domingo, 29 de septiembre de 2013

Sudamericano, gigante y planeador


El ave voladora más grande de la que se tiene conocimiento planeaba en forma excepcional, según dicen los expertos.

(3 - julio - 2007)

Un equipo estadounidense estudió las habilidades de vuelo del Argentavis magnificens, una rapaz gigante que vivió hace 6 millones de años en los territorios que hoy conforman Argentina.

Con siete metros de envergadura, este animal probablemente era un experto planeando en las corrientes térmicas y brisas de todo tipo. Sin embargo, el grupo de estudio confió a la revista Anales de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS, por sus siglas en inglés) que al Argentavis le debe haber costado mucho levantar vuelo agitando las alas. Y es que pesaría unos 70 kilos.

¿Cómo llegar al cielo?

Los científicos creen que este planeador probablemente utilizaba la misma técnica que usan hoy en día los deportistas que practican ala delta o parapente: se impulsaba colina abajo o trepaba hasta un punto alto para luego remontar con velocidad y altura.

«Su problema era cómo llegar al cielo», explicó Sankar Chatterjee, un profesor de geología del museo de la Universidad Politécnica de Texas en Lubbock, Estados Unidos. «Pero una vez que encontraba una corriente térmica, podía subir fácilmente un kilómetro y medio o dos sin batir las alas, un paseo libre, en el que simplemente describía círculos», aclaró. «Luego, una vez arriba, el pájaro se deslizaría hasta la próxima corriente, y así podría viajar ciertamente más de 320 kilómetros por día», dijo a la BBC.

Máximo aprovechamiento

El profesor Chatterjee y sus colegas calcularon los parámetros de vuelo a partir de los fósiles del Argentavis, e introdujeron esos datos a modelos de vuelo computarizados.Los resultados les mostraron que el pájaro de antaño —que hoy rivalizaría en los cielos con alguna avionetas— tenía todas las características de un planeador de alta performance. Sus alas gigantes aprovecharon al máximo la energía de las brisas elevadoras, gracias a las pendientes de los Andes, y las corrientes térmicas sobre las verdes pasturas de la pampa.

El ave voladora contemporánea más pesada: la avutarda de Kori, Ardeotis tardi, pesa aproximadamente 18 kilos. Y la de mayor envergadura: el albatros viajero, Diomedea exulans, mide tres metros de la punta de un ala a la otra.

Los animales más grandes que surcaron los cielos eran los pterosaurios, unos reptiles voladores que vivieron hasta hace 65 millones de años. Los más grandes medían cerca de 10 metros de punta a punta de las alas.

sábado, 28 de septiembre de 2013

El Gobierno invita a irse a seis observadores de la OSCE que querían supervisar 'Jaque al rey'


Pretendían reunirse con los ministerios de Interior y Exteriores, con la Delegación del Gobierno y los convocantes para evaluar el derecho de manifestación en España. El Ejecutivo les comunicó esta mañana que considera la marcha anticonstitucional y que lo mejor era que se fueran. La OSCE emite una nota de queja y se pregunta por «las intenciones» de las autoridades españolas

DANIEL DEL PINO

El Gobierno ha invitado a marcharse de España a seis miembros de la Organización para la Seguridad y Cooperación Europea (OSCE) que habían llegado a España para evaluar el derecho de reunión y manifestación en nuestro país con motivo de la marcha Jaque al rey. La OSCE ha emitido una dura nota de queja en la que ve con preocupación «las intenciones que puedan tener mañana las autoridades» españolas al haber dado «este giro radical de manera sorprendente».

Según ha podido saber Público, el ministerio de Exteriores les comunicó esta mañana que considera antinconstitucional la manifestación y que lo mejor era que se fueran.

Los seis observadores, entre los que está el subdirector de Derechos Humanos de la OSCE, Omar Fisher, pretendían reunirse con representantes de los ministerios de Exteriores e Interior, con la Defensora del Pueblo, la Delegación del Gobierno y los convocantes del Jaque al rey.

El propósito era evaluarnos después de las últimas actuaciones policiales durante protestas de este tipo. Fisher llegó ayer a la capital acompañado de Irina Urumova, asesora en derechos humanos de la institución y otros cuatro expertos: Aleksandra Dloubak, Bartlomiej Lipinski, Marcin Jezulin y Yevgenia Aretisova.

Esta mañana todos fueron citados en la cafetería del Ministerio de Asuntos Exteriores por el responsable del Ministerio en las relaciones con la OSCE, Juan Armando-Andrada Vanderwilde Parada, quien les comunicó que el Gobierno considera la manifestación como un acto anticonstitucional y que por esta razón lo mejor era que se fueran de España. Fisher se marchó esta tarde a Varsovia y el resto de los componentes de la expedición saldrán mañana.

Decepcionados por la decisión

Pasadas las nueve de la noche, la OSCE publicaba en su web una nota en la que mostró su decepción por la decisión de las autoridades españolas. «Como cualquier miembro de la OSCE, España se ha comprometido a garantizar el derecho de reunión y el trabajo de los observadores es crítico para asegurar que se respeta la libertad», dijo el director de la Oficina para las Instituciones Democráticas y los Derechos Humanos, Janez Lenarčič, para quien resulta «sorprendente este giro radical» teniendo en cuenta que «nuestra oficina siempre ha tenido una buena cooperación con España».

«La repentina oposición de las autoridades españolas provoca cierta preocupación por las intenciones que puedan tener mañana», añadió Lenarčič en modo contundente.

La OSCE «llama a las autoridades a asegurar el respeto a la libertad de reunión, en la línea de los compromisos de la OSCE y otros estándares internacionales de los derechos humanos».

viernes, 27 de septiembre de 2013

Un modelo matemático prueba que la guerra ha sido un motor de la evolución cultural

Una herramienta computacional simula el desarrollo de las comunidades humanas y predice dónde y cuándo surgieron las sociedades más complejas. Los fundamentos han sido publicados en la revista PNAS.

(23-septiembre-2013)

Los conflictos bélicos y la innovación tecnológica asociada a ellos son impulsores del desarrollo de las sociedades. Esta es la conclusión a la que han llegado un grupo de investigadores de la Universidad de Connecticut (EEUU), la Universidad de Exeter (Inglaterra) y el Instituto Nacional de Síntesis Matemática y Biológica (NIMBioS), que han simulado la evolución de las comunidades humanas a lo largo de la historia.

El trabajo, publicado esta semana en la revista Proceedings of the National Academy of Science (PNAS), es un modelo predictivo basado en el análisis de las interacciones entre la ecología de las poblaciones, la geografía de sus entornos y el estudio de los acontecimientos históricos.

