El fenómeno no es extraño, durante el jueves y el viernes de la semana pasada, en un pueblecito australiano en el Territorio del Norte, en Lajamanu, los habitantes no se creían lo que veían, del mismo cielo llovían peces.
Los peces que eran percas enjoyadas (Leiopotherapon unicolor) —especie abundante en el norte del gran continente-isla— debieron ser transportados por un tornado que afecto a la región, pues los peces son de agua dulce y la localidad está al borde del desierto de Tanami. Los testigos aseguraban que todavía estaban vivos al caer al suelo y que no era la primera vez que ocurría. Y alguno más socarrón decía: «Menos mal que la lluvia no fue de cocodrilos».
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