Cuando se habla de una revolución como la mexicana, nos viene a la cabeza las figuras populares de Pancho Villa y Emiliano Zapata como sus mitos revolucionarios, pero no fueron los únicos. La primera de las revoluciones del siglo XX donde el papel de las clases populares y sus exigencias se hiciesen notar, aunque terminasen siendo manoseadas por los intereses del poder resultante. La Historia, las más veces, la cuentan los vencedores, aun así, de vez en cuando podemos oír voces que nos cuentan otra realidad, la de los herederos de los «vencidos», que nunca fueron acalladas del todo. Una de estas voces es la de un ácrata mexicano desconocido por la gran mayoría y considerado como uno de los precursores de la Revolución Mexicana, su nombre era Ricardo Flores Magón. Participó, junto a Jesús, su hermano mayor, en las protestas estudiantiles de 1892 contra la dictadura de Porfirio Díaz (el militar que llevó la «Paz y Progreso» al país a costa de oprimir a su pueblo), asunto que le llevó la primera vez a prisión. Al año siguiente tras salir de la cárcel entró a trabajar en el periódico 'El Demócrata' que no duró mucho.
Con su hermano fundó en 1900 el periódico 'Regeneración', medio inicialmente crítico con los errores del sistema judicial y su corrupción evolucionó a atacar directamente al régimen, lo que les puso en el punto de mira. Paralelo a ello, el liberal Camilo Arriaga (sobrino-nieto del diputado que presidió la comisión parlamentaria que redactó la Constitución Mexicana de 1857) invitaba a la reconstrucción del Partido Liberal en un Congreso en San Luis Potosí para el año siguiente, tras las declaraciones de un obispo que afirmaba que el país abandonó el laicismo juarista. Los hermanos Flores Magón asistieron, y Ricardo se dio a conocer con un discurso que iba más allá de lo esperado, atacó directamente al gobierno del dictador denominándolo «madriguera de bandidos». Este Congreso dio pie a la formación de una red de varios clubes liberales opositores en todo el país, sobre los cuales pronto cayó la represión.
'Regeneración' es clausurado y los hermanos Flores Magón son arrestados, al salir de la cárcel Jesús decide abandonar la lucha, pero es sustituido por el hermano pequeño, Enrique. Los hermanos alquilan otro periódico 'El Hijo del Ahuizote' que también es prohibido, mientras la dictadura reprime y encarcela constantemente a los demás liberales. Ante este panorama los integrantes del partido deciden exiliarse a los EEUU para seguir con su lucha contra el régimen entre 1903-04. Pero, la sombra de la dictadura porfirista es alargada y se suma la complicidad de las autoridades norteamericanas la persecución continúa. Desde Texas huyen a Missouri y luego a Canadá, para terminar asentándose en California. En 1905 se produce la primera escisión dentro de las filas del formado Partido Liberal Mexicano (PLM), Camilo Arriaga representa la facción moderada frente a la radical de Ricardo Flores Magón. Los moderados defienden una lucha simplemente política apoyando electoralmente a candidatos independientes, los radicales optan —debido a las circunstancias— por la lucha armada para acabar con la dictadura. Otro punto en controversia es que los primeros defienden una ideología meramente liberal: la defensa de las libertades políticas; mientras los segundos optan por el socialismo y a la defensa de los derechos del pueblo trabajador, ya que sin igualdad económica y social no puede haber libertad política. Los moderados abandonan y el PLM se radicaliza. Y esta es la línea a seguir desde entonces, también a tener en cuenta, esta organización más que un partido político termina siendo más un movimiento.
En 1906 sale a la luz el Programa del PLM, redactado por Juan Sarabia y con aportaciones de Antonio Villarreal, Ricardo y Enrique Flores Magón como Librado Rivera solo estampan su firma. Este Programa es defendido durante unos años y resultó ser inspiración de la futura Constitución Mexicana de 1917, una de las más avanzadas del momento. Dentro se trataba temas tanto de las limitaciones de los gobernantes, como la asistencia sanitaria y enseñanza básica gratuitas, la igualdad de género, los derechos de los trabajadores y la reforma agraria, incluso de la abolición del servicio militar y la prohibición del trabajo infantil. Debido a su excesiva legalidad y moderación no fue muy del agrado de los hermanos Flores Magón —para ellos se quedaba algo corto—, ya que éstos, después de contactar en el exilio con los sindicalistas revolucionarios de la IWW o gente como Emma Goldman y otros inmigrantes, ya habían asimilado una ideología libertaria, aunque su estrategia fue seguir denominándose «liberales» aunque ya no lo fuesen.