La herramienta matemática logró simular sobre mapas geográficos los conflictos entre sociedades, la difusión de la tecnología militar y la evolución sociocultural por cada siglo de historia. Las conclusiones indican que la creación de instituciones complejas de cohesión social está relacionada con la belicosidad de una comunidad.

«En el modelo, la sociedad que perdía las luchas era absorbida por la ganadora. Este diseño refleja lo que ocurre en el mundo real cuando los imperios se expanden conquistando otras comunidades», explica a SINC Thomas Currie, uno de los autores del estudio e investigador de la Universidad de Exeter.

Además, el modelo de evolución cultural señaló con un 65% de eficacia la localización y la fecha en las que surgieron las sociedades humanas más complejas.

El guerrero pueblo mongol se extendió por Asia
y parte de Europa entre los siglos XII y XIII.


Datos de Europa, Asia y África

Los investigadores utilizaron como patrón los registros de los eventos ocurridos en las comunidades africanas y eurasiáticas desde el año 1500 a. C. hasta el 1500 d. C. y las características de sus territorios.

Según los autores del estudio, las innovaciones militares, como el uso de carros y caballerías, y los accidentes geográficos, fueron dos de los factores clave en la evolución de los habitantes del continente eurasiático.

«Las mayores sociedades comenzaron a desarrollarse a partir de esa fecha —comenta Currie—. Fijamos el límite superior porque después del 1500 d. C. la aparición de las armas de fuego marcaron la evolución de los conflictos entre comunidades».

El trabajo representa la primera teoría matemática sobre las diferencias en la capacidad de las distintas poblaciones para conformar naciones estables, ya que las anteriores solo tenían en cuenta argumentos verbales. «Ahora podemos explicar los acontecimientos históricos con una precisión cuantitativa», indica Sergey Gavrilets, otro de los autores del trabajo y director de actividades científicas en el NIMBioS.

«Predecir el futuro es muy difícil», asegura Currie. Sin embargo, según los científicos, su modelo permite entender mejor el presente y conocer los mecanismos que favorecen el desarrollo de patrones culturales que mantienen unidas a las comunidades. Además, podría ayudar a explicar algunas de las desigualdades sociales actuales.

«Esta información puede utilizarse para asesorar a los gobiernos en cuestiones relacionadas con políticas sociales y economía», concluye Currie.


Referencia bibliográfica:

Peter Turchin, Thomas E. Currie, Edward A. L. Turner, and Sergey Gavrilets. «War, space, and the evolution of Old World complex societies». Proceedings of the National Academy of Science, 23 de septiembre de 2013.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

'Hooligans' ilustrados

Meslier, Helvétius, La Mettrie, Holbach... Seguidores de los griegos
y de Spinoza, eran materialistas, hedonistas y rompieron
con la forma cristiana de hacer filosofía.
Los Ilustrados —los moderadamente Ilustrados— ganaron la batalla intelectual que se libró en el Siglo de las Luces en Europa. Y se la ganaron a los radicales, unos hooligans del pensamiento que quedaron relegados al olvido o, en el mejor de los casos, a la espera de un redescubrimiento por generaciones posteriores. Es el momento de dar voz a Jean Meslier, La Mettrie, Helvétius y Holbach.

(Septiembre 2013)

Las historias las escriben los vencedores. La voz de los derrotados casi nunca sale a la luz. En Filosofía, también. Estamos en el siglo XVIII y en París se lucha por la supremacía de las ideas. Los púgiles son, por un lado, los amigos de un Ilustración moderada, que defienden que la razón gane espacio —y sí, lo hace, pero sin invadir el reservado a Dios, a la religión y a la realeza— y, por otro, los defensores de una Ilustración radical. Frente a los tibios, Meslier, La Mettrie, Helvétius y Holbach propusieron que el pensamiento racional llegará hasta el límite. Lectores de los griegos y seguidores de Spinoza, intentaron romper con la forma cristiana de hacer filosofía. Eran materialista, hedonistas… Trazaron las coordenadas de una filosofía de vanguardia que cuesta imaginar no solo en su tiempo, sino también en el nuestro. Su modernidad explica quizá por qué perdieron la batalla histórica. Pero tal vez ganaron con esa derrota, ya que sus textos quedaron a la espera de que generaciones futuras los encontraran...

JEAN MESLIER, EL CURA ATEO

Era ambas cosas. Durante cuarenta años llevó la Iglesia de Entrépigny y, al morir, dejó un libro no publicado en el que atacaba ferozmente tanto a la idea de Dios como a la religión, pero en concreto, a aquella religión que él conocía de cerca: el cristianismo. La obra en cuestión se conoce como Testamento y es un libro de monstruosas dimensiones cuya redacción le llevó 10 años. Su argumento es fácil de resumir: Dios no existe, la religión es una impostura y es necesaria una filosofía poscristiana. No solo ataca a Dios y a su Iglesia, también a los poderes que ella ampara y que no hacen otra cosa que abusar de los débiles. No es de extrañar que, cuando Meslier murió y se encontró semejante libro en su escritorio, sus compañeros de Iglesia hicieran desaparecer literalmente su cadáver. Nada se sabe del lugar en el que está enterrado, solo algunas aproximaciones. Ni tumba ni lápida.

En la obra de su vida, su Testamento, Meslier niega rotundamente a Dios, lo que le convierte en un pionero del Dios-no-existe. Pero este cura ateo no se detiene en la negación, ya que en su obra también encontramos una parte constructiva, algo que bien podríamos llamar una propuesta social poscristiana. El principio de esta propuesta no es otro que la búsqueda del placer, pero no del placer individual, privado, que proponía Epicuro, sino la búsqueda del placer común. Estamos hablando de un hedonismo social. De este modo, Meslier traza un camino directo entre ética y política. La moral que propone tiene que dar cuenta aquello que la naturaleza ordena, pero a su vez esta regulada por un principio básico: el de la piedad. Curioso, además, que Meslier meta bajo el manto de protección de la piedad a los animales. Si esta moral se cumple, se logra una República hedonista en la que el placer toma el centro de la vida frente a la violencia. Porque ¿cómo es posible eliminar la violencia entre los hombres? Para nuestro cura ateo la respuesta es bien sencilla: eliminando la propiedad privada. De este modo, con todos los bienes en común, los hombres pueden vivir libres de la avidez y la codicia, que son los dos motores de la violencia.

