martes, 31 de marzo de 2015

CNT en contra de la persecución al movimiento anarquista


CNT se solidariza con todos los detenidos en la operación policial del 30 de marzo.

El Estado vuelve a recurrir a la represión e intenta de nuevo criminalizar la ideología y los colectivos anarquistas. Para ello, pone en marcha toda su potencia mediática y judicial, tratando así de instalar en la sociedad un clima de miedo e inseguridad que justifique la aprobación y aplicación de nuevas leyes, cada vez más represivas y reaccionarias. Necesitan un enemigo y lo fabrican. Primero hacen leyes; después buscan culpables a los que aplicárselas. Con todo esto pretenden esconder al servicio de quién está toda la maquinaria del estado, que no es otro que las grandes empresas y la banca.

Cuando, a pesar de la llamada a participar en los procesos electorales, se mantiene o aumenta la respuesta en la calle contra todos sus recortes sociales y laborales y la pérdida de derechos, el estado necesita reforzar sus herramientas represivas y de control social. Y las pone en marcha contra aquellos que se le enfrentan.

Las detenciones y registros de hoy se producen, precisamente, pocos días después de que se aprobara la nueva Ley de Seguridad Ciudadana, más conocida como Ley Mordaza, a la cual no sólo se oponen los movimientos sociales y sindicales más combativos: instituciones tan poco sospechosas de ser «terroristas anarquistas» como ONG's y otros movimientos sociales, la Unión Europea o la ONU también han manifestado su rechazo o sus reservas hacia ella.

La relación entre ambos sucesos nos parece nítida. Las operaciones policiales amparan la aprobación de una ley tan controvertida, jugando aquí el movimiento y los colectivos anarquistas el papel de víctimas propiciatorias: como no se presentan a elecciones ni tienen plaza fija en las tertulias televisivas, sus denuncias quedan apagadas por el ensordecedor ruido mediático. Al mismo tiempo que la ley genera alarma social y busca una base de apoyo a la política del ordeno y mando, reprime cualquier reivindicación que ponga en peligro su control sobre la respuesta social y sindical a sus ataques.

El único terrorismo real que sufre la clase trabajadora es el que se ejerce desde el poder: los desahucios, el paro, el desmantelamiento de la sanidad y la educación... Como gritamos en las calles, «violencia es no llegar a fin de mes». No podemos permitir que pisoteen nuestros derechos más básicos. Ayer detenían manifestantes y huelguistas. Hoy detienen anarquistas. Mañana serás tú. Y entonces ya será tarde.

No a la represión. No al encarcelamiento de quienes luchan.

viernes, 27 de marzo de 2015

Los que sacan la cabeza fuera de la trinchera

 

Por LUIS MUIÑO

Mikel es un joven farmacéutico de un pueblo de Bilbao. Su vida se basa en tres pilares: su familia, representante del nacionalismo católico y conservador; su matrimonio, que hace tiempo que no funciona y su militancia política en la izquierda abertzale. Una noche acude a un local dónde actúa un travesti llamado Fama. Mikel se decide a dejar salir aquello que lleva dentro y acaban iniciando una relación sentimental…

Este es el impactante planteamiento de La muerte de Mikel, la película que dirigió Imanol Uribe en el año 1984. A partir de ahí, la historia se convierte en una lúcida reflexión sobre el fanatismo ideológico y religioso. Porque, después de esta experiencia, Mikel asume su condición de homosexual e intenta vivir con honestidad a pesar de la presión que ejerce el ambiente que le rodea. Por supuesto, ni su partido político, ni su tradicional e intransigente madre están dispuestos a asumirlo.

La muerte de Mikel es una película que transcurre con un asfixiante clima de fondo: la psicología de trincheras. Cuando un grupo de personas siente que está en guerra con aquellos que le rodean, tiende a intensificar la presión sobre los que están dentro. A ningún miembro del grupo se le permite salirse de la norma. Se le repite continuamente que solo hay dos lados en las trincheras: o se está dentro o se está fuera.

La película nos va mostrando los mecanismos que usan los grupos para conservar esa homogeneidad interna. Tanto los católicos conservadores como los militantes abertzales usan el cinismo y el desprecio de aquello que no encaja en sus esquemas. Utilizan para ello, en primer lugar, una forma de hablar y pensar grupal en la que se da por supuesto que no existen esas disensiones. Y cuando no hay más remedio que asumir la realidad, entonces ponen en práctica otra estrategia: el ataque personal contra aquellos que mantienen una postura distinta. Se busca en ellos defectos, problemas vitales o circunstancias que expliquen su rebeldía. Mikel, como cualquier disidente, sufre ese acoso: cuando empieza a hablar de su homosexualidad, tanto su familia como los militantes de su partido le aconsejan que visite al psiquiatra…

Cuando falla esta táctica, ambos grupos le envían a visitar a sus «guardianes del pensamiento», es decir, a personas que se dedican a proteger al grupo contra desviaciones de la ortodoxia. En todos los grupos existen esos personajes de los que se suele renegar en tiempos de paz pero que asumen un gran poder cuando el grupo entra en esta psicología de trincheras.

El último mecanismo que utiliza el grupo para mantener la uniformidad es la utilización de los muertos. El director contaba que esa fue la idea a partir de la cual nació la película. Para él, era inquietante ver como un grupo que había excluido a uno de sus miembros por considerarlo disidente, se apropia de su memoria cuando éste muere y busco una historia que pudiera reflejar este fenómeno con toda su crudeza.

La muerte de Mikel ocurre porque todos los que le rodean han presionado para hacerle desaparecer. Pero cuando Mikel está muerto, todos recuerdan que era «uno de los suyos» y procuran culpar a los demás de la tragedia. Lo dicho: lo más difícil, siempre, es no resguardarse en ninguno de los dos lados de las trincheras.

