la cualidad más baja de la mente … Aunque esencialmente sean la misma criatura, qué poco debe parecerse la mente de uno de estos seres a la de un hombre instruido. ¡Cuan grande es la escala de progreso que separa las facultades de un salvaje fueguino de las de sir Isaac Newton!
La última línea sobre los fueguinos (en Viaje del Beagle) emplea a modo de resumen una frase muy interesante y reveladora: «Pienso que en este extremo de Suramérica el hombre existe en un estado de progreso inferior al de cualquier otra parte del mundo». Uno puede lamentar el paternalismo, pero «estado inferior de progreso» por lo menos apuesta por algún tipo de fraternidad en potencia. Darwin, además, advirtió la viga en el ojo de sus compañeros de tripulación, al escribir sobre sus creencias irracionales y compararlas con las de los fueguinos:
Cada familia [fueguina] o tribu tiene un brujo o hechicero … [Sin embargo] no creo que nuestros fueguinos sean mucho más supersticiosos que algunos de los marineros; un viejo contramaestre, sin ir más lejos, creía con toda firmeza que las sucesivas galernas que encontramos en el cabo de Hornos obedecían al hecho de haber tenido fueguinos a bordo.
Tengo que señalar una preciosa ironía, y referir (de forma sucinta) una historia extraña y maravillosa. De no haber sido por el paternalismo, el Beagle jamás hubiera zarpado, y es probable que Darwin no hubiera acudido a su cita con la historia. Lamentemos el paternalismo, riámonos de él, sobrecojámonos por su influencia; pero concedamos que éste tuvo un efecto sumamente benéfico, aunque indirecto, sobre Darwin. El capitán FitzRoy había realizado un viaje anterior a la Tierra del Fuego. Allí «adquirió», mediante compras y trueques, a cuatro nativos fueguinos, que se llevó consigo a Inglaterra para realizar un casquivano experimento sobre la «mejora» de los salvajes. Llegaron a Plymouth en octubre de 1830, y allí permanecieron hasta que el Beagle se hizo de nuevo a la mar, en diciembre de 1831.

Uno de los fueguinos murió de viruela poco después, pero los demás fueron instalados en Walthamstow y recibieron instrucción sobre la lengua, la religión y las costumbres inglesas. Suscitaron un interés generalizado, que llegó al extremo de motivar un requerimiento oficial para la celebración de una audiencia con el rey Guillermo IV. FitzRoy, comprometido a fondo con su experimento paternalista, proyectó el siguiente viaje del Beagle con el objetivo fundamental de devolver a los tres fueguinos a su tierra, junto a un misionero inglés y a un gran cargamento de artículos absolutamente disparatados e inútiles (entre ellos bandejas de té y juegos de exquisita porcelana), donados, con la mejor voluntad y la ingenuidad más profunda del mundo, por las mujeres de la parroquia. FitzRoy planeaba establecer en los confines de Suramérica una misión, con el propósito de iniciar la gran labor de progreso con aquellas criaturas, las más humildes de la Tierra.

FitzRoy habría fletado un barco de su propio bolsillo para devolver a York Minster, Jemmy Button y Fuegia Basket [2] a su hogar. (Los nombres de FitzRoy para sus cargos rayan en la irrisión paternalista. A quién le gustaría llamarse Chrysler Building, el equivalente secular moderno norteamericano de York). Pero el Almirantazgo, presionado por los poderosos familiares de FitzRoy, aparejó finalmente el Beagle y puso a aquél de nuevo al mando, esta vez con la compañía de Darwin. A éste le gustaron los tres fueguinos, y su prolongado y estrecho contacto con ellos contribuyó a convencerle de que todos los seres humanos comparten, independientemente de sus diferencias culturales, una biología común. Más tarde, en Él origen del hombre (1871), Darwin iba a recordar:
Las mentes de los nativos americanos, los negros y los europeos difieren tanto entre sí como las de cualesquiera otras tres razas que puedan nombrarse; sin embargo, mientras convivía con los fueguinos a bordo del Beagle, me vi constantemente sorprendido por un gran número de pequeños rasgos de carácter que revelaban cuan similar era su mente a la nuestra.
El noble experimento de FitzRoy se saldó, como era de prever, con un desastre. Atracaron en las vecindades del hogar de Jemmy Button, construyeron cabañas como sede de la misión, plantaron hortalizas europeas y desembarcaron a mister Matthews, avatar de Cristo entre los paganos [3], junto a los tres fueguinos. Matthews duró unas dos semanas. Su porcelana fue rota, su huerto fue pisoteado y, finalmente, FitzRoy le ordenó regresar al Beagle. En último término, lo desembarcaría en Nueva Zelanda, donde se encontraba su hermano misionero.

