miércoles, 3 de enero de 2018

Animales nómadas y a la deriva

La ecología del zooplancton

Por ANDREW CAMPBELL

La palabra «plancton» significa nómada. Designa aquellas plantas y animales que son transportados por las corrientes de agua, no por su capacidad natatoria. (Los animales que nadan y determinan su propia dirección se denominan «necton».) La mayor diversidad de plancton se da en los mares y océanos, pero los lagos y algunos ríos también poseen sus propias comunidades planctónicas. Aquí usaremos ejemplos marinos. Lo vegetal del plancton se denomina fitoplancton, y lo animal zooplancton. La mayoría del zooplancton mide menos de 5 mm, pero existen algunos animales mayores, por ejemplo algunas medusas, cuyos tentáculos pueden alcanzar 15 m de longitud o más. Gran parte del zooplancton es capaz de nadar, pero no lo bastante bien para evitar ser arrastrado por las corrientes. No obstante, su capacidad natatoria le permite regular su posición vertical en el agua, que puede ser muy importante, pues la profundidad de su alimento varía durante el ciclo día/noche; por ejemplo, el fitoplancton sube de día y baja de noche, mientras que el zooplancton hace lo contrario.

El agua marina contiene muchos nutrientes importantes para el crecimiento vegetal, sobre todo nitrógeno, fósforo y potasio. Su presencia significa que el fitoplancton puede fotosintetizar y crecer, al ser arrastrado por las capas iluminadas del mar. Dos formas de fitoplancton, los dinoflagelados y las diatomeas, son muy importantes como fundadores de las redes alimentarias planctónicas, pues de ellos depende la mayor parte de la vida animal de los océanos y mares poco profundos. Mediante su actividad fotosintética, los dinoflagelados y las diatomeas aprovechan la energía solar y la incluyen en compuestos orgánicos tales como azúcares y el almidón, que proporcionan la fuente de energía para los herbívoros que se alimentan de fitoplancton.

A la deriva, diatomeas centrales protegidas
en el interior de su fuerte pared celular.
En algunas especies, ésta está ornamentada
o extendida para facilitar la ascensión dentro
de la columna de agua, funcionando
como alas en miniatura.


El zooplancton comprende una amplia gana de animales (y también de protozoos). Prácticamente cada filum conocido está representado en el mar, y muchos ejemplos de animales marinos poseen larvas planctónicas. Tales organismos se denominan meroplancton o plancton temporal. Buenos ejemplos de ello son las larvas en el desarrollo de habitantes del fondo como los mejillones, almejas, cangrejos, langostas y estrellas de mar. Dichas larvas ascienden a la superficie del agua y viven y se alimentan de forma distinta a los adultos. Así los descendientes no compiten con los adultos por el alimento o el espacio vital, y la importante tarea de dispersión es llevada a cabo por las corrientes oceánicas. Al final de su vida planctónica, el plancton temporal tiene que establecerse en el lecho marino y convertirse en las formas adultas. Si no encuentra el sustrato correcto, deja de madurar. A menudo tienen lugar procesos fisiológicos y etológicos antes de conseguir un establecimiento satisfactorio, y muchas larvas poseen elaborados mecanismos para detectar la textura y composición química de las superficies del sustrato.
 
Ciclo de nutrientes y energía en el mar.
Este diagrama está muy simplificado, dado que
muchos animales obtienen el alimento a partir
de varios niveles, formando una intrincada
«red alimentaria».

Además del plancton temporal existe el holoplancton: los organismos que pasan toda su vida a la deriva en el mar. De ellos, el 70% son crustáceos. La clase más abundante de crustáceos planctónicos es la de los copépodos, unos eficientes herbívoros de fitoplancton, especialmente en mares templados. Los eufausiáceos forman otro grupo muy importante de crustáceos, y en los océanos australes y en otras regiones pueden darse en enormes cantidades en forma de «krill», constituyendo la dieta de las grandes ballenas. Todos estos crustáceos poseen mecanismos para tamizar el agua. Otras formas holoplanctónicas que tamizan el agua son los parientes planctónicos de los tunicados. Algunos rotíferos viven como herbívoros en la superficie de las aguas marinas, pero son un componente mucho mayor del plancton de lagos y ríos. Junto con muchas larvas de invertebrados, estas formas holoplanctónicas herbívoras son importantes para la cosecha de la energía contenida en el fitoplancton, que de este modo pasan al zooplancton carnívoro a través de las redes alimentarias de la superficie del mar.

Existen muchos tipos de zooplancton carnívoro en los mares mundiales y pertenecen a él miembros de muchos phyla. Existen protozoos que se alimentan de bacterias o de otros protozoos. Algunos, como los foraminíferos y radiolarios, forman en el lecho marino, tras su muerte, conspicuos depósitos de sus conchas o tecas mineralizadas. Los cnidarios proporcionan una gran variedad de carnívoros planctónicos temporales y permanentes. Muchas medusas hidroideas pasan sólo una parte del ciclo vital de los hidrozoos en el plancton, mientras otras (como la carabela portuguesa) viven permanentemente como plancton, alimentándose de organismos tan grandes como los peces. Los ctenóforos, por ejemplo Pleurobrachia y Beroe, son eficaces depredadores de copépodos, por lo que tienen importancia económica como competidores de las poblaciones de peces explotadas comercialmente. Otros carnívoros son los gasterópodos, poliquetos y gusanos saeta pelágicos.

Miríadas de animales vistos al microscopio:
una mezcla de medusas, copépodos, larvas
de cangrejos, etc. Algunas de las larvas están
siendo devoradas por medusas.

La presencia de ciertas especies en las aguas superficiales es tomada por los oceanógrafos como un indicativo de los orígenes de las corrientes de agua. Así, se ha demostrado que, en el noroeste de Europa, el plancton que contiene el gusano saeta Sagitta elegans procede del limpio Atlántico abierto, mientras que el agua que contiene S. setosa es de origen costero. También aparecen distintos quetognatos a profundidades diferentes en el océano, que a su vez son indicativos de comunidades animales distintas.

ENCICLOPEDIA DE LA VIDA SUBACUÁTICA
Orbis, 1986.

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