lunes, 28 de marzo de 2016

Araña lobo


Agazapadas en la entrada de su agujero, las tarántulas esperan a que algún incauto transeúnte del campo acierte a pasar por allí, para atacarle por sorpresa.

Cuando se dejan ver, impresiona su aspecto. Muy peludas y oscuras, pueden alcanzar hasta tres centímetros de tamaño. Poseen ocho ojos distribuidos por la parte anterior de su cuerpo, de tal forma que les aseguran un gran campo visual. Dos de estos ojos, los centrales, destacan del resto, pues, su tamaño es mayor que el de los demás. Se encuentran situados muy cerca el uno del otro, lo que, unido a su intenso color negro, hace que sus miradas parezcan siempre fijas y penetrantes, como de hipnotizador. La rapidez de reflejos que en determinados momentos demuestran estos animales hace pensar que poseen una vista bastante aceptable, aunque la imagen que se forma en sus ojos, debido a su estructura interna, debe ser algo borrosa.

Para practicar el acecho, las tarántulas necesitan una buena guarida en la que esconderse es esperar a las presas. Ésta consiste en un túnel, más o menos acodado, excavado en la tierra, con un único orificio que les sirve de entrada y de salida, y que tapizan de seda. Lo rodean con una aglomeración de materiales recogidos en las cercanías —hojas, palos, piedrecitas—, que entrelazan con hilos de seda. Todo esto les servía más tarde de parapeto.

Crepuscular y nocturna

Hace un tiempo se creyó que estas arañas eran capaces de asociarse y organizar ataques en grupo, de ahí que aún hoy en algunos lugares también se las conozca como arañas lobo. Sin embargo, si tenemos en cuenta su marcado carácter territorial, estas asociaciones se hacen difíciles, pues una tarántula raras veces permite que otra se aproxime demasiado a su zona de caza sin que se organice una lucha en la que una de ellas termina como alimento de la otra. Entre las arañas no es extraño que se produzcan actos de canibalismo como estos.

Sus actividades cazadoras comienzan preferentemente a la caída de la tarde. Salen del túnel protegidas por el cúmulo de hojas y piedras formado, se agazapan y se disponen a esperar. Precisamente, ésa es su principal técnica de caza: la paciencia. Salvo cortas exploraciones por los alrededores de su territorio en busca de alguna presa, las tarántulas, siempre atentas y en posición de ataque, esperan tranquilamente a que algún desprevenido insecto acierte a posarse cerca de ellas.

El carácter eminentemente perezoso de las tarántulas hace que, si la casualidad no lo remedia, puedan estar largos períodos de tiempo sin que tengan nada que llevarse a la boca. A pesar de esto no suelen hacer esfuerzos extraordinarios para remediarlo, ni intentan ir detrás de alguna posible víctima, pues son malas corredoras. Una avance, en carrera, de pocos segundos, puede dejar a las arañas completamente exhaustas y con un ritmo cardíaco desorbitado; todo ello debido a que la estructura de su aparato respiratorio no les facilita el suficiente oxígeno para un esfuerzo de esa intensidad. Por esto, cuando algún insecto despistado acierta a caer cerca de una tarántula, ésta se asegura ante todo, de no errar en el ataque. Entonces, la parsimonia anterior se convierte de repente en agilidad. De un salto hacia adelante y toda rapidez se abalanza sobre la presa. En un momento la sujeta con sus patas y le clava los quelíceros con los que le inyecta el veneno que contienen. El efecto de la toxina es casi inmediato y pronto consigue paralizar a la víctima. Sin perder tiempo la transporta al fondo del túnel donde, ya más tranquilamente, dará buena cuenta de ella.

Como en todas las arañas, la digestión es externa. Son incapaces de ingerir ningún sólido, por lo que tienen que verter los jugos gástricos sobre el alimento y, una vez que éste se ha convertido en una masa casi líquida, lo engullen y asimilan. Las partes no aprovechables las sacan al exterior y pasan a formar parte del parapeto de hojas y piedras ya existente en la salida del refugio.