FitzRoy volvió un año y un mes más tarde. Allí encontró a Jemmy Button, quien le dijo que York y Fuegia le habían robado todas las ropas y herramientas y habían partido en canoa hacia su región natal. Jemmy, mientras tanto, había «revertido» completamente a su estilo anterior de vida, aunque todavía recordaba algo de inglés y expresó enorme gratitud a FitzRoy, al tiempo que le entregaba algunos obsequios para sus amigos más especiales: «un arco y una aljaba llena de flechas para el maestro de Walthamstow … y dos puntas de lanza fabricadas especialmente para mister Darwin». En un admirable ejemplo de buena cara ante el mal tiempo, FitzRoy supo encontrar el lado más positivo de un desastre que le afectaba personalmente. A modo de conclusión, escribió:
Tal vez, en el futuro, algún náufrago reciba ayuda y trato generoso por parte de los hijos de Jemmy Button; inspirados, sin duda y de forma casi inevitable, por las historias que habrán oído contar sobre hombres de otras tierras; y también por una idea, por muy vaga que esta sea, sobre su deber hacia Dios así como hacia su prójimo.
Pero el argumento más sólido en el que cimentar nuestra admiración por Darwin no reside en el carácter relativamente compasivo de sus creencias, sino en la forma de acción que eligió a partir de sus convicciones. No podemos servirnos de una nomenclatura política moderna (al estilo de Bork contra Marshall en relación con la lucha por los derechos de las minorías) para designar el espectro ideológico del pasado. Los objetivos igualitarios no existían para los políticos de los tiempos de Darwin. Bajo los criterios actuales, todos eran racistas. En el marco de dicho espectro ideológico, aquellos a los que hoy juzgamos con más dureza pretendían utilizar esta inferioridad como excusa para el pillaje y la esclavización de los pueblos, mientras que aquellos a los que retrospectivamente más admiramos defendían un principio moral de igualdad de derechos y de no explotación, con independencia de la condición biológica de los pueblos.

Darwin se alineaba con estos últimos, junto a los dos norteamericanos mejor considerados de la historia moderna: Thomas Jefferson y Abraham Lincoln, compañero espiritual de Darwin (pues compartían la misma fecha de nacimiento). Jefferson, aunque se expresaba sin gran confianza, escribió: «Afirmo, por lo tanto, como simple sospecha, que los negros … son inferiores a los blancos tanto física como mentalmente». Pero no deseaba que esta sospecha sirviera para justificar políticas de desigualdad social forzosa: «Sea cual sea el alcance de sus talentos, éste no constituye la medida de sus derechos». En cuanto a Lincoln, muchas fuentes han recogido sus escalofriantes (y frecuentes) declaraciones sobre la inferioridad negra. Aun así, es el héroe nacional número uno por la clara distinción que efectúa entre valía biológica y juicios de valor acerca de cuestiones morales o de política social.