5 diciembre 2006

martes, 24 de marzo de 2015

Hace 16 años en un país llamado Yugoslavia

Documental de RT sobre la guerra de la OTAN contra Yugoslavia, ganador de Cubavisión

MÁS INFORMACIÓN: http://es.rt.com/BC6

Este 24 de marzo se cumplen 15 [16] años del inicio de los bombardeos de la OTAN en Yugoslavia. En vísperas de la fecha, dos periodistas de RT, la serbia Jelena Milincic y la estadounidense Anissa Naouai, hablan con testigos de los horrores de la guerra.

Durante la Operación Fuerza Aliada, que duró 78 días entre el 24 de marzo y el 10 de junio de 1999, la OTAN lanzó un total de 2.300 misiles contra 990 objetivos y 14.000 bombas sobre el territorio de Yugoslavia, un país que se desintegró tras una serie de conflictos étnicos en los años 90 y que en 1999 formaban solo las actuales Serbia y Montenegro. Sólo en la capital, Belgrado, cayeron 212 bombas.

«Se podía saber por el sonido si un avión llevaba armas a bordo o no. Conocíamos todo tipo de armas, todo tipo de bombas y de aviones. Todos nosotros nos convertimos en expertos», cuenta la corresponsal de RT Jelena Milincic, quien junto con su familia y sus amigos está entre los que vivieron los horrores de aquellos días de guerra.

15 años después viajó a Serbia junto con su compañera de trabajo, la estadounidense Anissa Naouai, para tratar de desvelar una verdad sobre aquellos sangrientos días que hasta ahora permanece oculta para muchos. Su búsqueda quedó recogida en el documental exclusivo de RT 'Зашто? ¿Por qué?'.

«Una importante ciudad europea fue sometida a un ataque aéreo y me cuesta mucho imaginar que tan solo unos pocos estadounidenses sabían lo que estaba ocurriendo. Incluso ahora, 15 años después del ataque, no creo que muchos estadounidenses sean capaces de señalar a Serbia en el mapa y explicar por qué bombardearon este país», comenta Anissa.

Estos dos meses y medio de ataques aéreos incesantes se cobraron la vida de más de 2.000 civiles, 88 niños entre ellos, y dejaron 6.000 heridos. Pero estos datos no son más que frías cifras. Detrás están las tragedias humanas y 15 años después estas heridas abiertas siguen doliendo. «Se suele pensar que con el tiempo todo se hace más leve, un hombre es capaz de olvidarse de muchas cosas insignificantes, pero de esto, no sé... no es lo mismo que cerrar un libro y decir 'es horrible'. Es imposible olvidarlo», cuenta Zoran, uno de los testigos de los bombardeos de Belgrado.

RT
(2014)

lunes, 23 de marzo de 2015

Los sindicatos del crimen


Por MONCHO ALPUENTE

«Mi vista está empeorando, eso pensé la primera vez que vi a los líderes de los dos sindicatos mayoritarios riéndose a mandíbula batiente en compañía de los principales capos de la CEOE.»

«Estoy tan mal de la vista que ya no distingo entre los cerdos y los hombres». La frase figura en boca de un caballo viejo y miope que va a ser enviado al matadero en Rebelión en la Granja de Orwell. Después de haber luchado por la revolución animal frente a los hombres explotadores, los cerdos dirigidos por el puerco Napoleón (Stalin) se han puesto sobre dos patas para seguir comerciando con los humanos vendiéndoles a sus propios hermanos, excedentes y disidentes.

La terrible parodia orwelliana me impactó cuando siendo niño me llevaron al cine a ver una película de dibujos animados (nada que ver con Disney). Llorábamos a coro los niños y los adultos no daban crédito a sus ojos, aquellos dibujos animados no animaban mucho, no hacia falta saber nada de Stalin para comprender la brutalidad de aquél régimen que había comenzado como una gloriosa revolución y derivado en una férrea y criminal dictadura.

Mi vista está empeorando, eso pensé la primera vez que vi a los líderes de los dos sindicatos mayoritarios riéndose a mandíbula batiente en compañía de los principales capos de la CEOE. Debían estar contando chistes de obreros y seguramente terminarían la jornada en un asador o en una marisquería. Por lo visto, no hay nada que guste más a los líderes sindicales que los chuletones y los percebes, tienen hambre atrasada y han perdido sus tarjetas black. Las comisiones que cobraban algunos líderes de CCOO, de IU, del PSOE y de UGT, no eran comisiones ni para los obreros, ni para los trabajadores. Al arrimo del poder los sindicatos mayoritarios se convirtieron en empresas o en ministerios, se han contagiaron y se hicieron cómplices de sus enemigos de clase.

Las cúpulas sindicales de ambas organizaciones, encargadas de luchar por los derechos de los trabajadores han tragado con inicuas reformas laborales y siniestros recortes, aunque de vez en cuando hayan salido a las calles para protestar en un supremo acto de hipocresía. Todos mis respetos y mis condolencias para los sindicalistas de buena voluntad que aún quedan, ilusos de una ilusión, mil veces traicionada por los sindicatos del crimen.

sábado, 21 de marzo de 2015

Fallece Moncho Alpuente, colaborador del 'CNT'


Nos deja a los 65 años de edad una de las últimas plumas lúcidas y mordaces, con su guiño especial a su querida central anarcosindicalista, colaborando asiduamente con el periódico desde 2001. Que la tierra te sea leve, compañero.


La desgracia tenía lugar a primera hora de la mañana tras sufrir un infarto mientras pasaba unos días en Canarias junto con su pareja sentimental, tal y como informa la Cadena Ser.

Persona polifacética, acumuló una larga trayectoria tanto en la escena musical, así como de humorista y escritor. Precisamente en esta última faceta es en la que más se prodigó en las últimas décadas, colaborando activamente en diferentes publicaciones, entre ellas en el periódico CNT, con sus habituales columnas de actualidad en la contraportada desde el año 2001, de la mano de Emilio García Wiedemann (hijo de García Rúa) en la etapa de gestión del periódico en Granada.

