jueves, 31 de julio de 2014

EE.UU. le da a Israel once millones de dólares por día


(30-07-2014)

Los bombardeos israelíes han asesinado a más de mil doscientas personas en la Franja de Gaza desde el 8 de julio, y continúan sin tregua. Durante 14 horas, entre el lunes y el martes, las bombas israelíes mataron a más de cien personas e hirieron a centenares, destruyeron hospitales, escuelas, viviendas, plantas de agua potable y de luz eléctrica, transformando Gaza en un infierno. Según estimaciones de organismos internacionales entre el 70 y el 80% de los muertos son civiles, y una parte importante de ellos, niños.

Ante la masacre de palestinos, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU votó a favor de iniciar una investigación por violaciones a los derechos humanos por parte de Israel. Sólo un país votó en contra: Estados Unidos.

El lunes 28 de julio hubo un recrudecimiento de los bombardeos israelíes, que causaron la muerte de cien palestinos, y el primer ministro Netanyahu alertó que la ofensiva militar contra Gaza «será prolongada». Ese mismo día, Susan Rice, la máxima asesora de seguridad de Obama, reafirmó el total respaldo de su gobierno a Israel, en una reunión de «solidaridad con Israel», organizada en Washington por organizaciones sionistas de EE.UU. Rice atacó a los críticos de la ofensiva militar israelí en Gaza llamándoles «injustos». Enfocó sus dardos en la investigación de la ONU sobre los «posibles crímenes de guerra de Israel en Gaza». Dijo que esta resolución tenía un carácter «parcial y no tendría un impacto positivo, y no debería existir». Reafirmó el respaldo del gobierno de Estados Unidos a Israel diciendo «ustedes no están solos».

El respaldo de EE.UU. a Israel no se limita al campo diplomático ni a la justificación del asesinato de miles de civiles palestinos y la destrucción masiva de las ciudades y poblados de la Franja de Gaza arguyendo que Hamas «tiene la culpa». En julio, después de que se iniciara la ofensiva militar contra Gaza, el Senado de EE.UU. aprobó la transferencia de 621.6 millones de dólares para el sistema israelí de misiles. Esta significativa cantidad de dinero es solo una ayuda adicional, que se suma a los miles de millones de dólares anuales —provenientes de los impuestos pagados por los ciudadanos del país del norte— que recibe anualmente Israel. La ayuda militar estadounidense a Israel ha pasado de 2,4 a 3,1 mil millones de dólares por año. El contrato, firmado en 2007, tiene una duración de 10 años, y desde entonces EE.UU. le ha transferido a Israel 30 mil millones de dólares para uso militar. Actualmente Israel recibe 11 millones de dólares diarios. Sin embargo, ni siquiera esta cifra astronómica parece conformarles puesto que se está debatiendo un nuevo y más generoso paquete financiero que se extienda hasta 2027.

Es importante que la ONU investigue a Israel por crímenes de guerra en Gaza. Pero no es suficiente. Si hubiera una voluntad de frenar el genocidio de palestinos, la comunidad internacional y los mismos ciudadanos estadounidenses deberían penalizar al gobierno de EE.UU. por su responsabilidad en alimentar la infernal maquinaria bélica de Israel que siembra muerte y destrucción en Palestina. Y a esto no hace falta investigarlo, se lo puede leer en la prensa estadounidense puesto que el propio gobierno lo admite públicamente, para el que lo quiera oír.


   Fuente:
The New Observer (2 abril 2013)-«US Aid to Israel Jumps to $11 Million Dollars per Day»: http://newobserveronline.com/us-aid-to-israel-jumps-to-11-million-dollars-per-day/

sábado, 26 de julio de 2014

Hacia la posible anexión de un 44% del territorio de Gaza



Las «Fuerzas de Defensa de Israel» (sic) anuncian a los habitantes de Gaza que van a bombardear el barrio donde viven. La población huye, abandonándolo todo en busca de refugio, a menudo en edificios bajo control de la UNRWA (siglas en inglés de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina y Medio Oriente).

Entonces, los tanques de las «Fuerzas de Defensa de Israel» arremeten nuevamente contra los civiles y los obligan a huir aún más lejos.

Hasta el 25 de julio de 2014 —o sea, 43 días después del secuestro de tres jóvenes israelíes, secuestro que el gobierno de Netanyahu atribuyó al Hamas —sin presentar la menor prueba— y que sólo fue reivindicado por el Emirato Islámico (ex EIIL) [1], las «Fuerzas de Defensa de Israel» ya han declarado inhabitable un 44% del territorio de Gaza.

Más de un millón y medio de personas se amontonan ahora en los 158 km² que Israel no ha atacado todavía, elevando allí la densidad poblacional a 10.000 habitantes por km², la más alta del mundo.

Iniciada por el general Moshe Yaalon, actual ministro de Defensa de Israel, para «arrancar el Hamas de raíz» [2], la operación militar pudiera cambiar de objetivo ya que parte de los dirigentes israelíes quiere acabar de una vez y todas con el problema palestino expulsando a la mayoría de la población palestina hacia Egipto y Jordania y anexando parcial o totalmente la franja de Gaza [3].

Si se impone en Tel Aviv la opinión de esa facción, en este momento Israel podría anexar fácilmente un 44% del territorio de Gaza.


NOTAS:

[1] «Jihadist group takes credit for teens’ killings», por Elhanan Miller, The Times of Israel, 3 de julio de 2014.

[2] «Extendiendo la guerra del gas en el Levante», por Thierry Meyssan, Al-Watan (Siria), Red Voltaire, 21 de julio de 2014.

[3] «La "solution" pour Gaza», por Manlio Dinucci, Il ManifestoRéseau Voltaire, 25 de julio de 2014.

jueves, 24 de julio de 2014

Competencia frente a cooperación

 