Darwin era también un ferviente y activo abolicionista. Algunos de los pasajes más emotivos jamás escritos contra el tráfico de esclavos figuran en el último capítulo de Viaje del Beagle. Tras recalar en Tahití, Nueva Zelanda, Australia y Sudáfrica (donde FitzRoy y Darwin presentaron su fragmento de juvenilia a un periódico local), y antes de emprender rumbo directo a Inglaterra, el buque de Darwin hizo una última escala en Brasil. Darwin escribió:
El 19 de agosto dejamos finalmente las costas del Brasil. Gracias a Dios no visitaré nunca más un país esclavista … Cerca de Río de Janeiro vivía enfrente de una señora mayor que guardaba torniquetes para aplastar los dedos de sus esclavas. También pasé un tiempo en una casa en la que un joven sirviente mulato era injuriado, maltratado y perseguido cada día, cada hora, lo bastante como para quebrar el espíritu del más rastrero de los animales. He visto como un niño pequeño, de seis o siete años, era golpeado por tres veces en la cabeza con una fusta de caballo (antes de que yo pudiera intervenir), en castigo por haberme servido un vaso de agua no lo bastante limpio … Estaba presente cuando un hombre de gran corazón se disponía a separar para siempre a hombres, mujeres y niños pequeños de un gran número de familias que habían vivido juntos durante mucho tiempo.
En las líneas siguientes, Darwin deja la descripción y da inicio a la crítica y a un alegato en pro de una acción positiva:
Ni siquiera voy a referirme a las numerosas y nauseabundas atrocidades que realmente he oído contar; y tampoco hubiera hecho mención de los repugnantes pormenores anteriores de no haber conocido a tanta gente cegada hasta tal punto por la alegría innata de los negros que hablan de la esclavitud como de un mal menor.

Con una eficaz analogía en la que alude a su propia tierra, Darwin combate el típico argumento que invoca la benevolencia en el trato:
Suele aducirse que el propio interés impide un trato excesivamente cruel; como si el propio interés protegiera a nuestros animales domésticos, por otra parte menos susceptibles de despertar las iras de sus salvajes patrones que los degradados esclavos.
Aunque las he leído cientos de veces, todavía no puedo abordar las líneas finales de Darwin sin que la fuerza de su prosa me estremezca de pies a cabeza, y sin que me envuelva una oleada de orgullo por tener un héroe intelectual dotado, además, de tan admirables cualidades humanas (una combinación no demasiado frecuente):
Aquellos que sienten simpatía por el amo y frialdad de corazón por el esclavo no parecen ponerse nunca en el lugar de este último; ¡qué sombrías perspectivas, sin la menor esperanza de cambio! Imagínese a usted mismo ante la posibilidad, siempre planeando sobre su cabeza, de que su mujer y sus hijos (aquellos objetos que la naturaleza empuja a llamar propios incluso a un esclavo) sean arrancados de su lado y vendidos al mejor postor como si fueran ganado. ¡Y tales actos son perpetrados y justificados por hombres que profesan amar al prójimo tanto como a sí mismos, hombres que creen en Dios y que rezan para que se haga su Voluntad sobre la Tierra! Le enciende a uno la sangre, pero también le encoge el corazón, pensar que los ingleses y nuestros descendientes americanos, con su orgulloso grito de libertad, hemos sido y somos tan culpables.
Por lo tanto, y si tuviéramos que formar un tribunal más de 150 años después del suceso (una idea bastante absurda, en cualquier caso, aunque parece que nos veamos empujados a tal anacronismo), pienso que a Darwin se le permitiría franquear las puertas del Paraíso, tal vez con una breve estancia en el purgatorio para reflexionar acerca del paternalismo. ¿Cuál, pues, es el antídoto contra el paternalismo y sus versiones modernas, todas ellas resultantes del insuficiente aprecio por las diferencias humanas (combinado con una ecuación excesivamente inmediata que equipara las características propias, en gran medida accidentales, a la virtud universal)? ¿Cuál, si no el estudio directo, justo y profundo de la diversidad cultural, que además constituye, al margen de sus virtudes relativas a la educación moral, la materia más fascinante del mundo? Esta es la auténtica cuestión. La cuestión que subyace en nuestro valioso movimiento moderno en defensa del pluralismo en el estudio de la literatura y la historia, en defensa del conocimiento de la cultura y la obra de las minorías y de los grupos despreciados, convertidos en invisibles por el saber tradicional.

No puedo negar que en ocasiones se hayan perpetrado abusos en nombre de esta buena causa, por parte de gente dedicada con excesiva pasión a su defensa; ¿qué hay de nuevo en ello? Pero el empeño de algunos reaccionarios todavía más entusiastas por distorsionar y caricaturizar este movimiento, tildándolo de fascismo de izquierdas pero «correcto políticamente», equivale a una cínica cortina de humo destinada a ocultar una lucha por el poder y por el control de los planes de estudio. Sí, Shakespeare ante todo y para siempre (y Darwin también). Pero enseñemos también la excelencia de las técnicas de rastreo de los pigmeos y de la supervivencia de los fueguinos bajo las condiciones climáticas más duras del mundo. La dignidad y la inspiración se revelan bajo muchas formas. ¿Preferiría alguien el vocinglero patriotismo de George Armstrong Custer a la elocuencia del jefe Joseph [4] tras la derrota?