Sin embargo, su relación con el sindicato viene de tiempo atrás. Afiliado al Sindicato de Espectáculos Públicos en la década de 1970, junto con Fernando Fernán Gómez o Emma Cohen, entre otros ilustres del mundo de la cultura, fue uno de los organizadores de los actos culturales del V Congreso de la Casa de Campo del 79, actuando él mismo con su banda Moncho Alpuente y los Kwai. También presente en los actos culturales del VIII Congreso en Granada de 1995, siempre colaboró activamente cuando el sindicato le requería, tanto en diversas jornadas libertarias por toda la geografía peninsular, como en 2010 con motivo de la presentación pública de los actos que conmemorarían el centenario de la Confederación Nacional del Trabajo.

Su pérdida se une a esa corta lista de intelectuales contemporáneos que no se casaban con nada ni con nadie, como eran los casos de Haro Tecglen o Javier Ortiz, también columnistas en el CNT.

Hoy 21M, cuando miles de personas nos manifestamos en Madrid reivindicando pan, trabajo, techo y dignidad, contaremos sin duda con el apoyo de nuestro querido Moncho allá donde esté. Que la tierra te sea leve, compañero.

jueves, 19 de marzo de 2015

La sociedad no es un mercado


HELENO SAÑA

El neoliberalismo triunfante está intentando con todos los medios a su alcance reducir la sociedad a la categoría de mercado, negando o minimizando todos los factores que contradicen esta concepción. El mercado forma sin duda parte de la sociedad, pero no es la sociedad. Pretender otra cosa significa ignorar las leyes más elementales de la historia, de las ciencias sociales y de la propia economía. Y de la misma manera que la sociedad es algo muy distinto a lo que es el mercado, el hombre tampoco es una mercancía, como piensan asimismo los actuales ideólogos y administradores de la globalización.

Aristóteles fue uno de los primeros filósofos que se ocupó a fondo de la economía, pero subordinándola a la ciencia política, esto es, a la regulación de la vida de la 'polis' o ciudad. La economía queda restringida al recinto doméstico ('oikos'), y de ahí que el Estagirita no defina al hombre como animal económico, sino como «zoon politikon». Los demiurgos de la hora actual han invertido la terminología aristotélica y cometido la barbaridad de convertir el 'homo oeconomicus' en el eje central y caso único de la vida individual y colectiva, una transmutación de los valores que por si sola demuestra el grado de simplismo mental a que hemos llegado.

La concepción económica de la historia es un producto específicamente burgués, y por ello, históricamente tardío, en modo alguno una ley eterna. Pero no menos importante en este contexto es recordar que si la burguesía se rebeló contra el orden feudal no fue únicamente en nombre de la libertad económica, sino también de la libertad política. Y fue gracias a esta segunda dimensión de su ideario —apoyada por el pueblo bajo— que en Occidente surgió el sistema democrático que tenemos ahora. La terminología política que hoy todavía utilizamos fue acuñada por la burguesía ilustrada, aunque procediera en gran parte del griego o del latín.

El neoliberalismo que desde mediados de los setenta rige la dinámica económica de una gran parte del globo, significa, en aspectos esenciales, una ruptura cualitativa con las raíces de la teoría liberal clásica, que si bien reconoció la importancia de la economía, no incurrió en la estupidez de desasociarla de la política, los asuntos sociales y la cultura. Locke, Adam Smith, Stuart Mill, Montesquieu, Tocqueville, Benjamin Constant y demás grandes teóricos del liberalismo no hablaron sólo de economía, sino también de ética, justicia, derechos humanos y otros valores morales. Ignorar todo esto es confundir burguesía con capitalismo, que es exactamente lo que hoy hacen las élites al frente de la economía mundial.

Sabemos que apenas instalada en el poder, la burguesía empezó a traicionar los ideales de «libertad, igualdad y fraternidad» anunciados por ella misma. También sabemos que esta traición condujo a grandes catástrofes sociales y bélicas y al surgimiento del socialismo y de la lucha de clases. Pero lo que tampoco nadie puede ignorar es que el culto absoluto al mercado profesado por el neoliberalismo no sólo no ha solucionado los problemas de la humanidad, sino que los ha agravado. Eso explica que el mundo vaya de mal en peor. En todo caso se confirma el veredicto de Alain Touraine: «La instalación del mercado lo permite todo pero no arregla nada» (Critique de la modernité).

«La mayor debilidad del capitalismo es su miopía». Eso no lo digo yo, sino Lester Thurow, un autor que si critica al capitalismo es para salvarlo, no para substituirlo por otro sistema. Pues bien: lo que el autor de The Future of Capitalism afirma sobre el capitalismo en general, es aplicable especialmente a su modelo actual y su ingenua y peligrosa creencia de que las leyes que rigen el mercado bastan, por sí solas, para asegurar un funcionamiento óptimo de la sociedad. Los apologetas del mercado silencian o admiten sólo a contrapelo que éste posee no solamente una dimensión positiva, sino también una dimensión negativa, consistente, esta última, en los traumas sociales y personales que crea de continuo, y no sólo en los períodos de crisis. El neoliberalismo no sólo no quiere saber nada de las víctimas creadas por él mismo, sino —lo que quizá es todavía peor— que ve con malos ojos que el Estado cumpla con su deber de ocuparse de ellas. Esta insensibilidad social forma parte de la miopía capitalista a la que se refería Lester Thurow, a quien vuelvo a ceder la palabra: «Ignorar los aspectos sociales de la humanidad significa diseñar un mundo para una especie humana que nunca ha existido».