No prefieren un tipo de presa en particular, por lo que su dieta puede ser muy variada. Normalmente, las especies cazadas varían sobre todo según la estación del año. Por regla general suelen atrapar insectos de tamaño mediano, independientemente de que sean alados o no, pues su rapidez de reacción en el momento de la caza les permite coger por sorpresa a cualquier víctima, siempre que tenga el tamaño adecuado.

Ante la presencia del hombre, las tarántulas, al igual que cualquier animal, prefieren la huida antes que el enfrentamiento, pero si llega el caso, sus picaduras, frente a la creencia popular, solamente producen un dolor muy localizado que suele extinguirse en poco tiempo.

EL RETO DE LA VIDA
Enciclopedia Salvat del comportamiento animal

Tomo 11: «Los cazadores I».

jueves, 24 de marzo de 2016

Atentados de Bruselas: ¡no, señor primer ministro!


Por MICHEL COLLON
(Investig'Action)

Ayer, como muchos en Bruselas, pasé horas intentando averiguar cómo se encontraban mis familiares y amigos. ¿Quién, por desgracia, habría podido hallarse en ese metro maldito, que yo también cojo para ir al despacho de Investig'Action? ¿Quién, por desgracia, habría podido hallarse cerca del Starbucks del aeropuerto, donde suelo tomar un té mientras espero el embarque de mi vuelo? Indagaciones aún más angustiosas si tenemos en cuenta que la red estaba evidentemente saturada.

En definitiva, como muchos en Bruselas, viví, durante un día, lo que viven desde hace años los iraquíes, los libios, los sirios y, antes de ellos, los argelinos. Al haber estado en más de una ocasión en lugares que habían sido bombardeados por los occidentales, sé cómo son los restos de cuerpos dislocados que ya nadie podrá volver a abrazar. He visto allí el dolor de aquellos a los que se les arrebata para siempre a su marido, su mujer, su hijo.

Como muchos en Bruselas, lloré y deseaba golpear a los criminales que arremetieron contra tantos inocentes. Pero el criminal no nace, se hace. Y la cuestión más importante es: ¿cómo han llegado a eso? ¡Negar a este ese punto el valor de la vida de tantos inocentes! Hacerlos sufrir y aterrorizarlos en vez de luchar ―con esos inocentes― contra la injusticia que nos golpea a todos. ¿Quién ha intoxicado a esos jóvenes, quién les ha dado el ejemplo de la violencia, quién los ha sumido en la desesperación y, sobre todo, quién les ha armado? Criminales, sí, pero acaso no son también en parte víctimas, aunque este término resulte chocante.

Así que, cuando vi que nuestro primer ministro Charles Michel declaraba en conferencia de prensa que los belgas tenían que unirse y esquivaba con cautela la cuestión esencial: «¿Cómo hemos llegado a esto, quiénes son los responsables?», me enfurecí con ese hombre hipócrita que nos propone solo seguir como antes, cuando la pregunta que se hace la gente es precisamente «¿Cómo evitar que esto vuelva a suceder? ¿Qué políticas aplicar para poner fin a este engranaje infernal?».

¿Creen de verdad que la vigilancia y la represión van a impedir nuevos atentados? Algunos, sí, pero todos es imposible. Para eso hay que cambiar de política. Su política.

Einstein decía: «No se resuelve un problema con los mismos planteamientos que lo han creado». En efecto, no se acabará con el terrorismo hasta que no se hayan debatido sus causas profundas, con el fin de llevar a cabo una verdadera prevención.

Señor primer ministro Charles Michel, no le estoy agradecido. Porque se ha negado a plantear las cuestiones importantes: ¿Los Saud y Qatar han financiado a los terroristas? Sí, los informes de los servicios estadounidenses lo afirman. ¿Estados Unidos creó Al Qaeda? Sí, Hillary Clinton lo ha reconocido. ¿La CIA organizó un campo de entrenamiento en Jordania? Sí, el célebre periodista estadounidense Hersh lo ha demostrado. ¿Fabius impulsó el terrorismo al declarar «Al Qaeda hace un buen trabajo»? Sí, miren su vídeo de Marrakech en diciembre de 2012.

