miércoles, 11 de julio de 2012

¡Meteos "la roja" donde os quepa, mamarrachos!

La fiera literaria,
Mary Luz Bodineau

España, que siempre ha sido un país de catetos, pasó a ser, con la transición a esta falsa democracia, un país de horteras, nuevos ricos, cotillas y corruptos. Antes y después, un país de mierda, que no ha aportado absolutamente nada ni al pensamiento ni a la ciencia del mundo contemporáneo. Si contemplamos lo que sí han aportado Gran Bretaña, Francia, Italia y Alemania, por no citar sino aquellos países junto a los cuales osamos alinearnos, no podemos sino recordar aquella sentencia de don Ramón del Valle Inclán en Luces de bohemia: “España es una deformación grotesca de la civilización europea”.

El siglo XX ha sido, con mucho, el siglo más innovador de la historia. Todos innovaron menos nosotros. ¿Dónde estábamos, mientras los demás creaban nuevas ciencias o enriquecían las existentes, inventaban y creaban? Un pequeño país como Rumanía dio al mundo media docena de creadores universales: Mircea Eliade, Ionesco, Brancusi, Cioran, Vintila Horia y Stephane Lupasco. ¿Osaríamos oponerles a Almudena Grandes o a Muñoz Molina? ¿A Pérez Reverte o a Maruja Torres? Los grandes cerebros nacidos en España, como Picasso o Severo Ochoa, se tuvieron que formar fuera, porque aquí nunca hay dinero ni ambiente para la cultura ni para la investigación. Por no estar presentes en la Historia grande de Occidente, no estuvimos ni en la Gran Guerra ni en la Segunda Guerra Mundial, es decir que, las dos veces que, en el siglo XX, Europa se jugó su destino, su libertad, España no tuvo nada que decir.

Y ahora nos quieren hacer creer que somos grandes porque tenemos La Roja, es decir, porque hemos logrado juntar un grupo de once malabaristas que piensa con los pies. Y, en su honor –y en el nuestro, que los animamos—colgamos banderas en los balcones y en los escaparates, atiborramos los periódicos de noticias y artículos de glorificación y orgullo, y hacemos grandes concentraciones en estadios y en plazas, donde los periodistas fomentan el borreguismo y el vacío mental.

Cuando escribo esto, aun no ha terminado la Eurocopa. No importa. Pase lo que pase en los dos partidos que quedan, nadie podrá negar que la Roja ha hecho un bueno y eficaz fútbol, aunque soporífero a veces. Pero, ¡por Júpiter! que nuestro jugadores, por cumplir con su deber, perciban una prima que suma el doble que la más alta, en tanto se recorta en Sanidad y Educación y se reduce a la nada la ayuda a la Investigación científica es una infamia. Es propio de pais tercermundista, que esgrime como coartada de su insignificancia los éxitos deportivos. Al igual que aquellas naciones del Este que no pintaban nada en el ámbito internacional y echaban sus pocas fuerzas en el deporte, mediante un grupo de muchachas y muchachos bajitos y lobotomizados.


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