Este viernes, 18 de julio de 2008, ha salido el último número (379) de la revista La Clave. Tras siete años en los quioscos, se cierra este semanario dirigido por José Luis Balbín, heredero del programa de televisión con el mismo nombre, por problemas económicos. Es, o era, una de las publicaciones más respetables de estos últimos años, aunque estuviese dentro de los márgenes de lo políticamente correcto y no se identificase con propaganda de sectores alternativos o radicales, mantuvo siempre una cierta independencia de los partidos políticos mayoritarios y otras instituciones. Su lema era: «Ni neutrales ni sectarios».
Yo, personalmente, la echaré de menos, puesto que de ella recogí varias veces información: como la del artículo que puse de Heleno Saña, en abril, o el de la financiación de la Iglesia española que escribí en marzo. La revista tuvo realmente poca publicidad por los medios (que de otras estupideces sí que se preocupan), y prácticamente era desconocida por la mayoría.
¡Adios! Mejor dicho... ¡Hasta pronto!
No hay comentarios:
Publicar un comentario