En general ¿Estados Unidos ha utilizado el llamado terrorismo islámico desde Bin Laden en Afganistán, en el 79, hasta la Siria actual, pasando por Bosnia, Kosovo, el Caucaso, Argelia, Iraq, Libia y otros muchos países? ¿No es preciso crear urgentemente una comisión de investigación sobre los vínculos EEUU, terrorismo y sobre el trasfondo estratégico de todos estos dramas? ¿Usted y Europa, van a seguir siendo el perrito faldero de Estados Unidos? Usted se entusiasma como un niño cuando Obama le llama. Pero ¿por qué no denuncia su hipocresía ante estas guerras? Señor Michel, cuando pienso en todo ese sufrimiento que habría podido evitarse, no le estoy agradecido.

Es cierto que usted no es el único que utiliza la falsa retórica.

Señor ministro de Asuntos Exteriores Didier Reynders, tampoco le estoy agradecido. Ayer declaró que los terroristas atacan nuestro «modo de vida». Exactamente las mismas palabras que dijo Georges W. Bush el 11 de Septiembre antes de atacar Iraq y Afganistán con excusas falaces. Señor Reynders ¿por qué no hizo referencia a sus declaraciones de abril de 2013 en las que elogiaba a «esos jóvenes a los que quizás un día se les erija un momento como héroes de la revolución»?

¿Por qué no quiso venir cuando le invité, en junio de 2013, a participar a un debate «Jóvenes en Siria, cómo impedir que vayan»? ¿Eso no le preocupaba? ¿Creía que para «cambiar de régimen» como usted dice, todos los medios eran buenos, incluso el terrorismo? ¿No pensó que animándoles a cometer ese tipo de actos allí, algunos vendrían a hacer lo mismo aquí? Señor Reynders, no le estoy agradecido.

Señora Milquet, tampoco le estoy agradecido. Usted era ministra del Interior en ese momento. Usted también se negó a participar en aquel debate, a pesar de nuestra insistencia, ¡cambiando constantemente de pretexto! Desde entonces, guarda silencio. ¿Avergonzada por haber ignorado los gritos de desesperación de las madres angustiadas al ver que sus niños ―porque eran realmente niños de 16, 17, 18 años― partían hacia el infierno sin que Bélgica hiciera nada para detenerlos? ¿No le asaltan los remordimientos al ver lo que ha sucedido? Señora Milquet, no le estoy agradecido.

¿No es hora de abrir un gran debate sobre las consecuencias de la política internacional que Bélgica ha llevado a cabo en los últimos años?

1. ¿Europa debe seguir respaldando a Estados Unidos y su política, que siembra la violencia en Oriente Medio?

2. ¿Bélgica debe seguir apoyando la violencia de Israel, negándose a hacer respetar el Derecho internacional y tratando de «antisemitas» a los jóvenes que quieren defender los derechos de los palestinos?

3. ¿Bélgica debe seguir prosternándose ante los petrodólares de los Saud (robados a los pueblos árabes en lugar de utilizar el dinero del petróleo y el gas en luchar contra la pobreza como en América Latina) cuando todo el mundo sabe que los Saud financian la intoxicación de las mentes jóvenes mediante una versión envenenada y falseada del islam?

4. ¿Cómo se justifica el rechazo a conceder asilo a las víctimas de «nuestras» guerras en Iraq, Siria y Afganistán?

5. ¿Cuándo se hará público por fin el informe de la intervención «humanitaria» en Libia, donde la OTAN se alió con Al Qaeda para derrocar a Gadafi, violando la Carta de la ONU que prohíbe ese tipo de prácticas, con las consecuencias que esto ha tenido: Libia convertida en base del terrorismo internacional?

¿No es hora de abrir al mismo tiempo un gran debate sobre las consecuencias de la política social, o más bien antisocial, de los gobiernos belgas desde hace años?

1. ¿Pueden recortar sin cesar los presupuestos escolares, creando escuelas-aparcaderos en las que los profesores no tienen ni la formación adecuada ni los medios para enfrentarse a tantas cuestiones complejas sobre el mundo actual?

2. ¿Pueden recortar sin cesar los presupuestos de prisiones y reinserción, con el riesgo de que pequeños delincuentes se conviertan en delincuentes irrecuperables?

