Muchos se imaginan que el independentismo catalán surgió al calor de la resistencia contra el fascismo. Es falso. El primer partido independentista catalán, Estat Català, se fundó en 1922, o sea justo antes de las dictaduras de Miguel Primo de Rivera y de Francisco Franco en España.
También imaginan que su fundador, Francesc Macià quería crear un Estado independiente que nunca había existido para salvar del fascismo la región de Barcelona. Es falso. Macià pretendía anexar Andorra, el sudeste de Francia y parte de la isla italiana de Cerdeña ya que, según él, «Cataluña» se hallaba bajo la opresión de Andorra, España, Francia e Italia.
Muchos imaginan que los independentistas catalanes son pacifistas. Falso. En 1926, Francesc Macià intentó dar un golpe de Estado después de haber reclutado para ello un centenar de mercenarios italianos y haber reunido un ejército.
Muchos imaginan que los independentistas catalanes son históricamente de izquierda. Falso. En 1928, cuando Francesc Macià fundó en La Habana el Partido Separatista Revolucionario de Cataluña, lo hizo con ayuda del dictador pro-estadounidense cubano Gerardo Machado.
Los independentistas catalanes nunca han tenido apoyo de los Estados antiimperialistas. La URSS no los respaldó, ni siquiera durante la guerra de España —a pesar de que Francesc Macià viajó a Moscú [1925] en busca de ayuda soviética y obtuvo entonces respaldo de Bujarin y Zinoviev—. Su máximo resultado en ese sentido fue establecer alianzas con algunos miembros de la III Internacional.
Los independentistas catalanes, al igual que sus homólogos luos kenyanos y kurdos iraquíes, pasaron por alto el cambio de inquilino en la Casa Blanca. Apoyándose en el «Parlament» catalán, donde tienen la mayoría de los escaños, aunque obtuvieron una minoría de votos durante su elección, proclamaron la independencia luego del referéndum realizado el 1 de octubre de 2017. Creían poder contar con el respaldo de Estados Unidos y, por ende, con el apoyo de la Unión Europea. Pero el presidente Trump no los apoyó, como tampoco apoyó a los luos kenyanos ni a los kurdos iraquíes. Así que la Unión Europea se mantuvo en contra de su nuevo Estado.
2 comentarios:
El peligro que representa el partido de Cambó trata de ser neutralizado desde Madrid primero, con el tan sorprendente como secreto apoyo económico del Estado central al partido republicano radical del demagogo Alejandro Lerroux, especialista en encender a las masas con sus discursos anticlericales en los que las incita a quemar iglesias, violar monjas y degollar a los ricos. Cosa que finalmente logra, a su pesar, durante la Semana Trágica, pues lejos de reivindicar el que había sido su único proyecto político y situarse a la cabeza de la revuelta, Lerroux huye a Madrid a solicitar la protección del Estado. Cuando renazca de sus cenizas lo hará ya en las filas de la plutocracia política centralista que, al fin y al cabo, era la que siempre lo había sostenido.
Al mismo tiempo, el gobierno de Madrid se sitúa detrás de una oscura operación de formación de grupos terroristas que se especializarán en atentar contra la vida y la hacienda de la burguesía catalana (Cambó incluido); llegando a hacer estallar más de dos mil bombas en las propiedades de los fabricantes afiliados o simpatizantes con la Lliga sin que la policía ponga mucho interés en esclarecer estos hechos y, por último, infiltrando espías y agitadores en las filas anarquistas para incitar a estos a la desestabilización social y, de paso, justificar cuando convenga, la represión del movimiento obrero.
La suma de todos estas prácticas ponen a Cataluña y, especialmente al área de Barcelona, al borde de la explosión social en más de una ocasión en las primeras décadas del siglo XX, haciendo tambalear el espíritu nacionalista burgués hasta el punto de que, en 1923, es la Lliga quien se arroja en brazos de los militares españoles para que pongan fin a la grave situación que se vive en región. La burguesía nacionalista termina rindiéndose así a una realidad incontestable: No se pueden independizar de España mientras sea el Estado español el único que les asegure la propiedad de sus bienes frente a las masas proletarias catalanas.
Cuando Franco visite Barcelona, y de nuevo se repitan estas fotos acompañado del clero y la patronal catalana, lo hará aclamado en calidad de salvador; y el piropo no era en vano.
Antonio Orihuela. Palabras Raptadas.
http://vocesdelextremopoesia.blogspot.com.es/search?updated-max=2017-11-05T11:50:00%2B01:00&max-results=7
«... A pesar de que Cataluña votó en 1986 en contra de unirse a esta alianza militar, y aunque algunos grupos independentistas se oponen a ella, el ex presidente Artur Mas ha afirmado que una Cataluña independiente "cumple con los compromisos de la OTAN", lo que significa apoyar sus imparables y devastadoras guerras imperialistas de expolio contra decenas de millones de personas y naciones enteras. Su equipo es bien consciente de que España utilizaría su derecho a veto para impedir la integración de la República de Cataluña en este pacto militar de agresión.
»Ya sabemos cómo las aspiraciones y sueños sensatos de los pueblos pueden ser secuestrados por unos mandatarios y saboteados por otros...»
NAZANÍN ARMANIAN
(La OTAN y la independencia de Catalunya)
http://blogs.publico.es/puntoyseguido/4212/la-otan-y-la-independencia-de-catalunya/
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