Por BRIAN GOODWIN

Otro concepto profundamente arraigado en la biología es el de la competencia. Se ha dicho a menudo que la competencia es la fuerza motriz de la evolución, la que impulsa a los organismos a escalar mayores alturas en el relieve adaptativo si es que quieren sobrevivir en la lucha con sus vecinos por recursos limitados. Sin embargo, en la biología hay tanta cooperación como competencia. El mutualismo y la simbiosis, asociaciones de organismos que viven juntos en un estado de mutua dependencia (como los líquenes que combinan un hongo y un alga en feliz armonía, o nuestras bacterias intestinales, que nos benefician tanto como nosotros a ellas), son un rasgo igualmente universal del mundo biológico. ¿Por qué no aducir que la cooperación es la gran fuente de innovación evolutiva, como en el enorme paso que supone la aparición de la célula eucariota, con núcleo verdadero, a través de la unión cooperativa de dos o tres procariotas sin núcleo? Uno de estos procariotas se convirtió en el núcleo, otro en los generadores de energía (las mitocondrias) y, en el caso de las células vegetales, un tercer tipo de procariota se convirtió en los cloroplastos. Esta historia de unión simbiótica, mucho más compleja y sutil que la que he contado aquí, es una de las hipótesis más sensacionales y de más largo alcance sobre la emergencia de la novedad en el conjunto de la evolución, contada con todo detalle y elocuencia por su autora, Lynn Margulis, junto con Dorion Sagan, en su libro Microcosmos. Este libro contiene también una exposición del tema del mutualismo y la simbiosis en el mundo microbiano que propone una nueva visión en la que la dinámica interactiva de los ecosistemas microbianos sería el fundamento de todos los sistemas vivos de este planeta. Los microbios son las factorías químicas de la Tierra, enriqueciendo el suelo y los océanos con una vasta diversidad de productos que incluye sulfatos, fosfatos y nitratos. Mantienen la atmósfera en su estado reactivo de no equilibrio a través de la constante producción y utilización de metano, dióxido de carbono, oxígeno y otros gases, y son las plantas recicladoras del planeta, convirtiendo los desechos de otros organismos en gases, minerales y compuestos químicos reutilizables. Este microcosmos es el más robusto y duradero de todos los ecosistemas, y sobrevivirá a la mayoría de los desastres que puedan asolar el planeta, sean naturales o de origen humano. La constatación de la importancia de los ecosistemas microbianos para la salud de nuestro planeta fue uno de los elementos principales en la elaboración de la hipótesis de Gaia por James Lovelock y la propia Margulis. A través del análisis de la estabilidad dinámica de la vida en la Tierra como una red interconectada de relaciones entre los organismos y su entorno físico, esta hipótesis nos proporciona la estructura conceptual más apropiada para un tratamiento de la evolución planetaria en términos de procesos dinámicos complejos no lineales, sus estados estables y sus puntos de cambio.

El inmensamente complejo entramado de relaciones entre los organismos incluye todos los esquemas de interacción imaginables, y no hay ninguna necesidad de poner el énfasis en las interacciones competitivas, singularizándolas como la fuerza impulsora de la evolución. En la construcción de modelos dinámicos de ecosistemas es de lo más importante saber si la influencia de un componente sobre otro constituye una contribución positiva, negativa o nula al ritmo de cambio de un miembro cualquiera del sistema. Este conocimiento es esencial para la construcción de un buen modelo, sean en física, química o cualquier otro campo. A este nivel analítico, la biología no se diferencia de las otras ciencias, y de hecho se funde con ellas en la hipótesis de Gaia. Esto nos lleva a una comprensión del orden emergente de la biosfera (sus propiedades de estabilidad, capacidad de regulación y homeostasis, y los efectos de la no linealidad en la transición de un estado a otro). Y puede ofrecer intuiciones sobre las posibles consecuencias climáticas y ecológicas del calentamiento global, la destrucción de las selvas ecuatoriales, la destrucción de la biodiversidad, etc. La competencia no ocupa una posición especial en la dinámica biológica; lo importante es el esquema de relaciones e interacciones que existe y la forma en que contribuyen al comportamiento del sistema como un todo integrado. El problema de los orígenes requiere una comprensión de la emergencia de nuevos niveles de orden a partir de esquemas de interacción complejos y de las propiedades de estas estructuras en términos de su robustez ante las perturbaciones y su capacidad de automantenimiento. Se comprueba entonces que todos los niveles de orden y organización son igualmente importantes a la hora de comprender el comportamiento de los sistemas vivos, y la insistencia reduccionista en algún nivel material básico de causa y explicación, como el molecular o el genético, puede reconocerse como una moda o prejuicio desafortunado que en realidad es mala ciencia.

Las manchas del leopardo 
(1998)


miércoles, 23 de julio de 2014

El genocidio progresivo de Israel en el gueto de Gaza

 

ILAN PAPPÉ

 13 julio 2014

En un artículo publicado en septiembre de 2006 en The Electronic Intifada calificábamos la política israelí referente a Gaza de genocidio progresivo.

Por desgracia, el actual ataque de Israel a Gaza indica que esta política continúa con toda su furia. El término es importante ya que sitúa adecuadamente la brutal acción de Israel (la de entonces y la de ahora) en un marco histórico más amplio.

Se debe insistir en este contexto ya que la maquinaria de propaganda israelí intenta una y otra vez caracterizar sus políticas como políticas situadas fuera de contexto y convierte el pretexto para una nueva oleada de destrucción que en cada ocasión encuentra en la principal justificación para otra serie de matanzas indiscriminadas en los campos de la muerte de Palestina.

El contexto

La estrategia sionista de caracterizar sus políticas brutales como una respuesta ad hoc a tal o cual acción palestina es tan vieja como la propia presencia sionista en Palestina. Se utilizó continuamente como justificación para implementar la visión sionista de una futura Palestina en la que habría muy pocos palestinos originarios, si es que había alguno.

Los medios para lograrlo fueron cambiando con los años, pero la fórmula sigue siendo la misma: sea cual sea la visión sionista de un Estado judío, solo puede materializarse sin una cantidad significativa de palestinos y palestinas en él. Y hoy en día la visión es la de un Israel que se extiende sobre la casi totalidad de la Palestina histórica en la que todavía viven millones de palestinos y palestinas.

Como todas las anteriores, la actual oleada genocida también tiene unos antecedentes más inmediatos. Nació de un intento de frustrar la decisión palestina de formar un gobierno de unidad al que ni siquiera Estados Unidos pondría objeciones.

El fracaso de la desesperada iniciativa de «paz» del secretario de Estado estadounidense John Kerry legitimó el llamamiento palestino a las organizaciones internacionales de detener la ocupación. Al mismo tiempo los palestinos se ganaron una vez más el reconocimiento internacional debido al prudente intento del gobierno de unidad de crear una vez más una estrategia para coordinar las políticas de los diferentes grupos y agendas palestinos.

Ya desde junio de 1967 Israel buscó la manera de mantener los territorios que había ocupado ese año sin incorporar a la población palestina originaria como ciudadanos de pleno derecho. Al mismo tiempo participó en una farsa de un «proceso de paz» para encubrir sus políticas unilaterales de colonización a base de hechos consumados o para ganar tiempo.

Durante décadas Israel diferenció entre las zonas que quería controlar directamente y aquellas que controlaba indirectamente, y ello con el objetivo a largo plazo de reducir la población palestina al mínimo por medio, entre otras cosas, de la limpieza étnica y la asfixia tanto económica como geográfica.