3. ¿Pueden recortar sin cesar los presupuestos de los medios audiovisuales públicos, de forma que los periodistas no tienen tiempo de profundizar en los temas (confidencias llegadas de dentro de la RTBF) y se ven condenados al reino del copia-pega y de las noticias basura, empujando así a los jóvenes, que se han vuelto desconfiados, hacia la teoría del complot o peor aún hacia los predicadores fanáticos y los reclutadores sin escrúpulos?

4. ¿Pueden seguir haciendo regalos a la banca y a las multinacionales que ya casi no pagan impuestos y revertir el déficit especialmente en los ayuntamientos, cuyos responsables carecen de los medios necesarios para ayudar a los jóvenes? ¿No es así como crean núcleos de desesperación como Molenbeek? (pero no es el único, también están Vilvorde, Verviers, Anvers y no olvidemos que los «euro-yihadistas» proceden de numerosos países europeos).

5. ¿Hay que extrañarse entonces de que tantos jóvenes hayan caído en las garras de los reclutadores profesionales? Sobre todo teniendo en cuenta que cuando se les denunciaba ante la policía, no siempre pero sí con bastante frecuencia, padre y educadores oían la siguiente respuesta: «¡Que se vayan a Siria, lo que no queremos es que regresen!».

6. ¿Tiene realmente derecho a mostrarse sorprendido ante los atentados de París y de Bruselas cuando la voz de alarma se había dado hace años y usted se negó a escuchar a los que lanzaron la alerta?

Ayer, cada padre tembló por sus hijos. Hoy, todos nos interrogamos sobre la educación que hay que darles frente a un mundo cada vez más violento. ¿Podremos ofrecerles una verdadera educación y un futuro? ¿Mañana cuál será la ciudad que se verá golpeada? La escalada del odio y el miedo, dirigida contra los musulmanes, favorece a la extrema derecha. ¿Es eso lo que usted quiere?

En suma, los atentados no son una fatalidad, son resultado de una política. Aplicada en Washington. Luego en Londres y París. Bruselas les siguió servilmente. Señores dirigentes, son, por lo tanto, corresponsables. ¿Tenemos derecho a debatir sobre ello ―en «democracia»― o van a presionar de nuevo para que los medios de comunicación se callen?

Bruselas, 23 de marzo de 2016.

miércoles, 23 de marzo de 2016

Hezbolá: El fuego con el que Europa se quema es el mismo que encendieron en Siria

 


Hezbolá ha condenado los atentados de Bruselas, capital belga, llamando a los países occidentales a poner fin a sus apoyos a los grupos terroristas en Oriente Medio.

«El fuego con el que Europa, en particular, y el mundo, en general, se están quemando es el mismo que algunos regímenes encendieron en Siria y otros estados en la región», ha destacado el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) en un comunicado emitido este martes.

Tras destacar que los atentados en Bruselas demuestran que el terrorismo no conoce fronteras, Hezbolá ha añadido que «la lucha contra el terrorismo necesita la valentía y la cooperación regional e internacional, por lo que guardar silencio ante esta lacra es un gran error».

«El fuego con el que Europa, en particular, y el mundo, en general, se están quemando es el mismo que algunos regímenes encendieron en Siria y otros estados en la región», ha indicado el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá).

Por otra parte, Siria ha subrayado que los atentados en Bruselas, reivindicados por el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), son el resultado inevitable de las políticas erróneas y una tolerancia ante el terrorismo, y ha pedido un esfuerzo internacional para hacer frente a este flagelo.

«Los ataques terroristas en Bruselas, y antes de eso en París (capital francesa) y en otras partes del mundo, reafirman que el terrorismo no tiene fronteras y es el resultado inevitable de las políticas equivocadas y del uso del terrorismo para lograr ciertas agendas», ha precisado una fuente oficial de la Cancillería siria, citada por la agencia oficial siria de noticias SANA.

Tras reiterar que Siria está haciendo frente al terrorismo takfirí desde hace cinco años, la fuente ha llamado a la unión de los esfuerzos internacionales sinceros para plantar cara a la amenaza terrorista y frenar el comportamiento de los Estados patrocinadores de esta lacra, obligándoles a dejar de suministrar cualquier tipo de apoyo a los grupos terroristas, a fin de restablecer la paz y la estabilidad en la región y el mundo.