También 1906 fue el año de dos hechos importantes en el México prerrevolucionario: Las huelgas de Cananea y Rio Blanco, duramente reprimidas por el gobierno. Huelgas en que agitadores vinculados al PLM estaban presentes. Y también el primer intento revolucionario de lucha armada contra la dictadura, fallido por el papel de los espías infiltrados en el PLM que dieron al traste con ella.
En 1908 hubo otro intento de levantamiento armado, que también fracasó. Durante estos acontecimientos el periódico 'Regeneración' fue sustituido temporalmente, en 1907, por 'Revolución'.
El PLM había preparado el camino para que surgiese el levantamiento armado convocado por Madero en 1910. Madero con su campaña electoral del mismo año se dio a conocer en todo el país, además de tener el apoyo de las clases medias y sectores descontentos de la oligarquía, también llegó a las clases populares, aprovechando la situación de clandestinidad del PLM que quedó relegado a un segundo plano influyente entre la gente. Con su llamamiento a levantarse contra el Gobierno de Porfirio Díaz y con la promesa de devolver las tierras usurpadas a los campesinos, en varias zonas cogieron las armas y se sublevaron, lo que dio pie a la Revolución Mexicana.
Aunque fracasasen los levantamientos armados de 1906 y 1908 los grupos armados pelemistas se mantuvieron. Las guerrillas pelemistas —minoritarias, pero activas— se coordinaron con las maderistas contra el enemigo común gubernamental, aunque guardando las distancias, ya que el objetivo del PLM era la revolución social, y el de Madero solo un simple cambio de poder, lo que en varios casos llevó al enfrentamiento. A pesar de todo, los argumentos de Flores Magón críticos contra Madero no llegaron a todas partes, y muchas guerrillas se coordinaban y se pasaban al maderismo creyendo que estaba todo acordado. Sin el empuje inicial y la experiencia de las guerrillas pelemistas hubiese sido muy difícil que la revolución se produjese, algo que fue aprovechado por los maderistas. Aun así, la iniciativa del PLM perdía terreno ante el maderismo. Recordemos que la represión contra el PLM fue mucho mayor que contra el maderismo, tanto en México como en los EEUU, por lo que su influencia se redujo. Se conoce el caso del veterano guerrillero del PLM Prisciliano Silva que al no reconocer a Madero como presidente provisional fue hecho arrestar por orden de éste, lo que conllevó duros ataques y la ruptura definitiva con Ricardo Flores Magón. Madero no era de fiar, y eso se vio después.
En 1911 se produce la segunda escisión dentro de las filas del PLM, Antonio Villarreal con otros militantes, incluidas sus dos hermanas, abandonan y se pasan al maderismo (Juan Sarabia cuando sale de la cárcel también) y rechazan el anarquismo que ya defienden los hermanos Flores Magón. En ese mismo año sacan un Manifiesto más radical en el que llaman a la expropiación de las tierras y medios de producción para gestionarlo todo comunalmente (como venían haciéndolo los pueblos indígenas desde siempre). Con este Manifiesto de 1911 ponen en entredicho el Programa de 1906, la lucha no ha de consistir solo en derribar al tirano y cambiar las leyes, sino en atacar al sistema capitalista que lo sustenta y que explota a la clase trabajadora. Los escindidos (incluido entre ellos Jesús Flores Magón, el hermano mayor que abandonase el activismo antaño) intentan, poco después, convencerlos a través de unas comisiones negociadoras enviadas por Madero para que abandonen la lucha sin conseguirlo (Ricardo rechazó, incluso, la oferta de la vicepresidencia en el futuro gobierno de Madero); lo que provoca el ataque frontal del maderismo a un PLM ya abiertamente anarquista.
Aun así, el PLM organizó una expedición guerrillera en Baja California, a la que se les unieron muchos anarquistas norteamericanos y militantes del IWW, además de algunos indígenas, dándolo un carácter más internacional, que es derrotada tras el paso permitido de tropas federales mexicanas por territorio estadounidense y también las divisiones internas. Este suceso vino acompañado de una ruin y difamadora propaganda mediática que les denunciaba de querer separar el territorio de México para entregárselo a los EEUU, que era totalmente falsa. Y que a día de hoy siguen muchos creyéndoselo a pies juntillas.