Pensemos, para acabar, en una última frase darwiniana, tal vez la mejor, tomada del capítulo sobre la esclavitud de Viaje del Beagle. Aprendemos sobre la diversidad no sólo para aceptarla, sino también para comprender:
Si la miseria de nuestros pobres no es causada por las leyes de la naturaleza sino por nuestras instituciones, cuan grande es nuestro pecado.
Ocho cerditos. Reflexiones sobre historia natural

NOTAS:

[1] El meliorismo es una doctrina filosófica según la cual el mundo tiende a mejorar y el hombre puede contribuir a ello con su esfuerzo.

[2] Catedral de York, Botón de Palanca y Cesto Fueguino.

[3] En la mitología hindú, «avatar» es una de las diversas encarnaciones de un dios.

[4] Jefe de los nez percé, amerindios de la frontera entre Estados Unidos y Canadá.

Bicentenario del nacimiento de Darwin

Hoy hace dos siglos en que nació en Shrewsbury, Inglaterra, el naturalista Charles Darwin, coautor —junto a Alfred Russel Wallace— de la teoría de la selección natural como factor importante de la evolución biológica, y no simplemente de la Teoría de la Evolución, como vulgarmente se dice.

En varios lugares del planeta se conmemora esta fecha y se le recuerda como una de las principales figuras de la ciencia y el pensamiento de la historia de la humanidad, aunque también —como desde mediados del siglo XIX— siga teniendo sus detractores, involucrados al fanatismo religioso radical.

Y como dice Juan Moreno Klemming:

Actualmente se debate mucho el hecho de la evolución y su enseñanza en las escuelas de países dónde los estudios escolares sobre ciencias naturales son tomados en serio. Pero no hay científico que no acepte dicho hecho, pues los charlatanes de feria del «diseño inteligente», cargados de fondos de fundaciones ultra religiosas de Estados Unidos, que niegan hasta la existencia de fósiles de organismos extintos, no son más que patéticos aspirantes a inquisidores siglos después de la desaparición del famoso tribunal y de los autos de fe...

Y como homenaje, os pongo esta secuencia de la serie documental Cosmos de Carl Sagan:

domingo, 8 de febrero de 2009

El funeral de Kropotkin

En una madrugada de hace unos ochenta y ocho años (el 8 de febrero de 1921) moría a sus 78 años, a causa de una neumonía, en su casita de Dmitrov —que habitaba desde el verano del 1918—, un pueblecito a unos kilómetros al norte de Moscú, uno de los mayores teóricos del anarquismo de la historia, el ruso Piotr A. Kropotkin. Su familia y conocidos rechazó la oferta del gobierno bolchevique de celebrar un funeral de estado, siendo fieles a los principios del fallecido de no aceptar favores de ningún gobierno, ni toleró fausto ni pompa alguna. Para ello se creó una comisión especial para las exequias compuesta por anarquistas.

En sus últimos tres años de vida no tuvo estrecho contacto con las masas y vivía sencillamente con su esposa, Sofía, e hija, Alejandra. Estaba entonces enzarzado en su obra sobre la ética, que no pudo concluir al sobrevenirle la muerte.

El mismo Lenin se preocupó de su estado de salud, pero le permitió conservar la vaca. Aunque apartado de la política y los asuntos sociales, siempre que podía escribía algunas cartas a las autoridades soviéticas y a conocidos, denunciando los abusos del régimen o haciendo sus análisis de la realidad del momento.