Cuando salió a la luz el Testamento de Meslier, no solo tuvo como consecuencia que su cuerpo se hiciera desaparecer, sino que alguien muy conocido se tomó la molestia de coger y manipular el legado de este cura ateo. Ese alguien era Voltaire. Con total impudicia cortó, eliminó, cambió pasajes del texto hasta que pareció otro. Un buen trabajo de aquel que decía estar del lado de la tolerancia. Afortunadamente, Meslier no solo tenía una copia de su Testamento y el libro íntegro llegó hasta la corte de Federico II de Prusia. De este ejemplar se hicieron copias, y estas copias llegaron a las manos de otros ilustrados radicales que supieron hacer buen uso de sus enseñanzas.

LA METTRIE: EL CUERPO ES EL ALMA

Uno de aquellos ilustrados radicales que leyeron a Meslier fue La Mettrie. Un hombre que, para muchos historiadores de la filosofía, fundó el materialismo francés. La Mettrie estudió medicina en Reims. Trabajó como medico privado del duque Gramont y como cirujano de las tropas francesas. En 1742, en mitad de una campaña militar, sufrió un desvanecimiento del que sacó la intuición medular de su filosofía: el alma y el cuerpo son dos modalidades de un mismo ser material. Lo cuenta en su Tratado sobre el vértigo. Así, todo en nosotros es materia, y decir esto es negar que el alma sea algo divino que sobreviva después de la muerte. Ampliará este estudio en su Historia natural del alma. Un libro que, por requerimiento del clero, fue condenado por el Parlamento y perseguido su autor. La Mettrie huirá a Leiden, pero en esta ciudad cometerá el mismo error: escribe El hombre máquina y lo hace circular clandestinamente. La obra es todo un éxito y pronto se sabe quién es su autor. De nuevo, La Mettrie tiene que huir. Esta vez se irá a uno de los lugares más seguros para un filósofo radical: la corte de Federico II de Prusia. Ahí será nombrado miembro de la Academia de las Ciencias y pasará los seis años que le quedan de vida. Un final prematuro que se debe a un paté de faisán. La Mettrie era un hombre de buen comer y buen beber. Invitado por Milord Tyrconnel a un almuerzo, comió en exceso y devoró el famoso paté de faisán. Después de la comida se sintió indispuesto y, tras 20 días de enfermedad, murió a los 42 años.

A nivel ontológico, el pensamiento de La Mettrie se resume de esta manera: sólo existe la materia, y todo lo que vemos, o podamos ver, no es otra cosa que modificaciones de ella. Un monismo cuyo despliegue se debe a una lógica puramente causal y en la que todo, absolutamente todo, esta determinado. En relación a la ética que propone, tiene que ver con un hedonismo. La idea es construir una voluptuosidad medida que tenga a la razón como principio rector. El problema está en que frente a esta ética hedonista encontramos su principio ontológico de que todo esta determinado. La contradicción en La Metrrie no se resuelve. Parece que trazara dos caminos. Ahora bien, esa idea de necesidad si encuentra en otra obra una continuación coherente en una propuesta ética. El hombre no actúa como quiere, sino más bien como debe. Nuestros actos están uno a uno determinados y contra eso no podemos hacer nada. Hablar de este modo de la necesidad es salir de la distinción entre bueno y malo. Cada uno hace lo que está determinado que haga. De este modo entramos en una visión amoral del comportamiento humano; amoralidad que saca por la puerta aquello que tan bien explota el cristianismo: la culpa. En esta necesidad, nos dirá La Mettrie, el hombre solo puede adoptar una postura sana: la ternura para con el otro. Apiadarnos de las acciones de los demás. En lo que se refiere a Dios, no podemos decir que La Mettrie sea ateo, se acercaría a un panteísmo materialista. Pero, eso sí, contra el cristianismo sí da la batalla. Le acusa de haber generado una moral de la culpa que llama al dolor en lugar de al placer.

HELVÉTIUS: LA MORAL NO EXISTE

Claude Adrien Helvétius, cuyo nombre se ha conocido en castellano como Helvecio, cursó estudios de Derecho y, en muy poco tiempo, se convirtió en recaudador general de impuestos, un trabajo que le dio una importante riqueza. Cuando su seguridad material estaba garantizada, dejó el cargo y se dedicó a vivir entre sus casas de campo y la capital francesa. Helvétius sería conocido en París por su salón. Todo el que era o fue alguien en la vida intelectual parisina pasó por él. Al tiempo, se dedicó a negocios relacionados con nuevas técnicas industriales con los que aumentó su fortuna.

Su primera obra fue Del espíritu, un ensayo que busca tratar la moral a la manera de la física experimental. Esta forma científica de tratar la moral significaba algo muy peligroso: la moral no es un asunto ni de la Iglesia ni de Dios. Los hombres son los que deben, mediante acuerdos, realizarla. En Mal en sí y el Bien en sí mismos no existen. Toda moral es una creación histórica. Eso sí, ella siempre debe responder a la búsqueda de la felicidad y el placer para el mayor número posible. Del espíritu es un ensayo inmenso, tanto en extensión como en propuestas. Y a la entrada, como epígrafe, nos saludan unos versos de Lucrecio. Toda una declaración de intenciones. Este ensayo, y ese deslegitimar a la religión como mediadora de unos valores eternos y universales, pronto levantó ruido entre altos cargos de la Iglesia y de la política. Además, a la propuesta de Helvétius hay que sumar otras notas que la hacían indigesta para ciertos sectores: sensualismo, empirismo, nominalismo y… un ataque directo contra una Iglesia y un Papado que, traicionando el mensaje de Jesús, se alía con el poder y se dedica únicamente a sembrar fanatismo, superstición y despotismo. Del espíritu fue condenado tanto por la Iglesia como por el Consejo del rey a las dos semanas de su aparición. Helvétius fue atacado por los jesuitas y los jansenistas y por toda una corte de intelectuales afines. La cosa llegó a tal grado que se vio obligado a retractarse hasta en tres ocasiones. Aquello dañó profundamente a Helvétius, que pasaría los últimos 10 años de su vida de una forma sombría. Pero, eso sí, dejó preparada una venganza: un libro que se publicó a su muerte y que era una afinación y ampliación de Del espíritu. Desde la seguridad de la tumba ya podía decir lo que quisiera sin miedo a la furia de los fanáticos. Decir que al morir se negó a recibir los sacramentos y estaba acompañado el siguiente ilustrado radical: el barón D'Holbach.