La ubicación geopolítica de Cisjordania da la impresión, al menos en Israel, de que es posible lograr esto sin que se prevea un tercer levantamiento o demasiada condena internacional.

Debido a su excepcional ubicación geopolítica, la Franja de Gaza no se prestaba tan fácilmente a esta estrategia. Ya desde 1994 y todavía más cuando Ariel Sharon llegó al poder como primer ministro a principios de la década de 2000 la estrategia respecto a Gaza fue convertirla en un gueto y de alguna manera esperar que su población (que a día de hoy asciende a 1.800.000 personas) cayera en el olvido eterno.

Pero resultó que el gueto era rebelde y que no estaba dispuesto a vivir en unas condiciones de asfixia, aislamiento, hambruna y colapso económico. Por consiguiente, había que continuar con las políticas genocidas para volver a enviarlo al olvido.

El pretexto

El 15 de mayo las fuerzas israelíes asesinaron a dos niños palestinos en la ciudad cisjordana de Beitunia. Un vídeo grabó su asesinato a sangre fría a causa de los disparos de un francotirador. Sus nombres, Nadim Nuwara y Muhammad Abu al-Thahir, se sumaron a una larga lista de asesinatos similares en los últimos meses y años.

Puede que el asesinato de tres adolescentes israelíes, dos de ellos menores, que habían sido secuestrados en la ocupada Cisjordania en junio, fuera una represalia por el asesinato de los dos niños palestinos. Pero proporcionó a todas las depredaciones de la opresiva ocupación el pretexto para en primer lugar y sobre todo destruir la delicada unidad en Cisjordania, pero también para llevar a cabo el viejo sueño de eliminar a Hamás de Gaza con el fin de que el gueto recuperara la calma.

Desde 1994, incluso antes de que Hamás llegara al poder en Gaza, la muy peculiar ubicación geopolítica de la Franja hizo evidente que toda acción de castigo colectivo, como la que se está llevando a cabo ahora, solo podría ser una operación de asesinatos y destrucción masivos. En otras palabras, un genocidio progresivo.

El hecho de reconocer esto no impide a los generales que dan órdenes bombardear a la población por tierra, mar y aire. Reducir la cantidad de palestinos y palestinas de toda la Palestina histórica sigue siendo una visión sionista. En Gaza su implementación adopta su forma más inhumana.

Como en el pasado, el momento particular en el que se ha llevado a cabo esta oleada está determinado por otras consideraciones. Continúa el descontento social interno de 2011 y durante un tiempo el público israelí pidió recortar los gastos militar y dedicar a servicios sociales dinero del inflado presupuesto de «defensa». El ejército calificó esta posibilidad de suicida.

No hay nada como una operación militar para acallar cualquier voz que pida a un gobierno que recorte sus gastos militares.

En la actual oleada también aparecen las típicas características de etapas anteriores de este genocidio progresivo. Se puede ver una vez más el apoyo generalizado judío israelí a la masacre de civiles en Gaza sin que haya una sola voz disidente significativa. En Tel Aviv las pocas personas que se atrevieron a manifestarse en contra de la masacre fueron golpeadas por fanáticos judíos mientras la policía se mantenía al margen y observaba.

Como siempre, las instituciones académicas se convierten en parte de la maquinaria. La prestigiosa universidad privada Centro Interdisciplinar Herzliya ha establecido un «cuartel general civil» en el que los alumnos se prestan a ejercer de altavoz de la campaña de propaganda en el extranjero.

Los medios de comunicación participan lealmente sin mostrar imagen alguna de la catástrofe humana que esta provocando Israel e informando a su público de que esta vez «el mundo nos comprende y nos apoya».

Esta afirmación es hasta cierto punto válida ya que las elites políticas occidentales siguen concediendo al «Estado judío» la impunidad de siempre. Con todo, los medios no han concedido a Israel el mismo nivel de legitimidad que este buscaba para sus políticas criminales.

Entre las obvias excepciones encontramos a los medios franceses, especialmente France 24, y la BBC, que de manera vergonzosa siguen repitiendo como loros la propaganda israelí.

Esto no es sorprendente ya que los grupos de presión a favor de Israel continúan trabajando sin descanso para presionar a favor de Israel tanto en Francia como en el resto de Europa, como hacen en Estados Unidos.

El camino que tenemos por delante

Actos como quemar vivo a un adolescente palestino de Jerusalén, matar a tiros a otros dos solo por diversión en Beitunia o asesinar a familias enteras en Gaza son todos ellos actos que únicamente se pueden perpetrar si se deshumaniza a la víctima.

Reconoceré que por todo Oriente Próximo hay actualmente casos espantosos en los que la deshumanización ha cosechado horrores inimaginables como los de hoy en Gaza. Pero hay una diferencia fundamental entre estos casos y la brutalidad israelí: en todo el mundo se condenan los primeros por ser brutales e inhumanos, mientras que el presidente de Estados Unidos, los dirigentes de la Unión Europea y otros amigos de Israel en el mundo autorizan y aprueban públicamente los que comete Israel.

La única lucha fructífera posible contra el sionismo en Palestina es una lucha basada en un programa de derechos humanos y civiles que no diferencie entre unas violaciones y otras, aunque diferencie claramente entre la víctima y los victimarios.

Habría que juzgar con los mismos principios morales y éticos tanto a quienes cometen atrocidades en el mundo árabe contra minorías oprimidas y comunidades indefensas como a los israelíes que cometen estos crímenes contra el pueblo palestino. Todos ellos son criminales, aunque en el caso de Palestina llevan más tiempo actuando que ningún otro.

La identidad religiosa de quienes cometen estas atrocidades o en nombre de qué religión pretenden hablar en realidad no tiene importancia alguna. Ya se califiquen a sí mismos de yihadistas, judaístas o sionistas habría que tratarlos a todos de la misma manera.

Un mundo que dejara de utilizar un doble rasero en su trato con Israel sería un mundo mucho más eficaz en sus respuesta a los crímenes de guerra en cualquier otra parte del mundo.

Poner fin al genocidio progresivo en Gaza y restituir los derechos humanos y civiles básicos de los y las palestinas estén donde estén, incluido el derecho al retorno, es la única manera de abrir una nueva perspectiva de una intervención internacional productiva en Oriente Próximo en su conjunto.

Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos



   * Ilan Pappé es autor de varios libros [entre ellos La limpieza étnica de Palestina], además de profesor de historia y director del Centro Europeo de Estudios Palestinos de la Universidad de Exeter.

martes, 22 de julio de 2014

Bakunin: nacionalismo, Estado y religión


BAKUNIN INMORTAL:
INTERNACIONALISMO, ANTIESTATISMO Y ATEISMO

JULIO REYERO

Un viejo profesor universitario afirmaba que desde los omeyas del Califato de Córdoba no se habían producido aportaciones tan importantes en materia de riego como las que entonces trajeron a la Península Ibérica. De igual modo podríamos afirmar que la gran conformación de lo que conocemos por anarquismo hoy en día fue hecha por el revolucionario ruso hace ahora doscientos años.

Con sus aciertos y sus errores, como todo ser humano que se expone, duda y elige lo que entiende como la mejor opción, Bakunin no es un pensamiento ni una acción estática iluminada por la voluntad de un dios. Como muchos otros que le precedieron y le sucederán (Berkman, sin ir más lejos), la confrontación de las ideas y la exposición práctica pulirá alguna de sus aristas y otras quedarán para ser revisadas por las siguientes generaciones. Una de las principales es la visión que tiene de la cultura, utilizada por muchos para justificar la existencia del Estado. La realidad política de una Europa desangrada en guerras que prepara la próxima, hace al padre del anarquismo interpretar como salida una unión de los pueblos eslavos, que ha sido utilizada en ocasiones dentro del mundo libertario como referencia autorizada para justificar el apoyo al nacionalismo actual. Pero esa no es la última palabra que Bakunin pronunció en torno a la cuestión nacional, sino que, muy al contrario, supo vislumbrar poco tiempo después la trampa que encierran los llamados «hechos diferenciales».

   Nacionalismo

En los trabajos de una etapa de su vida sobre esta cuestión Bakunin afirmaba que «cada pueblo y hasta la más pequeña unidad étnica o tradicional tiene su propio carácter, su específico modo de existencia, su propia manera de hablar, de sentir, de pensar y de actuar; y esta idiosincrasia constituye la esencia de la nacionalidad, resultado de toda la vida histórica y suma total de las condiciones vitales de ese pueblo». En expresiones como esta se han quedado quienes por encima de todo proyecto político tienen como objetivo la independencia de «su nación» a través de la creación de un Estado propio, con ciertos adornos de izquierdas, y quienes teorizando desde la vida sin Estado también ven con buenos ojos la independencia de un territorio uniformado culturalmente. Pero incluso en esta época, Bakunin dice también que «deberíamos situar la justicia humana universal sobre todos los intereses nacionales. Y abandonar de una vez por todas el falso principio de la nacionalidad, inventado recientemente por los déspotas de Francia, Prusia y Rusia para aplastar el soberano principio de la libertad».

Incluso entonces, defendiendo el derecho de las naciones a desarrollarse sin injerencias, Bakunin entiende esa libertad como «corolario» de la libertad del individuo responsabilizándose de sus decisiones, y no como principio por encima de ésta, que es lo que siempre acaba sucediendo. Esa sana y natural casi obsesión por la libertad individual por encima de las construcciones políticas, clara influencia o afinidad con Stirner, le va a llevar a identificar las construcciones nacionales más con el problema que con la solución, y con el paso de los años defenderá claramente esta postura, contraria a la delimitación de los territorios en función de los dictados de la burguesía y de la fuerza demostrada mediante la guerra.

   El Estado

A partir de su salida de prisión y hasta el final de sus días se expresa ya de esta forma: «El Estado es el hermano menor de la Iglesia, y el patriotismo, esa virtud y ese culto del Estado, no es otra cosa que un reflejo del culto divino… el Estado ha sido siempre el patrimonio de una clase privilegiada… pero para el bien del Estado es preciso que haya una clase privilegiada cualquiera que se interese por su existencia, y es, precisamente, el interés solidario de esta clase privilegiada, lo que se llama patriotismo… El elemento fisiológico es el fondo principal de todo patriotismo, sencillo, instintivo y brutal». Para redondear el engaño ese interés solidario de la clase privilegiada se hace pasar por interés popular equiparando el interés de las gallinas del corral con el de su amo que se las come, bajo la falaz premisa de que todos constituyen ese corral.

Como vemos Estado, Nación y Religión, van de la mano para Bakunin y desde entonces para todos aquellos que identificados con el anarquismo han bebido de su programa. Y van de la mano porque Bakunin entiende que esa forma política de organizar la sociedad tiene un carácter fundamentalmente autoritario, y por tanto represivo más tarde o más temprano de toda libertad. El instinto de conservación del poder será lo que lleve a Bakunin a desconfiar de la teoría marxista del fin de las estructuras del Estado en la última etapa revolucionaria. Bakunin habla del Estado como un «inmenso cementerio donde, [...] se dejan inmolar y sepultar generosa, mansamente, todas las aspiraciones verdaderas, todas las fuerzas vivas de un país», y advierte tempranamente de la tendencia a acentuar su carácter totalitario.

Incluso en etapas de menor presión sobre los individuos, como pudieran hacer creer las democracias burguesas, Bakunin desconfía también de los lobos con piel de cordero: «en lugar de ser garantía para el pueblo, el sistema representativo crea y garantiza la existencia permanente de una aristocracia gubernamental opuesta al pueblo». Dice el revolucionario ruso del sufragio universal que no es más que una trampa tras la cual «se esconde el poder realmente despótico del Estado, cimentado en la banca, la policía y el ejército », «un medio excelente para oprimir y arruinar a un pueblo en nombre y so pretexto de una supuesta voluntad popular».

  La religión

Es la realidad material lo que antecede a las ideas y por tanto es la construcción estatal como forma de gobierno la que se ve en la obligación de buscar justificación a su existencia despótica tanto en un pasado idealizado de origen y costumbres comunes (nacionalismo) como en el tercer elemento imprescindible: la religión.

En Federalismo, Socialismo y Antiteologismo, Bakunin bebe de los grandes ateos y anticlericales ilustrados para afianzar su carácter antiautoritario negando la mayor. Si se pretende libertar la humanidad de toda autoridad coercitiva, es fundamental acabar con la fuente primigenia de la autoridad, es decir la idea de dios. Esta voluntad de ser ateo si se quiere ser libre, que comparte con Stirner, ha sido uno de los pilares centrales del movimiento libertario a pesar de los intentos fantasiosos de ver en el cristianismo o incluso en el Islam puntos comunes que pudieran convivir.