A continuación, la fuente ha hecho hincapié en que los atentados de Bruselas, que han acabado con la vida de al menos 34 personas, también fueron la consecuencia de «describir a los grupos terroristas como fuerzas moderadas».

martes, 15 de marzo de 2016

El futbol, el dinero y el poder


Por HELENO SAÑA

Cada civilización, cada ciclo histórico y cada sistema de poder crea y populariza un determinado espectáculo de masas, un modo de divertirse, un modelo lúdico. No necesito subrayar que el que predomina en la actual sociedad de consumo es el deporte, y dentro de éste, el fútbol. Archisabido es también que el balompié profesional se ha convertido desde hace décadas en una rama de negocios como otra, con la única diferencia de que en vez de fabricar y vender mercancías, comercializa sus goles. Y como ocurre con las demás empresas capitalistas, los clubes están sometidos a las mismas leyes que imperan en el mundo económico: mercado global, competitividad, rentabilidad, inversiones, compras y ventas, balances de pérdidas y ganancias y sueldos astronómicos para los jugadores que más contribuyen a obtener trofeos nacionales e internacionales.

Los equipos han conservado su nombre de origen, pero su plantilla de jugadores se compone cada vez más de profesionales procedentes de los más diversos puntos del globo, de manera que también en este aspecto los clubs futbolísticos han pasado a ser consorcios transnacionales. En este sentido el fútbol no ha hecho más que pasar a formar parte del proceso general de mercantilización que rige los destinos de la Humanidad. Su plena incorporación al reino de Mammón es un hecho deplorable, pero no el único. No menos grave es que sea instrumentalizado por el poder político y mediático a su servicio para manipular y embrutecer a las masas y fomentar su conformismo y su consenso. Como el 'panem et circenses' de la antigua Roma, la droga del fútbol no tiene otro objetivo que el de aturdir al hombre y hacerle olvidar la mediocridad y el vacío de su gris existencia. Es la vieja estrategia del poder para desterrar de la sociedad la conciencia crítica y la insubordinación contra la injusticia reinante.

¡Qué casualidad! Cuanto peor marcha el mundo, cuanto más se multiplican la pobreza, el hambre, el paro, la marginación social, la inseguridad laboral, el miedo ante el futuro y otras anomalías y patologías engendradas por el sistema, más publicidad y más bombo se da al fútbol y más se lo idolatra como el supremo bien. Lo que en sus orígenes hoy lejanos empezó siendo un pasatiempo como otro cualquiera, se ha convertido en una ideología al servicio del poder establecido. Eso explica que los jefes de Estado, jefes de Gobierno y líderes de partido no desperdicien ninguna ocasión para exhibirse en las tribunas y compartir con los 'hinchas' las victorias o derrotas de los respectivos equipos. Aquí también política y propaganda, comedia y cálculo. ¿Qué lógica tiene todo esto? No otra que la lógica de una sociedad alienada, estupidizada e infantilizada al máximo que a falta de un proyecto superior de vida convierte una cosa tan baladí como darle patadas a un balón en un acontecimiento trascendental, sin hablar ya de las oleadas de fanatismo y de violencia que este simple juego desencadena una y otra vez. Ya semanas antes de iniciarse el Mundial de Alemania (2006), la chusma neonazi empezó a sembrar el terror entre extranjeros de origen africano y de otras etnias. Porque eso de que el fútbol contribuye a fomentar el entendimiento y la paz entre los pueblos es una patraña desmentida por lo que ocurre a menudo en el terreno de juego, en los graderíos y en la calle, desde los gritos ensordecedores y los insultos al vandalismo colectivo y la agresión física. Un deporte realmente pacífico y civilizado no necesitaría ser protegido por la policía y demás fuerzas de orden.

