Efectivos de la KFOR, fuerza de pacificación de la OTAN en Kosovo, comenzaron a primera hora de esta mañana las labores para desmantelar las barricadas levantadas por la población serbia en el norte de la antigua provincia serbia, informaron agencias internacionales.
Para dispersar a los manifestantes que intentaron impedir el desmantelamiento se empleó gas lacrimógeno. No obstante, no hubo que lamentar heridos.
Los serbios, que constituyen una mayoría en el norte de Kosovo, levantaron las barricadas para bloquear accesos a los puestos de Jarinje y Brnjak, en la frontera con Serbia, después de que las autoridades albano-kosovares tomaran el control de ambos pasos fronterizos a mediados de septiembre.
El mando de la KFOR pidió en reiteradas ocasiones retirar las barricadas, amenazando con desmantelarlas en caso contrario.
Representantes de la fuerza internacional y líderes de la comunidad se reunieron la víspera en un último intento por resolver el conflicto. Sin embargo, las partes no lograron llegar a ningún acuerdo.
Según explicó un portavoz serbio tras la reunión, la comunidad serbia insistía en que retiraría las barricadas una vez que los policías y agentes de aduana albano-kosovares abandonaran los puestos de Jarinje y Brnjak.
La tensión en la parte norte de Kosovo, con una mayoría serbia, se disparó a mediados de septiembre después de varios incidentes violentos registrados en los puestos de Jarinje y Brnjak en los que el Gobierno de Pristina desplegó a sus policías y agentes de aduana.
Kosovo proclamó su independencia de forma unilateral en febrero de 2008, apoyado por EE UU y varios países europeos. Muchos países, entre ellos Rusia, China y la India, rechazaron reconocer la soberanía de la antigua provincia serbia.
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