Pocas veces se encontrará una deducción tan sintética y clara como la que el revolucionario ruso presenta en Federalismo, Socialismo y Antiteologismo:

 «A menos pues, de querer la esclavitud, no podemos ni debemos hacer la menor concesión a la teología, […] el que quiere adorar a Dios debe renunciar a su libertad y a su dignidad de hombre:

»Dios existe, por tanto el hombre es esclavo. El hombre es inteligente, justo, libre, por tanto Dios no existe. Desafiamos al que sea capaz de salir de este círculo».

No podemos trivializar la herencia intelectual y ejemplar que recibimos de Mijail Bakunin sobre los aspectos mencionados si queremos honrar su memoria en los justos términos que merece. Y, sobre todo, cuando habiendo pasado 200 años de su nacimiento vivimos un momento histórico en que sorprende la vigencia de las ideas por las que luchó toda su vida.

lunes, 21 de julio de 2014

Reciclaje y cáncer


Cienciaes.com

En las últimas tres o cuatro décadas, la investigación sobre el cáncer ha proporcionado una verdadera avalancha de conocimientos, no solo acerca de la enfermedad, sino también respecto a los procesos biológicos que la hacen posible. Estos procesos, cuando están bien regulados y no deteriorados, participan igualmente en el curso normal de la vida de las células y los organismos, ya que, entre otros, incluyen el crecimiento y la división celulares y la diferenciación celular, es decir, el proceso por el que las células precursoras, o las células madre, se diferencian unas de otras al convertirse en adultas.

Se han descubierto centenas de genes cuyas mutaciones pueden causar uno u otro tipo de cáncer. Entre los más importantes se encuentran, evidentemente, aquellos que controlan el crecimiento celular, ya que el cáncer se caracteriza precisamente por la propiedad de las células cancerosas de dividirse ininterrumpidamente, por lo que acaban por invadir tejidos y órganos y hacer imposible su función normal, lo que conduce a la muerte.

Sin embargo, adquirir una mutación que permita la reproducción indefinida de una célula no es suficiente para que esta suceda. Esto es como si alguien pensara que por tener un coche puede viajar adonde desee. Además del coche, como mínimo, necesitará gasolina o gasoil para poder viajar. En el caso de las células sucede lo mismo. Que puedan reproducirse de manera indefinida no implica que automáticamente lo hagan. Hacen falta otros factores que posibiliten dicha reproducción sostenida en el tiempo para poder causar un cáncer. Definitivamente, como en el caso del automóvil, las células necesitan «combustible» que les proporcione energía, así como materias primas que les permitan dividirse. Igualmente, necesitan el funcionamiento de una serie de mecanismos y genes que, aunque no estén mutados, son necesarios para hacer sostenible esta división celular a lo largo del tiempo.

Autodigestión

Uno de los procesos biológicos más interesantes, que debe estar activo y funcionar adecuadamente para permitir el crecimiento del cáncer, es el denominado autofagia. Como la palabra indica, la autofagia es un proceso de «autodigestión», es decir, la célula se «come» a sí misma. Aunque esto puede parecer a primera vista una contradicción, ya que es difícil de entender que una célula que se «coma» a sí misma pueda reproducirse, se trata de una falsa impresión. Y es que la autofagia es, en realidad, un proceso de reciclaje celular por el cual la célula se desembaraza de orgánulos o de proteínas viejas, los digiere, y utiliza los materiales resultantes de esta digestión para generar nuevas proteínas u orgánulos, y eso sin necesidad de incorporar nutrientes desde el exterior.

Puesto que la autofagia es un proceso de reciclaje, resulta ahora menos sorprendente que se produzca y que, además, deba ser eficiente en las células que se están reproduciendo activamente, ya que, de otro modo, carecerán de un aporte de materias primas suficiente para su reproducción. Incluso si estas pueden ser incorporadas desde el exterior, un reciclaje ineficaz resultará en una menor disponibilidad de moléculas para la reproducción, situación que hará más difícil, incluso imposible, el crecimiento del cáncer.

En el trascurso de investigaciones sobre el cáncer de páncreas, uno de los más agresivos que se conocen y para el que no existe una terapia eficaz, investigadores de la Universidad de Rochester, en el estado de Nueva York, EE UU, utilizaron una nueva estrategia para intentar descubrir genes no mutados pero, no obstante, involucrados en el crecimiento del cáncer. Los investigadores descubren así que el gen denominado PLAC-8 se encuentra implicado en el proceso de autofagia, por lo que podría ser un nuevo blanco de acción de fármacos antitumorales. Este descubrimiento ha sido publicado en la revista Cell Reports.

Una extensa familia

El gen PLAC-8 se descubrió en el año 2003 como un gen propio de la placenta (de ahí que su nombre comience por las letras PLAC). Investigaciones subsiguientes revelaron que la proteína PLAC-8 pertenece a una numerosa familia de proteínas similares, la mayoría de las cuales se encuentran en las plantas, donde participan en la regulación de la talla de los frutos. Ya vemos que también en las plantas genes similares al PLAC-8 controlan igualmente el crecimiento. Curiosamente, en los animales, PLAC-8 parece participar en la generación de tejido adiposo, por lo que puede estar involucrado en la obesidad. Como sucede con cualquier gen de importancia en el control de los procesos vitales, es corriente encontrarlos involucrados en varios de los mismos.

Las investigaciones actuales involucran a este gen en el mantenimiento del cáncer debido a su implicación en el proceso de autofagia. Lo interesante de este hecho reside en que, como hemos dicho, la autofagia es muy importante para las células que se reproducen activamente, pero no así para las células normales, por lo que, si pudiéramos impedir la actividad del gen PLAC-8 es posible que el crecimiento del cáncer de páncreas se viera frenado. De hecho, los investigadores estudian esta posibilidad en ratones de laboratorio a los que inactivan este gen y confirman que, en efecto, en estos ratones el crecimiento del cáncer se ve significativamente reducido. Esto supone un estímulo para intentar desarrollar fármacos que impidan el funcionamiento del gen PLAC-8 en humanos, lo que podría constituir una herramienta importante para frenar el cáncer de páncreas, hoy prácticamente incurable.

domingo, 20 de julio de 2014

El agujero del 'fin del mundo' en Siberia desata la curiosidad de los científicos


El cráter tiene un óvalo de unos 30 metros de diámetro y unos 70 metros de profundidad, con un lago helado en su parte inferior. Ha sido descubierto por helicópteros hace tan solo unos días en la península de Yamal, en el Ártico siberiano. «Apareció hace relativamente poco tiempo, tal vez hace un año o dos», asegura un investigador del Centro Científico Estatal de Investigación del Ártico. La teoría más plausible por ahora es que el cráter se formó por fuerzas internas, no externas.

