El pasado lunes componentes de la expedición nipona Proyecto Yeti-Japón, formada en este año para localizar al Yeti en el Himalaya, aseguraban haber descubierto las huellas de un animal desconocido, en el Dhaulagiri IV, en Nepal: «Estamos convencidos de que son reales. las huellas y las historias contadas por la gente de este lugar nos da la certeza de que esto no es imaginario». Y como prueba presentan la foto de una huella de unos veinte centímetros de longitud (como ponen en todos los medios).
Yo cada vez que observo la foto de la huella, no veo nada extraño. Primero, que mide diecisiete centímetros, y no los veinte como dicen. Y segundo, creo que puede ser la huella de una especie de liebre de la zona (la liebre de orejas cortas o lanuda Lepus oiostolus, u otra especie sin catalogar).
2 comentarios:
Pues, otra expedición más que hay en la zona para buscar pruebas de la posible existencia de tal animal desconocido.
Contumacia, pura y dura, la de los criptozoólogos y de quienes les financian, gastando dinero innecesariamente, ¡allá ellos!
Los resultados que obtendrán a finales de mes serán los mismos de siempre, nada concluyentes. Porque tal ser, como lo describen y creen que es (como un gran mono), no existe. No son más que los, cada vez más raros, osos pardos del Tibet y el Himalaya.
Lo que dije, nada de nada. No se ha encontrado nada.
Y como no se puede demostrar que no existe, pues existe... como no han visto langures, pues los yetis (como grandes simios que supuestamente son) existen. Y así seguirán incansablemente.
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