Durante dos días afluía la gente sencilla de los alrededores de Dmitrov a rendirle el último homenaje. El féretro llegó a Moscú el 10 de febrero, durante el viaje el tren llevaba varias banderas negras con textos de él, y al llegar a la estación hubo un pequeño altercado con los denominados «anarcobolcheviques» o «anarcosoviéticos» (libertarios colaboracionistas con la dictadura bolchevique) que querían llevar el ataúd a toda prisa y sin ceremonia a la capilla ardiente. Durante el trayecto se pararon junto la carcel de Butyrki y se cantaron himnos revolucionarios, como protesta al confinamiento de muchos anarquistas en las cárceles de la Cheka.

La capilla ardiente se situó en la Sala de las Columnas de la Casa de los Sindicatos, cerca del Kremlin. Allí se puso una gran bandera negra en donde estaba escrito una denuncia de los anarquistas moscovitas, ante la negativa de liberar a los presos libertarios (la mayoría ucranianos detenidos, meses atrás, durante el Congreso Anarquista de Jarkov), deseo expreso del mismo difunto.

Hubo varias peticiones de excarcelación a las autoridades soviéticas, desde el soviet de Moscú hasta al mismo Lenin, quien se lavaba las manos delegando la responsabilidades al Congreso Panruso de Soviets y la decisión final para la misma policía política, la Cheka, para que pudiesen participar en el funeral. Y la respuesta siempre fue negativa. A pesar de las trabas oficiales, como la censura y la burocracia, se publicó el boletín de la comisión y varias octavillas en la imprenta precintada del doctor Atabekían, amigo personal de Kropotkin y que estuvo junto a su lecho de muerte.

La comisión llegó a amenazar a retirar las coronas fúnebres del Partido Comunista, además de informar de la situación a la prensa internacional, si no soltaban ya a los presos anarquistas de Taganka y Butyrki, y al final las autoridades locales, Kamenev al frente, prometieron tal liberación.

Otro de los deseos del fallecido fue que no se cantase ni tocase La Internacional (le parecía que sonaba a «los aullidos de perros famélicos»).

Dos días estuvo expuesto el cuerpo al público. En la mañana del 13 de febrero las calles estaban llenas a rebosar, a pesar del frío. Helaba, se congelaban hasta los instrumentos musicales de la banda, pues el inicio del entierro se demoró durante una hora más hasta la llegada de los presos. Las autoridades soviéticas solamente liberaron, bajo palabra, a siete anarquistas, quienes portaron el féretro (Olga Taratuta, Fania Baron, Aaron Baron, David Kogan, Mark Mrachny, Alexandr Guevky y Alexiev Clonetsky) y algunos pacifistas tolstoianos, todos de Taganka.

El recorrido, desde la Casa de los Sindicatos hasta el cementerio de Novodévichi, duró unas dos horas y se hicieron dos paradas. La primera fue frente el Museo Tolstoi, al llegar a su altura se tocó La marcha fúnebre de Chopín. Y la segunda frente la prisión de Butyrki, desde la cual los encarcelados golpeaban los barrotes de sus celdas y entonaban un himno a la muerte. A este funeral asistieron miles de moscovitas —se comentaba que fueron entre veinte a cien mil los asitentes— y, además de multitudinaria, fue la última manifestación en Moscú en varias décadas (hasta tiempos de la Perestroika de Gorbachov) contra el régimen soviético. Y al frente del cortejo fúnebre iba la bandera contestataria. Había muchas banderas rojas y negras, y en algunas había textos del finado como: «Donde hay autoridad no hay libertad».

Al final, en el cementerio, varios representantes de diversas organizaciones (comunistas, eseristas, anarquistas,...) pronunciaron sus respectivos discursos. Emma Goldman tuvo su primera intervención pública en Rusia y Aaron Baron habló en nombre de los encarcelados. Y todo esto... bajo la vigilancia de un destacamento chekista.

Los detenidos pasaron la tarde con los compañeros, pero tuvieron que regresar por la noche, acompañados por otra gran procesión popular, a la carcel de Taganka. Exceptuando uno de ellos, Mark Marchny, que fue expulsado de la Unión Soviética junto otros nueve (como Volin y Maximov, entre otros) y Fania Baron, fusilada junto el poeta Lev Chorny en los sótanos de la Cheka meses más tarde, los demás desaparecieron, tiempo después, junto a los millones de seres humanos de las cárceles y campos de concentración soviéticos.