Un insólito agujero descubierto por helicópteros hace unos días en la península de Yamal, en el confín del Ártico siberiano, ha desatado la curiosidad científica. Una primera expedición científica ha filmado en detalle el agujero desde el aire y la superficie. En mitad de la tundra, el cráter tiene un óvalo de unos 30 metros de diámetro y unos 70 metros de profundidad, con un lago helado en su parte inferior y agua cayendo sobre sus paredes erosionadas de permafrost. Por otra parte, se están estudiando imágenes de satélite para determinar cuando se formó.

Mientras que el equipo afirma que es un «fenómeno natural», insiste en que es esencial estudiarlo más para entender la formación del cráter en la zona de Yamal, un nombre que significa 'fin del mundo' en la lengua local.

«Hemos tomado muestras de suelo y de hielo que fueron directamente a los laboratorios. Podemos estar seguros al decir que el cráter apareció hace relativamente poco tiempo, tal vez hace un año o dos; por lo que es una formación reciente, no estamos hablando de decenas de años atrás», declaró a Siberian Times Andrey Plejanov, investigador senior del Centro Científico Estatal de Investigación del Ártico.

Para saber si podría estar relacionado con el calentamiento global habrá que continuar la investigación. Lo cierto es que los dos últimos veranos fueron relativamente cálidos, y tal vez esto ha influido de alguna manera en la formación del cráter.

La teoría más plausible por ahora es que el cráter se formó por fuerzas internas, no externas. «Por ahora podemos decir con seguridad que bajo la influencia de los procesos internos hubo una expulsión en el permafrost. Quiero hacer hincapié en que no se trataba de una explosión, sino de una expulsión, así que no se liberó calor cuando sucedió», añadió este experto.

Existen registros de que este tipo de procesos tuvieron lugar hace unos 8.000 años. Tal vez se están repitiendo hoy en día. Si se confirma esta teoría, podemos decir que hemos sido testigos de un proceso natural único e inusual en el paisaje de Yamal, agregó. «No había ningún rastro de impacto antropogénico cerca del cráter, ni ningún rastro de presencia humana, a excepción de muy pocas huellas de trineo y, por supuesto, los rastros de renos. Si hubiera sido un desastre hecho por el hombre vinculado al bombeo de gas, habría ocurrido cerca de los campos de gas», dijo Andrey Plejanov.

Anna Kurchatova, del Centro de Investigación Científica del Subártico, cree que el cráter se formó por una mezcla de agua, sal y gas activado en una explosión subterránea como resultado del calentamiento global. El gas se acumuló en el hielo mezclado con arena debajo de la superficie y se mezcló con sal hace unos 10.000 años cuando esta zona era un mar.

El calentamiento global ha causado una alarmante fusión bajo la superficie helada, liberando gas que ha causado un efecto como el estallido de un corcho de botella de champán, sugiere esta experta.

Yamal, una gran península que se adentra en las aguas del Ártico, es el área principal de producción de gas ruso suministrado a Europa.

sábado, 19 de julio de 2014

El planeta de los simios

Una epopeya simiesca inacabable

Por RICHARD MILNER

«¿Puedo besarte?», pregunta agradecido Charlton Heston a una chimpancé hembra que le ha salvado la vida. Ella le ofrece la mejilla intentando no mostrar su evidente desagrado ante semejante contacto físico con un ser humano. «Lo siento —dice—, pero, ¡sois tan feos!»

Una ingeniosa novela satírica del escritor francés Pierre Boulle (que ya había obtenido un éxito cinematográfico con El puente sobre el río Kwai) fue el inicio de una serie enormemente popular de películas de acción sobre el «planeta de los simios». Su novela corta El planeta de los simios (1963) fue una parábola humorística con una leve trama de aventura y acción. La versión cinematográfica desvió su atención principalmente hacia la acción violenta y se prolongó a través de numerosas continuaciones altamente rentables.

Los orangutanes, chimpancés y gorilas de la parábola originas de Boulle, no actúan tanto como especies diferentes, sino como caricaturas de nuestras propias subculturas sociales y vocacionales. Los chimpancés son los auténticos intelectuales. Ven cualquier asunto con claridad, intentan actuar con decencia y son flexibles e innovadores, lo que a menudo les lleva a tener problemas con la clase dirigente de los simios. La ortodoxia intelectual y política es mantenida por orangutanes excesivamente dignificados, presentes en todas las comisiones y consejos de administración. Los gorilas son brutales y estúpidos y obedecen bien las órdenes; forman una policía estatal o una casta militar. Una de las imágenes más llamativas de la película son las legiones de gorilas a caballo armados y revestidos de corazas.

Los seres humanos han «degenerado» en su mundo hasta la condición de animales indefensos. Aunque anatómicamente son iguales a nosotros, han perdido la capacidad del lenguaje y el dominio sociocultural. Lo que diferencia a simios y humanos no es el aspecto, pues sus cuerpos son lo bastante parecidos como para intercambiarse en sus funciones. La diferencia decisiva reside en su pensamiento, sus medios de comunicación y su comportamiento (como había propuesto lord Monboddo en el siglo XVIII). Ese subtexto de la serie El planeta de los simios refleja, en la cultura popular, la nueva posición de los simios en la ciencia. De no ser por el don del lenguaje y el uso de símbolos, ese sería nuestro destino.

El argumento original de Boulle nos lleva a replantearnos la manera de tratar a los simios. En El planeta, los simios hablan y van vestidos, mientras que los seres humanos, desnudos, son agrupados y enjaulados para la realización de experimentos médicos. Cuando el astronauta Taylor (Charlton Heston) intenta protestar, descubre que ningún simio quiere creer que los humanos sean capaces de hablar, pues la mayoría de los individuos vistos por ellos han degenerado hasta la condición de animales mudos.

Durante un juicio con jurados para determinar si Taylor posee inteligencia, los tres jueces simios, forman un cuadro de «no oigo, no veo, no hablo» que, según Douglas Murray, autor de obras de ciencia ficción, podría ser un «homenaje al Juicio del Mono contra Scopes y sus persistentes consecuencias».

En 1968 se proyectó la primera versión filmada de El planeta de los simios, con guión de Rod Serling (creador de la serie clásica de televisión Twilight zone [La dimensión desconocida]) y Michael Wilson, guionista incluido en la lista negra durante el periodo de MacCarthy. La película, producida por Arthur Jacobs, estaba interpretada por Charlton Heston, Roddy McDowall, Kim Hunter, Maurice Evans, James Whitmore y Linda Harrison.

