En el fondo, todos somos vegetarianos

Por KARL VON FRISCH

Se dice que el hombre se sustenta mediante un régimen variado. Con ello quiere decirse que en su alimentación están representados el reino animal y el reino vegetal. Pero una investigación científica de esta cuestión nos lleva al conocimiento de que toda nuestra alimentación procede del mundo vegetal. La vaca, cuya carne consumimos, es, por su parte, un animal puramente vegetariano, que solamente extrae del mundo vegetal las materias necesarias para formación de su cuerpo. Por consiguiente, nos alimentamos, de una manera indirecta, de los mismos pastos.

También cuando los animales carnívoros comen carne hacen lo mismo. La zorra que se come un conejo consume la carne, la grasa y el glucógeno que el conejo ha elaborado durante su vida del carbono de las hojas y otras sustancias vegetales. Y cuando devora a un topo, que al mismo tiempo es un animal carnívoro que se alimenta de lombrices de tierra, gusanos y otros animales similares, no hace más que alargar el camino indirecto. Porque las lombrices y los gusanos son, una vez más, animales que se alimentan del reino vegetal.

Toda la alimentación de los animales procede, de una manera directa o a través de caminos indirectos, del mundo vegetal. Esto no es ninguna casualidad, sino que tiene una base muy profunda. Para comprenderlo, debemos saber algo de la alimentación de las plantas.

Du und das Leben – Eine moderne Biologie für Jedermann (1936).

La cadena trófica de la sabana africana.