En esta semana se dió a conocer un hallazgo de unos pescadores australianos. Cerca de la isla North Stradbroke, al este de Brisbane (capital del estado de Queensland, Australia), fue encontrado atrapado en una red el cuerpo de un ejemplar de tiburón blanco de poco más de tres metros de largo que presentaba dos grandes dentelladas que casi lo parte por la mitad. El responsable puede ser otro congénere suyo de mayor tamaño (yo creo que pudo haber sido una o dos orcas, pues los mordiscos no son tan redondeados como los de los tiburones, aunque pueda estar equivocado) tiene en estado de alerta a las poblaciones de la zona. Zona turística y veraniega. Las autoridades advierten a los bañistas de permanecer fuera del agua mientras que el animal permanezca al acecho.
Se estima y especula sobre el tamaño del gran depredador entre los seis o siete metros de longitud, pero lo único que sabemos es que los mayores tiburones blancos (Carcharodon carcharias) suelen medir entre los cinco y cinco metros y medio y no más. Pero, en 1945 frente las aguas cubanas fue capturado un ejemplar hembra que medía, según los testimonios, los 6,40 metros de longitud y unas tres toneladas de peso. Y así es como lo reconocen muchos estudiosos. Al tiburón en cuestión se le conoce con el nombre de «el Monstruo de Cojimar», pero si os fijáis en la fotografía que le hizo un fotógrafo de Le Monde tras el momento de su pesca en el pueblecito de Cojimar, cerca de La Habana, el «bicho» en cuestión no alcanza los cinco metros y medio.
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