John Chambers, que había ideado un procedimiento para ayudar a veteranos de guerra desfigurados, creó el maquillaje especial para los rostros de los simios. Sus máscaras tuvieron tanto éxito (y fueron tan costosas) que los moldes se utilizaron en muchos casos en distintas continuaciones, amortizando así su costo. Los diseños fueron también la base de juguetes, maquetas y otros productos famosos.

Beneath the Planet of the Apes (Regreso al planeta de los simios), la primera de cuatro continuaciones, fue presentada dos años después (1970). Aunque se basaba en una premisa carente de solidez (una nave espacial enviada en rescate de los astronautas humanos cae en la misma distorsión temporal), fue una de las continuaciones de mayor éxito dentro del género.

La expedición de rescate descubre que los simios utilizan seres humanos como blancos de prácticas y como criaturas experimentales en la preparación de una gran guerra. Un culto de seres humanos inteligentes que ha sobrevivido venera a La Bomba, la divinidad destructora de la especie. Al final, hombres y simios intentan hacerla estallar y lo consiguen. (En el guión original, un simio mutante debía surgir de un mundo parcialmente en ruinas y matar de inmediato a una paloma que aparecía anidando. Los productores cambiaron la escena por algo que consideraban menos duro: un holocausto general y completo).

A partir de aquí, las continuaciones fueron irremediablemente confusas y penosamente rebuscadas (Escape from the Planet of the Apes, 1971; Conquest of the Planet of the Apes, 1972; Battle for the Planet of the Apes, 1973). Los personajes resucitan, las distorsiones temporales dan lugar a idas y venidas del pasado al futuro, y Roddy McDowall termina representando el papel de su propio hijo.

A pesar de la puerilidad de los argumentos, aplastados rápidamente por escenas de batallas y «aventuras de acción», la popularidad de estas fantasías refleja un cambio en la idea general sobre los simios. El simio cinematográfico no es ya un monstruo (King Kong), un payaso (Cheetah, Bonzo) o un «hombre primitivo» (2001: Una odisea en el espacio). Los simios desempeñan funciones sociales, pero son también individuos —conformistas y brutales casi siempre, pero a veces también rebeldes y heroicos—; están pidiendo que los tomemos en serio.

DICCIONARIO DE LA EVOLUCIÓN

En la popular serie de aventuras fantásticas titulada
El planeta de los simios, basada en la sátira antropológica
de Pierre Boulle, se capturan cobayas humanos para ser estudiados
por los chimpancés científicos. Aquí, el actor Charlton Heston y su
compañera son arreados hasta el centro de investigación
por gorilas miembros de las fuerzas de seguridad.

viernes, 18 de julio de 2014

¿El objetivo era el avión de Putin?



El Boeing 777 de Malaysia Airlines que se estrelló ayer en el Este de Ucrania fue derribado por un misil ucraniano que tenía por objetivo el avión del presidente ruso, Vladimir Putin, según una fuente de la Aviación de Rusia citada por medios de este país.

La fuente, que pidió el anonimato, dijo a la agencia rusa Interfax que existe la probabilidad de que el blanco de un misil ucraniano lanzado desde tierra o desde un caza ucraniano podría haber sido el avión presidencial ruso.

«Puedo decir que el avión presidencial y el Boeing de Malaysia Airlines se cruzaron en el mismo punto y en el mismo corredor. Esto sucedió cerca de Varsovia (Polonia) en el nivel de vuelo 330a a una altitud de 10.100 metros. El avión presidencial estaba allí a las 16.21 hora local (9.21 de Argentina) y el avión de Malaysia Airlines a las 15.44», precisó la fuente.

«El contorno de ambas aeronaves se parece, las dimensiones lineales también son muy similares y en cuanto al color del avión, a una distancia lo suficientemente grande, también es casi idéntica», agregó la fuente. Tanto el Canal 1 como la televisión RT rusa se hicieron eco de esta información.

El avión del presidente ruso, Vladimir Putin, regresaba en esos momentos de la cumbre de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) en Brasilia.

El «primer ministro» de la autoproclamada «República de Donetsk» (bastión separatista prorruso), Alexandre Borodai, afirmó que las fuerzas ucranianas derribaron el avión. Los dirigentes de la otra región separatista, la «República de Lugansk», fueron más concretos y afirmaron que el aparato fue derribado por un caza ucraniano, que a su vez fue derribado por los rebeldes.

El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, declaró que se trataba de un «acto terrorista» y que las fuerzas ucranianas no estaban implicadas. Un consejero del ministro ucraniano del Interior, Anton Gerarschenko, afirmó que los rebeldes dispararon un misil tierra-aire Buk contra el avión malasio desde la ciudad de Torez, a 10 km del lugar en el que se estrelló.

Por su lado, fuentes de los servicios de inteligencia de EEUU afirmaban que el avión recibió el impacto de un misil tierra-aire.

Las fuentes no han podido determinar, no obstante, el origen del proyectil que derribó al avión.

miércoles, 16 de julio de 2014

Al sepulturero del PSOE


¿Y a usted le trae cuenta?

Rafael Reig

Lo primero que quiero hacer es darle mi enhorabuena por su nombramiento como secretario general (de la nueva UCD, como dice Antonio Orejudo). Lo primero que ha querido usted hacer, en cambio, es arremeter contra Podemos, pues no faltaba más. Y lo ha hecho con un argumento supercalifragilístico: que su programa es imposible. Me pregunto ¿y a usted qué le importan los programas? ¿No dijo usted que iba a celebrar primarias en noviembre? Pues ahora, según dice hoy (14 de julio) el periódico El País: «reivindica su autonomía para decidir sobre las primarias del PSOE». El País no menciona en ese artículo que el 7 de julio ya publicó que usted (como los otros dos candidatos) «se comprometen a celebrarlas en noviembre». ¡Barástolis, qué cara más dura! ¡Menudos compromisos! ¿O era, como lo de la OTAN, «de entrada en noviembre»? Así que resulta que su programa también era imposible, pero eso da igual. Como decía Groucho Marx: estos son mis principios, pero si no le gustan, tengo otros. Este es mi programa, pero luego haré lo que me dé la gana y el personal de servicio, los periodistas independientes de El País, lo llamarán ahora «reivindicar mi autonomía». Ahí queda eso.