HOLBACH: CONTRA DIOS... POR PURO PLACER

Nace en 1723 en el Palatinado alemán y con, 32 años, hereda la fortuna de un tío suyo. Si el salón de Helvétius fue muy importante en la vida intelectual europea, el de Holbach no se quedaba atrás. Era famoso por la libertad y la radicalidad de sus asistentes, aunque también por lo bien que se comía y se bebía. El barón no ahorraba en gastos para agasajar a sus invitados en su mansión de Royale Saint-Roch. Holbach publicó todas sus obras filosóficas bajo seudónimo; las únicas obras que firmó como propias tenían que ver con temas científicos, de hecho varias entradas de la Enciclopedia le pertenecen. Su pensamiento filosófico se puede resumir en tres puntos: deconstrucción del cristianismo, elaboración de un materialismo ateo y de una política eudemonista y utilitarista. Sobre el primer tema, su obra clave es El cristianismo al descubierto. En ella afirma que la religión nace del miedo a la muerte y de la necesidad humana de una última respuesta. Ataca al cristianismo embistiendo directamente a su Biblia. Así, Holbach denuncia las contradicciones permanentes que hay en el texto. De Jesús dice que es «el charlatán de Judea» y que el cristianismo no es otra cosa que un reciclaje de prácticas de religiones antiguas. A la Iglesia la acusa de ser un fraude, una tienda en la que se juega con el miedo y la culpabilidad de los hombres.

Sobre su materialismo, hay que remitirse a su Sistema de la naturaleza, donde dice que no hay otra cosa que la Naturaleza y que todo en ella es material. La materia tiene en sí misma la causa de su movimiento. Esa causa es la necesidad de preservarse en su ser. Holbach denominará a este principio de movimiento «nisus» y este será el responsable de todo cambio. De nuevo topamos con una visión monista: una única sustancia configurada de distintos modos. Y es que Spinoza anda muy presente entre estos ilustrados.

En lo que se refiere a su política eudemonista y utilitarista, se puede acudir a su Etocracia. Según este ensayo, dos principios mueven a los hombres: el deseo de gozar y la necesidad de conservarse. Desde aquí debe emerger toda moral. En lo que se refiere al gobierno, el rey debe tener un contrato moral con el pueblo y ni él debe estar por encima de la ley. Además, es necesario un grupo de representantes elegidos entre los ciudadanos para que opinen sobre las leyes, sobre las guerras, sobre los impuestos y los gastos del Estado. Pero, sobre todo, todo cargo debe ser revocable. Las leyes deben garantizar tres puntos: libertad, propiedad y seguridad. La religión en esta forma de gobierno no es condenada, simplemente es algo que hacen los hombres de forma particular y jamás amparada por el Estado. Según Holbach, lo único que hace falta para eliminarla es un debate interno social que se lleve con el rigor necesario. Como se ve, la propuesta de Holbach no deja nada fuera: incluye una física, una ética y una política.


 Meslier, La Mettrie, Helvétius, Holbach... 
 La mayoría no veía con buenos ojos que esos cuatro exaltados lideraran la Ilustración: era mejor una Ilustración que apenas removiera los cimientos sociales. La Historia, siempre caprichosa, quiso que estos exaltados llegaran hasta nosotros. Aún queda mucho por aprender en sus obras.

Gonzalo Muñoz Barallobre

martes, 24 de septiembre de 2013

Envían a niñas tunecinas a Siria para 'servir' en la yihad sexual de los rebeldes sirios


(20 - septiembre - 2013)

En nombre de la yihad, varias niñas tunecinas fueron enviadas a Siria y forzadas a prestar servicios sexuales a entre 30 y 100 yihadistas que combaten en el país. Ahora 13 de ellas han regresado a casa embarazadas, según reveló un muftí de Túnez.

Las niñas fueron «engañadas» para viajar a Siria y forzadas a mantener relaciones sexuales con rebeldes sirios que luchan para derrocar al régimen del presidente Bashar al Assad, de acuerdo con el canal árabe Al-Arabiya.

El ministro del Interior de Túnez, Lotfi ben Jedú, declaró que las niñas «tienen relaciones sexuales con 20, 30 o 100 yihadistas» en Siria, sin precisar si se refería a cifras diarias.

Por su parte, un exmuftí (erudito capaz de emitir una fatua o edicto) de Túnez, Sheikh Othman Battij, condenó que 13 de las niñas han vuelto a casa embarazadas tras los abusos sexuales perpetrados en el marco de la yihad sexual, ante la cual «permanecemos en silencio, sin hacer nada». Battij describió esta práctica como una forma de «prostitución» y de «educación inmoral» y poco después fue destituido de su cargo.

Según fuentes cercanas al Ministerio del Interior tunecino, 86 personas han sido detenidas desde marzo de 2013 como sospechosas de «formar redes que envían a la juventud tunecina a la yihad en Siria».

En agosto, el director general de los Servicios de Seguridad del Estado tunecino, Mustafá bin Omar, declaró que se había detectado una célula dedicada a promover la yihad sexual en una zona del oeste de Siria controlada por combatientes de Al-Qaeda, que ofrecían a niñas como tributos sexuales a los combatientes yihadistas.

La yihad sexual es considerada como una forma legítima de guerra santa por algunos líderes salafistas.

domingo, 22 de septiembre de 2013

El uranio olvidado (documental)

«El programa de TVE de preocupaciones medioambientales El escarabajo verde realizó poco antes de la catástrofe de Fukushima, en enero de 2011, un interesante documental sobre una de las mayores chapuzas de la industria nuclear española: la avería del reactor nuclear experimental de la Ciudad Universitaria de Madrid en 1970 y el posterior enterramiento de los restos en la zona adyacente al reactor (en la Dehesa de la Villa) y en una mina de la provincia de Badajoz. Todo ello se llevó a cabo con el secretismo característico de la dictadura franquista y poniendo en peligro a la población civil, que fue irradiada sin que sepamos el alcance que tuvo este atentado contra la salud pública ya que no se hizo ningún estudio. He aquí el documental...»

Tommaso della Macchina 
VÓRTICE INMEDIAÍSTA

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Algunos organismos unicelulares poseen genes que se creían exclusivos de los animales

 

Un trabajo liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha descubierto que organismos unicelulares filogenéticamente emparentados con los animales poseen genes T-box, que hasta hace poco se creían exclusivos del mundo animal. Uno de estos genes, Brachyury, clave para el desarrollo de los animales, tiene en la ameba Capsaspora una secuencia prácticamente idéntica a la del gen homólogo presente en los animales. Por ello, los investigadores sugieren que la especificidad de este factor de transcripción se generó en el origen de los animales y que los cambios en su función son debidos a la interacción con otras proteínas. El trabajo ha sido publicado en el último número de la revista PNAS.

«El gen Brachyury de Capsaspora es capaz de mimetizar la función del gen en un animal tan complejo como es la rana africana Xenopus laevis. A pesar de esta similitud, su comportamiento a nivel molecular es diferente, ya que muestra menor especificidad que el de animales. Este estudio demuestra que la genética de los animales no está tan alejada de la genética de organismos unicelulares que se podrían considerar más antiguos desde un punto de vista evolutivo», explica el investigador Iñaki Ruiz Trillo, del Instituto de Biología Evolutiva (centro mixto del CSIC y la Universidad Pompeu Fabra).

Además de en la ameba Capsaspora, existen genes T-box en los ictiosporeos, otros organismos unicelulares emparentados con los animales, y en diferentes hongos basales, como los quítridos.

Mimetizan el gen de los animales

Para ver si los genes T-Box de Capsaspora eran funcionales en animales, los investigadores analizaron y aislaron el gen Brachyury de la ameba, cuya estructura es muy similar a la de su gen homólogo en animales. Posteriormente, lo introdujeron en embriones de la rana africana, a los que previamente se les había silenciado sus propios genes Brachyury. Paralelamente, se introdujo en otros embriones de rana el gen Brachyury procedente de una esponja marina (del género Sycon) y de una anémona marina (del género Nematostella).

El experimento demostró que ambos genes Brachyury son capaces de adaptarse, mimetizar la función del gen de la rana y llevar a buen término la gastrulación, proceso que da lugar a la formación de las capas fundamentales del embrión.

«No obstante, observamos diferencias importantes. El gen proveniente de la ameba no tiene la especificidad del de la esponja o la anémona. El primero activa genes que no deberían ser activados por Brachyury sino por otros genes T-box, lo que demuestra poca especificidad. Por el contrario, los genes Brachyury de la esponja y la anémona sí activan los mismos genes que el Brachyury de la rana Xenopus», explica el investigador del CSIC José Luis Gómez-Skarmeta, del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo (centro mixto del CSIC y la Universidad Pablo de Olavide).

«Nuestro trabajo sugiere que dos puntos claves para la formación de la compleja regulación transcripcional que vemos hoy en día en los animales fueron la reutilización de factores de transcripción ancestrales en nuevas funciones y una mayor interactividad entre genes», concluye Ruiz Trillo.

En el trabajo también han participado investigadores del Cincinnati Children’s Hospital Medical Center (Estados Unidos), del Sars International Centre for Marine Molecular Biology (Noruega) y de la University of Toronto (Canadá).


Arnau Sebé-Pedrósa, Ana Ariza-Cosanoc, Matthew T. Weirauch, Sven Leininger, Ally Yang, Guifré Torruella, Marcin Adamski, Maja Adamska, Timothy R. Hughes, José Luis Gómez-Skarmeta, Iñaki Ruiz-Trillo. «Early evolution of the T-box transcription factor family». PNAS. DOI: 10.1073/pnas.1309748110

lunes, 16 de septiembre de 2013

Buitres sobre Valladolid

Los amantes de las aves sabemos que, de vez en cuando, por encima de la ciudad de Valladolid podemos atisvar algunos buitres leonados sobrevolándola. Buitres que no crían en nuestra provincia, sino, más bien, en las hoces de los ríos Riaza y Duratón de la cercana y hermana provincia de Segovia. Pero, a muchos ejemplares divagantes —y jóvenes— en sus desplazamientos se les puede ver a varios cientos de kilómetros de su zona de origen.

Ayer, domingo, un viejo compañero nuestro hizo unas cuantas fotos a dos ejemplares que sobrevolaban por encima de la Plaza de la Universidad. De las cuales pongo aquí seis como prueba y, también, por su alto valor documental...













Y para que nos situemos, estas otras dos fotos nos indican la zona por donde se les vio.


domingo, 15 de septiembre de 2013

La violencia como entretenimiento, negocio y devoción

Por Julio Ortega Fraile (*)

TU BLOG (20 Minutos)
13 septiembre 2013

¿Cómo escribir con educación y con mesura, cómo conservar la calma y la mano izquierda cuando tiembla de rabia y dolor la derecha, cómo hacerlo cuando al final de este texto hay un muerto inocente?

Un muerto todavía vivo, un muerto con la muerte anunciada. Un muerto que antes de estarlo será torturado. Un torturado que acabará siendo asesinado. Hablo de Vulcano, no el dios romano del fuego, no la raza ficticia de Star Trek ni el planeta hipotético entre Mercurio y el Sol. Vulcano es un toro, el próximo Toro de la Vega que alancearán hasta la muerte en Tordesillas el 17 de septiembre. Y el miedo y el dolor de Vulcano en la vega tordesillana no serán ficticios ni hipotéticos, sino tan reales como la demente autorización a esta mugrienta tradición, a este espectáculo pensado por y para desequilibrados, a este crimen cobarde perpetrado por cobardes. A la vergüenza que no cabe en estas líneas. Al asco que me declaro incapaz de reflejar en mis palabras. Porque hasta el diccionario se queda corto para expresar lo que semejante aberración enciende en cualquier ser humano de bien con un mínimo de inteligencia y sensibilidad.

Desde aquí, desde el espacio que encuentro en los diarios que anteponen la justicia a la cobardía, puede que no los de más tirada pero sí los de más ética. Desde la razón que sólo niega una excepción perversa a una ley justa. Desde la asunción plena y consciente de toda la responsabilidad por mis palabras os digo, lanceros y políticos de la Junta de Castilla y León y del Ayuntamiento de Tordesillas que hacéis posible cada año este ritual enfermizo que sois seres nocivos, sádicos, imprescindiblemente prescindibles en esa faceta por el bien de la sociedad. Y que no entiendo y no acepto —por eso no dejaré de luchar contra ello como el resto de mis compañeras y compañeros del movimiento por los derechos de los animales— que podáis hacer de la violencia diversión, negocio y asignatura. Y sobre todo que se os consienta.

Pero hay algo que escapa a mi comprensión todavía más que vuestros actos, pues estos al fin responden a la frase de Honoré de Balzac: la ignorancia es la madre de todos los crímenes. Lo que más me asombra y repugna es que los españoles, los que saben y callan, los que saben y toleran, seguirán pensando que ellos nada tienen que ver con los pueblos que realizan sacrificios, que practican la esclavitud o que educan a los niños en la brutalidad. Que los políticos españoles sigan jurando defender la libertad cuando amparan la tortura y la ejecución de inocentes. Y que los políticos europeos vayan de políticos y de europeos cuando sufragan la violencia.

Y ahora ya podéis denunciarme, desde el Patronato del Toro de la Vega al departamento jurídico del Partido Popular por calumnias, que a ver qué juez tiene los redaños de decir que he hecho otra cosa que describiros.