La Clave
(Nº 51. 5-11 abril 2002)

martes, 17 de marzo de 2015

Una muerte oportuna


 [El pasado 11 de marzo hizo nueve años de la muerte en prisión de Slovodan Milosevic, el gobernante serbio a quién Occidente responsabilizó únicamente de la guerra y la limpieza étnica en la ex-Yugoslavia. En ese mes, en la desaparecida revista LA CLAVE, Julio Anguita (excoordinador general de IU) escribió un artículo sobre este político balcánico, que nos puede ayudar para que reflexionemos sobre lo que está pasando actualmente en la geopolítica internacional (Ucrania, Venezuela, etc.).]

Por JULIO ANGUITA GONZÁLEZ

«Sería mejor que Milosevic se muriese en prisión, porque si el proceso siguiese su curso, podría suceder que únicamente fuese condenado por cargos menores». Esta afirmación corresponde a James Gow, experto en crímenes de guerra y partidario del Tribunal de La Haya. De parecida manera se expresó Harold Pinter, Premio Nobel de Literatura en 2005. A poco que se escarbe en las hemerotecas de los grandes periódicos desde 1989 y en las revistas especializadas con el simple ánimo de conocer la verdad de lo sucedido en Yugoslavia, nos encontraremos con el más siniestro montaje mediático que hubiese hecho palidecer de envidia al ministro de Propaganda nazi, Goebbels. El marco en el que se desarrollan los hechos que se le imputan a Milosevic es esquemáticamente así.

Desde 1989 la Alemania Federal apoyó al racista Franjo Tudjman para conseguir la secesión de Croacia de la República Federativa Yugoslava. En 1991, sin consultar con los demás miembros de la UE, apoya la escisión de ésta y la de Eslovenia. Generalizada la guerra, USA, con la anuencia europea, apoyó al dirigente musulmán de Bosnia Izetbegovic que mantenía relaciones con Bin Laden, recibiendo de él apoyos monetarios y armamentísticos. En la Conferencia de Rambouillet entre la OTAN y los representantes del Parlamento yugoslavo, éstos aceptan la intervención y control por parte de la ONU. Las posiciones aliadas se muestran intransigentes y lanzan el ultimátum con un plan que implica pura y simplemente la invasión de Serbia por parte de la Alianza Atlántica. El secretario general de la ONU, Kofi Anán, reconoció ante el autor de estas líneas en la Comisión de Exteriores del Congreso que la intervención militar no tenía la aprobación del Consejo de Seguridad. Era ilegal por tanto. 72 días de bombardeos y 31.000 misiones aéreas, muchas de las cuales fueron con las prohibidísimas bombas de racimo y de uranio empobrecido, acabaron con la resistencia serbia.

De todas las limpiezas étnicas conocidas e investigadas, la mayor fue realizada por el ejército croata sobre una población de 150.000 serbios. El presidente Clinton consideró «útil» la operación. Diarios españoles se vieron obligados a reconocer que las «multitudinarias fosas comunes de víctimas de la limpieza étnica de los serbios no eran tales».

¿Era inocente Milosevic y no merecía un juicio ante un tribunal legal internacional? En absoluto. Lo que ocurre es que junto a él debieron haberse sentado como imputados de crímenes de guerra no sólo los dirigentes croatas, bosnios y las guerrillas ‘marxistas-leninistas’ de la UÇK, sino también Bill Clinton y el entonces secretario general de la OTAN Javier Solana.

¿Cuáles fueron las causas últimas del conflicto? Las apetencias alemanas, la negativa del gobierno serbio a doblegarse ante el FMI y la integración en la OTAN y la voluntad de USA de imponer su liderazgo en Europa a través de la Alianza Atlántica.

La Clave, nº 257
17-23 marzo de 2006

lunes, 16 de marzo de 2015

¿Por qué Venezuela?

 

El artículo desmonta las excusas que se presentan para esconder la verdadera razón por la que Venezuela se ha convertido en el objetivo tanto de los ataques de la derecha y la oligarquía latinoamericana como de la amenaza estadounidense: el petróleo.

Ángel Cappa

«EEUU debe enviar tropas de inmediato a Venezuela.
Debemos garantizar el flujo petrolero.»
(John McCain. Senador republicano. Febrero de 2014)

Lo han logrado y no es la primera vez. Utilizando un sinfín de mentiras, tergiversaciones, ocultamientos de información objetiva y visión parcial e interesada de una realidad manipulada a su medida, consiguen demonizar una palabra hasta tal punto que con solo mencionarla asusta. Decir «Venezuela» hoy es pensar en dictadura. Es la primera imagen que le aparece a cualquier persona que no dispone del tiempo necesario para contrastar la información de los principales medios de comunicación con otros alternativos y, en comparación, muy minoritarios.

¿Por qué dictadura?

Claro que para aceptar que Venezuela es una dictadura hay que desconocer que el chavismo ganó 18 de 19 consultas electorales (entre Chavez y Maduro), todas supervisadas por observadores internacionales —entre ellos, españoles—, quienes declararon que fueron ejemplares. Hay que creer que la prensa la controla el Gobierno, aunque el 80% de los medios esté en manos privadas y de la oposición. Hay que aceptar que Maduro encarcela opositores e ignorar que se trata de líderes pertenecientes a grupos que pretenden derribar al Gobierno violenta e ilegalmente. También podemos hablar de la «dictadura venezolana» si no sabemos que Estados Unidos, como ha hecho decenas de veces en Latinoamérica, interviene directamente en las conspiraciones para derribar el Gobierno electo financiando a grupos opositores, impulsando una guerra económica para generar escasez de alimentos (tal cual hicieron en Chile con Allende) y boicoteando la actividad del país para provocar un caos que incite a la población a rebelarse.