Entendámonos: no soy en absoluto enemigo del deporte, tampoco del fútbol, que en mis años mozos practiqué, como el tenis de mesa, el billar clásico y el ajedrez. Confrontado una y otra vez con lo que Unamuno llamaba «el sentimiento trágico de la vida», el hombre necesita la válvula de escape de la distracción y el esparcimiento, de la misma manera que necesita del humor, la ironía y la broma, uno de los aspectos más saludables y gratos de la convivencia interhumana. Precisamente porque el instinto lúdico forma parte de la estructura antropológica y social del hombre — como nos enseñan no sólo Fourier y Schiller— y puede contribuir a humanizar y hacer agradable nuestra estancia en la Tierra, no puedo aceptar que sea desnaturalizado y despojado de su función genuina por gentes que no tienen otra vocación que la de acumular poder y billetes de banco. Aunque nadie me haga caso lo digo: la misión de quienes aman verdaderamente el deporte en general y el fútbol en particular es la de reautentificarlos, desprofesionalizarlos y devolverles su esencia original.

La Clave
Nº 269, 9-15 junio 2006.

viernes, 11 de marzo de 2016

Accidente nuclear en Francia fue minimizado


Un accidente nuclear ocurrido en 2014 en la central de Fessenheim, en Francia, fue más serio de lo que se dio a conocer. Medios alemanes denuncian que las autoridades ocultaron la gravedad de los hechos.

04/03/2016

Tanto la autoridad de energía atómica francesa, la ASN, como la compañía operadora de los dos reactores nucleares de Fessenheim, el gigante energético francés EDF, ocultaron de manera deliberada informaciones sobre la gravedad del accidente sucedido el 9 de abril de 2014, cuando uno de los reactores tuvo que ser desactivado porque se encontró una pérdida de agua en diferentes sectores de los mismos.

Según investigaciones publicadas este viernes (04/03/2016) el diario alemán Süddeutsche Zeitung y la cadena pública WDR, el incidente de Fessenheim —en la región de Alsacia, cercana a la frontera con Alemania— podría ser «uno de los accidentes nucleares más dramáticos jamás ocurridos en Europa Occidental».

La denuncia de estos medios se basa en un documento al que dijeron haber tenido acceso y que fue enviado por miembros de la ASN a su junta directiva el 24 de abril de 2014.

Indicios de accidente grave

La carta y la consiguiente respuesta revelan que no fue posible desactivar el reactor en la forma acostumbrada, ya que las barras de control de combustible estaban atascadas. De acuerdo con un experto, el reactor tuvo que ser desactivado agregando boro a la cubas de presión, un procedimiento inusual en Europa Occidental.

«No tengo conocimiento ningún caso en el que un reactor en Europa Occidental haya tenido que desactivarse luego de un incidente añadiendo boro», explicó Manfred Mertins, experto y asesor gubernamental en seguridad nuclear, a la cadena WDR y al Süddeutsche Zeitung.

Según las investigaciones, los informes oficiales de la ASN no contenían información sobre el añadido de boro ni sobre el atascamiento de las barras de control, y tampoco se reportó acerca de eso al Organismo Internacional de Energía Atómica (IAEA).

Alemania también entró en una disputa con Bélgica por la central nuclear de Tihange, cerca de la frontera entre ambos países. Dicha central fue cerrada en marzo de 2014, pero volvió a entrar en funcionamiento en diciembre de 2015 a pesar de que se dieron a conocer rupturas en las cubas.

El primero de los dos reactores del complejo de Fessenheim, ubicado a orillas del Rin, junto a la frontera alemana, empezó a producir electricidad en marzo de 1977, y el segundo en 1978. El presidente francés, François Hollande, aplazó el cierre de esa central nuclear, la más antigua del país, al menos a 2018, cuando su promesa electoral era hacerlo en 2016.

Francia tiene en total 58 reactores en funcionamiento, que proporcionan el 80% de la electricidad generada. Hollande pretende disminuir el peso relativo del sector nuclear en la producción de electricidad al 50% en el horizonte de 2025.

sábado, 5 de marzo de 2016

La democracia real y Pericles


Pericles fue un joven aristócrata que llegó a convertirse en el líder más indiscutible de la democracia. Tucídides, que desde niño lo escuchó desertar aquí en el Ágora y arriba en Las Rocas, dice de él que fue un hombre influyente por su prestigio y por su inteligencia, un hombre de amplias miras, incorruptible ante el dinero y el halago, y que, con su palabra, supo guiar al pueblo libremente oponiéndose incluso a sus pasiones.