Como dije antes, el pensamiento político-social de Ricardo Flores Magón evolucionó hacia el anarquismo desde el liberalismo juarista, un liberalismo republicano y anticlerical. En el exilio norteamericano entró en contacto con anarquistas de origen europeo y asimiló «la Idea». Ideario que venía madurando tras las lecturas de libros de Bakunin y Kropotkin (así como de Marx) de la biblioteca de Camilo Arriaga. Si a esto añadimos las condiciones penosas de la represión que venía sufriendo desde hace años y que le hizo desconfiar más de todo aquello que provenga del Estado, como las experiencias de su infancia temprana entre los indios mazatecos, los cuales practicaban la democracia directa y el apoyo mutuo como parte de sus usos y costumbres. Un pensamiento libertario que también compartía Ricardo con su hermano Enrique Flores Magón (con Jesús, no) y Librado Rivera. Sus críticos les denominaron como «magonistas», término que nunca aprobaron. «No somos 'magonistas' ni seguimos a ninguna personalidad», «No soy 'magonista', soy anarquista. Un anarquista no tiene ídolos», frases que dijeron como rechazo a tal definición que convertía a Ricardo en líder absoluto o caudillo de un movimiento personalista que no era cierto. Pero, con su uso a lo largo del tiempo, voy a usarlo también, ya que las lenguas están vivas y el significado original de las palabras varía. Dentro del 'magonismo' (o 'anarcopelemismo', como también prefiero definirlo) podemos incluir a Práxedis Guerrero (muerto al comienzo de la Revolución), como también a Fernando Palomares (activo organizador en la huelga de Cananea y participe en la campaña de Baja California); añádase a Antonio de Pío Araujo (que estuvo al cargo de 'Regeneración' y el PLM durante varios de los encarcelamientos de sus compañeros) y Anselmo Figueroa (redactor del periódico), estos dos últimos firmaron también el Manifiesto de 1911. Todos ellos compañeros de vicisitudes y batallas, entre otros.
También hubo participación femenina en sus filas, el papel como mensajeras fue vital para el movimiento, debido al machismo de las autoridades pasaban más desapercibidas. Ellas ponían en contacto a todos los grupos pelemistas, filtraban con mayor facilidad propaganda e, incluso, armas; un soporte que fue de gran importancia. Y en la región fronteriza del sur de los EEUU la publicación de muchos periódicos fue obra de ellas. Sin olvidarnos del apoyo moral que le brindó al mismo Ricardo su compañera sentimental María Broussé, sin el cual le hubiese sido imposible soportar las intermitentes temporadas de cautiverio.
El lema «Tierra y Libertad» proviene del populismo ruso decimonónico y que pasó al anarquismo a través de Bakunin, y que el 'magonismo' adoptó; sin olvidarnos de que la bandera roja del PLM llevaba las letras escritas en blanco de tal lema. El periódico ácrata de Barcelona 'Tierra y Libertad' (años después convertido en órgano de expresión de la FAI) mantuvo estrechas relaciones con los 'magonistas'. Aunque el lema fuese erróneamente atribuido al zapatismo, este movimiento revolucionario campesino lo adoptó tras contactar con ellos, y, además, su Plan de Ayala estaba influenciado por el discurso expropiador de los medios de producción del PLM. Se sabe que Zapata invitó a Flores Magón a que editase 'Regeneración' desde Morelos —territorio zapatista— lo cual fue rechazado por el carácter internacionalista del 'magonismo'. Mientras el PLM enarbolaba la bandera roja (y no la rojinegra) de la revolución social, el zapatismo lo hacía con la bandera tricolor nacional, ya que el sentimiento antiestatal de los unos chocaba con el patriotismo de los otros. Pero respeto mutuo siempre mantuvieron, a pesar de las diferencias, lo que conllevó muchas críticas de parte del anarquismo internacional.
Y ya que he comentado a los pueblos indígenas, merece la pena hacer una mención al pueblo yaqui del sur de Sonora. A este pueblo le robaron las tierras en nombre del progreso y tuvo que declarar la guerra al gobierno mexicano. Las represalias fueron durísimas con ellos, a muchos condenaron a trabajar como esclavos para las haciendas, pero su espíritu rebelde (bronco) nunca se perdió. Crearon una red clandestina para armarse, red que también fue usada por el PLM en sus insurrecciones de 1906 y 1908, ya que también entre ellos entablaron contactos. Incluso los yaquis también adoptaron el lema 'magonista' aunque modificado, como «Libertad y Tierras». No fueron los únicos indígenas que colaboraron con el PLM, como ocurrió en Veracruz y Baja California. Sin olvidarnos del activo 'magonista' Fernando Palomares, que era indio mayo. También debemos tener en cuenta que quienes más reivindican actualmente la memoria de Ricardo Flores Magón son los mismos movimientos indígenas de Oaxaca y de otros estados mexicanos.