Y si no sabemos que la oposición (la oligarquía venezolana, por cierto) cuenta con los medios de comunicación de mayor difusión en la misma Venezuela, Chile, Colombia, Argentina, España, EEUU, México y otros países, quienes publican a la vez las mismas y falsas noticias sobre la situación venezolana en una guerra mediática coordinada y planificada, quizá pensemos que el país vive en un desastre a causa de su Gobierno. Pero para aceptar que el chavismo castiga a su población habría que desconocer que, desde 1999 hasta la actualidad, el porcentaje de gente que vive en la pobreza ha pasado del 49% al 27%; la desnutrición del 13,5% al 5%; la tasa de desempleo del 16% al 7%; que Venezuela es el segundo país de Latinoamérica en número de universitarios; o que la UNESCO ha declarado a Venezuela libre de analfabetismo, es decir, que millones de «invisibles» recuperaron el carácter de persona que les habían arrebatado.

Venezuela como obsesión

Pero supongamos que no sabemos nada de nada. Que, inocentemente, creemos lo que nos cuentan esos medios sobre Venezuela y que admitimos consternados que se trata de una dictadura. Aun en ese caso, hay una pregunta que surge espontáneamente de la misma inocencia: ¿Por qué esa obsesión de los medios y los partidos de derecha, empresarios poderosos y multimillonarios «democráticos» por Venezuela? Incluso desde el desconocimiento absoluto podemos comprobar que no pasa un solo día sin que aparezca alguna noticia, entrevista o artículo sobre la «tiranía» de Venezuela. Sin embargo, a esos mismos crédulos inocentes les resultará curioso que dictaduras como las de Marruecos, Arabia Saudí, Guinea Ecuatorial o China no merezcan nunca ni una sola línea reprobatoria. Y más aún que el Gobierno de España mantenga con ellas las más cordiales relaciones sin objeción alguna. Es más, la primera visita del nuevo rey español fue a Marruecos para estrechar vínculos, y al presidente de Guinea Ecuatorial le invitaron el año pasado a asistir a actos oficiales y a dar conferencias en el Instituto Cervantes. Es como si de pronto en el mundo solo hubiera una sola dictadura, Venezuela, en medio de un oasis democrático.

Amores que van y vienen

Continuemos suponiendo que, a pesar de las dudas metódicas que provoca esa obsesión antibolivariana, optamos por dejarlas en el olvido. Aun así, no podríamos reprimir otra pregunta que no nos dejaría en paz: ¿será real la preocupación del Poder por la democracia? Entrando en precisiones históricas y detalles concretos, aparecen ciertos personajes y situaciones lo suficientemente claras como para no confundirnos con la respuesta. Por ejemplo Sadam Husein, quien fue aliado de Estados Unidos hasta que se pasó al lado de los malos por «esconder» armas de destrucción masiva (que todavía no encontraron), junto con una enorme cantidad de petróleo, casualmente. El más malo —yo diría malísimo— fue siempre Gadafi, hasta que de la noche a la mañana se volvió tan amigo que Ruiz-Gallardón lo honró con las llaves de oro de la ciudad de Madrid, mientras que él devolvía tanto cariño haciéndole regalos ecuestres nada menos que a Aznar, quien los aceptaba con abrazos y sonrisas cómplices. Pero, nuevamente, y sin aviso, volvió a engrosar la lista de los malos y hubo que derrocarlo y ejecutarlo. Incluso Sarkozy olvidó el dinero que le había dado el dictador para su campaña política y lo juzgó con dureza.

Hay más ejemplos que demuestran que el amor del Poder hacia la democracia no es todo lo sincero que lo hacen aparentar los principales medios. Entre 1976 y 1983 el Gobierno de España otorgó 56 condecoraciones a los responsables de la dictadura militar argentina. El mismo Videla recibió la Gran Cruz de la Orden del Mérito Militar con Distintivo Blanco, de manos del entonces rey Juan Carlos. El Gobierno español actual oculta las pruebas sobre la complicidad de España con esa dictadura, así como que hubo una colaboración económica, especialmente, y política como consecuencia. Y hace menos de tres años, Pedro Morenés, actual ministro de Defensa, apoyó la venta de tanques de guerra al Gobierno de Arabia Saudí. «¿Y la ética, ministro?», le preguntaron. «Juzgar políticamente al régimen saudí es algo complicado», respondió, «porque cada país tiene su manera de establecer el bienestar de su población». Cada país menos Venezuela, se le olvidó decir.

Y para no abundar en ejemplos, recordaré por último que Ollanta Humala —presidente de Perú— fue duramente criticado durante la campaña electoral de su país por sus discursos de carácter nacionalista. Ni bien asumió la presidencia, y tras apresurarse a aclarar su adhesión a las bondades del libre comercio y su fidelidad a las leyes del mercado, los principales medios españoles no demoraron en disculparse por el error de haberlo incluido en la lista de los malos. Y cuando Ollanta Humala dio vía libre a las multinacionales para que siguieran devastando su país lo situaron inmediatamente en la de los buenos.

O fijémonos en Cuba, histórico país enemigo número uno de los «demócratas» internacionales, ahora desplazado por Venezuela. Desde que Estados Unidos levantó la barrera y las multinacionales pudieron abalanzarse sobre la isla para llegar primero a la línea de los posibles y futuros negocios (Moratinos y Rodríguez Zapatero anticiparon la jugada), los medios comenzaron a modificar los calificativos hacia los dirigentes cubanos. Uno de los periodistas radiales más rabiosamente anticomunista, anticastrista, antibolivariano y anti todo lo que se oponga al orden establecido por el mercado todopoderoso, sorprendió a sus más fieles oyentes, cuando desde La Habana abandonó súbitamente sus epítetos mas contundentes contra «los Castro» para llamarlos, con un respeto inaudito hasta ese momento, «las autoridades cubanas».