      (*) Coordinador Plataforma «Manos Rojas».

sábado, 14 de septiembre de 2013

Un iroqués habla de los misioneros


T.C. McLUHAN

No nos son los misioneros de ninguna utilidad. Si los blancos no los necesitan porque no les son de ninguna utilidad, ¿por qué se los envían a los indios? Si el hombre blanco tiene necesidad de ellos y le sirven para algo, ¿por qué nos los guarda para sí? Ellos (los hombres blancos) son lo suficiente malos como tener necesidad de todos aquellos que pueden puedan hacer que sean mejores. Estos hombres (los misioneros) saben que nosotros no comprendemos su religión. (...) Si no tuviésemos ni dinero, ni tierra, ni país, ni nada que pudiese sernos robado, estos sayones negros no se ocuparían tanto de nuestro bienestar en el más allá. (...)

Los sayones negros nos dicen que trabajemos y plantemos el maíz mientras ellos no hacen nada y se morirían de hambre si los demás no les diesen algo para comer. No hacen sino rezar al Gran Espíritu; pero esto no hará crecer al maíz ni las patatas; la prueba es que se ven obligados a mendigar su comida. El hombre rojo no conocía la desgracia hasta que llegó el hombre blanco; en cuanto los hombres blancos hubieron cruzado las grandes aguas, quisieron nuestras tierras y a cambio nos propusieron siempre que tomásemos parte en sus querellas religiosas. (...)

«Pieds nus sur la terre sacrée»
Denoël-Gonthier. París, 1974.

viernes, 13 de septiembre de 2013

Transcendentalistas norteamericanos


 Por MAX NETTLAU

Lo que he llamado espiritualismo libertario americano, es el pensamiento y el sentimiento de un pequeño número de intelectuales concienzudos que en los Estados Unidos, sobre todo en los años 1830-1860, más desde 1840 a 1850, se dedicaban a vivir y a obrar como hombres libres. Sobre una base religiosa deísta vivía en ellos el espíritu humanitario del siglo XVIII, el espíritu social que tomaban de los escritos de Fourier y de Owen, un espíritu crítico que les hizo ver el mal hecho por la autoridad a través de la historia y tenían una causa viviente ante ellos, la de la esclavitud vergonzosa de los negros, institución legal, que todos estaban forzados a ver erigida ante sus ojos. Yo sé que los esclavistas respondían cínicamente demostrando los horrores de la esclavitud de los blancos en las fábricas, pero no disminuye nunca un mal el hecho de presentar otro; entonces hay que combatir los dos, y los abolicionistas se decían muy lógicamente que una sociedad brutalizada por la esclavitud de los negros no poseía la fuerza moral para poner remedio a la esclavitud de los blancos. Para la burguesía, los hombres peligrosos eran entonces los que querían destruir inmediatamente la esclavitud, y mucho menos los que hablaban de un socialismo del porvenir lejano, o los que, entre ellos, en pequeñas comunidades, practicaban hábitos sociales. Los hombres en cuestión fueron de los unos y de los otros, abolicionistas del tipo de William Lloyd Garrison, y socialistas de Brook Farm. Había hombres y mujeres como Emerson, W.E. Channing, Margaret Fuller, Frances Wright, Nathaniel Hawthorne y otros. Se puede decir que lo que hay en América del Norte de civilización, se liga de cerca o de lejos a ese ambiente cultivado de la antigua Massachusetts, tan diferente del Estado presente de ese nombre que ha dejado matar durante siete años a los dos anarquistas italianos que sabemos.


La más bella figura de ese ambiente es, desde el punto de vista libertario, Henry David Thoreau (1817–1862), el autor de Walden: my Life in the Woods (1854) y del famoso ensayo On the duty of Civil Disobedience (1849) («Del deber de la desobediencia civil»). Walt Whitman es un tipo muy diferente, según mi impresión. Tiene las expansiones libertarias más bellas, pero su culto entusiasta a la fuerza le acerca, para mí, a los autoritarios.

Hubo algunos otros americanos de verdadero valor conquistados para las buenas causas y para la de la humanidad libre ante todo; Ernest Crosby, fue uno de los mejores.

La anarquía a través de los tiempos

jueves, 12 de septiembre de 2013

El oso y el hombre


Por FÉLIX RODRÍGUEZ DE LA FUENTE

Aunque el oso se haya retirado a los más abruptos parajes de las montañas y los bosques, aunque ya no compita con el hombre y sólo pueda ser considerado como pieza de caza por algunos privilegiados de la fortuna, el oso sigue siendo un animal totémico, una criatura que ocupa un puesto preeminente en la literatura, en la heráldica, en el folclore y en la leyenda de todo el hemisferio norte. El oso aparece ya grabado en las cavernas donde habitaron nuestros antepasados cuaternarios. El oso fue la pieza favorita de reyes y magnates. Este animal ha movido de tal manera, para su desgracia, el instinto predador humano —quizá mezclado con el de competencia ecológica— que, desde que los osos de las cavernas fueron abatidos a golpes de maza por los hombres de Neandertal para disputarles el cubil, alimentarse con su carne y cubrirse con su piel, hasta hoy, cuando los monteros millonarios abaten los últimos ejemplares con sus rifles de mira telescópica, el oso no ha dejado de ser perseguido por el hombre en toda la larga historia de ambas especies.

Cuando el oso podía vivir a sus anchas en Europa, Asia y Norteamérica, ocupaba no solamente las montañas y los bosques cerrados, sino terrenos más o menos descubiertos, siempre que el agua no fuera demasiado escasa y el calor estival excesivamente tórrido.

El culto al oso, que todavía se conserva entre los asiáticos ainos y debió ser común en la prehistoria, quizá esté motivado por el aspecto lejanamente humano del señor de los bosques. No puede negarse que el plantígrado, capaz de erguirse y caminar algunos pasos sobre las patas posteriores, dotado de gran inteligencia y adaptabilidad, en un mundo donde los primates [no humanos] no existían debió ser considerado por el hombre primitivo como el animal más semejante a él y, por consiguiente, como el más admirable, temible y, al mismo tiempo, execrable, porque estas antagónicas manifestaciones de ánimo son desencadenadas en el hombre por aquella criatura que, por resultarle más semejante, es considerada también como el competidor más directo y el trofeo más preciado.

Enciclopedia Salvat de la Fauna (1970).

lunes, 9 de septiembre de 2013

Latigazos al agua


Desde tiempos inmemoriales, el género humano siente auténtico terror ante la presencia de ciertos animales, y si esto es así en tierra firme, es decir, en nuestro medio natural, mayor aún es la sensación en el mar, donde el hombre se sabe indefenso ante el rey de los predadores: el tiburón. Sin embargo, no todos los tiburones representan un peligro auténtico, algunos porque se alimentan de materia vegetal o incluso de plancton, otros porque son pequeños, y otros porque, aun siendo grandes, sólo capturan presas menores. Uno de los casos más llamativos sería en este aspecto el tiburón zorro, un escualo de aspecto inconfundible gracias al extraordinario desarrollo del lóbulo dorsal de su aleta caudal.

