(30-07-2014)
Los bombardeos israelíes han asesinado a más de mil doscientas personas en la Franja de Gaza desde el 8 de julio, y continúan sin tregua. Durante 14 horas, entre el lunes y el martes, las bombas israelíes mataron a más de cien personas e hirieron a centenares, destruyeron hospitales, escuelas, viviendas, plantas de agua potable y de luz eléctrica, transformando Gaza en un infierno. Según estimaciones de organismos internacionales entre el 70 y el 80% de los muertos son civiles, y una parte importante de ellos, niños.
Ante la masacre de palestinos, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU votó a favor de iniciar una investigación por violaciones a los derechos humanos por parte de Israel. Sólo un país votó en contra: Estados Unidos.
El lunes 28 de julio hubo un recrudecimiento de los bombardeos israelíes, que causaron la muerte de cien palestinos, y el primer ministro Netanyahu alertó que la ofensiva militar contra Gaza «será prolongada». Ese mismo día, Susan Rice, la máxima asesora de seguridad de Obama, reafirmó el total respaldo de su gobierno a Israel, en una reunión de «solidaridad con Israel», organizada en Washington por organizaciones sionistas de EE.UU. Rice atacó a los críticos de la ofensiva militar israelí en Gaza llamándoles «injustos». Enfocó sus dardos en la investigación de la ONU sobre los «posibles crímenes de guerra de Israel en Gaza». Dijo que esta resolución tenía un carácter «parcial y no tendría un impacto positivo, y no debería existir». Reafirmó el respaldo del gobierno de Estados Unidos a Israel diciendo «ustedes no están solos».
El respaldo de EE.UU. a Israel no se limita al campo diplomático ni a la justificación del asesinato de miles de civiles palestinos y la destrucción masiva de las ciudades y poblados de la Franja de Gaza arguyendo que Hamas «tiene la culpa». En julio, después de que se iniciara la ofensiva militar contra Gaza, el Senado de EE.UU. aprobó la transferencia de 621.6 millones de dólares para el sistema israelí de misiles. Esta significativa cantidad de dinero es solo una ayuda adicional, que se suma a los miles de millones de dólares anuales —provenientes de los impuestos pagados por los ciudadanos del país del norte— que recibe anualmente Israel. La ayuda militar estadounidense a Israel ha pasado de 2,4 a 3,1 mil millones de dólares por año. El contrato, firmado en 2007, tiene una duración de 10 años, y desde entonces EE.UU. le ha transferido a Israel 30 mil millones de dólares para uso militar. Actualmente Israel recibe 11 millones de dólares diarios. Sin embargo, ni siquiera esta cifra astronómica parece conformarles puesto que se está debatiendo un nuevo y más generoso paquete financiero que se extienda hasta 2027.
Es importante que la ONU investigue a Israel por crímenes de guerra en Gaza. Pero no es suficiente. Si hubiera una voluntad de frenar el genocidio de palestinos, la comunidad internacional y los mismos ciudadanos estadounidenses deberían penalizar al gobierno de EE.UU. por su responsabilidad en alimentar la infernal maquinaria bélica de Israel que siembra muerte y destrucción en Palestina. Y a esto no hace falta investigarlo, se lo puede leer en la prensa estadounidense puesto que el propio gobierno lo admite públicamente, para el que lo quiera oír.
Fuente:
The New Observer (2 abril 2013)-«US Aid to Israel Jumps to $11 Million Dollars per Day»: http://newobserveronline.com/us-aid-to-israel-jumps-to-11-million-dollars-per-day/
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