En fin, vamos a lo que cuenta, usted tiene una gran tarea por delante. Que el PSOE está mandado retirar, lo demuestra su elección: el más derechista de los candidatos (y tiene mérito: no es tan fácil, que conste, estar más a la derecha en su partido). Y lo rubrica su primera declaración: donde dije digo, digo Diego. Salta a la vista que usted no será más que el enterrador del PSOE. Por eso mismo no hay persona más necesaria que usted en la política española, se lo aseguro: el cadáver insepulto del PSOE, no sólo huele mal, sino que puede propagar enfermedades políticas peores que la peste, por eso requiere sepultura inmediata por alerta sanitaria. Enterrar a los muertos es una obra de misericordia, como usted sabe (y si no, pregúntele a Bono o a cualquiera de los muchos meapilas disponibles en su difunto partido) y me alegro de que se le conceda a usted esta oportunidad de hacerse grato a los ojos del Todopoderoso (¿o debo decir, en su jerga, el Number One, que es como llamaban a Felipe González?)

¿Lloraremos al difunto? Le aseguro que no, puede apostar que mantendremos los ojos enjutos. La gente de mi edad (ya provecta) hacemos responsable al PSOE de expulsar de la política a toda una generación. Nos creímos algo (muy poco, la verdad) de lo que decían, pero después de la OTAN, después del terrorismo de Estado del GAL, después de que Javier Solana bombardeara Yugoslavia, después de la corrupción y después de que Felipe González dijera que su proyecto era que en España hubiera muchos Rockefeller, y su ministro Solchaga presumiera de que España era el país en el que más fácil era hacerse millonario… ¿qué quiere que le diga? Ni de cocodrilo derramaremos lágrimas por el cadáver que tiene entre las manos. Sin embargo, tengo que hacerle una pregunta: ¿cuál es la empresa de pompas fúnebres? ¿Quién le paga a usted para liquidar a un cadáver en descomposición que ya apesta? ¿Y a usted le trae cuenta?


14/07/2014

La derecha (se hace) 'zen'



Los conservadores de EE UU intentan redefinirse tras los años de Obama y el Tea Party. Arthur Brooks, uno de sus intelectuales más influyentes, busca la inspiración en la espiritualidad oriental

15 julio 2014

El economista Arthur Brooks es católico, apostólico y romano. En el salón de su casa, en las afueras de Washington, tiene una foto de él con el Papa Benedicto XVI.

También es uno de los intelectuales conservadores más influyentes en Estados Unidos. Pocos en este país han articulado con tal rotundidad la defensa del capitalismo y el libre mercado frente a la supuesta deriva socialista del presidente Barack Obama.

El American Enterprise Institute (AEI), el think tank que él preside, nutre desde hace décadas al Partido Republicano. Desde la revolución reaganiana hasta la guerra de Irak, este laboratorio de ideas ha sido la cocina de algunas políticas que han definido a la derecha norteamericana.

Ahora Brooks (Spokane, Washington, 1964) quiere redefinir lo que representa ser conservador. Ya no sirve hablar sólo de dinero, de beneficios, de eficiencia.

«La fórmula del materialismo es: venérate a ti mismo, ama las cosas y usa a las personas», dice. «La fórmula correcta para una vida feliz, una vida no materialista, es: venera a Dios, ama a las personas y usa las cosas».

Brooks ha visitado en Dharamsala (India) a los monjes tibetanos del Dalai Lama, ha estudiado textos espirituales orientales y ha convertido la sede del AEI, en Washington, en un foro de discusión sobre la felicidad humana. La aproximación a la espiritualidad asiática en este templo del conservadurismo norteamerican coincide con la frialdad hacia el Papa Francisco: sus críticas al capitalismo han incomodado a la derecha católica.

«En Dharamsala», dice Brooks, «medité con los monjes del Dalai Lama en su monasterio, lo que para mí es bastante fácil, porque soy católico: rezamos el rosario cada día».

En febrero Brooks recibió en el AEI al Dalai Lama, el líder budista. En junio conversó en el mismo lugar con el gurú hindú Sri Sri Ravi Shankar.

Las corbatas y trajes chaqueta habituales en los pasillos del laboratorio de ideas se mezclan ahora con las túnicas y las barbas, y la retórica sobre los valores cristianos, con el pensamiento budista e hinduista.

«¿El secreto de la felicidad?», le preguntó el economista al gurú.

«Ser tú mismo y encontrar las reservas interiores de paz, con las que todos hemos sido dotados», respondió el gurú. «E ir poco a poco, ¿sabes? Conduce detrás de la bicicleta».

En EEUU felicidad y política son indisociables: la Declaración de Independencia proclama el derecho a buscarla. Pero raramente esta idea se ha situado en el centro del debate.

Los años del Tea Party —el movimiento populista que ha impulsado la oposición al demócrata Obama— han dejado maltrechos a los republicanos. Una parte de la ciudadanía los identifica partido de los hombres blancos y mayores de 50 años, de las rebajas de impuestos a los ricos y los recortes sociales a los pobres.

En 2013, varios dirigentes del Partido Republicano constataron en un informe sobre el fracaso en las presidenciales de 2012 que los jóvenes y las minorías ni siquiera les escuchaban. «Necesitamos un partido cuyo conservadurismo invite e inspire a que nuevas personas se nos acerquen», decía el documento.

Casado con una catalana, Brooks fue músico en la Orquestra Ciutat de Barcelona antes que economista: un cambio de carrera menos insólito en EEUU que en Europa. Buena parte de la entrevista se desarrolló en catalán. No está afiliado a ningún partido.

Pero los dirigentes republicanos le consultan y le escuchan. Durante la campaña por la nominación del Partido Republicano a las últimas presidenciales, los principales candidatos desfilaron por su despacho, decorado con un póster de una corrida de toros de José Tomás en la Monumental.

Hace una semanas, mientras Brooks conducía su coche, un viernes por la tarde, de regreso a su casa, recibió un mensaje en su teléfono móvil. «Es Marco Rubio», dijo Brooks, entre halagado y divertido. Le felicitaba por su cumpleaños.

Rubio, de origen cubano, es senador por Florida y uno de los nombres que más suena como candidato del Partido Republicano en las presidenciales de 2016, en las que se elegirá al sucesor de Obama.

Hablar de pobreza y desigualdades ha dejado de ser tabú en el Partido Republicano. Y el dogma de las rebajas de impuestos y los recortes en el estado del bienestar está en cuestión.

La derecha, dice Brooks, debe «hacer las paces» con la red de protección social. «¿Dónde ahorras el dinero? No lo ahorres con los pobres: ahórralo con los subsidios que van a los ricos», aconseja.

Del Dalai Lama, Brooks dice que «no sabe nada de política: de lo que entiende es de la conciencia humana». «Dirá: 'Soy marxista'’. Pero después añadirá que él no cree en compartir por la fuerza, que cree que en compartir voluntariamente por una cuestión de moralidad humana», explica.

—¿Qué puede aprender la derecha del Dalai Lama?

—A apartarse del materialismo. Lo mismo que la izquierda.