Todos los tiburones se desplazan en el agua gracias a la propulsión que les proporciona su aleta caudal, dividida normalmente en dos lóbulos y dispuesta en posición vertical. En el caso del tiburón zorro el lóbulo dorsal no sólo es más grande que el ventral, como suele ocurrir en los tiburones, sino que iguala y a veces supera la longitud del cuerpo, es decir, unos tres metros. Si quien encuentra al tiburón en el agua es un submarinista, tal vez no vea el látigo caudal, pero en cambio podrá observar las enormes aletas pectorales que hienden suavemente el agua con su forma curvada de hoz.


Afortunadamente, el látigo del tiburón zorro, instrumento sorprendentemente útil a la hora de capturar a los peces que le sirven de alimento tales como clupeidos (arenques y sardinas), escómbridos (atunes y bonitos), agujas, etc., resulta inofensivo para el hombre.

Presas desmayadas

El zorro marino, al igual que el resto de los tiburones, tiene que nadar continuamente para no hundirse, al no tener vejiga natatoria, que hace de flotador. Además, carece de músculos especializados para la respiración, lo que le obliga a desplazarse siempre hacia delante, a fin de conseguir la necesaria entrada de agua en dirección a sus branquias. Rara vez nada por debajo de los setenta metros, porque sus presas son especies superficiales. Cuando uno o dos ejemplares del incansable tiburón zorro encuentran un banco de posibles presas, proceden a nadar en círculos a su alrededor mientras golpean el agua con su látigo. Los golpes atemorizan a sus víctimas, cuya única respuesta consiste en cerrar más su formación. El tiburón zorro se aproxima entonces en círculos de radio cada vez menor, hasta llegar a una distancia en la que la fuerza de sus coletazos resulta suficiente para aturdir a los miembros del banco. Como demostración evidente de la fuerza que pueden llegar a tener los coletazos del tiburón zorro, baste decir que en alguna ocasión se ha visto cómo aves marinas posadas en la superficie del agua se desmayaban literalmente al interponerse por casualidad entre el tiburón y sus presas. Más extraña todavía, pero igualmente comprobada, resulta la costumbre del tiburón zorro de llevarse los peces a la boca también con la ayuda de coletazos. En este proceso, un pequeño error de cálculo puede hacer que algunas presas salgan volando por los aires. No obstante, y aunque se podría pensar por la conformación de su hocico que el tiburón no puede capturar sus presas de frente, cuando decide lanzarse directamente en medio de un banco de peces proyecta hacia delante su mandíbula inferior y levanta ligeramente la superior, con lo que puede atrapar a los peces entre sus dientes, pequeños pero muy agudos.


A fin de localizar a sus presas, el tiburón zorro dispone de un olfato muy agudo, pero sobre todo de las sensaciones que percibe a través de su línea lateral; cualquier vibración que recorra el agua en las proximidades del predador se transmitirá hasta las neuronas sensitivas situadas en el interior de la línea lateral. Al tiburón zorro le bastan entonces unos ligeros movimientos en zigzag para determinar no sólo la dirección exacta de las vibraciones, sino el motivo que las causa, y en consecuencia pasar de largo o disponerse a la captura.

El reto de la vida
Enciclopedia Salvat del comportamiento animal
Tomo 12: «Los cazadores II» (1987)

domingo, 8 de septiembre de 2013

El espionaje de EEUU tiene acceso a todo tipo de móviles, según un semanario alemán

Berlín, 7 sep. (EFE).- La Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense tiene capacidad de acceder a los datos de los usuarios de iPhone, Blackberry y de teléfonos inteligentes con el sistema operativo Android, según documentos a los que ha tenido acceso el semanario alemán Der Spiegel.

En la edición que mañana saldrá a la venta, la revista desvela la capacidad del espionaje de Estados Unidos para llegar a todo tipo de dispositivo móvil y acceder a las listas de contactos, los mensajes de texto, las notas y la localización de los propietarios de los aparatos.



sábado, 7 de septiembre de 2013

¿Qué son los genes?


¿Qué son los genes? ¿Qué idea se ha implantado (nos han implantado) a los científicos y a la sociedad sobre el carácter de la herencia de nuestros rasgos físicos, de nuestra naturaleza, incluso de nuestro comportamiento? Si buscamos su definición científica, nos encontramos con que «un gen es una secuencia ordenada de nucleótidos en la molécula de ADN que contiene la información necesaria para la síntesis de una macromolécula con función celular específica, habitualmente proteínas pero también ARNm, ARNr y ARNt. El gen es, pues, la unidad mínima de función genética, que puede heredarse». Es decir, ahí, en el ADN, está todo lo que somos, desde nuestro aspecto hasta nuestro cerebro. La frase «lo lleva en los genes» ha pasado a formar parte del vocabulario coloquial, especialmente si la persona que la pronuncia se tiene por culta. Pero, ¿qué hay detrás de esta forma de ver la realidad denominada determinismo genético? Que hay personas limitadas por sus genes o personas llevadas al éxito por sus características genéticas; que tienen «buenos genes» (recientemente, se ha publicado el hallazgo del «gen del liderazgo»). Que las cosas son como son porque la Naturaleza reparte los genes de una forma poco generosa, si tenemos en cuenta las proporciones de ganadores y de perdedores que se observan en la sociedad, en la Humanidad.

La idea de que las personas nacen para ser dominadores o dominados es vieja y se puede encontrar en Aristóteles (lo que no es extraño si tenemos en cuenta que era propietario de esclavos), pero la conexión de estas ideas con el pensamiento científico actual se encuentra en el calvinismo y su concepto de «predestinación», según la cual, ser humano está predestinado de antemano a condenarse o salvarse. Entonces, ¿cómo reconocer a los predestinados a la salvación? Para el calvinismo está claro: Si a uno le «va bien» en la vida, si sus negocios son prósperos, es virtuoso y vive con austeridad, es seguro que se salva. En cambio si uno solo tiene desgracias en esta vida (para concretar: si es pobre), seguro que está condenado. Y la concepción religiosa de la vida tiene estrechas relaciones con la cultura en que nace y, a su vez, impregna el pensamiento de las personas pertenecientes a esa cultura, independientemente de sus creencias religiosas. El reflejo «científico» de este fenómeno se plasma en Sobre el origen de las especies por medio de la selección natural o el mantenimiento de las razas favorecidas en la lucha por la existencia, un libro de una inconsistencia científica notable y de una confusión (literaria y conceptual) mareante elaborado por un desocupado clérigo anglicano de buena posición económica (su única actividad laboral era la de prestamista) llamado Charles R. Darwin, al parecer, desconocedor de los estudios científicos sobre la evolución que llevaban realizándose en la universidades europeas desde cien años antes. Su gran «descubrimiento», la selección «natural», fue producto de una más de sus torpes argumentaciones: Del mismo modo que los ganaderos seleccionan animales útiles para ellos, la Naturaleza seleccionará «indudablemente» en la «lucha por la vida» a los seres con características «favorables». Una extrapolación absurda, como fue puesto de manifiesto por los científicos evolucionistas de la época, pero que resultó muy del agrado de personajes muy influyentes científicamente, pero sobre todo, socialmente, porque esta concepción implicaba que la vida es una competencia permanente, que las características «favorables» o «desfavorables» eran intrínsecas a los seres vivos (por supuesto, fundamentalmente al hombre), y que la Naturaleza premiaba a los «más aptos».