El dinero «democrático»

Yo creo que hasta el más inocente de los ciudadanos, el menos crítico con los medios y el más leal seguidor del pensamiento único, sería capaz de plantearse —en vista de este panorama— que tal vez no sea tanto la defensa de la democracia lo que enerva al Poder contra Venezuela, sino quizá —y sin pecar de demasiado perspicaces— los negocios, el dinero. Y como Venezuela es la mayor reserva de petróleo del mundo y la vanguardia de un movimiento en Latinoamérica en defensa de la soberanía de los países —tantas veces atropellada y pisoteada— la han convertido en el enemigo principal. Ni el más iluso de los ciudadanos puede confiar en la pasión democrática de los medios, los tertulianos de primera línea, los políticos de las puertas giratorias o los empresarios del Poder económico. Es el negocio lo que los mueve. Mientras Venezuela siga poniendo freno al expolio de las empresas en esa región, seguirán empeñados en derrocar su Gobierno apelando a todos los recursos a su alcance; sobre todo ilegales, aunque, llegado el caso, también legales. Así lo han hecho siempre y así lo seguirán haciendo.

Esa —y no otra— es la razón dialéctica de la obsesiva preocupación antibolivariana. La democracia es una excusa que encontraron por el camino para justificar la agresión a un país soberano y con el derecho de elegir el sistema de vida que le parezca. Al Poder le da exactamente igual el régimen político. Solo le importa que no pongan límites a sus beneficios económicos ni reparos a su modo de obtenerlos. Su único fin es el dinero; un dinero que recoge a costa de la miseria de millones de personas y combatiendo ferozmente a quienes se opongan a tan «nobles» propósitos. El último botón de muestra es la impertinente amenaza de Obama. Una larguísima historia de intervenciones militares y conspiraciones, encubiertas o descubiertas, la hace creíble.

15/03/2015

domingo, 15 de marzo de 2015

España no extraditará a ministros de la dictadura porque «firmar penas de muerte no era delito»

 


El Consejo de Ministros ha actuado este viernes como era previsible que lo hiciera: rechazando la extradición de veinte personas —entre ellas, exministros franquistas—, reclamada por la jueza argentina María Servini por presuntos delito durante la dictadura de Franco: haber firmado penas de muerte. El Gobierno se ha pronunciado al fin tras recibir la petición de Servini e información complementaria que se le solicitó posteriormente y que llegó el pasado mes de diciembre.

El titular de Justicia, Rafael Catalá, ha argumentado ampliamente los motivos por los que su Departamento considera que miembros del Gobierno franquista como Rodolfo Martín Villa o José Utrera Molina no tienen que ir a comparecer a los tribunales argentinos. Por un lado, según ha indicado Catalá en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el «principio de jurisdicción preferente» convierte a España en el país competente para juzgar los presuntos delitos cometidos por españoles en territorio ídem.

Por otro lado, según el «principio de doble incriminación» al que apela el Gobierno, los delitos que presuntamente habrían cometido Martín Villa o Utrera Molina, entre otros y según la jueza Servini, no eran hechos delictivos con la legislación de la dictadura. Es decir, con Franco no era delito firmar penas de muerte. Además y, por último, el ministro de Justicia ha asegurado que conforme al «principio de extinción de la responsabilidad», aunque se hubiera cometido el delito, éste habría prescrito transcurridos 15 años.

domingo, 8 de marzo de 2015

Con el cerebro en las tripas


LAS BACTERIAS INTESTINALES PODRÍAN
CAMBIAR NUESTRO COMPORTAMIENTO

Desde el nacimiento, millones de bacterias empiezan a colonizar nuestro intestino. Desempeñan un papel fundamental para mantener la salud física pero, además, podrían tener mucho que decir en la personalidad. Modifican el estado emocional, influyen sobre la memoria, el estado de ansiedad e incluso serían clave a la hora de elegir compañía sexual, como apuntan estudios con animales. Sin ellas no seríamos quien somos.

6 marzo 2015

Podría ser un thriller psicológico, pero es real: dentro de ti hay una legión de millones de seres diminutos capaces de influir en tu mente sin que te des ni cuenta. Poco a poco la ciencia está desmontando la visión antropocéntrica de un ser humano autosuficiente, con control total sobre sus funciones mentales. No vivimos solos. Millones de bacterias no patógenas nos acompañan desde que nacemos y sin ellas nada sería igual. Juntas forman nuestra microbiota.

Se sabe que son imprescindibles para desarrollar unas buenas defensas y para la digestión de ciertos alimentos. Pero, además, son capaces de comunicarse con el cerebro. Influyen sobre el comportamiento social del individuo y sobre la elección de pareja, pueden modificar la memoria, el aprendizaje, el estado de ansiedad y el depresivo.

Toda nuestra piel se encuentra recubierta por estas bacterias, pero donde más se acumulan es en el intestino. Como si de una gran megalópolis de microorganismos se tratara, varios millones de ellos viven en el cálido y confortable interior de nuestro tubo digestivo.

Bacterias que enamoran

«Cada vez hay más evidencias de que la microbiota está implicada en ciertas conductas sociales como, por ejemplo, el reconocimiento de parentesco y el comportamiento reproductivo», explica a Sinc la investigadora de la Universidad de Liverpool (UK) Zenobia Lewis.

Se sospecha que las bacterias de nuestras axilas influyen a la hora de elegir compañero de cama

Sus estudios con moscas revelan hasta qué punto los microorganismos intestinales pueden influir en la elección de pareja. La mosca es capaz de identificar miembros de su familia por la composición de su flora y así evitar la endogamia. «En los insectos, este efecto de la microbiota intestinal parece estar relacionado con la producción de feromonas. Lo que se come afecta las bacterias del estómago y, por tanto, al olor del hospedador. Para muchos animales, el olor es clave a la hora de decidir aparearse con otro individuo», explica Lewis.

En definitiva, una mosca solo aceptará reproducirse con otra si su microbiota exhala el olor adecuado.

Este fenómeno no es exclusivo de insectos. Otros estudios han demostrado efectos similares en primates. Según Lewis, «ni siquiera los humanos parecen ser inmunes a los efectos de la microbiota. ¡Se sospecha que las bacterias de nuestras axilas influyen a la hora de elegir compañero de cama!».

