Los manifestantes se han enfrentado a la policía el día en el que el primer ministro ha visitado la zona del accidente
Estambul (Europa Press).- Turquía ha sido escenario este miércoles de movilizaciones ciudadanas por la tragedia vivida en la mina de Soma, en el oeste del país, y el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, ha sido increpado en su visita al yacimiento donde se produjo la explosión y donde siguen agolpándose familiares de las víctimas y de los trabajadores atrapados.
Un grupo de personas ha increpado al jefe de Gobierno cuando abandonaba la zona. Algunos manifestantes han pedido la dimisión del Ejecutivo por su responsabilidad en el desastre, que ha vuelto a poner en duda las condiciones de los yacimientos minerales del país.
En Ankara, la Policía ha dispersado con gases lacrimógenos y cañones de agua a unos 800 jóvenes reunidos en la Universidad Técnica de Oriente Próximo y que querían marchar hacia el Ministerio de Energía, informa el periódico Hurriyet. Las fuerzas de seguridad también han intervenido en Estambul para bloquear el simbólico parque Gezi, escenario de protestas antigubernamentales masivas el año pasado.
Varias asociaciones han llamado a la población a manifestarse en esta zona para protestar por lo ocurrido en la mina. Frente a las oficinas de la empresa gestora de la mina, un grupo de jóvenes ha escrito «asesinos» en la fachada. «Este edificio se levanta sobre la sangre de sus trabajadores», han proclamado, en unas pancartas en la que han acusado a la compañía de «asesinato».
Por otra parte, varios sindicatos han convocado para este jueves un paro laboral con tres minutos de silencio para protestar. Además, estas organizaciones han pedido a sus miembros que lleven ropa negra como homenaje a las víctimas.
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