La obsesión por traducir científicamente esta conveniente (para algunos) concepción de la realidad se plasmó en el «invento», a principios del siglo XX, de la Genética de poblaciones, un fraude consciente o inconscientemente llevado a cabo por científicos eugenistas, convencidos de que había que «mejorar la Humanidad» librándola de «genes malos», de las personas de baja calidad. Basándose en una concepción simplista del «gen» como responsable directo y único de un carácter concreto, que ya se sabía falsa por entonces, y mediante fórmulas basadas en la posibilidad de sacar cara o cruz en una moneda lanzada al aire, consiguieron «demostrar» matemáticamente que si un «gen» tenía una pequeña «ventaja» (su obsesión irrenunciable), con el tiempo, se haría único en toda la especie mediante la selección «natural». Aunque pueda parecer absurdo, incluso increíble, con este argumento, se dio por demostrada la «actuación» de la selección «natural» y se dio por bueno el darwinismo para explicar la evolución.

Parece que la conexión entre la teoría «científica» y el pensamiento calvinista es clara, pero ¿cómo se consiguió implantar semejante fraude en el ámbito científico? La historia sería larga de contar y documentar, pero se puede resumir en la imposición de la cultura dominante en el mundo de la ciencia controlada, especialmente tras la Segunda Guerra Mundial, por las élites financieras . Las mismas que hoy controlan la mayor parte de las grandes empresas farmacéuticas y biotecnológicas, que apoyaron desde el principio, las investigaciones de los científicos eugenistas.

Y, ¿cuál es el interés práctico del mantenimiento de esta visión? Por una parte, la justificación «científica» de la situación que ellos mismos nos han impuesto: Si la vida es una permanente competencia y existen individuos intrínsecamente «más aptos», las cosas son como son porque son «leyes naturales» (como decía John Rockefeller). Por otra, si el «gen» es la unidad de información genética, si se consigue cambiar los genes a voluntad, se podría «mejorar» las características humanas, prolongar la vida del que pudiese pagárselo, incluso crear «superhombres». Pero estas absurdas pretensiones (que no se han abandonado) fueron pronto superadas por otras más factibles y más prácticas: si se consigue cambiar genes en cereales y otros productos vegetales, se patentan esos productos y se impone su cultivo se puede llegar a acaparar el control de la alimentación mundial. Y parece que lo están consiguiendo...

Afortunadamente, en el mundo de la Ciencia, la honestidad intelectual es el rasgo más común y, a pesar de la «formación» que recibimos, que se puede desglosar en desinformación (histórica) y deformación (científica), siempre ha habido científicos que no se han conformado con las «consignas» recibidas para dar por explicado, con unos argumentos tan simples, la complejidad de la Naturaleza, y siempre han habido científicos que no paran de buscar respuestas, y, con los progresos en las técnicas de observación y análisis de los fenómenos biológicos se están produciendo descubrimientos que han derribado, no sólo la base conceptual de las manipulaciones genéticas, sino toda la base «teórica-ideológica» que las sustenta. En 2003 nació el proyecto ENCODE (Enciclopedia de los Elementos del ADN), formado por 442 científicos de 32 laboratorios de seis países (entre ellos, España) con el objeto de analizar con la máxima resolución posible una fracción mínima del genoma humano. Los resultados deberían haber provocado una verdadera revolución en el campo de la Biología porque desbaratan todos los fundamentos teóricos asumidos como su concepto unificador, su fundamento teórico. Veamos algunos de ellos.


En términos generales, los resultados del proyecto ENCODE han destruido el concepto de «gen» como «unidad de información genética». Se ha comprobado algo que se intuía desde hace tiempo: que la información genética no proviene directamente de los «genes» codificantes de proteínas, que constituyen el 1,5% del genoma (lo que nos anunciaron como «la secuenciación del genoma humano»), sino que es el resultado de la interacción de una enorme cantidad de componentes dispersos por el conjunto del genoma y está sometida a las condiciones ambientales en que se expresa. Para explicarlo de un modo gráfico, lo que se consideraba «genes» no son entidades individuales sino fragmentos de ADN dispersos por el genoma y sin un significado concreto, es decir, no serían «palabras» sino algo así como sílabas sin sentido, y es la parte no codificante del genoma, el 98,5% restante, que se había calificado como «basura» o «ADN egoísta» (la «gran aportación» del ultradarwinista Richard Dawkins) la que regula a distancia estas silabas para producir «palabras» con sentido, la que decide cómo se combinan las sílabas y dónde y cuándo se expresan y esta expresión está condicionada por el metabolismo celular y depende, por tanto, del ambiente externo. Es decir, los mismos «genes» tienen significados distintos en distintos organismos y se expresan (o no) de modo diferente en los distintos tejidos, en las diferentes etapas de la vida y en función de las condiciones ambientales.

En definitiva, la información genética, no está en los genes, sino que es producto de una red que comunica unas secuencias con otras, y con una enorme cantidad de proteínas en el contexto del ambiente, y son los fallos en la «maquinaria reguladora» de la información genética, producidos por algún factor ambiental, los responsables de las llamadas «enfermedades genéticas». No será «cambiando los genes», 200 de los cuales están patentados, como se combatirán (previo pago) las «enfermedades genéticas». Y tampoco nos podrán convencer de que existen los «genes» que determinan el comportamiento humano.

Se les acabó el negocio. Se les acabó su fraudulenta justificación. La vida no es una gigantesca maquinaria de relojería, sino una red compleja de interacciones en la que juega un papel fundamental la capacidad de cooperación y la consciencia ecológica.

INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN
SOBRE EVOLUCIÓN HUMANA, A.C.