Las consecuencias de elegir la pareja sexual dependiendo qué microorganismos vivan dentro de él pueden, a largo plazo, determinar el curso de la evolución, propiciando la aparición de varias especies donde antes solo había una.

El grupo del investigador Pacheco López, en la Universidad Autónoma Metropolitana de México, también estudia cómo los microorganismos que se alojan en las tripas pueden modificar el comportamiento social. Él opina que se debería considerar al ser humano como un organismo complejo, que no puede actuar de manera independiente de sus compañeros más próximos.

Dime qué bacterias tienes y te diré quién eres

Que las bacterias desempeñen un papel a la hora de elegir con quién tener descendencia ya es bastante sorprendente. Pero, además, envían señales al cerebro que pueden modular los niveles de ansiedad, el humor, el aprendizaje o el dolor que siente el hospedador. También se las ha relacionado con enfermedades como el autismo o la esclerosis múltiple.

«Hay evidencias —asegura Lewis— de que las bacterias del intestino influyen en la memoria y el comportamiento en ratones. Además, se ha visto que la microbiota está implicada en los niveles de ansiedad».

Algunos estudios demuestran que la respuesta al estrés en ratones que se han criado totalmente libres de microorganismos es anormalmente alta. Estos animales rinden peor en pruebas de memoria sencillas.

Otra manera de investigar el efecto de estos huéspedes del tubo digestivo es colonizar roedores poseedores de una cepa con la microbiota propia de otra. Para ello, se extraen las bacterias de las heces de un donante y se introducen en un receptor. El resultado es que el comportamiento del ratón cambia y se vuelve similar al del donante.

El cerebro y la microbiota se cartean

Pero no hace falta un trasplante de heces para modificar la microbiota del intestino. Los probióticos son turistas bacterianos: organismos vivos que se administran desde el exterior y que pueden producir un beneficio para el hospedador. Si se conociesen las especies bacterianas adecuadas, sería posible administrar cócteles de probióticos para mejorar el estado de ánimo y el estrés en personas con ciertas patologías.

Es más, la manera más sencilla de modificar la población de bacterias es la alimentación. Desde la niñez, la dieta que sigamos puede favorecer el crecimiento de unos u otros microorganismos.

Así, esta legión de pequeños huéspedes se está colocando en el punto de mira para el desarrollo de terapias contra enfermedades neuropsicológicas. Pero, aunque cada vez está más claro que las condiciones del cerebro pueden ser modificadas al modular la microbiota intestinal, como indica el investigador John Cryan, de la Universidad de Cork (Irlanda), «que esto dé lugar a terapias basadas en microorganismos aún es solo una posibilidad tentadora que merece la pena investigar».

Los mensajes de los microorganismos llegan al cerebro a través de moléculas que activan el nervio vago [que lleva información de nuestros órganos internos al cerebro] o actúan sobre el sistema inmunitario. Ambos canales sirven para trasladar la información al sistema nervioso central.

Y esta mensajería es correspondida. Desde el cerebro también se envía información que modifica la composición de la microbiota. Situaciones estresantes en la niñez pueden variar el microbioma de por vida, así como en un adulto el estrés crónico. Por ejemplo, un ratón que ha sido separado de su madre tres horas diarias durante los primeros doce días de vida tiene una microbiota diferente que uno que no ha sufrido este trauma.

Mariposas en el estómago

Pero lo cierto es que no es de extrañar que haya una comunicación continua entre los intestinos y el cerebro, al igual que muchas sensaciones o estados mentales se reflejan en nuestras tripas. Sentimos mariposas en el estómago cuando nos enamoramos, se nos cierra si estamos nerviosos y, a veces, toca hacer de tripas corazón para tomar la decisión adecuada.

Los sentimientos se reflejan en el tubo digestivo, y viceversa: su estado se refleja en nuestro ánimo. Porque en el intestino hay una red de varios cientos de millones de neuronas que actúan de manera independiente del cerebro. Este entramado de células nerviosas intestinales está en contacto íntimo con la mayor población de microorganismos del cuerpo humano, unos 100 billones de bacterias, y se le ha llegado a llamar 'el segundo cerebro'.

miércoles, 4 de marzo de 2015

Represión y desmovilización en España


La Ley Mordaza de España apunta a criminalizar y apagar los movimientos sociales en el país por medio de quebrarlos económicamente.

26 febrero 2015

Después del surgimiento del movimiento 15-M «Indignados» en 2011, las calles de España estallaban con el poder del pueblo. En Madrid, por ejemplo, donde se inició el movimiento, cientos de miles inundaron la Puerta del Sol, en huelgas generales masivas y mareas de colores coordinadas (mareas de calle) para demostrar su indignación contra los recortes de austeridad del gobierno de derecha. Mientras serpentea su camino a través de las calles de la ciudad, usted será recibido por brillantes pegatinas verdes y rojas del movimiento anti-desalojo, que cubrió con plástico las ventanas de cristal y los cajeros automáticos de los bancos más importantes de España, con las frases «Sí se puede» y «Pero no quieren». Para mí, que vengo de los Estados Unidos, donde tal acción podría llevarte a serios problemas, la medida era impresionante.

Pero cuando visité España a principios de 2015, las cosas habían cambiado, sin duda. Habían desaparecido las mareas constantes y pegatinas en las ventanas de los bancos. Era extraño. Mientras que los grupos anti-desalojo como PAH (Plataforma de Afectados por Hipotecas) o STOP DESHAUCIOS (Basta de Desalojos) continúan con éxito en aplazar los desahucios de las familias de la clase trabajadora a través de España, me dijeron que el número de seguidores había reducido. Pero este cambio no fue simplemente por la época de frío o por el malestar que afecta a casi todos los movimientos sociales en el Oeste; era el producto de otras circunstancias preocupantes, a saber, la aplicación de la Ley Mordaza que desde diciembre del 2014 criminaliza la protesta pública y las movilizaciones, que recientemente han convertido a España en uno de los centros más vibrantes de los movimientos sociales en el mundo.

