Domingo 09/06/2013
Rebeldes islamistas que luchan contra el régimen del presidente Bashar al-Asad han matado ante su familia a un adolescente de 15 años al que acusaban de blasfemo, según ha denunciado el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
El adolescente vendía café en Alepo y los islamistas le oyeron pronunciar una expresión que consideraron blasfema cuando el chico hablaba con un amigo.
Ha muerto por dos tiros, uno en la boca y otro en la nuca, ante sus padres y hermanos, según ha dicho el jefe del OSDH, Rami Abdel Rahmane, que se apoya sobre una red de militantes y fuentes médicas.
Según Abdel Rahmane, se trataba probablemente de un grupo de yihadistas extranjeros. «Hablaban el árabe clásico, no el dialecto sirio», explicó.
El OSDH ha condenado esta ejecución como «un acto criminal y un regalo» a Asad, en la medida que «este tipo de crimen es exactamente lo que hace que la gente tema la caída del régimen».
La organización ha exigido el arresto de los asesinos, asegurando que «trabaja para identificarlo».
Grandes partes de la ciudad de Alepo están bajo control rebelde desde el año pasado y los militantes contra el régimen denuncian a menudo que grupos rebeldes se aprovechan a veces del vacío de poder para imponer su ley.
Mohammad Qataa, el menor ejecutado por islamistas, en una manifestación antigubernamental. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario