lunes, 10 de diciembre de 2018

Armillaria, un hongo más grande que 800 campos de fútbol


Por MAR GULIS

Ni las secuoyas, esos árboles enormes y milenarios que habitan los bosques californianos, ni las inmensas ballenas azules. El ser vivo conocido más grande y más longevo del mundo se llama Armillaria ostoyae. O al menos así lo cree una parte de la comunidad científica. ¿Qué es este organismo y cómo se descubrió? Hablamos de un hongo parásito que fructifica en la base de los árboles. Su micelio —la parte subterránea que le permite absorber los nutrientes a través de una especie de hilos llamados rizomorfos— penetra por la raíz del árbol, tapona sus vasos y lo mata, así que donde crece crea unas grandes superficies de árboles muertos.

Esto es lo que sucedió a finales de los años 90 en los bosques de Oregón. Científicos estadounidenses detectaron la presencia de Armillaria ostoyae, comenzaron a investigar el fenómeno y pronto concluyeron que este hongo era el causante de la devastación. Pero ¿cuántos ejemplares estaban provocando el desastre?

Los investigadores recogieron innumerables muestras de trocitos de micelio. Después de realizar un análisis molecular —¡oh, sorpresa!— comprobaron que no se trataba de diferentes ejemplares de una misma especie, tal y como creyeron en un primer momento. Los trozos de micelio eran clónicos, genéticamente idénticos. ¿La conclusión? Esas muestras formaban parte de una única Armillaria ostoyae de tamaño descomunal cuyo micelio se habría extendido a lo largo de 890 hectáreas.

La sorpresa no se quedó ahí. Como los científicos sabían aproximadamente cuánto crece un micelio al año, al medir su extensión pudieron calcular también la edad de este ejemplar: ¡2.400 años! Por eso se cree que Armillaria ostoyae es el ser vivo más grande y quizá también el más longevo del mundo. El secreto de su supervivencia estaría en sus rizomorfos, tan resistentes que son capaces incluso de soportar el fuego.

3 marzo 2014

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