La represión y la desmovilización

Al pasar por la Puerta del Sol un domingo por la tarde, a finales de enero, me di cuenta de cómo dos policías se acercaron a un grupo de unos siete u ocho manifestantes ancianos que sostenían una pancarta en protesta por los recortes a los servicios sociales. Tras lo que pareció un momento de tensión, uno de los organizadores sacó una hoja en blanco de su mochila y lo agitó en el rostro de los oficiales, que finalmente se alejaron. Para mí, este parecía un lugar extraño para ese espectáculo, especialmente después de haber asistido a muchas reuniones no autorizadas y marchas que comenzaron en esta plaza. Pero todo eso ha cambiado desde que se aprobó una de las legislaciones más polémicas, la ley mordaza, que prohíbe la protesta en la vía pública sin permiso. Dependiendo del contexto, uno puede ser multado en cualquier lugar entre 30.001-600.000 euros por no tener la debida autorización.

Mientras que en los EE.UU., lugar de nacimiento del complejo industrial de prisiones, encierra manifestantes en la cárcel por la más pequeña de las infracciones, esta Ley Mordaza pretende criminalizar y apagar los movimientos sociales de España por medio de quebrarlos económicamente.

Aprobada por el Congreso el 11 de diciembre de 2014, la Ley Mordaza, conocida formalmente como la Ley Orgánica de Seguridad Ciudadana, fue aprobada con el apoyo de la derecha, el Partido Popular (PP) pro-austeridad, el Partido Aragonés, y la Unión del Pueblo Navarro. El total de las 45 infracciones se clasifican en tres categorías: infracciones muy graves (con multa entre 30.001-60.000 euros), infracciones graves (601 a 30.000 euros) y las infracciones leves (100-600 euros). «Las infracciones menores» incluyen insultar a la policía, y la ocupación y presencia en casas ocupadas (que busca destruir el movimiento anti-desalojo y de ocupantes ilegales), o las reuniones o manifestaciones en espacios de tránsito público, mientras que las «infracciones graves» prohíben las protestas masivas en frente del Senado y el Congreso (una respuesta directa a las movilizaciones como «Rodea el Congreso» del 25 de septiembre de 2012), los intentos de bloquear los desalojos (señalización de un golpe represivo de las acciones directas valientes del movimiento de vivienda español), o la grabación y fotografiar a la policía (criminalizar efectivamente cualquier referencia grabada de la policía en España). En su defensa de la ley ante el Congreso, el portavoz del Partido Popular, Conrado Escobar, afirmó que las protestas «serán más libres porque estarán protegidas de los más violentos». A través de España, muchos han argumentado, con razón, que esta ley señala un regreso peligroso a la legislación fascista, especialmente preocupante dado el legado del dictador Francisco Franco, que gobernó España durante décadas.

En este clima de represión, la policía española detuvo a once anarquistas —de nacionalidades española, uruguaya, italiana y austriaca— en una iniciativa «anti-terrorista», llamada «Operación Pandora», en Barcelona y Madrid, el 16 de diciembre, sólo algunos días después de la aprobación de la Ley Mordaza. De estos once, siete fueron puestos en la cárcel. El gobierno les ha acusado de lanzar ataques contra bancos e iglesias. Y las llamadas «pruebas» de su culpabilidad, consisten en haber publicado un libro titulado, Contra la Democracia, que el Estado español ha clasificado como un «libro terrorista», bajo el nombre de «Grupos Anarquistas Coordinados», el tener cuentas de correo electrónico, correspondencia con presos políticos y el haberles encontrado gas propano, utilizado para acampar. De hecho, sus partidarios crearon un video llamado «Operación Pandora: Yo también tengo gas propano», que cuenta con activistas españoles y catalanes mostrando sus tanques de gas propano para acampar, mostrando lo absurdo de la operación represiva. Los activistas españoles también están cada vez más preocupados de que sus acciones puedan ser falsamente catalogadas bajo, actos de «terrorismo radical», dadas las recientes revisiones al Código Penal por parte del gobierno, a raíz de los acontecimientos en París por Charlie Hebdo y las iniciativas «anti-jihadistas».

Una nube oscura ha caído sobre España en los últimos meses, y la Ley Mordaza es, sin duda, una grave amenaza para los movimientos sociales de todo el país. Además, mientras que algunos han hablado con entusiasmo de la subida de Podemos, un partido político español de izquierdas, formado en las secuelas del 15-M, por su potencial salvador, muchos activistas que trabajan sobre el terreno han hablado de cómo Podemos ha contribuido significativamente a la desmovilización de una organización genuinamente horizontal y de resistencia popular en las calles. En Santiago de Compostela, por ejemplo, hablé con una mujer llamada María, que es líder del movimiento anti-desalojo, quien me dijo que el número de seguidores que salen a las acciones anti-desalojo, se ha reducido considerablemente con el aumento de Podemos en la Izquierda. «No te preocupes por eso», muchos le han dicho, «Podemos solucionará el problema». En esta incertidumbre, donde por un lado las leyes represivas están asustando a la gente a salir a las calles, y por otro lado, donde los partidos como Podemos no sólo están tratando de sacar provecho de la fatiga generalizada de que varios años de marchas y manifestaciones constantes han producido, sino también la promoción activa de la idea que los problemas sociales se pueden resolver a través de la votación, es imperativo reconocer las muchas formas que la represión y la desmovilización pueden tomar.

lunes, 2 de marzo de 2015

El vídeo que los antiPodemos no quieren que veas

«Esta es la fauna que se reunió ayer en la manifestación contra Podemos. Como se puede ver son cuatro fascistas decrépitos que no tienen ni eslóganes propios ni saben cómo rimarlos. Lo dicho: dan pena. Doy a las gracias a la persona que se infiltró y grabó a estos trogloditas.»