El propio Tucídides, y, en cierto modo, Platón y Plutarco, llegaron a afirmar que la influencia de Pericles fue tan profunda que hizo de la democracia de aquellos años el gobierno de un gran ciudadano. Ciertamente, Pericles fue reelegido general año tras año desde el 443 a.C. hasta su temprana muerte, trece años después. Pero fue una elección libre y consciente, revalidada por el pueblo no sólo cada año, sino cada mes, como correspondía a la de todo general. Tampoco fue alcanzado por el ostracismo —el mecanismo purgatorio con que la democracia alejaba de sí a quienes concentraban sobre su persona demasiado poder—, y sí lo fueron, justa o injustamente, Temístocles, Cimón, el intachable Arístides.

Indiscutiblemente, los años de Pericles (443-429) —con la reducción tajante de las competencias del Areópago, la esmerada organización de la flota, la remuneración de los miembros de los tribunales de la Heliea, la portentosa reconstrucción de la Acrópolis y la transferencia definitiva del poder al pueblo— fueron el apogeo de la democracia ateniense. Recapitulemos. Con todas las posibles deficiencias, aquellos hombre crearon y pusieron en práctica una forma de gobierno que hizo posible la participación directa de todos los estratos sociales en la definición del bien común, la implicación individual y responsable en la toma de decisiones que afectan al conjunto, y la salvaguarda de la justicia y de la transparencia en la gestión de lo de todos a través del control colectivo permanente, del ejercicio no profesional de los cargos, y de la revocabilidad y la responsabilización de las personas a quienes se confía por un tiempo la defensa de lo público.

Consiguieron, por primera y única vez, un Estado no distanciado de la sociedad, sino identificado plenamente con ella. En el resto de las sociedades históricas —incluidas nuestras democracias actuales—, el Estado, distanciado, ha ejercido sobre ellas un poder coercitivo, al que los más influyentes consiguen en el fondo sustraerse por mecanismos diversos, y así, sin control efectivo del conjunto de la sociedad, prosperan en su relación con el Estado los grupos de presión y los conspiradores, y la fuerza económica se traduce en fuerza política, y no hay lugar para la isonomía ni la isegoría. La estrategia de la democracia ateniense para aspirar a la justicia fue, sin embargo, tratar de compensar la desigualdad económica con la igualdad política; en nuestras democracias, tristemente, la desigualdad económica se ha convertido en base de la fuerza política.

En aquellos años, los atenienses se dieron a sí mismos la oportunidad insólita —constantemente escamoteada al género humano— de realizarse plenamente como «seres políticos», de conferir sentido a su vida a través de la contribución consciente y sustancial a un destino más justo para la sociedad. Tal vez pueda decirse, con cierta sensación opresiva, que aquellos hombres, en su digno propósito, vivieron demasiado para el Estado; pero cabría preguntarse si nosotros, en nuestra acomodada renuncia, no estaremos viviendo en exceso… para el sistema.

PEDRO OLALLA
Grecia en el aire
(2015)

martes, 1 de marzo de 2016

Vida, obra, milagros… y muerte de moscas y cunetas

Revista LA MATACARA
Nº 12 – PRIMAVERA 2015

«(…) Castilla miserable, ayer dominadora,
envuelta en sus andrajos desprecia cuanto ignora…
Todo se mueve, fluye, discurre, corre o gira;
cambian la mar y el monte y el ojo que los mira.»
ANTONIO MACHADO

Antonio Machado dedicó un poema a las moscas, animal despreciado que no despreciable aunque considerado como tal salvo por honrosas excepciones. Ejemplo de ello la del citado poeta de Campos de Castilla: «¡Oh, viejas moscas voraces como abejas en abril,… que ni brilláis cual mariposas; pequeñitas revoltosas, vosotras, amigas viejas, me evocáis todas las cosas.» Para la mayor parte de los mortales Es un bicho molesto y peligroso. Nada más lejos de la verdad, las moscas o dípteros (insectos de dos alas) con sus más de 150.000 especies en el mundo y más de 7.000 en la Península Ibérica cumplen una importancia fundamental en la polinización de las plantas. En las latitudes elevadas donde las temperaturas son más bajas, las moscas pueden quitar el primer puesto en la función polinizadora a las abejas, llegando a más de 100 las plantas cultivables que dependen de estos insectos de dos alas que tanto odiamos o en el mejor de los casos despreciamos.

