La ecología del zooplancton
Por ANDREW CAMPBELL
La palabra «plancton» significa nómada. Designa aquellas plantas y animales que son transportados por las corrientes de agua, no por su capacidad natatoria. (Los animales que nadan y determinan su propia dirección se denominan «necton».) La mayor diversidad de plancton se da en los mares y océanos, pero los lagos y algunos ríos también poseen sus propias comunidades planctónicas. Aquí usaremos ejemplos marinos. Lo vegetal del plancton se denomina fitoplancton, y lo animal zooplancton. La mayoría del zooplancton mide menos de 5 mm, pero existen algunos animales mayores, por ejemplo algunas medusas, cuyos tentáculos pueden alcanzar 15 m de longitud o más. Gran parte del zooplancton es capaz de nadar, pero no lo bastante bien para evitar ser arrastrado por las corrientes. No obstante, su capacidad natatoria le permite regular su posición vertical en el agua, que puede ser muy importante, pues la profundidad de su alimento varía durante el ciclo día/noche; por ejemplo, el fitoplancton sube de día y baja de noche, mientras que el zooplancton hace lo contrario.
El agua marina contiene muchos nutrientes importantes para el crecimiento vegetal, sobre todo nitrógeno, fósforo y potasio. Su presencia significa que el fitoplancton puede fotosintetizar y crecer, al ser arrastrado por las capas iluminadas del mar. Dos formas de fitoplancton, los dinoflagelados y las diatomeas, son muy importantes como fundadores de las redes alimentarias planctónicas, pues de ellos depende la mayor parte de la vida animal de los océanos y mares poco profundos. Mediante su actividad fotosintética, los dinoflagelados y las diatomeas aprovechan la energía solar y la incluyen en compuestos orgánicos tales como azúcares y el almidón, que proporcionan la fuente de energía para los herbívoros que se alimentan de fitoplancton.
Ciclo de nutrientes y energía en el mar. Este diagrama está muy simplificado, dado que muchos animales obtienen el alimento a partir de varios niveles, formando una intrincada «red alimentaria». |
Existen muchos tipos de zooplancton carnívoro en los mares mundiales y pertenecen a él miembros de muchos phyla. Existen protozoos que se alimentan de bacterias o de otros protozoos. Algunos, como los foraminíferos y radiolarios, forman en el lecho marino, tras su muerte, conspicuos depósitos de sus conchas o tecas mineralizadas. Los cnidarios proporcionan una gran variedad de carnívoros planctónicos temporales y permanentes. Muchas medusas hidroideas pasan sólo una parte del ciclo vital de los hidrozoos en el plancton, mientras otras (como la carabela portuguesa) viven permanentemente como plancton, alimentándose de organismos tan grandes como los peces. Los ctenóforos, por ejemplo Pleurobrachia y Beroe, son eficaces depredadores de copépodos, por lo que tienen importancia económica como competidores de las poblaciones de peces explotadas comercialmente. Otros carnívoros son los gasterópodos, poliquetos y gusanos saeta pelágicos.
Miríadas de animales vistos al microscopio: una mezcla de medusas, copépodos, larvas de cangrejos, etc. Algunas de las larvas están siendo devoradas por medusas. |
ENCICLOPEDIA DE LA VIDA SUBACUÁTICA
Orbis, 1986.
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