Uno de los momentos más inefables de la historia del movimiento obrero fue la alianza de la COM con el carrancismo para combatir a los ejércitos campesinos de Villa y Zapata, a través de los llamados «Batallones Rojos». Tras la derrota de estos, Carranza desarmó tales batallones, y luego reprimió con dureza toda huelga, los obreros ya no le hacían falta. Ambos hechos también fueron denunciados por Ricardo Flores Magón desde el periódico. El posibilismo inundó tal organización sindical y todo vínculo con el 'magonismo' fue erradicado dentro de sus filas, llegando incluso a colaborar con el gobierno carrancista para neutralizar todo oponente a tal pacto. Aunque a Ricardo Flores Magón se le atribuyó formar parte del anarcosindicalismo, nunca consideró que las reivindicaciones consistentes en aumentar los salarios y reducir las horas, así como mejorías en las condiciones laborales, fuesen verdaderamente anticapitalistas; él era de la línea anarco-comunista como Kropotkin y Malatesta.
En 1915, después de salir de uno de sus tantos encarcelamientos, Flores Magón y y quienes le rodeaban se fueron a vivir a una comuna que hicieron en California. Se dedicaron a cultivar árboles frutales y criar pollos, mientras algunos componentes salían fuera a trabajar para llevar ingresos al fondo común. Fue una breve experiencia hasta que volvió a ser detenido por lo que escribía contra el Gobierno mexicano. Emma Goldman fue testigo de uno de sus juicios, vio como cuando llegaba a la sala el juez, nadie se levantaba, pero cuando entraban los Flores Magón, todo el mundo —la mayoría trabajadores mexicanos— se levantaba ante ellos como señal de admiración y respeto. En 1918 se produce la ruptura entre los dos hermanos, Ricardo y Enrique, quedándose muy menguado el PLM y el periódico 'Regeneración'. En ese mismo año Ricardo Flores Magón y Librado Rivera firman otro manifiesto dirigido a todos los obreros y anarquistas del mundo, en el que se condena al capitalismo y a la Gran Guerra que asolaba Europa, lo que les conllevó la definitiva condena a prisión de varios años y que puso fin a la vida de Ricardo. Una cuarta parte de su vida lo pasó tras el muro de las prisiones.
Las duras condiciones de la prisión fueron mermando la salud de Ricardo Flores Magón. La presión callejera para liberarlo fue nula en ambos lados de la frontera. Incluso rechazó una pensión que parlamentarios mexicanos querían darle. Cuando se le obligó a pedir perdón para poder salir, también se negó, ya que él no había hecho ningún mal y arrepentirse sería dar la razón a sus opresores. En la madrugada del 21 de noviembre de 1922, apareció muerto, su causa aún es desconocida, se cree que lo asesinaron, aunque otras fuentes indican que de un paro cardiaco. Fuese provocada o no su muerte fue responsabilidad del sistema penitenciario y judicial norteamericano, que le privó de toda atención médica. Cuando desde el Gobierno mexicano se quisieron hacer cargo del cadáver, sus familiares se negaron. Fue un sindicato ferroviario quién se encargó de devolverlo a México y hacer el funeral. Entierro multitudinario lleno de banderas rojas. El capitalismo estadounidense lo quería muerto, por el apoyo popular que aún arrastraba su persona.
A Flores Magón se le ha considerado el precursor de la Revolución Mexicana, pero ésta no fue su revolución. La suya era mundial, internacionalista, y no patriótica, por eso estuvo en California y no regreso a suelo mexicano en vida. Esperaba que todos desposeídos y parias de la Tierra se levantasen, empezando con los mexicanos. Y en este año 2022 se va a cumplir el Centenario de su muerte, irónicamente el Gobierno de México ha declarado oficialmente este su año, cuando Ricardo Flores Magón nunca quiso nada de ningún gobierno ni parlamento, los detestaba: «Ante todo debo decir que me repugnan los Gobiernos. Estoy firmemente convencido de que no hay ni podrá haber un Gobierno bueno». Por ello se le tildó de sectario y extremista, pero era su forma de pensar. El Gobierno de AMLO en México lo que está haciendo con ello es faltar a su memoria, él fue una figura del Pueblo y no de las instituciones que se merece un mayor respeto.
TIERRA Y LIBERTAD.
Pablo GC
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