¿Y qué tiene que ver esta introducción con el tema al que hace referencia el título de este artículo: «las cunetas»? Vivimos en lo que se denomina mundo pequeño. Esto significa que todo está mucho más cercano y relacionado de lo que pensamos. En las líneas siguientes descubriremos algunas de las redes que tejen conexiones en el mundo y vida. Las cunetas, esos espacios cada vez más amenazados en los pueblos y extinguidos casi por completo en las ciudades, donde la naturaleza aún puede expresarse libremente, mostrando su deseo de diversidad y exuberancia.

El diccionario define cuneta como: «Zanja en cada uno de los lados de un camino para recoger las aguas de lluvia». Cuneta que en su suelo vivo recogía la aguas del camino compañero, y en los estrechos márgenes que el hombre le marca, nos grita con sus colores y formas diversas que no entendemos la vocación que el mundo y la vida encierra. Nuestras cunetas, pequeños ríos donde vive la mosca que poliniza el cultivo que nos alimenta. Pensamos que son canales y sobre la tierra el hormigón acecha. Pero no queda ahí el desprecio y el egoísmo con el que el hombre paga a la sabia bondad de la cuneta. Los arados roban al camino su fiel compañera la cuneta. Espacio público al que igual que los caminos se anexionan a las tierras. Flaco favor se hace quien cree que de este modo agranda su hacienda. Nuestra casa es el mundo, Gaia, la Tierra, la casa de la despreciada mosca y la despreciada cuneta, si la tierra sangra, esa sangre es la nuestra.

Las cunetas son vida, una vida de geometría compleja. Fractales lo llaman, pues rompen la línea recta. La Matacara de junio bellas imágenes nos muestra… ¡qué pequeño nuestro mundo!, ¡qué inmensa su belleza! La cuneta es vida, nube, rayo… no triste línea recta; la cuneta es biodiversidad plena, no monocultivo hijo de una avaricia ciega que nos queda en manos de un frágil mundo y nos ata en peligrosa dependencia.

Y dijo el astro rey a la brizna de hierba.
—¡Qué triste la luz sin tu sombra…!,
ojalá no tenga nunca que soñarte.


Jordi Bascompte y Pedro Jordano, ecólogos de prestigio tal que hasta los economistas hoy a sus estudios se acercan, con las matemáticas en la mano y varios años de estudio en los ecosistemas de Doñana, demuestran que en las redes mutualistas de la naturaleza son muy heterogéneas y cohesivas, basadas en dependencias débiles y asimétricas, lo cual las da una gran robustez y fortaleza.

Nuestra agricultura es la antítesis, el polo opuesto a las redes naturales que debemos imitar. El hombre depende de cuatro plantas cultivadas de las que han desaparecido numerosas variedades existentes en el pasado. Trigo, maíz, arroz y papas proporcionan más de la mitad de las calorías vegetales a nivel mundial.

Los modelos socioeconómicos que dominan hoy nuestro mundo y que han sido responsables de las últimas crisis reproducen los mismos esquemas. Pocos nodos o centros con fuertes dependencias de toda la red de estos núcleos, que al caer arrastran los pequeños nodos altamente dependientes de ellos. Monopolio, monocultivo, etc., son los modelos que el hombre crea para alimentarse y relacionarse. Frente a ellos la humilde cuneta siempre acompañada del zumbido de la ya no tan despreciable mosca y otros imprescindibles animales, resiste contra arados y herbicidas recuperando al menor respiro concedido la tierra arrebatada, y evidenciando su sabiduría añeja.

Cuneta, realidad y metáfora de ecosistemas o redes naturales y modelo a seguir para generar unos sistemas socioeconómicos robustos y sostenibles.

FERNANDO BENITO