A mediados del mes pasado, Tony Wu, fotógrafo del Daily Mail, obtuvo unas impresionantes fotografías de un grupo de cachalotes (cinco adultos y una cría) con los restos de un gran cefalópodo entre sus fauces. Ocurrió cerca de la fosa que hay en las islas Ogasawara o Bonin (pertenecientes a Japón, en el Océano Pacífico), un ejemplar de calamar gigante (Architeuthis dux) que fue capturado por el grupo y su cuerpo era utilizado para enseñar al más pequeño a cazar. Mientras todos nadaban al unísono.
La zona es conocida porque ya llevan varios años los científicos investigando en la zona al calamar gigante para poder obtener imágenes de él en libertad. En el 2004 se pudo fotografiar un ejemplar enganchado en una potera; y en el 2006 se pudo filmar un ejemplar moribundo. Pero por ahora sigue siendo un desconocido, solamente conocemos sus cuerpos varados en las costas o atrapados en las redes.
Se sabía de antemano de restos encontrados en los estómagos y de las marcas de las ventosas en la piel de estos mamíferos marinos, los cachalotes (Physeter macrocephalus), que cazaban estos cefalópodos; pero esta vez es la primera muestra de ello (aunque todavía no se ha llegado a observar como ocurre a grandes profundidades, pero todo llegará). De momento, tenemos estas fotos dadas a conocer, también, por el National Geographic.
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